8:50
jose vicente ortí
La puerta nueva de Madrid. La jueza Manuela Carmena, independiente y femenina, agradable y osada. Sensible y sonriente, coqueta y firme. Viva y vivida en la rigidez potente de la judicatura, pero sin perder nunca de vista el factor humano.
Ahí está la futura alcaldesa de Madrid. Como la Puerta de Alcalá en la Villa y Corte. Con valentía, intentando entrar a golpe de aplauso y de admiración entre las selvas y estertores de la política.
Decidida, se enfrenta a las cámaras y a las entrevistas. Tiene claro su concepto ético. Siempre lo ha tenido. Sabe el orden pero también las necesidades básicas de los ciudadanos.
Manuela Carmena en las portadas. Laboralista y de siempre. Charlando sin perder jamás la compostura e introduciendo la coquetería mientras mueve sus pómulos acusados y bamboleantes al hablar. Gestual y expresiva a la par que huidiza a lo zen cuando ha de serse. Sabe parar rivales y no entrar al trapo de la sangre hirviente que salpica. Lo de las vísceras está muy feo y Manuela es una señora normal.
La señora. La señora de todos los madrileños quiere ser Manuela Carmena. Una mujer clara y amable que afirma con franqueza que ella no es política aunque ahora ocupe dicho cargo. Ella está en Madrid para ayudar a las clases más desfavorecidas frente a ese Poder omnívoro de los privilegiados que van a su rollo.
Madrid me mata. Madrid es un fortín. Un combate de pesos pesados y de poderes fácticos. Da miedo. Pero la jueza Carmena es mujer de retos y hasta de películas de intriga que es su profesión judicial. Quiere ver qué pasa y qué se puede hacer para que se paren los desequilibrios y los deshaucios, y las hambres de los niños, y que cante de nuevo la cultura y la alegría, y la tolerancia, y el pacto y el entendimiento entre todos los máximos agentes sociales posibles.
Manuela Carmena propone un Madrid conciliador y de esperanza. Por su despacho pasarán abuelas encantadoras y hasta pimpollos ambiciosos con pintas de gángsteres. De todo. Porque en la vida de Madrid hay de todo. Y hubo muchísimas cosas en esa ciudad y mucho lío antes de Zapatero.
Han sido muchos años de PP en la ciudad de la Torre del Pirulí y de la Calle de Alcalá. Han pasado cosas muy excesivas y durísimas en las calles y en las ágoras. Ahora hay una nueva ventana bella y una nueva propuesta de conciliación. La idea es que el ciudadano se acabe creyendo que a partir de "Ahora Madrid", va a contar mucho más en las decisiones que se vayan tomando. Plataforma de expectación.
Manuela no es "Podemos", pero está ahí entre el cambio que trae también para Barcelona la joven Ada Colau. Una nueva forma recuperada y eterna de hacer las cosas. Necesaria.
Carmena sabe que no hay que tirar motos de movilidad ni privatizar o condicionar la educación y la salud de los ciudadanos. Y su reto se convierte en vitalidad y entusiasmo, en ganas de trabajar y que salga el sol y la piscina, y que cuando lo deje que muchos se acuerden largamente de su figura.
Pero antes que nada hay que dejar que entre y llegue al Ayuntamiento la señora Carmena. Y que no la agobien e incordien. Y que se sepa que ella ha vivido tanto como muchas más que la señalan y critican. Que nadie olvide que la jueza vale mucho.
-SEGURO QUE SE LO DEJAN DEMOSTRAR-
12:43
jose vicente ortí
Ahí el ciclismo. Ahí la dureza de los locos arriesgados surcando los desniveles imparables de la cima Mortirolo en donde si ganas te haces grande y nadie te hará una sola burla.
Todos son honrados subiendo la "montagna" del malogrado e irrepetible Piratta Pantani. En ese bosque de dificultad y de esfuerzo, donde las cosas se vuelven descarnadas y épicas, reaparece el ciclismo de siempre. El eterno. El irreductible. El imprevisible y hasta libertario, a pesar de pinganillos, órdenes de directores y trescientas zaparrastradas que lleva consigo la modernidad tecnológica y la actualidad.
En medio de esa evolución, todavía vemos lluvia molesta, miedo, esfuerzo de portentos y mucho azar. La gloria de la duda. Donde nadie puede confiarse, y en donde el finado Marco con sus estatuas que movilizan el imperio y el recuerdo de los sentimientos, adicionan sobre la marcha una pincelada de deporte real que mancha las cámaras y atrae noveles aficionados sorprendidamente atraídos por lo que se puede ver y va ocurriendo en esa tele también de ayer y de siempre. ¡Actual por fin! ...
Alberto Contador se dejó de titubeos y de cabeceos exóticos y se puso a trepar y a trepar. Sin miramientos y a lo suicida reparó unas averías puñeteras muy cerca ya del ascenso a la cita del Mortirolo 2015 que llevaría hasta el final de Aprica.
Contador siguió y siguió hasta que se quedó sin equipo. Pero al ya veterano as de Pinto nada le asustó. Estuvo finísimo y cabal. Maduro. No miró hacia atrás. Como hacen los grandes. Alcanzó a Aru, le sobrepasó, se relajó, y fue acompañado por la seguridad de su confianza camino de su nuevo Giro salvo un cataclismo que se antojaría injusto.
Esos segundos en los que el madrileño no cazaba, se antojaron eternos. Pero el ciclismo grande es menos frívolo que todos esos temores que acaban siendo anécdota. Quien quiere ganar, ha de hacer locuras. Y no digamos cuando la magia exhuberante de la primavera del Giro de todos los años lo propone. El Giro es exactamente lo que ha pasado siempre en el Mortirolo. Uno de esos eventos más tiernos, audaces y animosos, aunque se propague a nivel mediático con la eterna sordina que lanza Monsieur Le Tour.
Mikel Landa estuvo majestuoso y más que poderoso. Perfecto y arrollador. Corrió parado esperando a una extraordinaria todavía promesa llamada Aru, y que es la gran esperanza del ciclismo italo actual.
Todo fue Pantani en el Mortirolo. Absolutamente rápido, potente, enloquecido, veloz, adelanto sobre el horario previsto, cinco horas a toda leche, el último que apague la luz, y al final todas las sonrisas bellas de los buenos aficionados que pudieron disfrutar de una etapa inolvidable.
Por eso el ciclismo tiene algo que siempre rebrota cuando parece seco y quemado. Porque estuvo Pantani, y Contador, y la "montagna", y el recuerdo, y la miseria y la gloria, y la grandeza eterna, y la mentira podrida del dóping, y el carisma de los genios, y las hojas de los periódicos del día siguiente que abrían un póster con la efigie de un tipo pelado y un tanto extraño.
Porque a veces el ciclismo se pone huidizo, y se forja como un rebelde un feudo propio y de sudor esperanzador. Porque lo más bonito que ha consagrado de nuevo a Contador y a todos los gigantes de la ruta ha sido la vida. El Mortirolo ha estado más vivo que nunca.
-COMO PANTANI-
12:02
jose vicente ortí
Veintiocho años. Ley de vida. El juego del mito Rafa Nadal se vuelve plúmbeo y repetitivo, previsible y tremendamente irregular. De no fiar.
A las puertas de su amigo Rolland Garros, su competir inquieta y tala toda la confianza de otrora. El imperio de las dudas negativas revolotean cabronas sobre su carisma. Cada partido será un ágape para los pesimistas y destructivos, y por ahora poco pan para los que solíamos pensar que con Nadal en pista aquí todavía nadie cantaba victoria hasta el mismísimo y enésimo minuto final.
Rafa lo ha ganado todo. Ha de ser duro para un animal como la exageración de todas las victorias verse derrotado una y otra vez y ocupar lugares menores en el ránking mundial. Ha de ser jodido verse cómo no le corre la bola como antes, que la felicidad y la sonrisa concentrada parecen haberse ido a pasear a la playa de la nostalgia y de ese transcurrir eléctrico que todo lo devora.
El tenis es una máquina de triturar dioses intocables y llevarlos al bochornoso sendero de la vulgaridad. Y en ese momento los ases galácticos saben parar y volver a su dignidad intocada. Y deciden el adiós entre emociones y entre deseos de no decepcionar absolutamente a nadie. Los dioses desean un recuerdo de estampa sexy eterna y nunca una cara de vinagre. Porque la decadencia siempre es una injusticia.
Veo a veces jugar a Rafa Nadal. Sé que la tierra batida es su masaje y los cinco sets de París su seguridad. Pero también veo al ya maduro "Nole" y pienso que Rafa tiene un trasero que recuerda al veterano que ya no llegará a esas bolas imposibles que si llegas a ellas eres sin duda el mejor. Y ahora lo veo hércules pero fofote, serio ma non troppo concentrado, temeroso, y con ese time de la dureza mental desvalido y necesitado.
El truco del mago Nadal siempre ha sido su cabeza. El físico estaba perfecto pero nunca sus llaves del cielo. Nadal juega al tenis con la cabeza y cuando ve que sus rivales están empecinados en devorarle. Pero ahora ya no se refugia en los ultimísimos puntos de los sets cerrados, ni atemoriza con su efectiva frialdad a las mentes más excitadas para ganarle.
Ahora su cabeza le hace la trampa fatal de la inseguridad. Y este Rolland Garros tan tierno y mágico de 2015 puede mostrar su antes y después. Porque Rafa nació en el Garros, y se hizo hombre, y creció hacia todos los himalayas que posee. El Garros fue su foto y su catapulta hacia las superficies del cemento y de la hierba inglesa. Ahí comenzó todo. Fue su cuna, y ahora amenaza con ser su adiós.
¿Rafa Nadal está acabado? No lo sé. Lo que intuyo es que está jodido y lleno de ansiedad, y que no se termina de creer que todavía le queda gasolina de color, y grandeza para agarrar de las orejas a su sucesor Novak Djokovic y ponerlo triste y firme otra vez.
Los últimos coletazos rabiosos y reivindicativos de Rafa pueden ser erráticos e insuficientes. Su motivación por el atrás pinta mal y se enrosca en nubes extrañas y en ventoleras desfavorables.
Yo nunca quiero ser pesimista con le Roi Nadal. Jamás. Pero la realidad me obliga a ser escondido, cauteloso y hasta totalmente tímido. Porque si la vuelve a liar, se recupera, deja a todos sus rivales llorando y de asombro, entonces su mérito tendrá un escalón mayormente especial.
Si Nadal vuelve a ser quien ha sido, me dará vergüenza el título de este osado y modestísimo escrito. Y como que casi le pediré perdón.
-MALDITO REALISMO-
10:28
jose vicente ortí
A mí. Vótame a mí porque soy el único ser de la política capaz de hacerte feliz y de lograr hacer verdad todos tus sueños. Sí. No votes a esos otros que sabes que no solo nunca cumplirán sus huecas promesas, sino que por todo lo contrario sus decisiones te llevarán a una vida peor todavía.
Por exactamente eso debes votarme. Porque yo te lo voy a dar todo y demostrable. Te mimaré como si fueras mi hijo, me sacrificaré por tí y siempre te tendré en cuenta. Y sabes que yo lo que hago son hechos y no inconcreciones en forma de palabras baldías y embusteras.
Si me votas, ninguna queja hacia tí podrá llegarte. Al revés. Si me votas, allanaré el camino de tu felicidad y te convertiré en una persona con esperanzas reales. Te daré un puesto de trabajo, crearé todo el empleo que nadie imagina, tendrás un contrato fijo y nunca basura, tu sueldo será lo suficientemente digno para que no mires nunca más de soslayo la fecha de final de mes, e incluso te sobrará dinero para tus viajes, tus adquisiciones, y para la cristalización de todos tus anhelos como ciudadan@ de pleno derecho.
No te arrepentirás. Si me votas a mí habrás hecho la mejor inversión de tu vida. Volverás a sonreír, y a salir del pesimismo y de la decepción, y a creer en los otros, y en los vecinos, y en los políticos, y en que otro mundo es posible.
Claro que es posible otro mundo, porque yo también soy posible. Yo pararé las artimañas de los bancos y de los financieros, y erradicaré por completo la corrupción. Pondré e impondré una ética de higiene y de moral. De regeneración y de verdad.
A quien me venga con sucio dinero a intentar untarme y corromperme, le va a caer el pelo y todo el peso de la justicia. No me conocen a mí los corruptos. Van a tener que hacer más cárceles para poder substanciarse mis demandas. Porque los ladrones de mi país caerán desnudos entre las rejas justas de sus fechorías intolerables. Os lo aseguro.
A mí que no me vengan con cuentos, ni me valen las amnistías fiscales ni las argucias, y demostrar que uno es realmente patriota no se logra sacando los dineros camino de Suiza u otros mil sitios piratescos y pícaros.
Atacaré las leyes que amparan a los grandes ladrones, y les meteré plomo penal para que cambien de ética y estilo. Les llevaré de nuevo a la escuela.
Depende de vosotros que el mundo sea otro. Y entre todos podemos hacerlo. Entre todos y con vuestro voto vamos a hacer un hábitat más saludable y vivible, un lugar más grato y de color, y en donde puedan volver a brillar y a brotar los poetas y las mariposas, y en donde lo positivo solo se llame real.
Votadme y lo haremos. Haremos un placer, un lugar humano, una cuna protegida y valiente, una desaparición del paro, una sociedad del bienestar, unos niños que no pasarán hambre, y podréis igualmente participar y hacer vosotras y vosotros mismos la política y no solo mirarla por la tele y ver cómo otros dicen hacerla por vosotros.
Vótame y verás. Porque yo sí que te represento. Puedes confiar en mí. Soy tu amigo cercano, el que te oye y te hace caso, el que se deja la piel por tí, el que te ama y suda, el que no se mete nunca en tu libertad, el que te propone un respirar mejor para tí y para los tuyos, el que nunca te falla, el que estudia y trabaja tus necesidades de futuro y las pone en práctica.
Y muchísimas sorpresas más que nunca puedes imaginar. Por eso debes votarme. Porque por fin será una forma de votarte a tí mism@ y no de hacerle el culo a otros.
-SOY QUIEN PRECISAS-
13:56
jose vicente ortí
El barcelonismo se expande en ansiosa alegría. El Barça le ha ganado la Liga a ese Real Madrid eterno y siempre temible. Es alegría más que justificada en Can Barça. Puede ser el primero de tres títulos. Todo es ok. Está bien. Perfecto.
Nadie se fiaba al comenzar la temporada regular. Ni buen juego ni nada de convencer. Líos de Luis Enrique con Messi, tensiones, problemas económicos afectando a medio cristo, y Luis Suárez sin descerrajar sus goles.
El Madrid iba potente y convencido. La idea del "Tata" hacía una sensación de pocas expectativas de éxito. Cristiano, Bale, Benzema, Modric, etc. Los azulgrana estaban preocupados por cosas diversas y reales.
Pero Neymar empezó tímidamente a cuajar en efectividad, y atrás Gerard Piqué se ponía finalmente el mono de faena y a trabajar, Rakitic le daba músculo y seriedad al esfuerzo azulgrana, y los resultados salían y salían.
Luis Suárez no se rajó. Siguió el uruguayo porfiando como un profesional, mientras todos seguían progresando. Había equilibrio atrás, no se hundía el equipo ante el gol inesperado, y la convicción empezaba a ir sorprendiendo a muchos.
Se llegó a la primavera libre de contracturas y con un excelente trabajo físico grupal. Y en ese acierto total azulgrana, Suárez comenzó a explotar a goles e Iniesta a soltar recital tras recital. La poesía y el ingenio tiraban sin descuidarse de la seriedad. El bloque, iba. Se plantaban en la Final de Copa, y más tarde eliminarían al mítico Bayern del pater Guardiola. Y embalados, alguien por encima de todos iba poniendo las cosas y los balones en el interior de las porterías contrarias. ¡Oh, Leo! ...
Messi, maduro y sin soltar nerviosos escupitajos, salía al recreo a disfrutar como hacen los niños y a destrozar a todos sus rivales. Más de cuarenta goles y decenas de asistencias. Jugadas electrizantes y mágicas, de caños, de fintas, de rabonas, de continuidad y de más magia. El mejor jugador del planeta se lo pasaba pipa haciendo de sus rivales puros juguetes derrotados y menores.
Y, el fútbol. Desde la tenencia del cuero y el buen fútbol, el Barça fue aplaudido y aceptado una y otra vez. Nunca sería la orfebrería del Pep, pero tampoco nada aburrido o ramplón. Al revés. Partidos bonitos y más que consistentes.
Antes de que el Athletic de Bilbao en Copa o la Juventus en la Champions traten de condicionar posibles futuros éxitos, ahora ya está en el zurrón de la justicia y de la verdad azulgrana uno de los títulos más marathonianos y valiosos. Ya es historia la hazaña de Simeone en la pasada edición. Ha vuelto el Barça a lo más alto del fútbol de aquí.
Luis Enrique Martínez. Que nadie busque en él demasiadas concesiones. Ya era especial cuando jugaba al fútbol de primer nivel. Se mueve por entre los micrófonos de los medios con astucia, cierta cortedad y todo el sigilo. Es así y hay que aceptarle como es. Al menos parece más desnudo para todo que el plano "Tata". Se les notan mucho las cosas aunque el asturiano pueda ir de pasota experienciado.
Lo más importante es que se ha ganado el respeto hasta de Messi. Ambos han hecho las treguas y se han puesto a lo concreto y a currar. A ser profesionales y a dejarse de gaitas y polémicas bobas.
Como todo el cuerpo del FC Barcelona. Excelente y admirable equipo plagado de estrellas y de Messi, que han consensuado finalmente que el bloque sería lo más interesante y decisivo. Y a fe que con sus puntos en la tabla han dado en toda la diana del acierto.
¡ENHORABUENA, CAMPEONES!
13:56
jose vicente ortí
A veces me cae una lágrima procedente de mi ojo izquierdo. Y cuando eso sucede, me acompaña una emoción sincera y especial. Natural y auténtica. Os cuento. Veréis.
Ayer tuve un concierto coral en una barriada muy popular de Valencia como es la de Nazareth. Zona ya portuaria, marítima, castiza y con muchos problemas estructurales. Allí aconteció el concierto homenaje y solidario, "África Grita".
Fue todo muy bonito y cada uno puso modestamente lo mejor de su parte. Como yo mismo en el interior de la Iglesia mientras cantaba con mi coro las canciones anunciadas y correspondientes.
Tuve de todo. Momentos de mayor concentración, momentos de menoridad musical y emocional, e instantes en los que disfruté con una sonrisa interior que logra salir al exterior cuando me sentí uno con la música y con las melodías. Especialmente al cantar el "Thula Swize" de los zulúes.
Pero de lo que me siento hoy realmente satisfecho es de algo doble y nuevo que me sucedió. Y me sucedió y sucede las ganas de sentir la potencia del agradecimiento. Yo, con los otros. Yo, devolviendo a través de la verdad de mi corazón la alegría de quienes bien me quieren a través de sus hechos incuestionables.
Antes, ni lo hubiera podido imaginar. Os lo confieso. Antes no hubiera sido capaz de valorar lo que ahora he logrado descubrir y que forma parte de mi proceso real de crecer como persona y de ubicarme mucho más mejor en el mundo que me rodea.
El afecto. El afecto de los demás. Sí. Lo he logrado aún casi sin darme cuenta. Hay gente que me ha tenido en su mente, hay gente que yo he sabido agradar y respetar, y dar ese cariño que ahora me viene a mi recompensado.
¿Cómo iba yo a imaginar que hubiese gente que me quisiera y que tuviera el detalle y la molestia de venir a verme y de seguirme? Todo tiene su explicación y su lógica. Me alegro, a pesar de los años transcurridos, que la vida social haya llegado a mí y con todo su calor y su potencial. Es un amor que envuelve.
Podría dar los nombres de las personas que vinieron al concierto y de las que no pudieron aunque lo desearan fervientemente. A todos ellos les doy las gracias y modestamente. Solo soy un tenorcillo de una coral amateur que tiene su sede social cerca del mar y al final de la Avenida del Puerto. No aspiro a mucho más aunque la música es un hobbie que me apasiona. Todo tipo de música o casi toda. Siempre me gustó cantar y me siento bien por ello. Eso es seguramente alegría natural interior.
Pero, me estoy yendo por las ramas. Porque el verbo de este escrito no solo es agradecer, sino darme cuenta de mis progresos como persona. Ahora ya tengo en mi vida a gente que me quiere, y que se acuerda de mí, y que me tiene en cuenta, y que se alegran de verme. Y yo de verles a todos ell@s.
Y lo que me veo es en ese agradecimiento y en esa satisfacción. Ahora veo mucho más claro que antes que he de esmerarme por mantener y cultivar ese tesoro que es la amistad. Quererles todo lo más auténtico de mí, escucharles más, tenerles más en consideración, ser más real y coherente conmigo mismo, y avanzar igualmente en medio del camino de mi libertad y de mi responsabilidad.
Tengo amig@s porque voy empezando a ser realmente amigo de mí mismo. Y ese tesoro es lo más bonito que nunca jamás podrá sucederme.
-NO TENGO DUDAS-
9:45
jose vicente ortí
Iñaki Rekarte, ex etarra, se mostraba defensivo en el último programa de la temporada del excelente comunicador Jordi Évole: "Salvados".
Emocionado, tenso, como haciendo un sobreesfuerzo, incómodo y sintiéndose mal en sus particulares confesiones, hablaba el ex violento sobre su vicisitud y su sentir.
Parecía un chico de pueblo, de escasa cultura y mucha vivencia, quemado, y con infinitas ganas de rehacerse hacia su tiempo real.
Iñaki Rekarte iba de víctima de las circunstancias y de un tiempo determinado. Decía que era demasiado joven cuando se hizo comando y a matar, y que lo suyo normal de entonces lo sentía ahora como una selva de intereses vacíos.
Afirmó que fue utilizado, que los sus jefes se aprovecharon de su inexperiencia y poca edad para jugar con él y marearle. Y se refirió a su primera acción armada como si pasase algo nebuloso e impactante, extraterrestre y atropellado, irracional y obediente. Cumplía unas órdenes y habías, oye, que obedecer. Dice que cuando todo estalló por los aires se podía haber muerto hasta él. Que aquello era parecido a una guerra o a un campo de batalla; a una supervivencia desesperada. Que había que salir con el pellejo vivo de allí y huír como fuera y a donde fuera. Sus palabras parecían confusión asumida.
Dijo una y otra vez la palabra, oveja. Que fue marioneta de sus jefes de ETA, y que la había fastidiado, y que no recordaría a sus víctimas, y que seguramente sus víctimas y familiares no harían bien conociéndole sino que se hundirían y afligirían todavía más si lo hicieran.
Todo un sinsentido y un caos en el pensar, decía Rekarte. Incomodísimo, más que tenso, bastante atormentado, y como quitándose de alguna manera bastantes reponsabilidades de en medio.
Parece que le jodió la cárcel. Rekarte era muy joven para éso de la cárcel. Allí pudo, dice, pensar. Y mandó a la mierda a sus jefes, a su oscura realidad, al tiempo negro, y a la posibilidad de pasarse toda su puta vida entre rejas y sin entender demasiado nada.
En la cárcel se sintió una oveja, y entonces dice que comenzó de verdad a pensar en sí mismo y en su verdad fuera de demasiadas presiones.
Fue una entrevista tremenda, con unos silencios de estremecer, en donde no sabías bien dónde mirar o cómo mirar y con amargura y sabor agrio, y a la vez de acuerdo con los tiempos que son y se mueven. Fue una angustia en directo, con muchos tics de cinismo y otros de hipocresía. Pero Iñaki Rekarte parecía no querer comediar a pesar de todo. No quería odiar a nadie porque dice que el odio corroe y destruye. Que el odio es el espanto y la derrota. A su manera, con aspecto de joven de pueblo, con cara angulada, y nunca resignado a no dejar pasar las hostias ni los momentos.
Dice que se ha enamorado de una chica de Cádiz. Y que el único camino que sintió y que le hace esperanzado es que tiene un hijo. Y que un hijo es un amor y nunca una guerra absurda.
Que todo lo demás le importa un pito, y que una destrucción no vale ni un trozo de tierra, ni una lucha o guerra territorial, ni las leches putas. Solo su hijo, su gaditana, sus corregidos racismos y su nueva verdad.
Ahora me imagino el sentir de sus víctimas. Sentirían asco y desprecio, ahí el hombre que mató a los nuestros y haciéndose la víctima, y el caradura en la tele sin complejos, y ojalá se pudriera en la cárcel y todas esas cosas así ...
El proceso de paz en Euzkadi será muy parecido a la entrevista de Évole a Rekarte. Habrá mucha tensión y angustia, y quizás tras alguna generación un hijo que ponga sonrisa.
-SILENCIO-
9:27
jose vicente ortí
Me derrotó una tarde de calor. Malabara. Enigmática y con unas piernas kilométricas y soñadoras. Todo bonito por afuera por y seguramente por adentro. Me sentí seducido y hasta expectante.
Porque Malabara aceptó que la invitara casi sin venir a cuento a una cerveza fría. Y me habló dulcemente mientras no escondía su pose intimista y su homenaje a un perfecto desconocido como yo.
- "Mañana te espero en mi barco. Este es mi teléfono. No te arrepentirás ..."
- "Gracias".
El Mediterráneo solo era color calor azul mar, y toda la libertad de los sueños de los poetas eternamente sorprendidos. El pequeño barco de Malabara era la seña cómplice. Antes de subir a su aventura náutica, me presentó a dos amigas más que nos acompañarían junto al patrón en la más que tranquila travesía. No eran tan hermosas como Malabara, pero desde luego que la fealdad nunca sería su aliada igualmente.
Todo suave, todo sonrisas de mujer, todo brisa ligera del Mare Nostrum, y todo lujo y libertad. Malabara caminaba ligera por la superficie del barco y cada uno iba a la suya. Como hacen los privilegiados en su atmósfera intocable de aura y money.
Yo, tartamudeaba enfrente de los ojos clarísimos de Malabara mientras ella me seguía sonriendo suavemente como hacen las sirenas con los marineros de los mitos. Mientras yo estaba muy nervioso de vértigo, ella se ponía unas gafas de sol de rompe y rasga y se me quedaba mirando fija y penetrantemente. Sin piedad, Malabara me ponía a prueba una y otra vez con su silencio considerado y generoso.
- "Suéltate, hombre! Ya ves que estás conmigo y con mis amigas y que no pasa nada. Disfruta y vive como en tu casa todos estos momentos " ...
- "Sí, Malabara "...
Sol, calor, libertad y pieles. Crema de protección sobre toda su belleza. Un caballero gustoso de proporcionar a Malabara protección. Todo natural, como sus manos amigas sobre mi espalda y donde yo quisiera.
El calor comenzó a apretar. La ropa fue desapareciendo y toda la belleza brotó como un femenino manantial. Fui feliz admirando las curvas estilizadas y al viento de Malabara y de sus modelos amigas. La belleza de mi ilusión cabía en aquel barquito mágico y real. Malabara seguía absolutamente relajada y mostrándome la vía desde donde uno se desprende del estrés y de los problemas y se lanza a la aventura total que casi contamina.
No había una moral definida a bordo. Solo se mascaba respeto y libertad. Al llegar a una pequeña cala, las amigas de Malabara bajaron del barco para ser todavía más libres e íntimas.
Y entonces Malabara me siguió mirando a los ojos y esta vez se quitó sus gafas de sol. Disfrutó mirándome y yo me reflejé en su iris. Y pasaron millones de cosas antes de que sus amigas volvieran a subir.
Pero solo pueden contarlo los peces amigos y dueños de las aguas cálidas del Nostrum amigo y romano. Malabara y yo pactamos que nunca nadie podría saber nada de nuestra cómplice libertad y de nuestra empatía. Ni sospechar que cuando una mujer y un hombre están a gusto, no hay ni clases sociales, ni cuenta el dinero, ni valen los prejuicios ni los tabúes del tipo que se quiera.
Malabara y yo fuimos un mismo mar, una misma estrella, un mismo nadabikini, una misma cópula de beso vivo, un lío de piernas y palabras, de brazos, de senos de mojito y caipirinha, de sol inocuo y feliz. Sencillamente, de vida posible.
¡OH,MALABARA!
9:05
jose vicente ortí
El genio siempre se rebela. Leonel Messi no podía estar contento. Faltaban pocos minutos para que el primer partido de semis concluyera, y la gestualidad era de impotencia y de preocupación. No había goles, y el Bayern del mago Guardiola iba a salirse con la suya. Ese terrible 0-0 ...
¡No! Messi lo intentaría. Caracoleó desde las proximidades del área alemana y soltó un disparo que selló las redes del inconsolable y gran portero Neuer. ¡Todo por el aire! El primer esbozo de alegría. La llegada de la esperanza. Leo la había hecho otra vez. Había sacado su petróleo inconformista de oro. Había justificado lo que vale. Había salido de su ostracismo en el resultado. Había comenzado a ponerle sal a los sueños. Se hacía presente.
La afición azulgrana podía estar de enhorabuena. Con la Liga cerca del bolsillo, ahora la final de Berlín podía aparecer en el inconsciente colectivo hasta de los patológicos pesimistas. Una ventolera de esperanza se volvió azulgrana. El gran rey se había enfadado, y levantado, y no tenía piedad, y quería mandar y marcar, y sacar a todos de las dudas acerca de su declive o de que ya no sería quien fue.
Sí. Messi sigue siendo el que fue. El número 1. El mejor jugador del mundo al que nadie puede parar. El chaval que te sorprende y enamora, el que hace que apuestes por él cuando más le necesitas, el que logra que sus grandes rivales parezcan hormigas en retirada, el que todo lo desestabiliza y desordena a su favor, el que hace de las tácticas una charleta, y el que en vez de pensar que hay mucha tensión en el campo de juego opina que esto es para él algo parecido a salir como un chico al recreo y divertirse y pasarlo bomba. Su simplicidad aparente es un cañón imparable. Su juego es un zecme, y su poesía con el balón el efecto triturador de una picadora bestial de carne emocional.
Que se lo digan a hercúleo Boateng. No se enteró de lo que pasó en el segundo de los goles del as argentino. Messi encaró al moreno alemán, le fintó, jugueteó con su regate, le dribló dejándole absolutamente tirado en el suelo como un guiñapo, y remató el arte elevando el balón con la precisión de un tirador de la NBA. ¡Perfecto es poco! ...
Y mediático, y colosal, e histórico, y espectacular, y levantador de todas las sonrisas, y desnudador de todas las emociones futbolísticas que tienen que ver con su alegría de jugador especial y único.
La obra de arte de Messi se recordará casi siempre. Porque el fútbol no es tan fugaz como parece. Aún le dio tiempo a darle el tercer gol de pase eléctrico al joven Neymar. ¡A disfrutar! ...
En veinte, quince minutos, la zozobra y la preocupación dejaron paso al camino franco de la seguridad y de la confianza en resistir sin mayores sustos la visita a München.
Ahí queda esa alegría. Ese prestigio y ese olimpo particular. Leo demuestra que los grandes han de salir en los momentos más decisivos y oportunos. A los dioses como él les encanta patinar por la cumbre de los himalayas y de los retos del gran riesgo. Para Messi era demasiado vital sacar la alegría de los goles en los tiempos de las borrascas y de las ansiedades. Él, como nadie, sabe voltear las emociones negativas y revertirlas en unos tiempos de placer y de bienestar, de gratitud y de exceso, de alegría y de pasión de fútbol.
¡SÚPER LEO MESSI!
10:53
jose vicente ortí
Jesús Hermida. Ayamonte, Huelva. Andaluz, elegante y español. Persona y personaje pionero y hasta enigmático. Como distante y hasta divo. Genio y figura. Innovador, puente entre los tiempos, televisión y radio que avivó y capitaneó, especial, casi una sorpresa.
Cogió aquella televisión gris y de blanco y negro del franquismo, y poco a poco la fue perfilando hacia su nueva y progresiva creatividad.
La corresponsalía en Nueva York le abrió los ojos y le marcó todo. Allí en América recibió y mamó una libertad y un estilo que en cuanto pudo ser en España la puso en práctica. Pero no de cualquier manera. Hizo su pregón a ritmo de elegancia y creación rigurosa. Entretuvo y tuvo en sus manos el mundo comunicativo. Nos subió a todos a la Luna con la gran heroicidad del Apolo XII, y nos asombró con su personalidad sin duda irrepetible.
Hablaba raro adrede, como estirando las palabras a su antojo, excesivo y definitivo, y abierto, y escalaba y escalaba liderazgos, y comenzaba a aterrizar en el Fresnedillas o el Cabo Cañaveral de la Televisión Española a la que dio libertad, europeidad, modernidad, prestigio, orgullo, quitó complejos y enganchó con unos furibundos deseos de cambio social en los que coincidió con los nuevos tiempos de todos y de las nuevas chicas periodistas.
Hay un antes y un después del gran Jesús Hermida. El maestro inventó la tele actual con sus virtudes y defectos. Le cambió la ropa y le inventó su Carrefour o Corte Inglés. Le puso etiqueta y coche nuevo a su afán y clase como comunicador, y tiró de talento y de magia personal.
Finalmente, se sentó en el trono del poder mediático en mi país. Los nuevos tiempos. Coronó. Hermida ya fue una referencia decisiva y necesaria, un Google al que buscar para encontrar nuestros cambios sociológicos y para abrir nuestro horizonte de ahora mismo. Todo lo que pasa hoy en la tele española es Jesús Hermida y su sucesión.
A través del gran Hermida, la televisión cogía forma y color y pasaba a ser lo que es. El periodismo de corte americano, listo, al que nada se le pasaba y desde el que se podía ser pizpireto y estratégico.
Jesús Hermida lo hizo todo en la televisión. Lo ha hecho todo. Con su estilo, con su legión de imitadores, con su prestigio de ojeador de jóvenes talentos, con su altura, con su inglés rápido y masticado, con su libertad individual como bandera, y con un cierto tufillo ideológico que nada o poco tendría que ver con las izquierdas. Pero sí con las ansiadas aperturas casi definitivas y formalmente impecables.
Un maestro y una autoridad. Un loco de la colina de las ondas y de las pantallas. Un gigante entre entusiastas. Un tipo que era la estrella de sus programas por encima incluso de sus prestigiosos y potentes invitados.
Jesús Hermida se ha parado y se ha ido a las estrellas a los setenta y siete años, y nos muestra que la vida es así y que nada es del todo para siempre, y ahí queda su legado. Hermida es más que historia de la tele española. Es la televisión, y el jefe, y el superior del convento, y una institución, y un crack, y un líder sin rivales, y la despedida emocionada.
Ya no será junto con Cirilo Rodríguez, el apuesto y hasta raro corresponsal en Nueva York. Pero ahora otros muchos jóvenes periodistas de hoy hacen su estilo y su impronta. Reeditan sus tics y sus tambores, sus ritmos y sus baterías, su verdad y su tiempo.
-DESCANSE EN PAZ-
11:27
jose vicente ortí
Me reía con él. Delicado, en la tele casi todos los martes en las mañanas de "Quatro Televisión", con sus gafitas de profesor universitario y su expresividad en sus ojillos. Decía lo que pensaba, casi todo lo obvio y que responde a mi verdad de gente de extracción obrera y con muchas ganas de más auténtico futuro democrático más allá de las meras palabras huecas e instituidas como verdades indiscutidas o irrefutables. Oxígeno libertario y potente.
Juan Carlos Monedero era una voz combativa y estratégica dentro de su meteórico y casi sorprendente partido "Podemos", el cual llegaba a dejar casi en pelotas a prácticamente todos sus rivales y de todo pelaje político. Especialmente a los del bipartidismo. Le arreaba al PP y al PSOE.
Carisma. Es lo de Monedero. Carisma y gracia. Porque el mago Pablo Iglesias significaba el líder que va a contener las emociones y que institucionalizará la idea de gran jefe e impulsor de la indignación de los españoles y en especial de los de la protesta necesaria del 15-M. Monedero era el necesario tocahuevos mediático. Y éso, para algunos, debía ser absolutamente intolerable. Le veían realmente peligroso y molesto. Y le comenzaron la cacería. El Poder empezó a soltarle castañazos.
Que si no sé qué de Venezuela. Que si se había embolsado un dinero sin declararlo bien, que si el ministro Montoro deslenguándose y poniéndole ilegalmente el dedo en el ojo, que si se escondía en el Metro, que si ya no era nadie para representar pureza y moralidad. Y todas las artimañas destinadas a sacárselo de en medio. El juego de la política no suele tener miramientos ni concesiones.
Monedero debió sopesar las cosas. Ser político parece implicar unas estratégicas contenciones. Y el politólogo, que hace un año no sabíamos ni quién era, pero que ahora aparecía como el nuevo Alfonso Guerra del 82, era un hombre libre y de lengua liberal. Decía y seguiría diciendo absolutamente todo lo que le viniese en gana. Pesaba cada vez más, y sus rivales no aguantaban al nuevo ciclón que acompañara a final de año a Iglesias al Palacio de la Moncloa entre encendidos y sentidos gritos de gente esperanzada y admirada, la cual volvía a pensar que la política podía no ser el mismo rollo de siempre e incluso una oportunidad para la esperanza y la mejora.
La política es implacable. Íñigo Errejón le dijo a Pablo que lo que representaba Monedero podía ser una fuente de rivales interminables encarnizados en número y hasta en canallismo. Era mejor una tranquilidad hasta abúlica para las estrategias. El pueblo no querría tanto sobresalto diario y mediático. El ruído y la movilidad de Monedero podía serles perjudicial.
Pablo Iglesias se lo pensó muchísimo. Sabedor de la fuerza mediática de su amigo, dudó hasta la saciedad. Los últimos meses fueron muy raros en "Podemos". ¿Qué estaría pasando con el carismático Monedero y su gracia de atracción?, ¿qué sucedería con su futuro? ...
A Monedero, hombre de rapidez, no le gustaron las demoras. Yo ya no me reía con él porque ya no salía en la tele, le seguían dando por saco en todos los medios, y el hombre se cansó de no tener dentro de su Partido el respaldo necesario. ¡A descansar y a la Universidad de nuevo! ...
J.C. Monedero sigue en su "Podemos". Pero ya no será figura política. Dice Pablo Iglesias que esto no influirá en los votos. Que lo importante es que la gente esté con ellos, que no se marquen distancias, y que la fuerza de su grupo político es la fuerza de la implicación de todo un conjunto social y no de unas personas individuales.
Lo que pasa es que suplir a un peso pesado como Monedero no será ni puede ser nada fácil, porque Monedero solo hay uno. Puede ser peligroso un substituto correcto pero aburridote y sin chispa. Un fuerte riesgo.
¡GRACIAS, MONEDERO!