1:43
jose vicente ortí
Guión y dirección de Rian Johnson. Excelente. Entretenida película. Una comedia de suspense y humor. Hay diálogos más que graciosos.
Alguien rico muere, y aquí toda la familia del finado ha de ser sospechosa. Es una película homenaje al suspense y en cuyo escenario de la maravillosa curiosidad y duda, han de caber muchas cosas. Lo del muerto, es una excusa para crear. Para que la creatividad campe en anchas simpatías. Aquí vence el investigador frente a lo investigado, el que hace e indaga, el imprevisible y sorprendente, el inesperado preguntón inquisidor y pertinaz. El que siempre tiene un plan B o C para salir airoso de las extrañezas y de los errores, el que nunca se rinde aunque se ponga pesado o insoportable. Es el misterio. También el investigador,-interpretado por Daniel Craig-, se vuelve misterio, y todos los personajes se ven ganados por la potente magia de lo humano que vence sus poses y acaba desnudando a todo quisque.
Perfiles de personajes. Todos los parientes esperan como lobos el money del viejo rico fallecido. Y está el amor y la pose. Y el viejo escritor que sabe que solo quieren su dinero y les tiene preparada su final vendetta.
Extraordinaria, la actriz Jamie Lee Curtis en su papel de "Linda". Una tipa de cuidado. Una elementa sabihonda y agresiva que nunca aceptará un no, y que en su forma y mirada habrá un punto de cortedad y de dureza insatisfactoria.
En el entorno del rico y con el objetivo del dinero, poca gente buena hay. Están ahí chupando su dinero y la familia solo es una secta de intereses pecuniarios. Por tanto, quizás, ahí puede haber más de un gato encerrado. Siempre el dinero sacando lo peor de nosotros y de nuestras pulsiones de ambición. Y en este film, con una espléndida clave de humor.
Carreras, persecuciones, ruídos, amantes, señoronas, fracasados, vividores,y hasta una cuidadora de allén de la frontera estadounidense. Excelente papel el de Ana de Armas, que da vida a "Marta Cabrera". Cubana y española. "Marta" es bella, adecuada, con comicidad, lista, muy normal, arriesgada y de buen corazón. El rico escritor que ha muerto, abre las puertas del éxito final a la bellísima cuidadora. Sensacional esta joven actriz.
La "choni" del alto nivel, interpretada por Toni Collette fantásticamente. Es exhuberante, vaporosa, niña eterna, cabecita loca, lista como la vida y el hambre, impostora, y amante del placer y del oropel. Como tantos familiares personajes del finado.
La trama. ¿Quién y cómo habrá sido todo?, los perros en la noche vigilantes y temibles, los policías como meros funcionarios que van a remolque de las pulsiones de los otros, y homenajes evidentes a las películas históricas de este género.
La vida como trama, como suspense, como globalidad, como algo extraordinariamente sorpresivo e inesperado, los sentimientos por encima de los hechos o datos concretos, grandes actores en un guión, tiempo para el retro y para el teatro y el humor, pero también para el desgarro y para el coche traicionero que te falla, y la heroína que se atreve con todo aunque semeje a la ciencia ficción más que a la realidad, y la tremenda personalidad que se crea en el conjunto, y que la idea del suspense y de lo inconcreto ayuda a ganar calidad y nivel.
El suspense puede ser desequilibrado y tendencioso, pero también comedia en la que los malísimos pueden tener su toque mágico de ironía y de humor inteligente. Esto es un agradecimiento espléndido al cine de misterio, al que se le invita a comer, a correr, a pensar, a repensar, a repensar lo reflexionado, a errar, a que el personaje de una vieja decrépita tenga su sentido casi definitivo, y en donde nada haya seguro y todo permanezca cuestionado y temeroso.
La herencia cómica de la belleza, la vitalidad inevitable del sentir personal y colectivo, el ritmo cambiante que pasa de la concentrada charla calma al estrépito trepidante, y en donde todo lo que no parece tener demasiado sentido va alimentando con acierto el vacío y el cuerpo del film.
Siempre habrá una sorpresa inteligente, y un humor del absurdo, y un cariño a la situación inesperada, y un saber investigador que nunca decaerá. Habrá un totum revolutum perfectamente ordenado para que el espectador nunca pueda decir que no recuerda la película de la que le hablan. La sorpresa y la agilidad inteligente y humana como motor de una historia con metodología original y más que creativa.
-DESTACADO FILM-
12:44
jose vicente ortí
Nueve de la noche de la Nochebuena. Alguien muy importante copa todas las televisiones. Es la figura monárquica que alcanza a la Constitución española en su Título Segundo que es La Corona.
Y al poco de escuchar sus palabras, pensé en esa figura arcáica y poderosamente llevada en herencia desde la Tradición. El hombre, Felipe VI esta vez, hacía un balance y lanzaba unos deseos determinados.
Y a mí me asaltó la duda y la idea. Y pensé que quién era este señor atractivo de la barba. ¿Un catedrático de filosofía?, ¿un politólogo?, ¿un pensador?, ¿un científico?, ¿un político elegido por el pueblo?, ¿un cura?, ¿alguien de referencia y de agudos argumentos?
Y la respuesta no podía ser que sí. La figura monárquica solo es una mera tradición. Una suerte de embajador español y de asuntos exteriores e interiores. Y pensé que en 2020 ya chirrían todas estas cosas. Porque esta figura no va con los tiempos actuales. La sociedad es otra. Y ni siquiera el buenismo navideño debe dar pábulo o alfombra roja para que un monarca nos diga su influencia y poder en pleno prime time.
Las palabras de una figura de excelente posición social, ya no son suficientes. Y en Democracia, mucho menos. El rey no es ni será nunca un mediador. El rey o reyes lo que hacen con la idea pongamos de la Unidad, es defender su status y a la Casa Real. Y de rebote la unidad de la Nación. Pero solo de rebote.
Yo no he votado a ningún rey. Me parece casi cómico elegir a alguien que no cumple la función pública clara y definida. El Disney o los magos están bien para los niños, pero no va con los adultos.
A pesar de todo, las palabras reales continuaban. Y yo le percibía como un intruso o un impostor entre toda la gente normal. El rey no es una figura ni democrática, ni actual, ni real en el sentido de clara y práctica, defiende sus propios intereses que vienen de hace siglos, y choca todo con una nueva sociedad abierta y avanzada que ya no quiere todo esto de los aristócratas y privilegiados solo por el hecho hereditario y azaroso.
Y las palabras del Monarca se perdieron entre los ritos esperados. No sé lo que dijo, no me interesan sus cosas, no tienen rigor, dijo Cataluña porque le interesa la unidad egoístamente, no estaba yo ante un político de peso y ni siquiera ante una autoridad real y de hoy.
Hoy, mi mundo español mira a la Casa Real como contempla un acontecimiento de morbo, glamour u oropel. Como ese lujo deseado. El rey ha de ser conservador y de derechas, nunca progresista ni avanzado, porque su reino no es de los tiempos modernos sino que se asienta su gloria en un pasado del blanco y negro que se va perdiendo como una mera reliquia o figura decorativa, por no decir exótica.
Los reyes no son de hoy. Ni las princesas. Hoy un hombre no quiere ni puede ser rey, y una mujer solo será princesa si se casa con el hijo del primero de la clase de la Casa Real. Insignificante pues lo que puede aportar al mundo en el que me toca vivir. Es como si se pretendiera extrapolar un tiempo del pasado a un tiempo del futuro. Absolutamente absurdo.
El rey se aferra a una bandera, a un himno y a una unidad en aparente solemnidad. Pero hoy todo ha de caer en saco roto porque no es más que una ilusión y una figura desfasada. La crítica a la institución no me viene por ideología sino por observar su inoperancia o insignificancia.
Hoy, a mi pesar, los reyes no son los de la Corona de la Transición. Los verdaderos reyes son los financieros, los banqueros, los que influyen sin dar la cara, los jefes de los grandes monopolios y oligopolios económicos, y gentes de este perfil. Lo demás, es pura fantasía.
Si en vez de dar el mensaje el señor Felipe VI lo hubiese dado Florentino Pérez, uno de los Roig de Mercadona, o la hija del banquero Botín, hubiera sido menos popular pero mucho más real. Porque ellos son los que mayoritariamente rigen nuestros destinos y definen las reglas del juego en vigor.
Y, ahí, siento la esperanza en que la Política avance realmente sobre el Poder Económico y lo sitúe en su justo lugar. Esa es la gran apuesta real de la diversa y entrañable España de la Democracia. Que sean los ciudadanos de a pie quienes decidan.
-SEAMOS MÁS CLAROS-
10:49
jose vicente ortí
Alta y potente. Pasándolas canutas y rompiendo a llorar a poco que piense en sus cosas dolorosas e inmediatas. Por eso me sabe mal y la dejo que me haga a su aire lo que quiera.
Aragonesa y espabilada, liberal y contenida, contradictoria, ha vivido entre los fuegos inanes de un amor soñado. No. No quiso dejar a su ex, del cual se desprendió hace escasos meses.
Me confiesa que sufrió mal trato psicológico, y yo veo que a pesar de su decisión y fortaleza su día a día es muy fatal. Lo quiere recuperar absolutamente todo, y se ve miopemente incapaz de asumir con el suficiente sosiego su realidad.
Casi sin querer, me habla de su ex. Una y otra vez. Tuvieron dos hijas, intentaban que ese fruto físico fuera del amor y no del deseo, pero las cosas siguieron igual o peor. Ella quiere volver a los veinticinco años y recuperar el tiempo perdido, y que le digas cosas hermosas y halagadoras para toda mujer, y concitar expectación y hacerse la lista y la viva.
Su mundo es ahora un gran paréntesis de tristeza mientras sus dos hijas ya vuelan solas y esa soledad es más lastimera y cruel. Porque la vida es exigente, y ella precisa agarres y mimos.
Y ella me sigue diciendo que su ex no la dejaba lucir sus largas piernas y le ponía peros a todos sus favorecedores vestidos, y le gustaría ser frívola pero dominando ella las situaciones, y vuelve a rememorarme cuando el hombre que ya no está en su vida no quería que salieran a cenar, ni que trabajara fuera de casa, y se perdieron los amigos, y que ella me confiesa que no supo ni se vio capaz en ese celofán de estabilidad económica de mandarlo al carajo. Y las chicas eran unas niñas, y había que estar ahí, y mil decires suyos.
Como cuando me dice llorando que no se explica por qué su ex ya tiene novia y que se van los dos por ahí. No le quita visión porque tiene mórbida nostalgia de un tiempo que ya es finito, concluso y definitivo. Pero se compara con la nueva y se siente en fracaso. Y todo esto la cuesta creerlo.
El otro día se vino con unos amigos y conocidos a un viaje cercano. Ante mi relativa sorpresa, al comenzar puso una almohadilla y dejó caer su peso y el de su cabeza sin ambages sobre mí. Yo, disimulé. No era cosa de protestarla. Había venido al viaje huyendo de ella misma. Y decidí que no me importaba. Alguien, se reía por lo bajini con ironía. Hay que ser generosos con las personas vulnerables.
Después de la comida, hubo baile. Y en medio de la fiesta, me confesó que hacía años que no bailaba, se quitó mucha ropa porque hacía calor en aquel restaurante con calefacción de leña, y se decidió a sí misma que se lo había pasado muy bien y a un precio económico.
A la vuelta, cansada, ya no disimuló más. Al día siguiente debía entrar a trabajar bien temprano a una residencia de gente mayor. Y entonces volvió a colocar en sueño de descansar su cabeza sobre mi hombro, y para asegurarse esta vez me cogió el brazo con decisión y sin miramientos.
La comprendí o traté de hacerlo, y me sentí solidario y que lo estaba haciendo bien. Hubo calor y ella descansó cómodamente. En la ida del viaje me había notado tenso y envarado, y así se descansa mejor.
A mí me gustaría que una mujer me hiciera lo mismo. Ella no es para mí porque no se me parece en nada y solo habrá amistad y agradecimiento puntual.
Sí que me gustaría. Ese calor mágico lo hacen todas las parejas que se quieren y se confían. Por eso ella también intenta pulsarse en cuanto la dejan los horarios de su trabajo con otros amigos, con otras situaciones, con esa moto que la apasiona y que ya no la puede utilizar. Y yo le digo a ella que no se precipite y que disfrute el instante. Porque eso es un signo de dirección inteligente y estratégica. Ella no debe correr para encontrarse de nuevo consigo misma.
-ESO LO DICE EL FUTURO-
4:59
jose vicente ortí
En palacio no puede haber la menor alegría. El Rey hace relativamente poco tiempo que ha perdido a su esposa. Y ahora, su alegría, su razón de existir, lo más preciado que es su hija la Princesa, ha enfermado y los mejores médicos de la Corte no dan con lo que tiene. Y cada hora que pasa, las cosas se ponen peor... El Rey está lógicamente desesperado. Y convoca a su grupo de médicos y les dice: - "¿Cómo está mi hija?, ¿va mejorando?, ¿dan con lo que tiene? ...
El jefe médico muestra un semblante de honda y sincera preocupación, mientras confiesa que: -"Majestad. Puede usted creer que todos los médicos estamos haciendo lo posible para que su hija pueda recuperar su salud, pero ..."
El Rey interrumpió casi fuera de sí: -"¡Pero no lo logran! ¡Y mi única hija puede morir!, ¿es que no lo comprenden?..."
- "Perfectamente, Majestad. Y sentimos darle estas noticias. De verdad que ponemos todos nuestros conocimientos al servicio de la salud de la Princesa, pero ..."
El Rey se alejó gritando: -"¡Maldita sea! ¡Mi hija va a morir! ¡Oh, Dios! ¿Qué he hecho yo? ..."
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Cerca de la zona de las cocinas, pulula un tipo peculiar, el cual parece que es el tipo más tranquilo del castillo. A veces ayuda a las cocineras, y otras labora con afán cultivando hierbas y plantas naturales. Es apasionado de ellas. Se sabe poco de él. Le apodan el "mago". Y se salta las reglas de la sensatez y siempre dice lo que piensa. Y la jefa de cocinas le ha escuchado decir que él puede curar a la Princesa. Y en ese momento, la jefa de cocina ha clamado contra él al verle tranquilamente silbando. Y le censura sus palabras y se le burla: -"¡Oiga, "mago"! ¡Que sea la última vez que le oigo esa frase de que usted puede curar a la Princesa! Porque esa estupidez solo merece la burla y el rechazo de todos. ¡A callar! ..."
El "mago", mira unos instantes a la jefa de cocina, y continúa silbando indiferente. Y va camino del jardín, en donde se agacha para comprobar el estado de su pasión que son las plantas y las hierbas.
Mas el Rey ha escuchado voces altas y se ha acercado a la zona de las cocinas. Y al ver a la jefa de fogones, se dirige a ella diciéndola: - "Y, ¿qué sucede aquí?. ¿a qué esas voces?, ¿es imposible mantener el silencio de respeto? ..."
La jefa de cocinas pide disculpas al monarca y comenta: -"¡Disculpe, Majestad! Todos respetamos su dolor. Lo que pasa es que hay un chiflado que afirma que puede curar a su hija, y eso me ha llenado de indignación y le he reprobado con firmeza sus palabras. No le haga caso usted, Señor. Y discúlpele como hacemos yo y mis compañeros en la cocina ..."
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El Rey abandona el lugar, y camina de un lado a otro buscando inútilmente un consuelo. Entra en la habitación de su hija, ve cómo se afanan los médicos, pero sobre todo observa el rostro inconsciente y delgado de su hija. Sí. Aún vive. Pero cada día va a peor. No se aprecia el menor cambio a positivo en ella. Las lágrimas resbalan copiosamente por las mejillas del monarca ...
No logra dormir. Necesita que pasa algo. Piensa y reflexiona. Y de un brinco, se incorpora de su sillón y se encamina hacia la zona de la cocina de palacio. Encuentra el Rey pronto a la máxima encargada y la insta con todas sus energías:-"¡Quiero ver a ese que llaman el "mago"! ¡Tráiganlo inmediatamente junto a mí! ¡Vamos! ..."
La jefa de cocina, exclama: -"Pero si ese desgraciado no es nadie. ¡Y miente más que habla! Y no tiene ninguna credibilidad, y ..."
Pero el Rey zanja la cuestión: -"¡Le ordeno que le haga venir e inmediatamente! ...!
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No tan inmediatamente. Porque el "mago" duerme tan profundamente, que no logra escuchar las palabras imperiosas de la jefa de cocinas. Hasta que finalmente, el "mago" nota que alguien le mueve a empellones, le zarandea y le transmite las órdenes.
- "Pero, "mago",¿cómo puede estar usted durmiendo tan tranquilo? ¡Por Dios! ..."
- "No lo sé, señora. No sé. Pero es que afortunadamente tengo un sueño bien profundo y agradecido y ..."
- "¡Se acabaron sus excusas! ¡Vístase! ¡El Rey le espera e inmediatamente! ..."
- "¡Pues entonces voy presto, mujer! ¡Faltaría más! ..."
- "¡Ya está tardando usted! ¡Vamos, vamos! ..."
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Ya frente al Rey, el "mago" agacha su cabeza en reverencia cortés. El monarca le habla directo: -"¿Es usted ese que llaman el "mago"? ..."
- "Sí, señor. Yo soy ..."
- "¿Y afirma usted que puede curar a mi hija?, ¿acaso posee usted elevados conocimientos de medicina? ..."
- "No, señor ..."
- "¿No, "mago"? Y si no sabe de medicina, ¿cómo demonios puede afirmar que puede curar a mi tesoro, insensato? ... ¡Usted está loco! ..."
El "mago", miró fíjamente al Rey. Y le dijo: - "Mire, Señor. Yo soy una persona humilde. Es evidente. Pero no me gusta practicar la mentira. No soy partidario de esa estrategia. Cuando yo afirmo que puedo curar a su hija, es sencillamente porque soy capaz de hacerlo. Si no fuese así, nunca lo diría. Créame, Señor ..."
El Rey se mesó los cabellos al apreciar la dignidad con la que hablaba aquel extraño y desconocido personaje. Y sorprendido y extrañado, volvió a preguntar: -"Y, ¿cómo piensa usted curar a mi hija, "mago"? ..."
- "Éso, Señor, ya son cosas mías. Debe tener usted confianza en mis métodos..."
-"¿De qué métodos habla, "mago"?..."
- "Mire, Majestad. Si usted me autoriza a intervenir sobre su hija supliendo a los médicos, yo exigiré una absoluta libertad e independencia en mis métodos. En el tiempo que yo indique, todo el mundo deberá respetar y obedecer aquello cuanto yo diga. ¡Hasta usted, Señor! Si así no es, mis métodos de sanación no podrán ser efectivos ..."
El Rey se quedó más que estupefacto y de nuevo sorprendido por la sorprendente audacia del "mago". Pero a los pocos minutos tomó una decisión contundente y dijo: - ¡"Venga usted conmigo, "mago"! ..."
- "¡Voy, Señor! ..."
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El Rey reunió de urgencia y con discreción a todos los médicos de palacio y les dijo que ordenaba y hacía saber que daba al "mago" la opción de que actuara sobre su hija con el deseo y la intención de que recuperara la salud perdida. -"¡Obedecerán a todo lo que él les indique! ¡Adelante, "mago"! ..."
Y el "mago", tomó la palabra y expresó sus condiciones a continuación:
- "Verán. Voy a entrar en la habitación de la Princesa. Caliéntenme un buen pozal de agua, y yo voy entretanto a preparar unas hierbas y a combinarlas para los mejores fines. Y cuando esté ya todo preparado, entraré en su habitación como dije y yo solo, desnudaré a la Princesa, y cuando acabe yo mismo la vestiré. ¡Nadie podrá entrar! Y cando yo concluya mi labor, ya nadie podrá entrar en la habitación de la Princesa hasta que las primeras luces del alba hagan su aparición. ¡Y ni usted, Majestad, podrá entrar en toda la noche a la habitación de su hija! ¡Si lo hace, no dará ningún resultado mi trabajo! ¿Queda claro para todos ustedes?..."
Se oyeron algunos rumores de disconformidad. Pero el Rey los atajó de plano. Y al concluír el "mago" sus palabras, el monarca ratificó el discurso del "mago" y afirmó:
- "¡"Mago", se hará exactamente lo que usted ha indicado! ¡Póngase inmediatamente a realizar su trabajo que indica! ¡Vamos, vamos! ..."
A la hora escasa, el "mago" abandonaba ya la habitación de la Princesa dejando la estancia a oscuras y cerrando la puerta. Y se dirigió a sus aposentos a descansar. Y poco tiempo después, el "mago" ya dormía profundamente. Como dicen que lo hace un lirón ..."
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El Rey, tenía interiormente sentimientos encontrados. ¿Era aquella decisión un acto de sabiduría o un arrebato propio de desesperación?, ¿sería todo una broma macabra y un sinsentido? Pero, si sus mejores médicos habían fracasado, ¿qué opción le quedaba? ¡Ninguna! Solo, esperar ...
No consiguió el Rey dormir en toda la noche. Ansioso y más que tenso y preocupado, el monarca solo deseaba que aparecieran las primeras luces del nuevo día para entrar por fin en la habitación de su amada hija. Las horas se le antojaban siglos, y la tensión silenciosa le llenaba de pleno el corazón.
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¡¡Primeras luces del alba!! ¡El momento esperado! El Rey caminó más que decidido y abrió con toda la decisión la puerta de la habitación de su hija. Y se acercó a su cama. Y comenzó a hablar a su tesoro: - "¡Hija mía! ¡Por Dios! ¡Cómo te encuentras?, ¿estás mejor, mi vida?..."
Sorpresa maravillosa. La Princesa, miraba a su padre entre divertida y sorprendida, mostrando una dulce sonrisa llena de vitalidad. Y dijo la Princesa: -"¡Pero, papá! ¿Cómo iba yo a estar? Fenomenal. ¡Como siempre estoy y he estado! Es más. Yo no recuerdo haber estado jamás enferma como dices ..."
El Rey, contestó: - " ¡Pero, hija mía! ... Si tu salud ... En fin, ¡no, nada, tienes razón! Te veo efectivamente espléndida y radiante como siempre ..."
La Princesa dio un brinco poniendo sus pies en el suelo de seda: -"¿Ahora estás más convencido, padre? Ja,ja,ja,ja ..."
- "Sí, claro, hija. ¡Por supuesto! ..."
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A continuación, el Rey encaminó sus pasos y pleno de gozo a la zona que ocupaba habitualmente el "mago", y mientras caminaba no paraba de gritar con euforia: -"¡Oh, mi hija ya se ha curado! ¡Qué infinita alegría! ..."
Y remató, diciendo a la jefa de cocinas: -"¡Haga que venga aquí inmediatamente el "mago"! ¡Y luego nos deja solos a los dos! ¡Haga lo que le digo! ¡Dese prisa! ..."
- "¡Siempre a sus órdenes, Señor! ..."
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Y apareció el "mago" unos minutos después. El Rey, le abrazó y le dijo: -"Mago" ¡Usted ha curado a mi hija como prometió. Ya sabe que yo tengo muchísimo poder. ¡Pídame lo que quiera y sus deseos se harán inmediatamente concreta realidad! ¡Digámelos, "mago"! ..."
Pero el "mago" seguía muy tranquilo. Y su respuesta volvió a desconcertar al Rey:
- "¡Señor! Quiero que respete mi decisión. Y lo único que quiero es,¡que lo sucedido sea conocido por el menor número de personas posible! Y por otra parte, quiero y deseo seguir con mis cometidos habituales en la cocina y en el jardín de palacio. ¡No ambiciono nada más, Señor! ¿Hará usted posible que se cumplan mis deseos, Majestad? ..."
Estupefacto, el Rey insistió: - "¡Usted debe ser recompensado, "mago"! ¡Ha curado a mi hija y ..."
El "mago" interrumpió al Rey: -"¿Respetará usted mis deseos, los cuales no son otros que los que le acabo de poner de manifiesto, Señor?..."
Y el Rey, atónito, acabó cediendo: -"Se hará como usted desea, "mago" Y, ¡mil gracias! ..."
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Y acabado el diálogo, el"mago" volvió silbando camino de sus cotidianas tareas.
Y cuenta la maledicente y coqueta leyenda, que todos los días cuando el sol del mediodía está en lo más alto, la Princesa se cruza en el jardín de palacio con el"mago" y que entonces la joven y bella mujer le lanza una divertida y hasta pícara sonrisa juvenil y cómplice. Y que, por su parte, el "mago" corresponde igualmente con otra sonrisa amable, peculiar y propia.
-JOSÉ VICENTE ORTÍ-
11:42
jose vicente ortí
El atletismo es pasión. Su motor real. Lo que hace que todo alcance la categoría de mito o reto. Yo era un jovenzuelo. España era otro país jovenzuelo entre potencias consagradas en el rey de los deportes. Por eso nos maravillaban los primeros pasos y las primeras piezas de la eclosión de los éxitos pioneros de nuestros deportistas.
José Luis González era para mí, el mejor atleta español. Porque, González, era además todo un osado personaje y lo sigue siendo. Racial, genio y figura, estrella absoluta, y bastantes veces ninguneado aquí en mi país y alabado fuera de España.
José Luis González, ambicioso, de pueblo, orgulloso, diferente, sorprendente, charlatán, erudito, amante de toda la vitalidad y diversidad deportiva, toledano de Villaluenga de la Sagra, con personalidad arrolladora; un tipo especial e increíble.
Contestatario y genial. En el selecto club millero de Gran Bretaña, fue capaz de ganarles a Sebastian Coe y a Steve Cram. La milla. Una distancia anglo que ahora parece que la contramoda ha engullido. Así como a aquel atletismo de la trampa del Este y del academicismo y talento occidentales y tradicionales. El fútbol era populismo y el atletismo una cosa de gente que sabía mucho y se regía por otros valores bien distintos y peculiares. Hoy en día quizás estas peculiaridades se hayan reducido.
Sí. José Luis González podía ganar en cualquier momento. España, en atletismo, solo vivía de los primeros marchadores y de poco más. Hasta que la milla y el 1.500, nos destapó posibilidades y tradiciones. Abascal atacaba a falta de 800 metros porque no tenía final. González esperaba astuto y confiado sus últimos 250 metros en donde era imparable.
Rural y mágico. Ha sido hasta concejal. Fue un volcán de talento, sabiduría y mala leche. Todo unido. El atletismo es un deporte televisivamente precioso. Lo puedes ver casi todo. Y González fue precioso. Solo le faltó el oro olímpico. Hizo 3:30,92, solo superado por el precoz catalán Reyes Estévez y el pundonoroso oro de Barcelona que fue Fermín Cacho.
Pero González era un carismático volcán. Y fanfarrón. Se dio a conocer en todos los sitios adelantándose con creces a su tiempo, e hizo de quijote pegándose con el Poder general y del presidente/entrenador Odriozola.
González era mi Perico Delgado,o mi Urtáin, o mi Juan Gómez "Maravilla", o Perico Fernández, o la seguridad de Marín o Llopart. Era la ostia dándose hachazos y codazos con Coe, Ovett, Sidney Maree, Aouita, o decenas de ejemplos más que se podrían añadir.
Riñó con todo dios el cascarrabias. Formó al retirarse abruptamente,un triplete con Gregoria Parra y José Ángel de la Casa. Vaya enciclopedias apasionadas del mundo atlético. Verdaderos aventureros de una magia nueva.
Pasa el tiempo y no sé nada de José Luis González. Ya no está ni en el diario emblema "El País", ni en ningún otro. Se ha ido de ahí hace tiempo y no es justo. La generación actual no saben quién es. Y me sabe mal porque José Luis González abrió el atletismo de mi país y lo hizo bien grande. Comenzó a hablarse de fisios y de profesionalización. Normalizó y actualizó el atletismo, y lo elevó de un modo brillante y espectacular. González habla deprisa y dice muchas cosas. Imparable, como en esos últimos 250 metros de su emblemático 1500 de capa caída. Afirma que hoy el atletismo no atrae tanto a los chic@s porque estos prefieren otros deportes. El mundo es otro.
Busqué en la wikipedia y en internet, y hay demasiado poco del arisco y sensacional José Luis González. Y me extrañó mucho. Porque a otra gente mucho menor, se la ha loado hasta la extenuación. Quizás la personalidad de González,-me recuerda también a Luis Enrique-, choca con otro tiempo y otro modo de percibir la amabilidad y la competitividad. José Luis González es el orgullo de un tiempo suyo que no suelta y que no soltará jamás. González, ya sesentón, hace su vida al margen de los medios y de la popularidad. Nuestros niños y jóvenes se pierden a un tipo genial que no sale en la tele y que va como siempre a la suya. Al parecer sigue saliendo a correr con su cuadra de fieles amigos y es todo un padrazo.
El otro día le vi en un vídeo con el simpar Chema Martínez intentando traerle a estos tiempos diferentes con su simpatía. Terreno perdido. José Luis González tiene más moflete en la cara pero idéntico orgullo y su distante talento de siempre. González es así y hay que respetarle siempre como es. Rocoso y difícil, pero siempre espabilado y talentoso.
-POR ESO ES MI GRAN ÍDOLO EN LA NOSTALGIA-
3:45
jose vicente ortí
Ahí estabas. Sentada en esa silla ahora vacía. Sí. Siento y percibo tu ausencia. No sé si como un castigo o como una cruda realidad. Pero lo incontestable es que ya no estás ni estarás. Inoportuna tú y esa Navidad de mi nostalgia. Ahora, en estas fechas, yo te echo de menos. Y además, cuando voy a honrarte a la lápida del camposanto, no se mueve para nada tu presencia, ni hay un gesto ni unas palabras tuyas de agradecimiento por mi recuerdo.
¿Ves esa silla? No. Tú no la puedes ver. Pero yo, te noto. A pesar de que nuestros tres hijos ya tienen más de cuarenta años, su vida hecha y propia, y de que todavía el revoloteo juguetón de nuestros cuatro nietos está caliente y reciente porque se acaban de marchar, yo puedo percibir ese dolor.
¿Dónde estás?, ¿dónde te escondes?, ¿hacia qué lugares marchaste?, ¿por qué me abandonaste y te llegó el final? No puedes contestarme. Y la puta realidad es que tenías derecho a no estar. A que aquel infarto fulminante te mandara a la nada en escasos segundos.
Ahí. Muy cerca de donde está esa silla vacía sucedió. Nunca habías tenido nada grave. O al menos, nada que pudieras percibir como amenazadoramente antivital y nefasto. Siempre habías gozado de una salud envidiable, yo estaba peor que tú, pero el azar malévolo logró gastarme una loca broma macabra.
Antes de que llegaran los médicos y se montara el gran pollo del desconcierto, tú ya no estabas. Te caíste en el suelo muy suave pero lastimeramente. Cuando salté como un atleta sobre tí con un vano deseo de amortiguar tu caída y hacer colchón con mi cuerpo, me di cuenta de que tu expresión había cambiado tanto en aquellos crueles segundos, que intuí lo peor. Y me afané por comprobarte afanosamente el pulso, y te hice el boca a boca y la reanimación, y lloré como un salvaje roto y desgarrado. Y le grité al médico de urgencias que viniera porque te había pasado algo gordo, y cuando llegó el médico y te observó e hizo gestos demasiado serios y certificándolo todo, yo ya lo sabía, ¿sabes? ...
Sí. Yo ya sabía que me habías dado un corte de mangas y mandado a la mierda y a mi suerte. Nunca comprenderás el daño que me hiciste, e incluso si se hiciera el prodigio de que lograras hablarme para tranquilizarme, yo no atendería tus sedaciones. Sencillamente, me has dejado ...
Teníamos veintipocos años cuando nos conocimos en aquella discoteca de las afueras que ya solo es un recuerdo para nostálgicos. Bailamos hasta que al llegar el amanecer, la policía y los seguratas nos recomendaron vivamente y sin miramientos que abandonáramos el lugar, cosa a la que nos negamos en redondo. Uno de los seguratas te dio tal golpe con la porra en las medias que llevabas luciendo bajo la minifalda, que te las rompió y te hizo un cardenal en las piernas. Yo, me revolví y le pegué una hostia tan fuerte al segurata, que un policía preocupado vino hacia nosotros al ver que el de la seguridad no lograba levantarse del suelo. Y, ¡escapamos, amor! ¡Lo conseguimos! Subimos en mi moto "Luna", y como me sabía a ciegas las curvas y las carreteras del lugar, nunca nadie nos pilló.
Lo demás fue consecuencial. Intercambiamos los teléfonos fijos, comprobé que tus piernas además de hermosas eran fuertes, y tú comprobaste y certificaste que yo te gustaba. Y a los pocos meses nos casamos en la Iglesia de la barriada, y éramos mucho más atractivos cuando nos mirábamos alegres e ilusionados a los ojos.
Viajábamos los findes a donde nos daba la gana y hasta donde nos permitieron nuestros trabajos de docentes. Yo, en un instituto de chavales, y tú en uno de chicas. Y maduramos juntos y cogimos responsabilidad. Y vinieron los tres niños, y luego los nietos, y el año pasado aún estabas viéndolo todo lo de la Navidad en esa maldita silla vacía en la que nunca estarás más, amor ...
¡Déjame! Déjame en estos días ser egoísta y evocarte y no dejarte marchar del todo. Permíteme que loe tu chasco inesperado. Y decir que desde ese día estoy en la transición evidente del desconcierto. Y que nunca habrá en mi vida una mujer como tú, y que lo demás que pueda venir serán mujeres que lo único que harán será distraer un rato al vacío que siento.
-LO SABES PERFECTAMENTE-
0:05
jose vicente ortí
Es el día 18 de Diciembre. El gran partido de fútbol del planeta. Sí. El Barça de Messi contra el Real Madrid de "Zizou" Zidane. Ese choque clásico que aúna alrededor de las teles a los seguidores de todo el mundo. Porque sin compararlo con un Boca-River,-más localista-, este choque que se produce al menos dos veces al año, trasciende lo deportivo y llega a la gran pasión mundial de las emociones encendidas.
¡Cataluña! Cataluña en tensión y semidivisión. Ya hubo que aplazar este partido en su día. Las cosas estaban demasiado inflamadas para que en medio de la gran tensión se juntara circo.
La política. La política y el deporte. El próximo miércoles 18, en el Camp Nou de Barcelona hay un reto político y social que llega a esconder lo deportivo en el cajón de la menoridad.
Para los extremos, hay ganas de lío. Los independentistas moderados pactan con el futurible Gobierno en el Estado, y van a hacer todos los esfuerzos para que ese miércoles haya la mayor seguridad posible para todos, y que las cosas queden en una manifestación masiva pacífica.
Solo, ruído. Solo, gritos y reivindicaciones. Si quieren, que se caguen en quien quieran. El grito no mata. El grito solo molesta. Meter al Real Madrid en Barcelona y en el Camp Nou, puede ser un gran efecto de normalización pacifista y pacífica. Un síntoma de necesaria esperanza. Un gran éxito.
Este año no habrá tanta presión por el fútbol entre los de Messi y los de Sergio Ramos.¡No! Esta vez será una mera transición. Un partido con ganas ideológicas y de descarga de adrenalina. En este partido, habrán muchos partidos. El partido de los independentistas catalanistas que no pararán, el partido de los constitucionalistas que mirarán todo lo fiscales posible el más mínimo incidente, el partido de los analistas y periodistas políticos que intentarán darnos la alineación y las estrategias del clima político catalán y general, y quizás en última instancia huyendo del morbo los periodistas puramente deportivos nos hablarán de fútbol, de Messi, de Benzema, dc Valverde, de Zidane, del V.A.R., del arbitraje, de si fue o no fuera de juego, de los goles, y de todas esas cosas que si no hubiera mar de fondo solo podrían ocurrir ...
El Barça-Madrid de este año pierde su esencia futbolística y estará manchado por el morbo de la tensión. Será un partido de obligación policial, de parar las frustraciones apretando las mandíbulas, de deseo de silencio de quienes queremos que la tensión social catalana se vaya aliviando con el diálogo, y hasta de ganas de que el partido concluya de una puñetera vez a pesar de que aún ha de jugarse.
Los más exaltados lo intentarán todo. Impedir que los futbolistas del Madrid lo pasen bien, que los árbitros sean caseros, que el V.A.R. se equivoque a favor del Barça, o que los comentarios se distraigan y en vez de fijarse en las genialidades de Messi o de Ansu Fati, se fijen en quién hace la mejor de las enconadas provocaciones destinadas a armar lío.
Un partido tremendo y audaz. Porque audaz es que en Cataluña la cosa se reconduzca hacia la serenidad y el temple. Todo debería ser fútbol en un Barça-Madrid, como todo el planeta fútbol sabe. ¡El deporte!
El radicalismo y las emociones exaltadas avanzarán por el centro del campo para meter goles indeseados y como sea. Los enemigos radicales del independentismo nos contarán toda la literatura y simpleza en un país europeo, moderno y avanzado. Unos gritarán ¡Independencia!, y otros en su casa dirán ¡España! ...
Apasionante reto social. Si el independentismo logra detener a sus aspectos más punzantes y hurgadores, podrá recobrar una cierta sensación de seny y de cordura que se les escapa para el resto del Estado. La política jugará otro gran partido. Y en este choque político convendrá mesura, empate y equidad. Y si el Real Madrid gana, tranquilidad que la Liga es larga. Lo mismo que si gana el Barça. Nada de enfrentamientos al acabar.
-AUNQUE SUENE A BUENISMO-
2:14
jose vicente ortí
La conocí en un chat. El ocio nos unió. La soledad y las lógicas de internet. Al principio solo eran risas suyas y audacias mías. Y después nos pasábamos allí las horas dándole con las yemas de los dedos al teclado del móvil.
Ante mi sorpresa, detecté en ella cosas muy halagadoras. Era una entrega acuciante y desesperada. Me lo fue diciendo todo. Hasta que afirmaba estar más que enamorada de mí:" hasta las trancas", me dijo. Y yo pensé que era una fantasiosa y qué extraño era eso en una mujer de más de sesenta.
Sí. Todo me lo dijo en chat. Que se sentía fenomenal conmigo. Yo, no supe qué pensar. Pero ella me atrapaba a través de su discurso. Iba a la suya, apenas me dejaba meter baza, y cuando notaba que yo me aburría, entonces la mujer me llevaba a terrenos íntimos. Sabía seducirme. Y lanzarme un imán cuando yo comenzaba a mirar molesto mi reloj. Despedirse de ella no era fácil. Solo diez minutos después del primer adiós, aceptaba. Y porque yo cerraba la página del chat con rapidez para evitar su apego e insistencia.
Apenas vivía. Y con su marido, con el que las cosas no podían ir peor. Me confesaba que se sentía una mierda, que su marido la maltrataba psicológicamente; que su vida había sido y era un calvario. Que estaba recién operada, que amaba lo tradicional y rural, su lengua raíz, que no veía futuro, que su familia no la quería ni la frecuentaba, y mil males más que parecían afligirla totalmente. ¡Ah!, y que menos mal que yo estaba allí en el chat, que así podía contarme todo su yo y su dolor, y que me tenía sentimientos, y que en su matrimonio nunca hubo amor, y que ella necesitaba salir conmigo de su profunda e insoportable soledad.
Yo, no sabía qué pensar. Se me volcaba con absoluta entrega. Y a la desesperada, era capaz de ofrecérmelo todo: su nombre en el Face, su móvil, su correo, etc. Absolutamente lo que yo quisiera. Finalmente dejé correr el agua del río y demorando sus profundos deseos. Y me di cuenta de que quería que la amara de la misma manera que ella decía que me sentía. Halagador, pero completamente irreal. Y ella insistía para que yo la viera el rostro en internet.
Yo, no quería entrar y pensar que era todo una absurda y halagadora fantasía. Pero un día entré por fin en el Face y pude ver su rostro. ¡Más que fea! Descuidada, desaliñada, con unas enormes arrugas huecas a ambos lados de las mejillas, y al ver aquello me quedé decepcionado y pensativo. Uno no puede querer a nadie por internet. Ni aunque la hubiese detectado con una belleza desmpampanante. ¡Nunca! ...
Al día siguiente le hablé con la mayor delicadeza de su físico. Y ella jugó a hacerse la víctima y la culpable de su fealdad. Y me afirmó que sus dos parejas anteriores a la actual la habían abandonado por ese mismo tema de su ausencia de atractivo físico. Y que yo, había sido un bruto al decírselo.
Yo, le dije que la respetaba. Y que a partir del visionado real de su cara, la apreciaría más y con una dimensión más auténtica y verdadera. Pero ella no lo aceptó y me dijo que era un hijoputa y que todo era palabrería y que me fuese a la mierda. ¡Ah!, ¡y que me cambiara al nick! ...
Yo le dije que no iba a cambiarme el apodo, y que seguiría entrando al chat. Y me dije para mí que nunca la había amado, y que solo el ocio halagador nos había acercado ...
Ella me dijo que estaba llorando a mares. Pero yo ya le dije que no tenía autoestima. Y que una amistad no la rompe una fealdad física. Pero ella insistía en que me amaba y me amaba, y que por mi respuesta entendía que yo nunca ya podría corresponderla. Yo, traté de no entrar en el juego de sus deseos.Y seguí entrando al chat.
Y cuando reclamaba mi fuego de amor, yo la decía que tenía complejo de culpa por ser fea, y que eso decía bien poco de su autoestima. Y que uno no puede aspirar a la integración social si no es capaz de superar la influencia de su físico, agraciado o no. Mas a ella no la convencí jamás. Se enfadaba conmigo y me insultaba. Y cuando lograba calmarse, me suplicaba nuevamente que la quisiera.
El mundo de internet puede ser a veces poco inocuo. Y hay gente que lava su frustración e impotencia en la cueva de un chat. Los dramas se esconden bien en estos formatos, así como las lágrimas, los traumas o los lamentos. En un chat fantasioso de cabeza insatisfecha,cabe todo. Y como ella o aquél, deben haber seguramente miles de casos.
-CON MÁS O MENOS RAZÓN-
2:21
jose vicente ortí
Hablo en este caso de las plantas de mi balcón. Pero yo también podría aplicarlo a muchas cosas de mi vida. Crecer es magia. Y para percibir ese crecimiento has de estar observativo y perseverante. Apasionado y atrapado en ese placer de lo que es ese crecer.
De repente, casi de la nada, como una magia, algo minúsculo emerge de la tierra y va conformándose como individual. Toma forma un nuevo cuerpo visible, que se proyecta hacia arriba y hacia lo ancho con poderosa libertad y potencia. Ganando la conquista de su unicidad, carcacterística y espacio.
Quien me sigue el blog, sabe que soy un fanático amateur de las plantas. Y en estos seres vegetales deposito mucho mi observación. Me gusta ver cómo crecen. Me relaja y me fascina. Últimamente experimento con semillas, lo cual implica mucha ansiedad porque el germinar no es sencillo, y cuando finalmente la plántula se destaca y se reinvindica plenamente como ser enraizado que se desarrollará, siento una suerte de alegría y paz interior. Siento que ha valido la pena respetar sus cuidados atentamente, y admiro ese constante parir de la vida.
Sí. Me alegra ver crecer a mis plantas. Es una bella sorpresa que viene del misterio. Quien crece, está luchando por lograr su robustez y salir poco a poco de su fragilidad y vulnerabilidad.
Verse como crecen, no puede permitirlo de inmediato la vista humana. Las plantas, como todos los seres vivos, van creciendo casi sin que te percates de ello. A los días, al mes, a las semanas, con el paso del tiempo y supongo que dentro de ese azar mistérico que es el aparecer marcando presencia y suscitando la alarma de la atención.
En las semillas triunfantes que germinan, puedo verlo con nitidez. Al principio parece que no estén en la superficie de la tierra de la planta, luego se observan formas confusas y prometedoras, y finalmente ves el brote. Y si las cuidas y proteges, te vas sentando a observarlas un tiempo, y te aparecen en el mirarlas cosas nuevas que no sospechabas que se habían producido o tenido lugar.
Es hermoso verlas crecer. Y me fijo en la fuerza o no de su enraice. Y cuando hay resistencia al tirón del arranque, es la señal definitiva de que vas a tener bien sito y recto un tronco central, y que si lanzas gotas de agua sobre sus hojitas ya no va a suponer el daño sino el refresco sobre el nuevo ser precoz que llama y estalla.
Sí. Me encanta ver la transformación activa de las plantitas, de los tallos más grandes, de las hojas, de las tonalidades de la savia verde y de su forma o modo creativo. Es, la vida. Me limito a observar cómo la vida cumple su función y resultado cuando se han dado las condiciones.
Ya sabéis que mi mes preferido es el de Abril y que le hago algún asco al vanidoso y exhuberante y exhibicionista Mayo de las flores epatantes. Yo prefiero la innovación del fresco del principio de la primavera, y disfruto de la modificación y transformación de la quietud del aburrido invierno que muta en nueva actividad cíclica. Y te tienes que fijar en que las cosas cambian, porque de primeras no se percibe, a menos que lo esperes y que desees que ese cambio vaya llegando muerto el invierno.
Raíz potente, agarre bajo la tierra, vigilancia sobre los movimientos del viento, y siempre tronco o tallo central o madre. Si eso de la raíz ha tenido lugar, puedes estar satisfecho y confiado si te gusta la jardinería como es mi caso. Siempre digo con segundas lecturas, que mis plantas son mis hijas.
Todo lo que se muestra renovado, me fascina. No me conformo con las formas clásicas y tiendo a rechazar lo tradicional. Rechazo el estatismo de lo convencional, y me apasiona el hurgar en la nueva creatividad. Necesito respirar y hacer cosas frescas y no caer en los tópicos ni en los saberes blindados. Quiero contestarlo y constatarlo todo nuevamente. Experimentar desde mí y desde dentro de mí. Cuando hago una foto no me gusta su evidencia o literalidad, sino intentar que hacer que quien la vea sienta discursos diferenciados y diversos. Que las formas de mis imágenes puedan suscitar otras imaginaciones.
Me gusta jugar en la imaginación, lo cual es un límite que marca un riesgo sobre la línea roja excesiva de la fantasía. Pero yo soy así. Crecedor y amante de la dinámica y hasta de la polémica. Me agrada derribar mitos e impulsar nuevas realidades sin consenso y que aún estén en la duda. Exactamente como cuando no se sabe si mis semillas van por fin a convertirse en éxito, o como cuando siempre exista la posibilidad de que todo salga bien.
¡Y SIEMPRE VITAL!
5:21
jose vicente ortí
Para que la NBA sea grande y que su prestigio siga sin decaer, lo más plástico y mediático es un tirador y pasador infalible. Lleva hace tiempo una estrafalaria y poblada barba, no llega a los dos metros, parece hasta gordo por la masa muscular que tiene, se llama James Harden, y es la ametralladora de Houston Rockets y de la NBA. El campeonato mundial de basket.
Parece desgarbado y poco elegante de movimientos a sus treinta años, como de no fiar, pero con una técnica descomunal convierte con suprema rapidez la impresión en error. Porque "la barba" Harden toma la pelota, ve el juego como casi nadie, decide quien es el mejor compañero a recibir con clarividencia, y al final suele hacer lo que más le gusta que es desequilibrar a sus defensores y enchufarla. Lleva varios años así. Es un clásico en el olimpo de los mejores jugadores del baloncesto americano y parece que cada día juega todavía mejor y con más brillantez.
Escolta. La maldición. Un escolta es una figura minusvalorada en un quinteto de gigantes. Porque su eres un cuatro, ni eres base ni alero puro. Ser escolta tiene prensa gris y poco excitante. Salvo que lo hagas como "la barba" de Los Ángeles y de Houston Rockets.
El rojo color de la camiseta. Mis recuerdos me llevan a Hakeem Olajuwon, y a aquellos años de las dos alturas que completaba Ralph Sampson. Ahora, Houston y la vida de la NBA son otra cosa, aunque la esencia sea la misma.
Me gusta el baloncesto porque me gana la genialidad. Ya no sigo la NBA como antes,-ni mucho menos-, pero tras la decadencia inevitable del gran Lebron James que ahora está en los Lakers de Magic Jhonson, ahora el rutilante abusón de los puntos se llama Harden.
Esta batiendo récords de continuidad casi imposibles. En veinte partidos seguidos ha metido más puntos que el mito Jordan, y ya solo le gana en esta estadística el as atemporal Wilt Chamberlain.
Esto de los yankees es el estrellato sin fin. O genios o nada. Centenares de jugadores sensacionales convierten a esa locura de jugar partidos casi todos los días, en un reto que solo es para los elegidos. Ahora, el sexy es "la barba" Harden.
Con una técnica depuradísima, Harden huele el basket como un visionario. Conoce la dinámica como una computadora, y en su chip solo hay verdad y acierto. Agarra el balón y atiende las situaciones. Pero genio también es el que quiere ser chupón y meter a toda hora 50 puntos o más. Porque esas hazañas te convierten en respetable referencia, y sobre todo en historia viva.
Los gigantes de 2,10 saben que tiene algunos problemas. Son más lentos que los bajitos, no es tan lucido defender que atacar, y conocen bien que si tuviesen el tiro de un base o un alero no tendrían problemas para ser más que mediáticos.
A los que andan escasamente por los dos metros, todo parece lucirles más. Donde esté un tiro largo y certero, que se quite la plástica de todo lo otro. Porque un tapón puede quedarse en un empate, pero si la enchufas nadie puede censurarte nada.
Harden, "la barba", es algo más que el sexto hombre de la Liga, o incluso uno de los titulares de los quintetos All Stars. Aunque solo su barba y diferencia es carismática, su imagen general no es mediática ni da para demasiados ingresos extras. La magia y la chicha de Harden es su colección de tiros inverosímiles y certeros, su abundancia, su velocidad y talento para las fintas, y el control de los momentos para levantarse y bombardear.
James Harden es ahora la gran estrella americana. Ese tío raro que las clava todas y que estás deseando que te resuman un partido de Houston para poder ver de lo que es capaz de hacer con el balón. ¡Es el basket moderno! El que a nadie hace ascos, ese tiro que todos quisiéramos tener y que solo en la historia tuvieron bien pocos. Y saber pasar como la hace Harden, y toda su magia y versatilidad.
¡OLÉ, HARDEN!
4:37
jose vicente ortí
Fechas navideñas. Esperanzadoras. Santa Claus llegó del frío con sus trineos para traernos todos los regalos. Se afirma que en realidad fueron los vikingos y no Colón, los primeros en descubrir el nuevo Continente. Descubrir América.
Greta Thunberg. Un niña de cuento de princesas guerreras decide cantarnos las verdades del barquero del cambio climático. Le ha dado por ahí. Tiene síndrome de Asperger, dos padres fans, y millones de seguidores en el reality de las redes sociales.
Greta es jovencísima y sueca, y sabe soñar, y pija, y utópica, pero su efecto acojona mucho a los adultos del Sistema. Es un peligro conciencial porque es mediática y del futuro. De ese futuro del averno contrareloj que se nos presenta. Porque los mayorotes les hemos dejado a nuestros niños y jóvenes, un planeta lleno de mierda y que amenaza si no corremos, con dejarnos sin el hábitat apropiado para hacernos felices y el bien. ¡Un desastre! ...
A mí me importa un carajo quién es Greta Thunberg y quiénes son sus padres. Lo que me preocupa es que a la gente esto del cambio climático se la trae al pairo. No saben ni qué es eso del cambio climático, y creen que es una loca moda de greñudos hijos de Green Peace y de gritones ecologistas perroflautas de esos. Y piensan, que si el mundo realmente corriese peligro, los que ostentan el Poder harían por arreglarlo. Y que si no lo hacen, pues será porque las cosas no serán para tanto.
Entretanto ha llegado nuestra "Pipi Calzaslargas" Greta Thunberg, y la niña se ha puesto en jarras y a contarnos sus historias tiernas. Epata su inocencia y empata con la inconsciencia de los inútiles cobardes del Poder. Es una lucha de mundos, de nebulosas, de dibujos animados; de visiones en el abismo de la verdad. ¡El infierno! ...
La magia de Greta intenta precozmente mover las montañas imposibles. Su discurso directo y al hígado, abre paso a gente que duda y que se interesa por lo que pasa aunque no entienda muy bien qué sucede.
Greta, la princesa guerrera y fría, y tierna adolescente como el hielo de su Suecia, nos trae siempre noticias que miramos con pícara y esperanzadora curiosidad. Y hasta el exótico Trump la pone a caldo en Twiter. Peor para él. Greta es una fuerza, el lado claro, la idea de que otro mundo es posible y se acabó. Y alrededor de su icono extraño y profundamente arrebatador, se posicionan centenares de cámaras de televisión que esperan ansiosamente esos minutos de oro para ganar la gran audiencia.
Necesitamos fantasía disney y duda, creatividad y polémica, y un mundo de acción, aventuras y corrección. Lo que está mal ha de hacerse bien. Y quien le haga bullying al planeta, ha de pagarlo. Ha de pagárselo y con creces al mágico efecto Greta.
Madrid y su cumbre climática es una gigantesca hipocresía de voluntariosos de boquilla. Para que el mundo cambie, para que todo se gire y revolucione, ha de haber una gran Transición. Y en medio de esa transición, una substitución y no solo emocional de nuestro estilo de vivir. ¿He nombrado a África y a nuestro olvido? ¡África, existe!... Si la energía es hez destructiva, deberemos utilizar fuentes de energía lo menos contaminantes posible y desde un consenso general. Si hay discrepancias, nada pasará. A pesar de que el cambio climático es el problema número 1 de todos los seres humanos. No estamos cuidando nuestra Casa Tierra, y todo va camino del carajo.
La única coherencia de la Cumbre de Madrid es la de la ausencia de los contaminadores mayoritarios del mundo como Trump, Merkel, Macron, el pirómano del Amazonas, Putin, o la nueva China. O como los jeques petrolíferos.
Vuelvo a Greta. Me gustaría que hubiera un antes y un después de Greta. Y que empezáramos a hacer caso a nuestra idolatrada guerrillera que vino para salvarnos. Una joven loca quiere cambiar el mundo. ¡Vivan l@s loc@s! ...
Es todo un reto si le haremos caso o no a Greta Thunberg y a su efecto. Como hicimos con el mensaje tras el póster del "Che" Guevara, o con el Mayo francés, con el 15-M español,o como con todas las revoluciones de Woodstock, Beatles o Rollings. ¡Que cambie la música! ...
Hemos entre todos de decidir si otro mundo mola más. Yo creo que no solo es posible otro mundo, sino que es absolutamente necesario para que la vida del planeta se rehaga y siga bien. Hace falta quitarse la ropa por completo para ver la realidad, y leer y releer los cuentos eternos de la navidad mágica e imprescindible que tiene como el año trescientos sesenta y cinco días si no es bisiesto.
-GRETA TAMBIÉN SOMOS TOD@S UN POCO-
3:29
jose vicente ortí
Aún no sé si debí hacerlo, pero yo cogí sus manos. Con delicadeza, audacia y mucha fantasía aventurera.
Lo que fuera, pero cogí sus manos. Me había dicho antes muchas cosas de dolor. Perdió a un marido con cáncer hace unos meses y a quien casi nunca quiso, tuvieron dos hijas, nunca hubo la comunicación necesaria, todo se había ido a hacer gárgaras mucho antes de que nacieran sus ya veinteañeras chicas, ella se dejó ir, su fenecido marido tenía un excelente sueldo y en nada escatimaba su distribución porque temía que ella se le fuera, y ahora resulta que a Gloria le ha salido bastante mal su decisión errada ya de partida.
Gloria tiene un cuerpo espléndido y completo. Tipazo, grandes senos, alta, delgada, valiente y estilizada. Una atleta que va perdiendo sus facultades. Y la peor de las facultades es el dolor psicológico que la trae mártir y que aúna el duelo por su marido a la sensación de fracaso personal.
Por eso la cogí las manos finalmente en aquel restaurante intimista con hilo musical clásico y de relax. Todo poco concurrido.
Gloria es piel vulnerable y hermosa, una superwoman en horas bajas. Lo fui describiendo cuando percibí que apenas me preguntaba nada, que descargaba y descargaba su dolor, y que no podía evitar el lloro del duelo.
Me dice ella que su marido era un machista total. Y que no solo la tenía prohibido que se pusiera ropa favorecedora, sino que le negaba incluso el derecho a salir los sábados con él o sin él a cenar. Según Gloria, su fenecido ex amor era un tío loco que la maltrataba psicológicamente y que se escondía en el ordenador de la habitación sin hacerle a ella el más mínimo caso.
La verdadera Gloria no tiene nada que ver con la que yo ahora puedo ver. Porque Gloria es terremoto y torbellino, y le gusta viajar, y apuntarse a un bombardeo, y viajar, y que la lleven, y montar en una moto haga el tiempo que haga, reírse a carcajada batiente y sin ambages, gozar en el mar, y recuperar todo el tiempo perdido de su vida y aprovechando que sus hijas se hacen mayores y empiezan a volar de su nido.
Gloria es hembra y madraza, y tradicional, y más que práctica, y ahora solo sabe que por ahora no puede levantar cabeza y necesita hombros para llorar.
Se emociona. Pero también tiene derecho a que le gusten muchísimo los hombres y a jugar a la aventura de la eterna joven que coquetea con las situaciones y con la vida.
Claro que la cogí las manos y le acerqué mi espacio al suyo. Y ella cerró los ojos y yo le hablé muy bajo. Y la hice callar la narrativa de su dolor. Y acaricié el dorso suave de sus manos, y ella no solo me miró en relax, sino que agradeció mi ímpetu y mi delicadeza. Y me dijo que sentía calor, y entonces ella me cogió las manos a mí. Y no las soltamos en veinte minutos. Gloria es deseable y gusta de lucir. Y se pone a cruzar las piernas como una reina, y sabe que me gustan sus largas extremidades y las medias que las realzan.
Ella quiere ahora muchas cosas. Quiere sentirse admirada y deseada, y desconectar,y que la hagan revivir sus sueños de deseo. Y agradar a los hombres para agradarse a sí misma.
Gloria se siente culpable de haber sido sumisa a su machista esposo. Y me dice con la sinceridad como bandera, que hace un mes estando en la playa con un brevísimo bikini de los que no tapan nada esencial, pasó un mulato bastante más joven que ella y le lanzó un piropo tan natural que la mujer se sintió de nuevo en el esplendor del poder de sus carnes y se dijo a sí misma que por qué no había aprovechado mucho antes esa anatomía suya para destacar y verse realmente potente como lo es.
Yo, le digo muy pocas cosas. Solo, la verdad. Que es una bomba, pero que su mundo está por venir y que no pasa nada por tomarse las manos en un lugar íntimo, y que solo su psicólogo ha de decirle si escoge o no sus mejores caminos.
Me siento el padre de un bellezón deseado y desorientado. Y cuando tomo sus manos, siempre acabo mirando el reloj a hurtadillas. Los dos corremos peligro de no tocar el suelo real. Por eso yo espacio y disimulo todo lo que puedo los encuentros. Me gusta, a quien no, pero Gloria sabe que solo es una transición sin más. Y procedo a su respeto.
-FALTARÍA MÁS-