El gigante de dos metros de altura, parecía timidote y hasta retraído. Raro en los temperamentales Borbones. Pero, pronto, Juan Carlos I mostró al mundo suyo su faceta característica.
Sofía, su esposa. ¿Dónde estaba?, ¿por qué no aparecía apenas en público con él? ... La Monarquía tiene también vasallos en los medios de comunicación. Pienso en Jaime Peñafiel, el cual por cierto nunca tragó a la actual reina Letizia. Sí. Los medios en general, le han consentido mucho y hasta demasiado a la Institución monárquica. Y como esto es Disney en el Título II de la Carta Magna, pues todos a vivir que son dos días ...
No todos los españoles somos iguales ante la ley. Eso, lo tuvo claro Juan Carlos, y más desde que Franco falleció. Solo la suavidad general con la generalidad de la población, se logró cuando el relato de que Juan Carlos se había puesto esa noche terrible al frente de las operaciones, y con el Congreso tomado logró parar a los de la Brunete, a Tejero, a Armada y compañía. Fue su mejor momento social. Pero Juan Carlos,-hijo de D. Juan y puesto a dedo por Franco-, nos iba a procurar bien sonadas e inesperadas sorpresas. Que nadie esperara un reinado tranquilo y sin sobresaltos ...
Para mí, Juan Carlos siempre fue alguien curioso. Pero la Monarquía nunca puede ser modernidad, y sí constituírse en un verdadero quebradero de cabeza para sus miembros. Nada es natural en esta impostura, y son seres humanos, y muchos de ellos impunes e inviolables. La tentación, siempre está servida ...
Como antes señalaba, a la Reina Sofía dejamos pronto de verla, y nadie lo justificaba oficialmente. Ni se separaban, ni se dejaban de separar. Oscurantismo total ...
Fue pasando el tiempo. Juan Carlos no contribuyó a retrasar las fisuras de un templo antiguo. Y sin complejos que se lanzó a vivir. La Casa Real se llenó de parásitos y de vividores. Urdangarín o Marichalar son ejemplos palmarios, y el padre del actual Monarca empezó a hacer mucha amistad con sus homólogos saudíes. Los del petróleo ...
Nunca estuvo nada bajo control. La ausencia de Sofía pareció llevarle a un vacío que debía llenar constantemente con decenas de mujeres, unas más comentadas que otras. Que si la periodista americana, que si otra, que si una catalana llamada Marta, una conocida actriz, o últimamente Corinna Larsen.
La España torera y de machotes, ensalzó sus conquistas y las asumió. Juan Carlos llegó a posar desnudo y sin remilgos, y a disfrutar como pocos de sus aficiones preferidas como la vela, el esquí o la caza. Pero como buen Borbón, no midió bien. Se desmelenó siempre,y careció de contención. Como cuando le dijo a Hugo Chávez que se callara en pleno directo en un cumbre hispano-americana.
A Juan Carlos le salvaba su carisma y su gracejo. Tiene una voz nasal y peculiar, que desarrolló en boom con los mensajes navideños. Nos partimos la caja con el montón de imitadores que logró crear y cosechar. Pero Juan Carlos, siempre jugó a la suya y a la inviolabilidad. Se caía al suelo y se hacía daño, pero no rectificaba ni se cuidaba. Y un día alguien sopló que se había ido a Bostwana a cazar muchos elefantes. El que le pillaran, ya fue un síntoma de flaqueza de la Institución. ¿Un rey pidiendo perdón? ... Siendo todo abierto e in fraganti, unos ya nunca le tomaron en serio ...
Ese ha sido su gran ostracismo. Que la sociedad había cambiado muchísimo, y sigue cambiando sin parar. Pero no su Institución, la cual presenta cada día más inexactitudes e incongruencias. Pasado y todo el pasado ...
Y un día se cansó y abdicó en su hijo. El actual Felipe VI es ahora el Rey. Pero Juan Carlos tenía muchas más facetas. Era asombroso y capaz de muchas cosas intolerables y tabúes. Porque la Monarquía también debería ser un tanto ejemplarizante. ¡Nada! Siempre se sospechó que Juan Carlos tenía manejos sucios con sus inversiones y el dinero. Y le han investigado ...
También la Judicatura ha empezado a mirarle mal. Todo muta y cambia. Y en pleno lío de informaciones y acusaciones, se ha ido de España. Ha vuelto a dar Juan Carlos la campanada. Y es que cualquier cosa que se relacione con el Emérito, se torna explosiva ...
Felipe VI , su hijo, tiene por delante un camino ciertamente complicado.
-PORQUE LA TORTILLA SOCIAL VA CAMBIANDO-
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