Y, resuelta, Inga se dirige presta y velozmente a abordar a la traidora Vanessa. ¡Se va a acordar de lo que vale un peine! Esa petarda de Vanessa, piensa Inga, está llevando las cosas demasiado lejos. ¡Más que petarda! ...
La citada Vanessa hace como que no ve a Inga, y sigue posando para los fotógrafos de la moda, con una graciosa carga sexy, y mostrando una elasticidad corporal envidiable. Pero la intensidad laboral de Vanessa parece importarle un comino a Inga.
INGA: Vanessa, tú y yo tenemos que hablar...
VANESSA: Ya ves que ahora no puedo, Inga...
INGA: ¿No has de poder? ¡Chicos, dejad las fotos! Tengo que hablar con Vanessa sobre un tema de salud,¿ok?...
Daniel, el representante de la Agencia de modelos, ordena ipso facto una pausa a los fotógrafos, y les dice que ya les dirá él cuando debe seguir la sesión de fotos de lencería.
DANIEL: ¿Es grave el tema de salud, Inga?...
INGA: ¡Déjanos solas, Daniel! Luego te cuento,¿vale?
DANIEL: Si solo yo quería saber si...
INGA: ¡Que luego ya te cuento, Dani!...
DANIEL: Como quieras, Inga. Como quieras.
Mientras tanto, Vanessa se desprende de su ropa de lencería de lujo y se envuelve en una toalla. Y a continuación, se da la vuelta en dirección a su camerino. Inga, la sigue hacia la estancia. Una vez allí, las dos mujeres se miran a los ojos. Inga toma la palabra, y dice a la sexy y benjamina Vanessa, lo que sigue.
INGA: Te ruego encarecidamente, Vanessa, que dejes a mi chico en paz. ¿Me oyes? Mi chico no existe. Apártalo de tu agenda, listilla...
VANESSA: Perdona, Inga. Pero eso de listilla está de más. ¿Acaso estás celosa?...
INGA: Sí, listilla. Estoy celosísima, y sobre todo, muy divertida. Ayer encontré un microscópico tanga tuyo en el bolsillo de José Alberto. ¿Algún argumento aunque sea inexistente,Vanessa?...
VANESSA: Veo que defiendes a tu chico a muerte, Inga. He de reconocer que Jose me gusta, y que ese día de la brasileira, tuve una fuerte urgencia, y fui demasiado audaz...
INGA: Exacto, Vanessa. No era un tanga, sino más micro todavía... Por lo menos, reconoces que lo hiciste. ¿Es que no sabías que somos pareja?... Pues que sepas, que ya nunca tendrás mi amistad, listilla...
VANESSA: Insisto. Tuve un calentón, Inga. Te pido disculpas. Nunca más sucederá. Por cierto,¿me devuelves mi brasileira bordada con mi nombre, Inga?...
INGA: ¿Devolvértela? Ja,ja,ja. La quemé ayer, listilla. De tu brasileira no queda ya ni el éter, ja, ja. Pero como tendrás muchas prendas como esa,¿no,Vanessa? Ja,ja,ja,¿eh,listilla?...
VANESSA: ¿Vas a vapulearme más, Inga?...
INGA: ¡No se te ocurra acercarte más a mi chico!...
VANESSA: Je,je,je...
INGA: ¿Y esa risa, petarda?...
VANESSA: Vale de insultos, Inga. Te prometo que no me acercaré más a Jose,¿vale?...
INGA: ¡A mi José Alberto! ¿Ok, Vanessa?...
VANESSA: Y ahora, me perdonas,Inga. Daniel me está pidiendo que reanudemos los pases de lencería. Adiós.
INGA: ¡Vete al infierno!...
Y esta vez, Vanessa decide no responder. Ve a Inga demasiado alterada. ¿Le ha quemado el tanga brasileño?,¿tendrá valor?,¿será capaz de hacer éso por un tío? Debe estar hasta las trancas con Jose, sin duda, sigue pensando la joven y sexy Vanessa. Pero no le ha hecho ninguna gracia que le llame, ni listilla varias veces, ni petarda. Ella es muy joven, pero nunca una petarda. Tiene suficiente clase. Y está claro, que su ex amiga Inga ha perdido totalmente los papeles. ¡Que le den!, piensa orgullosa Vanessa... Pero no se da por vencida. Decide llamar a José Alberto.
VANESSA: ¿ José Alberto?...
JOSÉ ALBERTO: Estoy muy enfadado contigo, Vanessa...
VANESSA: Te llamo para pedirte todas mis disculpas, Jose...
J.ALBERTO: Me debías haber advertido que metías tu tanga en mi bolsillo, Vanessa. Insisto. Estoy muy enfadado contigo. Sincera y abiertamente te lo digo...
VANESSA: Es cierto que me pasé un pueblo, Jose... Por cierto,¿me puedes devolver el tanga?...
J.ALBERTO: No quiero hablar más del tema, Vanessa...
VANESSA: ¿Lo ha quemado tu Inga, Jose?...
J.ALBERTO: Je,je...,¿quemado? ¡Qué cosas tienes, Vanessa! Je,je,je...
VANESSA: Entonces, ¿mi brasileira sigue viva, Jose?...
J. ALBERTO: Tengo mucho trabajo. He de dejarte, Vanessa. Adiós.
VANESSA: Como quieras...
Preciosa tarde. Inga y José Alberto se han tomado de las manos, y están a punto de llegarse al vegetariano y coqueto restaurante Botanic´s. Su restaurante romántico. Sin duda que parece que el temporal Vanessa ya les ha cedido. Porque sus miradas son más enamoradas y adolescentes eternas que nunca.
Se ríen, se sonríen, se dan palmetazos traviesos en lugares personales, se hablan confidencialmente al oído, y se besan de contínuo. La felicidad les acompaña. Es indudable.
Pero al entrar ya en el interior del restaurante, José Alberto ve a alguien conocido en la mesa del fondo. Y le dice a Inga:
JOSÉ ALBERTO: Mira quien está allí, Vanessa...
INGA:¡Maldita sea! La zorra de Vanessa. Y está con Pierre...
J.ALBERTO: ¿Ese moreno se llama Pierre, Inga?, ¿y tú cómo lo sabes?...
INGA: Luego te lo explico, José Alberto. Pero ahora,¡márchemonos de aquí!...
J.ALBERTO: A mí no me importa, Inga...
INGA: ¡Pero a mí, sí! ¡Vámonos!
- Fin del Capítulo 11. -