viernes, 26 de noviembre de 2021

- NUNCA SEPARADOS DEL TODO. -



El otro día, encontré azarosamente un cachito familiar de mi barriada, la cual ya no existe que no sean las fachadas de sus edificios. Porque hoy no es el ayer. Y los idiomas se antojan antipódicos e incompatibles. Es otra sociedad. Y yo a veces, añoro la que no está. Por eso saludé el otro día a Luz.

Luz, es de las poquísimas personas que van quedando en mi barrio cuna. Y ni tan siquiera eso. Porque la mujer vive a caballo entre dos casas, y pasa la mayor parte del tiempo en la que no está en mi barrio. Yo sigo viviendo ahí, cual testigo eterno de un cambio de paradigma.

Luz, hace mucho tiempo que se separó de Garico. A Garico le veo menos aún que a Luz. Pero a ambos les recuerdo bien. Han pasado muchos años desde que tengo noticias de ellos. Son bogotanos. El primero en venir a España, fue Garico. Bajito, mañoso, y echado para adelante. Astuto, silencioso y hasta vengativo. Su presencia me impresionó por el tremendo choque cultural. Venir desde el hambre y la violencia, es una decisión alocada, muy triste, necesaria, rebelde, con sentido, compleja y valiente.

Garico, se puso a vivir en la puerta de enfrente de mi casa. Nunca olvidaré que siempre iba con una llamativa furgoneta azul y se declaraba albañil. Y que decía ir por su cuenta. Y un día sorprendió a mi madre, cuando tras pedirle un balde de agua para una obra que se estaba él haciendo, mi progenitora se fue sorprendiendo no solo porque Garico le pedía resuelto baldes y más baldes de agua, sino porque al quejarse mi madre por tanta demanda del líquido elemento, el hombre bogotano le soltó: "-¡Señora! ¡El agua nunca se niega a nadie! ¿Sabe usted? ..."

Mi madre se dio la vuelta y cerró la puerta tras de sí. Garico no solo parecía ser un listo, sino que encima el maleducado pretendía dar lecciones de una extraña e inexistente ética y demanda. Desde aquel día, ya decidimos no dirigirle jamás la palabra a Garico.

Garico era realmente alguien especial. Huía del alcohol. Nunca reía ni sonreía. A veces se traía a casa a algunos amigos o más bien conocidos suyos, y montaban un pollo hasta las tantas de la madrugada. Quizás por no tener enfrentamientos con él, se le dejó hacer.

Poco tiempo después, se trajo a España a su mujer, Luz. Y a sus cuatro hijos, tres de ellos, varones. Recuerdo que los niños estaban muy despiertos y espabilados, y se notaba que venían de un tiempo y lar en extremo competitivo. Discutían entre ellos, y las riñas eran constantes.

Luz no era muy distinta a Garico. Luz era sufridora y estratega, lista y superviviente, decía como su entonces marido pocas verdades seguidas, y mostraba siempre un porte orgulloso y a la vez retraído o tímido. Yo creo que Luz era mucho más lista que Garico. Y el tiempo me fue dando la razón.

Los follones en la casa de los bogotanos, marcaron un antes y un después,-además con variados incidentes con los vecinos de mi barrio-, cuando uno de los hijos de Garico decidió plantarle cara a su padre y hacerle ver que no le tenía ningún miedo. Empezaron a gritarse mutuamente, y a continuación se escuchó desde el interior de mi propia casa la bofetada que el hijo de Garico le arreó a su padre. Garico repelió o intentó repelir el golpe certero, con toda la furia. La reacción posterior fue de rupturas y alejamientos. No sé si Garico tiró a la calle a su hijo,-el cual dormía en la escalera-, o si fue su hijo quien finalmente decidió largarse a la casa de algún colega.

De aquellos cuatro niños muy despiertos, hoy solo quedan dos. Porque los otros dos, fallecieron. Uno, en accidente de carretera, y el otro para comprobar si la pólvora de unos petardos en Fallas estaba vigente o apagada. Metió su cabeza en una carcasa aquí al lado en una coqueta plaza contigua, y la pólvora fatal estalló destrozándole el cráneo. Y, la vida.

Fue lógicamente un duro palazo para la familia. Garico y Luz se reprocharon mutuamente las responsabilidades en la educación de los hijos, y el matrimonio naufragó. Pero jamás vi en público pelearse o alterarse a Garico o a Luz. Por eso sorprendió en el barrio la ruptura.

Garico seguía haciendo chapuzas de obras.-y con bastantes defectos ostensibles-, y siempre le recordaré con aquella casi emblemática y grandota furgoneta azul, la cual aparcaba en donde la parecía bien. Mi madre le apodó: "el jefe de la estación", por su descaro en el modo de comportarse y en su nulo comportamiento de las normas de urbanidad.

Garico, siempre fue muy complejo. Afirmo que los dos ex componentes del matrimonio fallido, deseaban volverse a Colombia. Pero fueron fríos. Decidieron que el dinero y la vida, suelen estar e ir bastante parejos. España les ofrecía el sueño de la seguridad, aunque les mirasen mal o les dijeran sudacas y de todo. Garico entraba a los golpes, enseguida. Luz, prefería atacar defendiéndose desde la interposición de denuncias y cabeza fría. Pero yo siempre pienso que Luz y Garico son muy iguales, y que aquí solo sobrevive el más listo, y solo el último deberá apagar la luz y joderse. Ambos son de una competitividad más que notable en la defensa de sus respectivos intereses. Y creo que gana, su ex mujer Luz.

Tras separarse, la mujer consiguió hacerse con buenos abogados. Hubo rumores de todo tipo acerca del modo en el que la mujer logró la contratación de los picapleitos. Garico, siguió levantándose por la mañana a la hora habitual, y subiéndose a su eterna furgoneta azul y puede que fálica. Y se despreocupó de la escolarización de los dos hijos que sobrevivían. Y tampoco Luz apostó por el método educativo como forma de salida de futuro de sus vástagos supervivientes. Y el hijo varón que quedaba, un día se fue de la casa y se lanzó a la aventura de la supervivencia. Y el chico decía que se sentí plenamente español y no colombiano. Y en cuanto pudo, se enroló como soldado en el ejército de aquí. Y en cuanto a la única chica, conoció gracias a su encanto y belleza a diferentes novios, y vivió muchísimo. Se hizo plenamente una mujer adulta, y en la mirada siempre se le notaba que tenía una plan B o una escondida bala en la recámara. Porque también la chica tenía bien claro, que esto de la vida no es sino pura y descarada supervivencia.

Sí. El otro día la nostalgia me hizo abordar a la ex vecina Luz. No había cambiado un ápice en todas estas décadas. Lo que pasa es que como me conoce y yo a ella hace tantos años, podemos mensurar hasta donde ella y yo podemos llegar.

Con la excusa de la rehabilitación de su finca, mientras Luz me hablaba, yo me reafirmaba en el poder superviviente de la pobreza. Me dijo que Garico vivía en un sitio distinto en donde ella moraba, que las obras de la rehabilitación solo duraron dos meses,-aunque en realidad se prolongaron cerca de un año de constantes golpes y molestias a toda hora-, y mil asuntos inexactos contados desde la estrategia de seguir teniendo Poder y derechos en tal finca rehabilitada, que es la que está pegada a la mía.

Me dijo que ella tenía algunos pisos, y que los ponía en un alquiler barato porque la gente lo está pasando mal, y que su ex, a pesar de que anda ya cerca de los setenta y muchos años y tras muchos de ellos bien trabajados, le ha quedado una pensión de escasos ochocientos euros. Y, el golf ...

Sí. Luz me dijo que su ex, Garico, jugaba muy bien al golf. Que era muy bueno en ese deporte. Parece evidente que en el juicio de la separación del matrimonio, Luz había ganado por goleada, dado que vino a España con una mano delante y otra, detrás. Y que Garico se había confiado en exceso.

Pero Luz no atacaba ni martilleaba en absoluto a su ex, Garico. Al revés. Casi parecía como si continuasen juntos. ¿Jugar Garico al golf cobrando una modesta pensión?... Eso es más que extraño.

Luz y Garico nunca se sabrá si se odian o si todo son pactos interiores y personales de supervivencia. Yo creo que siempre habrá combate nulo entre ellos a pesar de los peses. Y que los dos ex, mostrarán al exterior civismo y vanguardia. Porque para los dos, lo que ha de predominar es que los pájaros trinen todos los días al amanecer. Y eso significa que siguen vivos. Sí. Mientras escuchaba a Luz, también podía ver al bravucón Garico. La desesperación siempre generará sorpresas inéditas y consensos extraños. Y unos choques culturales bien potentes.

-RELATO BASADO EN HECHOS REALES-
 

sábado, 20 de noviembre de 2021

- DENTRO DEL SUEÑO. -



James Viktor tuvo un día muy ajetreado. A pesar de que su energía y también necesidad le permitía acometer tres trabajos diarios, hoy se sentía muy agotado. Es como si algo o alguien le hiciese ver que lo mejor que debía hacer era acostarse en la cama y ponerse a dormir.

En efecto, James Viktor se puso a ello. Cenó frugalmente,-cosa poco habitual en él dado que era un comilón irredente-, rápidamente se quitó la ropa, se puso el pijama y se acostó. Apagó el hombre toda luz, y a los escasos minutos Morfeo ya le tenía a su merced. Una respiración acompasada, rítmica y potente, hizo tener la absoluta certeza de que dormía profundamente.

Y así era. Y James Viktor comenzó a soñar. Y soñó con que le entraban unas tremendas ganas de dormir. Y seguía, y seguía el sueño. Y soñó finalmente que,-a pesar de hacer mil esfuerzos para no quedarse dormido-, no podía evitar caer en dicho sueño definitivo. Y se dejó ir. Y no sintió nada. Como si fuera un cuerpo muerto. Un ser sin vida, y muy alejado de la vitalidad y dinámica que se produce al despertar. 

James Viktor no se dio por vencido. Y comenzó a soñar,-en sueño REM-, moviendo los ojos rápidamente, que cabeceaba de un lado a otro para salir del hueco u hoyo de su sueño vencedor. Y siguió soñando el bueno de James, que lograba salir del sueño inmovilizador, frustrante y asfixiante, y entonces ya pudo soñar con muchas cosas más activas y bien diferentes.

Soñó ahora Viktor que empezaba a recuperar la sensación de los latidos de su corazón y que caminaba sudando pero feliz por unos senderos montañosos. Y el hombre se sintió muchísimo mejor, y le pareció que una hermosa muchacha le seguía coqueta haciéndole guiños alegres por dichos senderos de montaña. Y que la mujer era rubia, esbelta, de largas piernas y extremadamente amable y graciosa.

De pronto, pareció escucharse un ruido en la habitación. Como el de una puerta al cerrarse, o como si se hubiera desprendido de la pared un objeto metálico. O, esa sensación le dio a un James Viktor, el cual seguía durmiendo y soñando.

Muchísimo más tranquilo, el hombre pareció agradecer el efecto sonoro que debió haber acontecido. Y acabados todos sus sueños, James Viktor reparó en que aunque ya no soñaba, seguía durmiendo y durmiendo. Y al día siguiente debía levantarse temprano, y James comenzó a soñar que si seguía sin despertarse, podría llegar tarde al más tempranero de sus trabajos.

Algunas horas después, James abrió los ojos y dio tres puñetazos furiosos sobre la cama. Se había despertado de un tremendo mal humor, agotado, sin haber recuperado sus fuerzas, y bien frustrado. Y dio cuatro puñetazos más encima de la cama, y blasfemó sin miramientos.

Trató de calmarse antes de tomar su potente desayuno. Y lo logró. Pensó que la cosa no era para tanto. El día acababa de comenzar y no era cuestión de mostrar enfado. Tiempo tendría de ponerse crispado a lo largo de los sucederes del día. Y James Viktor logró serenarse tanto, que empezó a notar una especie de pereza para levantarse de la cama. Hacía fresco, llovía afuera, y en dicha cama se estaba de maravilla. Y como había dormido mal, a James comenzaron a cerrársele los ojos con el tremendo peligro de dormirse de nuevo y casi definitivamente.

Mas tuvo suerte. Afuera, en la calle, alguien nada cívico había decidido darle al cláxon de su automóvil una y otra vez, con el objeto de que un compañero suyo que vivía en la finca de James le oyese la insistencia para que bajase y se metiese en su coche para ir juntos al trabajo en un Polígono industrial. James Viktor no lo dudó esta vez. Se recuperó, saltó de la cama, corrió por el pasillo y se puso a desayunar. Se le estaba haciendo tarde.

-UN POCO MÁS, Y SE VUELVE A DORMIR-


 

lunes, 15 de noviembre de 2021

- ESPAÑA, ¡ AL MUNDIAL DE FÚTBOL DE QATAR! -



Contra Suecia hubo película de suspense con final feliz. ¡Yo soy español, español, español, español! ... Los finales felices de la Roja se añoran mucho y gana la nostalgia. El fútbol es una pasión.

Sevilla tiene un color especial. Se llenó el campo para animar al equipo nacional. Suecia se ordenó atrás y no dejó espacios. ¡España! ¡España! La afición hispalense lo dio todo. Impecable. El Pizjuán parece un valladar inexpugnable. El acento sevillano está lleno de pasión y amor futbolístico.

Luis Enrique, borde, tapabocas, increíble muchas veces, absoluto, nada de concesiones a los medios. Se le odia mucho. Y también muchos le respetan cuando las cosas van bien. El astur, siempre genio y figura. Delgado y enjuto hasta la exageración, dinámico, claro, prepotente y provocador. Pero al final salió como Curro Romero. Por la puerta grande.

España no podía ayer meterle un gol a nadie. Porque jugaba sin delanteros. Porque este chico del Español, Raúl de Tomás, estaba demasiado solo ante una defensa ordenada y de mucho físico vikingo.

Setenta minutos después de que empezara la cosa, y ya con dos delanteros arriba, como Rodrigo Moreno y sobre todo, Morata, la historia se hizo más fácil y positiva. El penas Morata, empezó a dejarse ver. Es un delantero de verdad, contrastado, tímido, goleador y también discutido cuando falla goles con toda la portería para él. Pero posee la veteranía y la garantía de que algo pasará si se le saca de titular y se le deja jugar.

Los nervios los paró el jovencito Gavi, que tiene diecisiete años y una bravura y unas ganas sin igual. El azulgrana, tiró del carro en los momentos más vertiginosos. Y corría y volvía a correr. No paró de hacerlo en todo el partido. Es un adolescente con un gran porvenir si no se aja.

Eso es la Selección española. Un equipo adolescente y azaroso, capaz de ganar e igualmente de perder. Luis Enrique juega a mago improvisado, trayéndose gente a la Selección que no sabemos apenas quiénes son. Pero les da marcha y confianza. A algunos jugadores les tiene vedados, y otros siempre estarán en su once. Ha escogido el asturiano chicos sorpresa, aprovechando el tremendo vacío de calidad que hay, tras el final de la generación 10 de Iniesta o Xavi Hernández.

Pero ahora todo es trepidante. Se ganó. Se ganó el billete y sin repesca para ir a jugar un Mundial al surrealismo climático del dinero de Qatar. Allí esperan temperaturas nada aptas. Y todo será un mucho kafkiano y surreal. De adaptarse, o morir.

Sevilla y la alegría de la victoria. Ya no nos acordamos de Juan Señor frente a Malta, o de aquel cabezazo clasificatorio de Fernando Hierro. No faltamos a un Mundial desde 1978. ¿No es maravilloso? ...

Luis Enrique vivió su presente pese a hacer cara de palo durante el partido de Halloween. Una castaña de choque. Y saltó, brincó, y vibró Sevilla y toda España, y la luna llena siempre será de nosotros, y soñaremos con que todo sigue funcionando y que los resultados pueden acompañarnos.

¿Opciones serias para ganarle el Mundial a Brasil o a Francia? Es honesto decir que no, y que hay que ser tremendamente cautos y optimistas. Y que volverán Pedri y Ansu Fati. Y que la Roja siempre tiene bemoles, raza y olé. Porque el fútbol es una pasión que emerge tras una calamidad de partido o después de un mal pensamiento. Hoy es el presente de vivir. Y se ha ganado. Quizás faltara un poco de arte.

¿Y QUÉ? ...


 

viernes, 12 de noviembre de 2021

- AQUELLA TARDE DE OTOÑO. -



Ya la tarde se comía las luces del día. El sol se rendía ante el avance ineludible del tiempo. El tiempo es implacable. El viento, era el hilo musical y desagradable de esa tarde. Molesto y despeinapelos, húmedo y penetrante; anunciador de nuevos cambios. Y llegaron unas nubes sin agua pero con amenaza.

Me refugié en la biblioteca. Tú también habías permanecido sentada en uno de los banquitos del jardín coqueto exterior que rodea al museo de los libros. Rubia, alta, delgada, con pelo largo, y aspecto tan juvenil que podías tener cualquier edad que atraías igual.

Una vez dentro de la biblioteca tomé un libro, traté de no pensar en tí, y me concentré en un volumen de Juan José Millás. Era un relato de dos amores imposibles. Quizás como tú y yo ...

De repente alcé la mirada y te vi. Estabas a dos mesas máximo de la que yo me había sentado. Volví a mirar, y va y entonces me sonreíste. Y yo me quedé gratamente sorprendido por tu gesto expresivo y amable. Y traté de seguir leyendo al maestro Millás. Lo que pasa es que estaba tan pensando en tí que me era imposible concentrarme en la lectura.

Dejé mis cosas sobre una de las mesas, y bajé a la cafetería de la biblioteca. Al pasar por tu lado, noté que hacías ademán de imitarme y de levantarte igualmente. Mas no fue eso. Lo que hiciste fue hacer un amago. Y como llevabas una falda corta a pesar del fresco, pude ver tus piernas largas, suaves y depiladas. Y de soslayo me lanzaste una nueva sonrisa.

Pedí un café al camarero del bar de la biblioteca. Me senté. Habían dos sillas junto a una mesa, y yo ocupé una de ellas. Y a los pocos minutos apareciste tú. Y me preguntaste si podías ocupar la silla que estaba enfrente de mí. Asentí, y tú volviste a sonreirme. Y me diste las gracias, y sin preguntarte nada te dirigiste a mí y me dijiste que te llamabas Esther. Yo, te dije mi nombre, y que estaba acabando mi carrera de Derecho. Y tú me dijiste que ya eras abogada, y que incluso dabas clases particulares de Penal. 

Tendrías unos pocos años más que yo, y en tus manos no vi anillos ni alianzas. Y me confiaste que eras una chica poco convencional y muy heterodoxa, y charlamos y charlamos mucho más.

- "¿Sabes, Esther? No me apetece hoy leer. ¿Damos un paseo?, ¿te apetece? ..."

- "¡Oh, sí! Ja,ja,ja ... Pero deberemos buscar un sitio donde no dé este viento tan molesto, ¿no crees? ..."

Y ante mi sorpresa y cuando llevábamos quinientos metros paseando, hiciste un gesto y me diste una palmada en el hombro. Y luego, comenzaste a reír como una adolescente que quiere ser ya mujer.

Entramos en un pub. Fue una apasionante tarde otoñal. Me contaste muchas cosas de tí. Que no estabas separada, que no creías en el matrimonio, y que te habías casado por comodidad social y un poco por amor, que te gustaban los hombres un poco más jóvenes, y que cuando veías a uno como yo, pues no dudabas. Pero que solo eso. Charlar. La fidelidad era prioritaria en tí.

Yo, estaba en el medio de una aventura especial y positiva. Tenías unas confirmadas piernas de escándalo. Eras culta, decidida, educada, y embrujadoramente especial.

Me dijiste que no me ibas a dar el teléfono, que gozara del presente, que no me hiciera ilusiones, y que podía irme de allí cuando quisiera. Esa franqueza me gustó. Y en un momento, me levanté y me despedí. Nunca más te volví a ver.

-LO SABE EL OTOÑO-
 

lunes, 1 de noviembre de 2021

- RECUERDA TU HALLOWEEN. -



En el medio de la fiesta del susto y el miedo, luces tus medias de lycra tatuadas de amor, y tus labios adquieren la tonalidad pintada y deseosa de una naranja y nunca de una calabaza.

Me asusta con dulzor tu modo de mirarme a los ojos y me alegra sobresaltado tu minifalda cortísima de bruja de lujo. Ahora no tienes edad. Ahora solo eres mujer y fiesta, y gritos y risas desatadas, y mucho Halloween cuando cruzas tus piernas más que depiladas y atrevidas.

Y entonces la calle se hace subversiva y dulce, y alegre, y la noche da paso a tu sol deslumbrante y a tu primera juventud y eterna adolescencia. Y tus amigas juegan a chocolate y fresa, y a medida que avanza la noche se ponen a buscar la piel y a competir sobre cuál de sus amigos tiene sobre la piel el mayor número de tatoos.

El grito y el misterio se vuelven absoluto placer y bienestar, y nuestra carnaval de ternura se hace paz y magia. Y hay un campeonato de dulzura y belleza. Y tú ríes más que yo aún, y tus manos son sedosas y profundamente femeninas, y el móvil es un motor que siempre funciona a base de corazones de batería y de amistad.

La calle social y la fiesta interior, está decorada por esa Disneylandia heterodoxa que nos gusta y en la que todo es sorpresa. Y me sigues mirando con cara de Cruella, y yo te doy mi primer beso de la tarde y de la noche que se hacen interminables y a la vez más que veloces.

Y unos chicos te piden fuego y tú les complaces. Fuman y se ríen. Uno de ellos es morenazo de ojos claros y sé que te gusta. Pero yo soy mago y espíritu que viene del otro allá, y te dejo que juegues a ser niña mala, y a que coquetees hasta caerte de tanga, y que hasta saltes de desinhibición buscando admiración y libertad.

Y una chica que tiene tus ojos y que es rubia, va y aparece haciendo plas a mi lado. Es una mujer con pantalones ajustados y un escote de miedo. Exuberante como una top, me ofrece una copa de vodka y no la rechazo. Y luego, a continuación, bailamos como dos niños malísimos y traviesos, y en algún momento podemos darnos cuenta de que nuestros pies no tocan el suelo, y estamos jugando levitando en el aire.

Y mi Cruella vuelve a mí, se desnuda, y se disfraza de calabaza coqueta y con rombos a lo Ruiz de la Prada en el suje. Y esta noche iremos y viajaremos a todas las playas de Brazil, y nos perderemos por donde digan los tréboles de La Malvarrosa o de La Concha. Porque hoy podemos elegir avión y destino, y no hacer cola en internet, ni pagar nada con tarjeta porque todo es gratis y nosotros somos capaces de hacer toda la vida del mundo como una pata de rana y el salto de una luciérnaga gritona como energía necesaria.

Tú y yo somos energía. Porque somos de miedo. Porque me gusta verte la lengua cuando ríes a carcajadas por la cosa más tonta y a la vez sutil. Porque no nos da la gana tener frenos ni barreras. Porque volvemos de nuevo a ser felices, porque mañana será otro día, porque hoy somos nosotros de la mano del miedo sexo, y porque tu piel es amor.

Porque los coches están llenos de enamorados, y porque solo se oye a Toquinyo y a Vinicius de Moraes haciendo poesía y bossa nova. Y porque Michael Jackson baila genial sobre su tumba, y todos sus zombies admiramos su danza de terror en el eterno misterio.

Y nunca parará Halloween. Jamás. Hasta que no queramos todos, y a pesar de que los vecinos den por saco en nuestra privada fiesta. Esto la gozamos todos los alegres que nos gusta la fiesta del vivir y los labios de tu cocacola y del Mercadona. Hemos inventado la excusa de un tiempo extra de cielo con celofán de invierno. Y hemos sido los muertos más sexys del mundo. Y tus bragas saben a huesos de santo, y mi sudor es exactamente tu alegría.

¡SHHH!