Y además, las políticas. Ya echo de menos a los tertulianos, y a las opiniones, y en definitiva, a la vidilla que todo esto genera.
No me bastan las noticias sin ser comentadas. Las noticias sin comentarios, me parecen sosas. Les falta sal y aditivo palique de experto. Las noticias a solas, me aburren.
Desde finales de Julio, estamos así. Con el calendario dormido. Por éso, tengo mono de tertulia. Ya es hora de que aparezcan esas señoras y esos señores que debaten desde la calma y desde la reflexión. Y un puntito de picante e ironía. O, muchos puntos de apasionamiento, y algún que otro pique. ¡Caña!
Sí. Que hablen. Que se expresen en libertad. Que hablen y hablen de política. Necesito y quiero, que me debatan la actualidad. Que me la desmenucen. Y que no sean fríos o hieráticos. Que se enciendan, que larguen palabros con intención, que se lancen dardos ideológicos, y que aparezcan los amores encendidos y apasionados, y los rechazos inevitables y viscerales.
Que salgan los tertulianos de izquierdas a defender las ideas de Zapatero o de Llamazares, y que irrumpan los conservadores y de derechas apostando por Rajoy o Esperanza Aguirre. Que se crucen y contrasten las opiniones y las informaciones. Que se engresquen un poco. Que se interrumpan, y que el moderador o la moderadora tengan que sudar la gota gorda. Que, quiero sintonizar la SER y la COPE a un tiempo. Y pasearme por Onda Cero, por la Radio 1, y por todas las emisoras que pille. Y que salga la Concha García Campoy, y Arturo González, y que aparezca el Jordi González, y María Antonia Iglesias, y que la nueva temporada llene los oídos de tertulianos nuevos, llenos de sorpresas y hasta de exotismo.
Que debatan sobre cómo va el país, la economía, y los días previos a la manifestación del 29 de Septiembre con su huelga general. Que se hable de nuestras fuerzas en Afganistán, o de los casos pendientes de la corrupción y sus tramas, de lo que está pasando con los roces con Marruecos, de cómo está la musculatura de Zapatero y de su gobierno, y de cómo quedan las barbas del aspirante Rajoy.
Ah, y que intervengan los oyentes y espectadores, y la líen un poco. Que se desperece la gente. Que volvamos todos de nuevo a leer la prensa de las cosas reales, y a hablar la peña de la actualidad caliente.
Porque todo se mueve, y yo me estoy cansando de tener rozaduras de hamaca en la piel de mi espalda. Venga, señores líderes de la radio y de la tele. ¡A casa! A proponernos temas de debate, y dejen el moreno de la vacación para los próximos puentes vacacionales.
Sí. Que se sea democrático y se hable. A mover la singüeso. A apasionarse, y a sentirse vital. De cabeza, a la realidad.
-LO SIENTO, PERO ME GUSTA-