Nos contaron, que un hombre bueno, al ver que una mujer estaba siendo agredida por su pareja, se volvió contra el maltratador y que este último le dió tal paliza que casi lo mata, y que tras un tiempo en la UCI, está vivo casi de un milagro.
Sí. Eso nos contaron. Y nos hablaron de una tal Violeta, la compañera del maltratador, que en vez de denunciarlo, salió en las televisiones diciendo que no había sido maltratada y que pensaba seguir con su pareja. Todos asombrados.
Pues va y resulta, que la presentación que hicieron los medios de este suceso lamentable, no fue exactamente así, y que había mucha más complejidad. Como luego se ha ido viendo. Pero los medios parece que deben vender la carnaza para lograr la audiencia. Y este caso, parecía muy goloso de presentar a la opinión pública. Contenía héroes y villanos al parecer.
Ha pasado el tiempo. Ahora sabemos más del tema. El maltratador era drogoadicto y se llama Antonio Puerta. El agredido tenía problemas previos de salud a la agresión y se llama Jesús Neira. Y la novia del toxicómano, está desconcertada,estresada, enamorada, y seguramente muy mal aconsejada.
Y vemos que hay un asunto de fondo. El afortunadamente recuperado Neira, se muestra altanero y se considera superior a Puerta, al que llama "basura". Considera que la toxicomanía no es una enfermedad , sino un vicio que solo afecta a seres menores. Como mucha gente, por cierto.
También sabemos, que Jesús Neira no se fue solo al hospital tras la agresión de Puerta, y que fue de hospital en hospital, y de negligencia médica en negligencia médica, temiendo por sus verdaderas dificultades previas a la agresión y que le sobreviniesen males mayores, cosa que desgraciadamente así le sucedió finalmente. Estuvo a punto de morir tras darle el alta.
Es decir, que finalmente la rigurosidad de la noticia nos lleva a la constatación de varias negligencias médicas, que jamás los medios nos contaron hasta ahora. ¿Misterios de la Santa Trinidad?...
Ahora, Jesús Neira afirma que se va a comprar una pistola al enterarse de que Antonio Puerta va a salir de permiso carcelario. Es decir, que el señor Neira no da señales de aceptar un perdón hipotético de su agresor, y esconde aposta sus dificultades previas de salud que le hicieron pasar por varios hospitales infructuosamente.
Neira se nos presenta como ideológicamente sin compasión, implacable, no parece tener un corazón que no sea de odio para su agresor y familia, y encima habla de justicierismo al querer adquirir un arma de fuego.
Se siente superior a los toxicómanos, llegó hasta a engañar a una lamentable correa periodística sin constrastes, hasta el punto de que el Gobierno hasta le puso una medalla. Poco sabemos de Antonio Puerta. Lo que sí que sé es que socialmente un drogadicto es para esta sociedad, alguien que cava su propio declive y sin matices.
-ASÍ LO PERCIBO-