sábado, 29 de junio de 2019

- ¿SABÉIS? -




¿Sabéis por qué no salgo del armario? Os lo voy a confiar. Vivo socialmente, bien. No me falta nada. Económicamente soy un triunfador, y no se percibe mi homosexualidad. Hago técnicas y trucos propios para que no me salga el interior.
¡Mentira! Dicen que ya vivimos en una sociedad avanzada y tolerante con la diversidad. ¡Y una mierda! Solo os diré que mi mejor amigo se fue de mi empresa para no tener que tratarme cuando le confié mi orientación sexual. Sin darme explicaciones, se fue y adiós. Él no era gay como yo, pero vi tal impacto en sus ojos tras mi confianza, que ya intuí que podría reaccionar como lo hizo. No iba a aceptarme. Nunca más. Os juro que no me extrañó su alejamiento.
Empecé a pensarme las cosas. De hecho, siempre me las pensé. Es muy peligroso todavía abrirse a un mundo hipócrita y cruel. Los gays, o las lesbianas, o los bísex, etc, somos todavía en el imaginario general gente de no fiar. En mi caso me trae al pairo toda esa arana tradicional y religiosista. Yo soy de números. Tengo no un buen trabajo, sino un trabajo envidiable y más que bien renumerado. Y puedo adquirir más de un piso, y algún apartamento para la costa, y viajar y con los medios más rápidos del mundo, y encontrar lugares increíbles que en el mundo hay.
Sí. Puedo estar en decisiones y reuniones de alto poder, y ver quién y cómo cuecen las cosas. Es verdad lo que algunos afirman en el sentido de que tienen más poder las energéticas, las telefónicas,la Banca, o los medios de comunicación que los políticos. Muchísimo más. Debe ser excitante cuando a un elegido social y democrático, le suena un teléfono, y debe obedecer, o le monta un lío social de dos pares de cojones. El poder es fascinante. De veras. Pero es que no veo opciones. Debo ser amarrategui y estratega.
Sí. Es cierto que me gustaría hacer el locatis en una de esas maravillosas carrozas de la fiesta del Orgullo. Claro que me gustaría. Y plantarme un tanga visible en el culo, y carmín en los labios, y depilarme las piernas, y hablar amor y desinhibición. A cara descubierta y transformada. Pero solo ha de quedarse en mi sueño.
Porque conozco perfectamente las hipocresías del poder. De mi misma empresa multinacional en la que trabajo. ¿Las leyes que nos protegen? ¡Los cojones! Como se enterara alguien parecido a un cargo de mi poder y empezara a llamarme maricón y a dar por saco, yo me conozco. Hay mucho dolor y hasta castración social interior. Y entonces haría dos cosas porque yo nunca me callo. Le daría una buena hostia, y a continuación le instaría a que tuviera cojones de volver a llamarme así.
Pero yo sé que lo volvería a hacer, y sería el boca a boca, y las miraditas, y el buenismo de boquilla, y si le denunciara se montaría el pollo padre y se desnudaría toda mi estrategia vital. Por eso no me muevo del armario y blindo mi privacidad e intimidad absolutamente.
Ahora estoy mirando por la tele toda la fiesta gay, y la bandera, y las besadas intergéneros, y toda esa exhibición que dura unos ratos.
No. Mi vida no es un rato. Quizás nunca pueda tener un amor. Y si lo tengo, correré peligro de que se sepa. Mirad. Cuando acaba mi jornada laboral, se baja el telón y viajo constantemente. Me pongo el condón y tengo amigos en muchísimos sitios. En mil millones de sitios.
Porque, imaginad si descubrieran mi verdad. ¿Todos mis méritos y mi vida profesional a la basura de la mierda?, ¿a la puta calle y a empezar de nuevo con un trabajo menor? ¡¡No soy masoca!! ...
El mundo es una guerra larvada en donde la gente lo único que hace es tratar de que le peguen poco. Mirad el odio que los tíos les tienen a las mujeres. Las matan y por chorradas. A nosotros los gays aún nos odian más. Y nos la tienen jurada. Y dicen que tenemos lobbies o no se qué leches. Lo único que se hace es defensivo. Nosotros y nosotras no encajamos aquí. Hace demasiado tiempo que lo sé.
-Y QUE LO TENGO CLARO-

jueves, 27 de junio de 2019

- OTEGI, EN LA TV ESPAÑOLA -



Carismático. Héroe para muchos de los suyos, y asesino fatal y definitivo para mucha mayoría de los otros. La complejidad de la violencia. Los muertos, los heridos y el gran relato oficial. Vencedores, vencidos, disconformes; emocionalidades inevitables.
Arnaldo Otegi dice que ETA ya no existe porque ellos los abertzales consideraron un día que la lucha ya no era el camino para conseguir objetivos. Decisión unilateral que hay que agradecer. Euzkadi era un desgarro de bombas y dolor.
Otegi habla de dos relatos que se parecen poco. Dice que hubo muchos españoles que pasaron en cinco minutos de ser del Régimen anterior a demócratas de toda la vida. Y soltó lo del Gal. Y dijo que las historias no son a veces las oficiales, sino otras mucho más profundas pero que no se narran.
En una guerra nunca hay héroes ni lógicas. Todo con coyunturas estratégicas. Francisco Franco dio un golpe en el 36, y sigue aún en el Valle. El Pesoe no puede con él por ahora.
Otegi en la tele. Confesó que desde la cárcel ya veía la televisión española del Canal 24 Horas. Y que no pasaba nada. Y que no hay que hablar del pasado para arrearse. Y que el atrás, está lleno de emotividades y de Partidos del morbo que buscan el voto. Otegi fue de la extinta ETA. Éso, irá siempre con él en cualquier foro en donde aparezca su figura. Y le preguntaban que si no sería mejor que se fuera a casa y que se presentaran otros con menos recuerdo histórico.
Otegi es muy de su convicción y raíz euzkalduna. Listo y con desparpajo, pero también reflexivo y estratega. Otegi ya no se ríe tanto, y trata de asumir responsabilidades mayores y políticas. Ha aprendido. Y la bestia parda para muchos españoles, también sabe estar. Y acepta ya entrevistas en la televisión de los contrarios y enemigos acérrimos.
Muertos, heridos, años de plomo y de la represión, de la sangre, de la zozobra y del malestar. De la bomba lapa debajo de los coches, o de Hipercor o Miguel Ángel Blanco.
Otegi también dice cosas de la X del Gal, que según él fue Felipe González. Otegi es práctico con su EH BILDU, su actual Partido. Y contesta con su visión convencida de las cosas. Y cuando le preguntan acerca del perdón, Otegi remite a la página 201 de su libro que se llama "El tiempo de las luces".
Coño. Tenemos suerte de que ETA haya finalizado. Me da igual quién haya sido el causante del cese de las muertes y de la violencia. Aquellos años fueron una guerra y un espanto. Ahora es 2019, los jueces de la Audiencia han de seguir buscando y juzgando, pero la gente ya no muere por éso.
Iglesias y Sánchez no logran el pacto de izquierdas, los poderes económicos siguen decidiendo las reglas del juego, y ahí aparece VOX entre la crisis de Ciudadanos.
Otegi es algo que está ahí y que quiere jugar su papel. Dice que está en política porque le ha votado la gente y que eso es legal. El pasado se mete en el presente y quizás en el futuro. Otegi, buenas formas mediáticas, parece muy lejos del mundo oficial español. Y, para siempre.
Le vi en la tele; le escuché. Sí. En las guerras larvadas y reales se intercambian los buenos y los malos. Las víctimas han de llorar. La guerra es la cosa más sucia que creó el ser humano. Siempre cuando falla la palabra empieza el conflicto. Al menos Otegi habla.
-ES MUCHO-

martes, 25 de junio de 2019

- MARIOLA -




Ahí estás como siempre. O, como casi siempre. En tu tienda de ropa para mujer y niño. Pero a mí nunca me convenció la transformación de tu sonrisa.
Me da igual mucho de tí. Lo primero que me da igual es que estés en esa mi barriada de la que yo nunca he podido moverme y a la que tanto quiero. Porque a pesar de todo, yo nunca te he considerado de mi barriada. Solo, que aquí tenías y tienes la tienda.
Conmigo, no te equivoques nunca, Mariola. Y si te equivocas, no me vengas con historias, porque la pelota de la distancia y del desencuentro, está y sigue estando en tu tejado.
Apenas te traté. Solo lo hice por necesidad y para sacar a mi madre senecta de la multitud de embrollos en los que se metía con la ropa que no tenía o que precisaba. Me acerqué a tu tienda para ayudarla, y de paso para ayudar a mi hermano herido en su crónica inopia. Nada más.
Tú, Mariola, ibas a la tuya, y de repente sacabas tu sonrisa de pose y me mirabas entre temerosa, satisfecha y hasta confiada. Pero yo nunca creí en tí. Iba a tu tienda, como podía haber ido a otras diez mil. Solo coincidimos y ni éso, en la cercanía geográfica. En que tu tienda estaba ahí, al lado del horno de siempre que ya cerró, se ve desde mi casa; sé que andas ahí. Pero de la misma manera, Mariola, sé que no has estado realmente nunca.
Por amor a mi madre, por mi timidez, y por no tenerla con ella, entré a tu tienda y hasta te pedí consejo. Sí. Por mi madre y nunca para cosa de mí. A ver si te enteras, Mariola.
Ni sé quién eres, ni me interesa saberlo. Solo sé que hay distancias abismales e irreparables. Solo sé que en cuanto mi madre se fue al otro lugar antípoda de la vida hace ya más de tres años, volvió tu desconsideración, tu frialdad y tu distancia. Tu puto estigma. Y cuando coincidíamos por la calle, tus palabras sonaban igual de decepcionantes:
- "Hola, ¿cómo estás?..."
- "¡Yo? Muy bien, ¿ y tú, Mariola?..."
Tu madre, Mariola, falleció meses después que la mía. Y cuando te repreguntaba la cortesía, tú no te atrevías a hablarme de la sorpresa que te producían mis palabras.
Sí, Mariola. Eres una inconsciente que no se quiere enterar de las cosas. ¡¡Soy como tú!! ¿Es que no estás de acuerdo?, ¿temes que entre en depresión y tú no?,¿crees que aunque no entiendas mi vida, tengo yo que darte algún tipo de explicaciones? ¿Sí? Pues entonces, siempre has errado, Mariola.
En efecto. Hace tiempo, algún año, que ya no voy a tu tienda. Y no voy, no solo porque tú vendes ropa de niño y mujer. ¡No! ¡Ni hablar! Yo no voy a tu tienda porque eres incapaz de tratarme de tú a tú y como a una persona como los demás. Y eso, Mariola, como nunca comprenderás, jode demasiado.
Ahora ya se ha hecho la normalidad que siempre hubo entre tú y yo. Ahora ya no me sacas tu sonrisa escéptica. Ahora, ya vuelves a pasar de mí como siempre hiciste. Ahora, todo vuelve a ser como siempre fue. Ahora es lo que iba a pasar, porque nunca supiste comprenderme. Y cuando volvemos a cruzarnos por mi santa calle,es: 
- "Hola ..."
- "Hola..."
Y ya no hay nada más. Y es doloroso. Pero se acabaron todas las cercanías, porque nunca las hubieron. Y yo prefiero esa realidad a la fea hipocresía de lo conveniente. Y las cosas han vuelto a reposar cotidianeidad.
¡NO TE DESEO NADA, MARIOLA!

sábado, 22 de junio de 2019

- PLAYA DE SAN JUAN -




Libertad y noche. Demoños y ritos. Magia y hormonas. Otro mundo que también existe y que pare la no luz. Playa abarrotada de enigma esotérico y todas las brujas maravillosas que saltan y ríen.
Sombras cómplices, fleurs de una noche, hogueras, fuego de iniciación, polvo cósmico en medio del cuarzo de tus ojos, trébole de suerte y lotto, anca de rana y pata de cabra. Abracadabra.
Mochila en la arena. Bocata de ocasión. Música y carreras impulsivas que se confunden entre las medias. Sujetadores que retan al verano, paganismo de consumidores jóvenes que se hacen mayores socializándose entre un piscis o un acuario de ternura inconsciente.
Los deseos. No duermas la noche de San Juan. Playea y besa la mano de tus anhelos. Ahí estará Quique, y Sara, y Alejandro, y María, y Víctor, y todos los bailes que tú sabes que sucederán. Como los tebeos que nunca te dije, o esa profe platónica que amé, o esa pellas que no constan en ninguna cartilla de un colegio, o esos besos que te tiré y que me salieron rozando tu poste.
Tarot y runas. Ciclo y ancestro. El verano te dice que muevas el cucu y grites, que te pongas el bañador y que mojes tu piel. Saint Joan night es algo excepcional y carismático. Vidente, hipotético y futurólogo. Circunstancial, excitante, familiar, sabroso, efectivo, masivo, chiripitifláutico, mundano, tuyo, de concierto al que acudes, en donde te escarbas a tí mismo y te cuentas aranas y verdades al lado de una birra de Liverpool y de una espía de luna llena.
Oscuridad que se rompe entre las ramas ardientes de una hoguera purificadora, te chocas con gente a la que nunca más verás, te animas, sigues, todo es compañía e imaginación, y disney y reality, y la protagonista de la isla de los famosos normales, cuando las uñas crecen, y cuando la barba del hombre lobo que te gusta se vuelve universal y tierna, cuando los botes de bebida quedan tirados por los suelos, y cuando la brujita que te mola y que se fuma un porrete se pone descalza y sus pies te tocan sin querer la piel de un segundo, y de quince segundos, y a tí te parece un maravilloso siglo de bienestar y de cercanía.
El agua. De Valencia. Las olas. El agua de la vida y de la energía. No tengas prisa por volver a casa, que hay autobuses playeros toda la noche. Los pone el ayuntamiento todos para tí. El alcalde te regala toda tu despedida de lo cotidiano, y la noche de las hogueras te alumbra siempre.
Magia. Siempre magia y locura. Y antesala de lo que ha de venir. Porque a partir de la noche más larga, de la noche N, pasará todo el futuro veraniego en tu vivir inmediato. Y el Dj. se meterá dentro del agua salada del mar y pondrá los mejores hits de agua sonora, y tiraremos a Lydia al agua cuando menos se lo espere, y luego salpicaremos a Antonio hasta que no podamos más de la fuerza de la risa. ¡Santo bafle!
Y seremos diosas y dioses de la noche enarenada, y tu sonrisa no tendrá fin. Y la fiesta se hará playa como en Ipanema, y bailarás hasta sobre tí dándolo todo. Y siempre habrá una bici o una mochila cercana, y una desinhibición que necesitas, y una linterna de móvil que precisas para verle y de paso verte a tí.
Chancla y zapatilla, toalla e informalidad, momentos novedosos y siempre inesperados, y tú le leerás el porvenir a Andrés, y te harás bruja adivinadora ante la sorpresa de Bea tu mejor amiga. Y luego Bea te dirá cosas poco rigurosas pero que a la pandilla le vendrá bien. Y la noche sostendrá fuerte la catarata de ilusiones y solo el alba romperá el encanto, y la luz del día hará que levantes el lindo culete de ahí, y que con cara cansada pero más que satisfecha te retires y abordes el nuevo día camino del descanso de tu cama casera. El nuevo día de tu vida.
-LA VIDA QUE SUEÑAS-

martes, 18 de junio de 2019

- JAIME "EL FACHA". -




Rojo de piel, cosa que suele pasar cuando se expone uno con alegría al primer calor del preverano. Segurísimo de sí mismo. Porte aparentemente de hombre educado y sesentón. En principio, muy atento. Como preparando su espacio y su momento. Dice llamarse, Jaime.
No sé nada de él. Solo sé que viste un polo de pijo, y que lleva gafas de tener dinero.
Nos sentamos unos compañeros de clase con la profesora, para la cortés despedida de fin de curso. Pedimos unos refrescos, me fijo mejor en él, y cuando todos nos damos cuenta, ya nos ha pagado a todos las respectivas consumiciones. Y como es fin de curso y más cortesía, decidimos no opositar su generosidad absolutamente impuesta.
Gana. Parece estar ganando. Algunos compañeros le van siguiendo la conversación. Yo, tiendo a no prestarle demasiada atención. Y entonces decido observarle. Porque tras su fácil sonrisa y su pose más que correcta, van a haber algunas sorpresas.
Lo sabe todo. O, esa sensación me da a mí. Que Jaime no solo lo sabe todo, e incluso todavía más de lo que le han enseñado. Algunos de sus compañeros de la conversación, empiezan a no seguirle el discurso. Tanta seguridad de las cosas que suelta, pues como que te llevan a un evidente repliegue.
Le veo un empresario hecho a sí mismo, y lo primero que pienso es en su hija, de la que afirma que no la entiende, que no se parecen en nada, pero que si en un momento determinado precisa de un hogar y de su ayuda, ahí va a estar siempre él.
Jaime no habla apenas de la mujer de la que se separó ya ha mucho. Malévolamente, la comprendo. Yo tampoco sería capaz de aguantar su prepotencia y su ego. Y casi de repente, observo que apenas cruza su mirada con la mía. No es que la esquive. Yo creo que más bien es desprecio. Como si yo no estuviera. Y como además soy tímido y especialmente cuando no estoy a gusto, decido apostar por un silencio todavía más potente. Además, al lado de la terraza del bar hay mucho tránsito de personas y cosas, y esto me distrae un tanto. Un tanto bastante ...
Hay un contertulio que le aguanta con aplomo. Jaime no oculta que más que dinero, tiene él muchos bienes inmuebles. Y, precocidad. Desde bien veinteañero se preocupó por las inversiones en bolsa y le ha ido bien. Según dice Jaime, él trabajaba de sol a sol, y nunca entiende a los vagos. A mí, insanamente, me gustaría saber cuántas viviendas tiene. Mucha mera curiosidad.
El contertulio que le aguanta las cosas a Jaime, es un cachondo. Lo que en el fondo está pretendiendo es que haya paz en la mesa por si alguien se vuelve negador ante Jaime, y por otra parte enterarse de la vida y milagros del empresario triunfador y sin barreras.
Suelta Jaime: "¡Me conozco España, bien! Y la Comunidad Valenciana, como la palma de mi mano ..."
Y sigue afirmando Jaime que anda también metido en negocios relativos al aceite,y que obtiene de sus olivos una buena producción. Y que el otro día vio a un empresario de la competencia al que según Jaime, quiso mucho. Y le espetó delante de todos: "Tú eres un ladrón. Porque eso que vendes a ese precio, no vale ni la tercera parte. Te has limitado a decorar tu establecimiento, pero la realidad es otra ..."
Su oponente empresarial le dijo que si le seguía llamando ladrón delante de todos, acabarían en los tribunales. A Jaime no le asustan los pleitos. Parece en ellos endurecido desde precoz edad. Y yo le veo violencia. Como excesiva carencia para ser capaz de comprender las razones de los otros.
Parece evidente, al menos para mí, que no solo Jaime está dominado por sus impulsos, sino que además es un perfecto facha. Había competición entre los alumnos para ver quién de todos hacía ademán y el primero, de largarse del lugar. La profesora lo pasaba mal, pero debía ser neutral y más el último día del curso. Y su sonrisa, colocaba un velo al desagrado. Y yo volví a pensar en la hija de este tipo, y en el modo de actitud vital que la habría presentado.
-COSAS FAMILIARES-

domingo, 16 de junio de 2019

- CINE= PASA EL TIEMPO INFRUCTUOSO SOBRE "LA VIDA ES BELLA". -




No la vi en su momento, y la revivo hoy. Solo es ternura y emoción. El mágico payaso Benigni triunfa a todo ingenio al lado oscuro de las botas de los nazis. ¡Oh, la Toscana! ...
Sí. Todo ternura. ¿Qué se puede hacer cuando parece que hay poco que hacer? ¡Mucho! ¡Tutto! Guido percibe que hay que jugar, y que en el mundo acorazado de los salvajes, siempre habrá necesarios escapes y artimañas creativas.
¡Dios! ¡Y, l´amore! ¡Y el bambino! Y toda la vida. Porque cuando Noa canta esa entrañable canción, se entiende mejor el contenido de su letra. Juega, sí, y salta, e inventa, y no te des por vencido y ama,y ríe, y el payaso es un alimento más que sabroso, el ingenio es blindaje y la esperanza una matriz de eterna primavera.
Exacto. La vida es bella, sí, signore Benigni. Y ha de hacerse bella, y parirse inevitablemente hermosa, y construírla positiva y recia, astutamente emocionante, que cada lógica se tambalee ante una nueva sorpresa o ante un maravilloso disparate; que nunca nadie tire pronto la toalla ...
Guido está completamente loco de vida, y por eso Dora se fija en él. La vida sitúa más vida e imana el bien. Y la risa es absolutamente trascendental, y hay que correr como locos en una bicicleta,y comediar seguridad desde el amor, y besarse hasta caerse de culo, y nunca mirar qué diantres pasará unas horas después.
¡Nunca! Siempre, concentración. Vivir el momento con astucia y convicción. Y así la vida contará contigo. Y aparecerá una bella princesa a la que sorprenderás gratamente, y la princesa olerá la colonia de tu ternura y no podrá sino decirle que sí a tu mirada. Y completarás tu paso pleno y feliz. Y entonces el contexto será casi una puta anécdota.
Nazis y ternura. Magia frente al vil. Inventarse un universo de amor protector. Tener un niño con Dora y decidir proteger y dar todo el amor. ¡Sí y sí! L´amore. La protección, la galaxia imparable de la dulzura, que te llamen absurdo y extravagante, pero que solo haces genialidades en extremo humanistas y necesarias.
El niño aprende pronto los cuentos fundamentales del padre, y es todo complicidad y confianza. Porque la vida es bella, ¡coño! Y necesita serlo para que los ojos vivarachos del bambino descubran su oportuno y filial Disney. No hay que tomarse en serio a los bestias porque no lo van a merecer. Porque la vita è bella ...
Te clavas en este film inolvidable de los noventa, y no te levantarías de la silla. Y lloras como un maravilloso imbécil porque tienes sentimientos y porque te da la gana que todo eso te nazca del corazón.
Suéltate y vuelve a ver esa película. Y dite si ha pasado el tiempo o si todavía sigue siendo siendo el minuto uno del partido. Estrenar. Estrenarse. Revivir. La vida es vivir y revivir, y decir que no hay razas ni leches sino seres humanos, y que todo lo demás son cuentos bastardos, vanos, y oscuramente fofos y embusteros.
La vita è bella, es una de la películas más emotivas que yo he visto desde siempre. Incluídas las del maestro Chaplin. Porque salen continuamente niños pequeños y grandes, y la fantasía no tiene fin, y porque es una pura lección de vida oportuna y sabrosa.
Todo en la vida es el amor y el protegerse con la mejor de las sonrisas. Lo otro es hosca falacia. Sinsentido irreal. La no vida. Por eso permitidme, amigas y amigos, que me emocione desde este escrito y que os recomiende nuevamente el visionado de esta joya sin tiempo.
Me lo ha tocado todo. Desde la vil metralleta cuyo sonido te hace sentir lo peor, hasta la nueva esperanza de la vida que nunca se ha de detener entre las cosas del niño Giosuè y del amor de una madre.
Y siempre vendrá la paz tras la tormenta, y la calma tras el vendaval, y la comida rehará al hambriento, y el viento y la lluvia serán los efectos especiales de la fuerza imparable del vivir.
¡GRAZIE, BENIGNI!

jueves, 13 de junio de 2019

- NO ME GUSTA SU PODER -




Intuí. La intuí. Nunca terminó de convencerme lo que me decía. Era y es tentador. Muy tentador. Pero había algo en Sheyla que me tiraba hacia atrás.
No la conocí en internet. Solo tomé contacto con ella por ese medio. La conocí en persona el otro día, y mis impresiones se ratificaron. No me gusta la generosidad de Sheyla. Ahora que ya la he visto cara a cara, vi sus ojos y me parecieron excesiva y estratégicamente confiados. Mientras tomábamos algo cerca de un coqueto teatro, la mujer se soltó de sus máscaras.
Sí. Su mirada es muy dura. La de alguien que ha sufrido mucho, pero que ha comprendido poco. Perdió a su marido, pero nunca la idea del Poder. ¡No me cuentas nada de eso, Sheyla! No me interesa. ¡Ay, esta mujer! Codeándose con políticos conocidos, con todo el interior de lo palaciego y económico, de los tesoros y de la incredulidad ...
Yo, sonreí a Sheyla. Puede hacerme muy bien económico. Pero bastante mal del otro. Del humano. Porque Sheyla parece actuar desde la caridad, pero lo que hace es actuar desde la inversión. Quiere hacerme grande y notorio, para ella sentirse la gran madrina de mis éxitos. Quiere conseguirme lo que haga falta, pero no me conoce.
Yo, no aparte mis ojos de ella en toda la charla y el encuentro. Y la noté, más que decepcionada, incómoda. Debe conocerla todo dios, y eso insufla vanidad y ganas de privacidad. Y que no la observen tan fíjamente ...
Criticó con fiereza a todo quisque. Sin piedad. Destacó a los de su cuerda y defenestró fuertemente a los otros. Sheyla se ve y se sabe poderosa. Dice que es crítica de arte, pero yo creo que eso solo es la utilización de un título o de una peculiaridad. Veterana y como amargada, sin capacidad de sorpresa, como sabiéndoselo todo, hoy en Madrid, mañana en Asturias, o pasado mañana en Toledo o en Córdoba. 
Sheyla quiere ser mi teacher o mi amiga a escondidas que busca el caramelo de mi promoción. Pero si le soy yo y la digo lo que pienso, me llamará desagradecido y torpe. Lo sé. Me esclavizará entre sus brazos de oro, me presentará a señoras espléndidas, y le pondrá reto excitante a mi vida.
Pero yo soy como soy y siempre le diré que no a Sheyla. Y además, me gusta jugar a los augures y a las adivinanzas. Pero no quiero ser un pícaro, y me gusta más morir de pie con mi destino el que sea. Y por las noches, dormir como un tronco ...
Pronostico. Al acabar de tomar los cafés respectivos, me sorprendió su velocidad y agilidad. Se iba sin pagar y con una maestría desconcertante. De hecho, casi lo había conseguido cuando yo se lo dije y se acabó su magia malabar. Su argucia.
Eso sí. Por supuesto que no me dejó invitarla. Yo, no insistí mucho. Si insisto, seguro que me la cargo, Sheyla. Nunca me lo reconocerá. A veces falla inoportunamente la memoria. Esa memoria que a mí nunca me falla, y cuando sucede es sincera ...
Ya en la calle, volvió a colocarse sus negras gafas. Sheyla no quiere ser reconocida, no es coquetería, sino estrategia. Caminar por el Poder debe ser un incordio, pero si es vocacional debe convertirse en vacilón.
Y entonces los granujas se convierten en listos, y los mujeriegos en toreros triunfadores, y los que no pagan en unos vagos, y a la tradición no se la menea porque todo debe seguir inmóvil y seguro.
Sheyla me dijo algo de un ex Presidente que preferí no entender. Y siguió hablándome de las personas a las que encumbra hacia un éxito o a una mayor relevancia. Pero luego lo va contando de unos a otros mientras juega con todos. Sí y sí. Sheyla es el Poder. Y su discurso me da entre pánico, vértigo y fealdad. Prefiero menos intriga y más división de matices. Menos cosa categórica.
Y Sheyla tiene bien claro lo que no le gusta, que es mucho. A mí acabó viéndome nervioso y extraño ante la pose que monté, y me invitó a hacerme a un lado. Yo lo agradecí fervientemente y tomé un metro cercano camino de mí y de mi realidad.
-ME GUSTÓ NO GUSTARLE-

domingo, 9 de junio de 2019

- RAFA NADAL NO ES TERRESTRE= ¡¡¡ 12 ROLAND GARROS !!!. -




Dominic Thiem no podía sospechar lo que le iba a pasar en el tercer set de la final del Garros 2019 ante el extraterrestre Rafa Nadal. Había hecho un sensacional primer set aunque lo perdiera, y un segundo set de buen nivel que acababa de ganar.
Y, en seguida, sin pensarlo ni imaginarlo, al austríaco le vino un sunami descorazonador. ¡No! No se puede ganar Roland Garros cometiendo en ese tercer set fallos de bulto ante Rafa. Porque si se baja demasiado, le Roi de París te gana. Y si te gana ese decisivo tercer set sin que la huelas, entonces la cabeza y las emociones se te hunden y ya eres un cadáver en las fauces definitivas del manacorí genial. Que fue lo que sucedió.
Cachazas, frío, concentrado, con kriptonita en la cabeza, un astro llamado Nadal ni se inmutó cuando las vio complicadas, y entonces por todo lo contrario volvió a sacar su gen y su leyenda de gran devastador.
Tranquilo en su Philippe-Chatrier, sereno, elegante, agresivo, pegador y talentoso en el saque y en la volea. Rapidísimo, matador, siempre más que metido en el partido, se lanzó a por todas en ese nadalesco tercer set. Se la jugó y correteó buscando todas las pelotas, alargó alegre y feliz sus brazos, se puso de frente y hacia adelante, y el saque nunca le falló. ¿Quién puede ganar así a Rafa?, ¿alguien puede saberlo? ...
Novak Djokovic estuvo demasiado protestón en el Garros. Demasiado y tontamente enfadado. Impropio su comportamiento siendo número 1. Ganó insultantemente al principio a todos sus rivales, pero en semifinales con el joven y educado Thiem perdió los papeles y se autohundió a sí mismo. El tenis exige tener una cabeza de acero, y eso desgasta profundamente, te desconcentra y te jode vivo. Y no te deja ser todo tú.
Fue exactamente lo mismo que le pasó a Thiem en ese brutal tercer set de Tarzán Nadal. Y si se me apura, también en el postrero cuarto y definitivo set. Cuando te cascan 6-1 en un arriesgadísimo set de un Grand Slam, has de aguardar tu nueva oportunidad y esconder en una caja b los nervios de la cancha. No lo logró el austríaco,-el cual es sin duda el mejor relevo de Rafa en la arcilla-, y su cara se crispó y ya no fue él.
Rafa, tranquilón, frío, sin miedo, dando ejemplo a los jóvenes, luchando, sin prisa, comenzó a construír el entierro decorativo de su rival. Concentrado como un robot inteligente, sin miramientos, sumando puntos, resistiendo como un marathoniano, y convencido plenamente en que sus posibilidades estaban intactas y al alcance de su raqueta mágica.
Decir que Supermán Nadal ha ganado éste,-su duodécimo Roland Garros  y sin despeinarse-, parece una chulada vanidosa. Pero es que ha hecho todo lo lógico que debía hacer. Es difícil construír tanta seguridad en uno mismo. Confianza ciega la del puto amo. ¿Capítulo de piropos? Todos los que se digan habrán de estar bien acertados.
Los jóvenes siguen sin asustar a los grandes carrozas, y no se ha visto ni a Zverev ni a Tsitsipas, y a Rafa solo le ha visto algo el pelo el fenomenal Thiem. Hay que seguir teniendo paciencia con los relevos.
Lo de Rafa Nadal, se dice pronto. Treinta y tres años recién cumplidos sin rivales en la tierra batida, y con la ilusión de que su vida en el Olimpo se prolongue en Wimbledon o en la superficie dura si es que su rodilla dice que sí y que bien.
Parece que el máximo rival del futuro de Rafa es el propio Rafa. Y ahora pido que se me permita loar al mejor deportista español de todos los tiempos. Más que Induráin o el que queráis. Nunca ha visto a un bicho así y con tanta hambre de ganar, y ganar, y ganar, y de seguir ganando. Es su misterio. Ganará y será un tiburón mientras siga ilusionado, y esperemos por el bien del Tenis que dure mucho todavía.
¡MERCI BEAUCOUP, MONSIEUR NADAL!

sábado, 8 de junio de 2019

- CHICHO I. SERRADOR, LA MAGIA DE LA INNOVACIÓN. -




Un tipo raro. Alguien nuevo, que venía de Argentina y que cambió la televisión de España y la hizo de hoy. Convirtió el blanco y negro en la naturalidad del color. Un genio creativo, abrupto y muy humano.
El mismo Chicho admitía el cuento de su infancia poco feliz. Aquello, le marcó. Lo que pasa es que su tedio y postergación le llevaron camino del talento y de una arrolladora creatividad.
La tele era un cementerio de mediocres temerosos, y entonces llegó Ibáñez Serrador y lo cambió todo. Chicho era el teatro. Siempre fue el teatro, y los sentimientos, y las emociones en acción, y la dureza del perfeccionista, y el puto amo. Fue el jefe porque lo valía, y su imaginación nunca tuvo fin. En su familia teatral hay apellidos históricos y mediterráneos como Serrador, Marí o Cotanda. Mucha mediterraneidad. Su padre era feísimo y un actor impresionante. El gran Ibáñez Menta. Su madre, la también actriz, Pepita Serrador.
Polifacético y sorprendente, con aquella mirada de poderoso inquietante que parecía jugar al desconcierto. Aquellas gafas de culo de vaso y aquella barba. Y su enorme talento.
A mí, al principio, no me hacía gracia porque me daba miedo. Como sus "Historias para no dormir", en las cuales acojonaba utilizando el terror psicológico, imagino que el que debió sentir cuando de pequeño una enfermedad le colocaba en un segundo plano. Alguien dijo que fue el "Hitchcock" español, y algo así fue también.
Los genios polifacéticos, son capaces de casi todo. Hasta de confiar que no fue un buen padre porque nunca estaba en casa, y que esa faceta la hizo mal. Confesaba cosas valientes y profundas, y era extraordinariamente exigente. No soportaba la mediocridad.
La vida se le puso dura, y decidió tomar decisiones. O guardaba en el armario toda su timidez, o se lanzaba al ataque en busca de lo que fuera en su talento.
Tras el miedo y el cine: "¿Quién puede matar a un niño?", llegó la magia de su programa emblema: el "Un, dos, tres ... responda otra vez". Ahí lo metió todo de su vida. Horas infatigables de trabajo, teatro, humor, belleza, agilidad, actrices, promociones, y toda la expectación de las familias de españoles legión, que le veían con avidez el programa. Aquel concurso fue una fábrica de éxito. Se acabó la importación, y la tele de España se hizo propia y logró hasta exportar.
Innovó y expelió una forma actualizada y dinámica de hacer una nueva televisión. Fue el padre de la televisión. Hubo un antes y un después de él. Sus ideas ayudaron a crear un nuevo horizonte catódico. La tele rancia y previsible, recogía impulso y seriedad, y se dignificaba hacia el éxito sin parangón. El ocio y la noche familiar, eran suyas. Inventó lo que ahora es la televisión comercial y atractiva, y fue ecléctico y tremendamente perfeccionista. El número 1. El genio imprescindible. Y esos cambios coincidían con la aspiración de un país que se movía a su paso. Un coche, una notoriedad, un apartamento, y todas las cosas así. Como los participantes que no conseguían ganar el más mínimo premio.
Chicho fue grande, humano, generoso y desgarrador. Potente. Bajó a la dulzura ahora pija del "Waku Waku", y nos encadiló con momentos dulces y perfectamente elaborados y frescos. Sorprendía a los no sorprendidos. Hacía productos impecables. Fue valiente con "Hablemos de sexo", que presentó la doctora Elena Ochoa.
Chicho no fue provocador sino especial. O le tragabas, o le rechazabas del todo. Con él no podía haber términos medios. Era tajante y entrañable, duro, nos comprendió como pocos, y tuvo muchas licencias personales.
Hombre de fuerte carácter con su intención de la perfección. Fue incapaz hasta de perdonarse a sí mismo aunque luego lo matizara todo. Ibáñez Serrador fue quien puso la tele en otro lugar de los hogares. Pero también me ha apasionado de él su faceta personal, casi convertida en un personaje total.
Me hace gracia escuchar a Mayra Gómez Kemp, cuando dice de él que fue un gran jefe pero no un amigo. La ironia y la atmósfera personal del argentino, crearon el escenario de las dudas. Seguro que no la abrazaba para generar expectación. ¡Vaya usted a saber! Porque siempre habrá misterio en Chicho. No intentemos desmenuzar a un genio. Trae muchas más dudas el hacerlo. Fue colosal Chicho, grande, dio terror y entretenimiento, risa, cine, tele nueva, circo, música y magia. Nos sorprendió y le dejamos pasar y hacer. Porque siempre fue imparable e incontenible.
-UN MAESTRO INOLVIDABLE-

miércoles, 5 de junio de 2019

- TERESA BUSCA SU LUGAR -




Alta, luchadora, práctica, vulnerable, buscadora, de vivir su tiempo, infatigable, atrevida y rabiosamente actual.
Veinteañera que avanza hacia la treintena asumiendo las cosas. Siempre tratando de experimentar su momento y su mundo, en busca del placer de los hombres que le gustan, amante de la televisión por adentro, femenina, guapa, clásica, resultona, y muy agradable cuando alguien le agrada.
Teresa es parlanchina y apenas sabe escuchar. Tiene heridas emocionales que nunca confesará, y es como si necesitara un gran cariño de seguridad. Es selectiva y de malos o carentes modales. Lo que quiere ser, es estrella y triunfadora, observar lo que las demás chicas de metro y ochenta centímetros sin tacones como ella son capaces de revelar y expresar, y siente expectación absoluta por las cosas que se concretan a velocidad digital.
Trata con su belleza de tapar su menoridad intelectual. ¿Qué importa eso? Lo que le importa a esa niña que va hacia los terrenos de mujer, es la notoriedad y la necesidad de que nunca la excluyan de ninguna parte.
¿Por qué apenas escucha la bella Teresa? También es un mal actual y cotidiano, y quizás no sea momento para grandes indagares. Teresa no quiere patrones ni amigos absorbentes, ni padres excesivos que controlen sus vestidos o su sonrisa. Teresa quiere ser ella misma, y a veces le cuesta mucho. Y esa dificultad preocupante, la combina con el juego y la aventura. Juega a vivir.
Teresa quiere estar a la última, y admirar a las chicas geniales que cantan en los platós televisivos y que emocionan dándolo todo a la gente. Quizás ésta sea una de las claves del juego de teresa. Jugar a saltar, a darlo todo, a la sonrisa de chica eterna y glamourosa, competir con otras bellezas, y seguir a los chicos potentes de cualquier nacionalidad pero que sean capaces de hacerla reír.
Teresa necesita a gente que la anime, que la ayude a ser ella misma, que la empuje hacia la fama de ser feliz, a comerse el mundo con las manos y ponérselo por montera. Teresa aún va necesitando a un protector que la diga sí a todo, pero que no sea un pelota.
Teresa aún no tiene claro el equipo de sí misma en el que quiere jugar. Duda mucho y a menudo tiene bajones. Sube y baja, pero busca nuevos ascensores y gente que realmente la escuche y que nunca sean aburridos. ¡Por dios! ...
Teresa no rivaliza bien. Sabe que hay lagartas impresentables de las que debe alejarse, pero también conoce que le cuesta integrarse en su mundo y que aún le pellizquea la idea de revolotear cual mariposa en un tiempo sin guión y en el que pasen muchos azares inesperadamente gratos.
A Teresa nunca le digas lo que tiene que hacer aunque puedas ver que no tiene ni idea de lo que hace. No se te ocurra. Déjala. Permite que madure, que esté verde y que pase el tiempo; confía que dulcifique como hace la fruta pero no le metas prisa ni presión.
Y al final Teresa se te pone cerca y con su naturalidad se hace un self contigo y sin que se lo pidas. Y te mira de reojo y no se separa, y confía en la compañía porque siente pánico a su momento indeciso de soledad.
Si le plantas cara a Teresa te montará un pollo, sus manos se pondrán viscosas de ansiedad y malestar, y tenderá a huír, a refugiarse, a no encarar su crecer y su vida; a replegarse nuevamente sobre sus dudas evidentes.
Teresa parece dura, pero se le pueden abrir las capas de decisión y hasta de generosidad. Y ser más lagarta que las más lagartas, y más alta que las alemanas, y más presente que un exagerado acaparador. Y Teresa suda las hormonas de su energía, y sueña al mañana y a la agenda cerrada. Y si encuentra a su príncipe, puede que no vuelvas a saber nada de ella.
¿HACEMOS APUESTAS?

domingo, 2 de junio de 2019

- EL LIVERPOOL RECUPERA SU CARISMA DE CAMPEÓN 2019. -




Champions 2019. Año de sorpresas. En el Wanda del Atlético de Madrid no hubo demasiada pelea. El Liverpool ganó con oficio al Tottenham. Lo también previsible en las apuestas.
Allá en donde esté, el gran Bob Paisley habrá vuelto a sonreír. Los reds, los carismáticos rojos, suelen ser así y asestar la gesta cuando pocos lo prevén. Es el equipo simpático y beatle de Inglaterra. Adormecidos los vecinos de Manchester o los pijos del Chelsea, reaparece un club con personalidad propia y singular, un rebelde entre mitos, y con un sabor a fútbol y a pasión absolutamente innegables.
Cuando el padre Bobby Charlton y compañía descansaron y abrieron el fútbol hacia el éxito fuera de las Islas, el testigo trató de recogerlo ese City ahora de Guardiola que juega bien y que parece gafado para la Champions.
Mourinho no solo no ha resuelto nada, sino que ya no existe. Como en aquellos maravillosos setenta y ochenta de Paisley, Dalglish y sus equipos ofensivos, atractivos y de talento, el Liverpool se crecía con tipos como Keegan o el propio Dalglish, con Rush, o Souness, o Kennedy, o centenares de ejemplos que lograron sus primeras Copas de Europa. Ver jugar a aquel Liverpool era gozar de salir a contemplar un fútbol organizado pero que era capaz de salirse de la ortodoxia para agradar un poco más y para sentirse superiores y demostrarlo.
El Liverpool tiene icono y mito aunque se crea que es un ente épico que  ha de esperar sentado a que los demás equipos de la Premier League anden mohínos o irreconocibles. Pero, no. El Liverpool, su color rojo, su historia viva y eterna,- que se contrae en su himno: "Nunca caminarás solo",- es mucho más que real.
El fútbol del Liverpool no está basado en el money, sino en la tradición sacra y en la creencia profunda en sus propias posibilidades, las cuales le llegan y vienen desde la raíz.
El rojo desparpajo de los de Anfield en la camiseta, da color y fans, prestigio y audacia, conquista y posibilidad. Aquel Liverpool mágico, superó la catástrofe de Heysel y juega en la esencia como el actual de Klopp. Sin temores, con pasión, pero también con una arquitecta calidad a la que si sumas un talento técnico individual tienes el buen proyecto asegurado. Ahora tienen a Salah, como antes tuvieron a otros jugadores decisivos. Pero la matriz y la decisión es la frescura y la personalidad. Un equipo noble y simpático, atractivo y esperanzador, y siempre dispuesto a reinventarse sin dejarse nunca atrás al pasado ni a su gente.
Pochettino es valiente y un gran ganador, pero no vio la manera de contrarrestar a la alegría y al azar de su rival. Y debió el argentino coach de Harry Kane, de felicitar a los nuevos campeones de Europa.
Los de Anfield la han liado. Han superado a todos los clubes este año, y han ganado su sexta Champions. La leyenda, sigue viva y ahí. Porque hay cosas que no mata el tiempo ni el dinero. El entusiasmo trufado de calidad y de lógica, suele dar frutos en este negocio.
Supporters y fans, festejan a cerveza y cántico limpio la gran gesta. Porque es más que merecida dicha fiesta. Porque los reds son capaces de alimentar al fútbol con la idea certera de que todo es posible. El Liverpool es como el innovador Ajax del Reino Unido, pero con su propio modo y saber de cocinar sus estrategias y proyectos. El Liverpool no tiene mucho misterio. Solo hay que tener ganas de llegar a ese club, de ponerse esa roja camiseta, de no tener nunca miedo a nadie, y de hacer que los demás sí les teman a éllos. Y, con todo el absoluto motivo.
CONGRATULATIONS, REDS!