6:29
jose vicente ortí
Seguramente, la palabra que encabeza este escrito, es la que mejor refleja ahora la etapa de mi vida por la que transcurro en mi crecer y descubrimiento personal.
Sí. Hacerme a lo nuevo y a lo que me es necesario. Lo que pasa, es que eso nunca puede suceder de inmediato. Se trata de un vivir paulatino, en un tiempo y en una situación nueva e inédita. Vivir mi propia vida, asumiendo plenamente mi autogestión y mi libre albedrío.
Os confieso que cuesta. Porque son muchas cosas. Muchos retos que parecen entrelazarse a la vez, como un juego difícil y adverso. Pero nada de adverso sino todo lo contrario tiene el sendero de crecer. Te ves diferente y nuevo, en un lugar que amas pero que no comprendes lo suficiente, y entonces aparecen tentaciones inmovilistas que parecen querer demorar mi inevitabilidad.
Casa nueva, óptica diferente, valoración distinta de las cosas, mirar hacia atrás con rigor y sin ira, no caer en victimismos de complacencia, y buscar mucho. Explorar. Valorar y ver, y no tener una prisa excesiva. Meditar y seguir. Tomarse pausas, descansar más, no agotarse en el esfuerzo de todo cambio, y valorar mejor y con más optimismo la perspectiva mía de futuro.
Familiarización. Substituír esa familia que nunca tuve, por el advenimiento de una nueva disposición y unas buenas elecciones amicales. Acostumbrarme al hábito. Hacerme a la persistencia, y aprender a coger más disciplina para mi bienestar. Jugar con la idea de la conciencia limpia, y ejercer un fuerte pulso que haga vencer mi contención ante el impulso apresurado y ansioso.
Es bello y bien bonito superarme cada día. Como cuando alguien se jubila y se matricula en una escuela de mayores. Es francamente loable y eterno, y dice mucho de la persona que en lo último que piensa es en el retiro o en el lamento.
Sé que me duele mi vida. Pero también sé que este obligado Rubicón, es imprescindible para avanzar hacia mí. Porque al otro lado de ese paso y de ese coronar, hay un mejor y más adecuado tiempo de sosiego.
Y sé que familiarizarme es repasar todo cuanto se halla a mi alrededor y friamente. Mirar con rigor mi realidad, y ganar una personalidad sólida y franca. Ser familia de mí mismo. Ser mi padre y también mi hijo. Ser adulto sin renunciar a ese niño mago y traviesón que en mayor o menor medida todos tenemos adentro y en el corazón.
Tener nuevos tíos, y nuevos primos, y muchos hermanos, y algún que otro hijo. Casarme y unirme con mi realidad y con mi verdad, y escuchar todo lo positivo y lo auténtico. Y construír unos lazos afectivos más profundos y menos superficiales, y hacer que no se note apenas mi dolor.
Nadie duda que avanzar y ser más tú, hace que tus huesos se quejen y que tu ropa se te quede pequeña e inadecuada. Ser otro tiene estas cosas. Abordar sin temores lo cotidiano y lo venidero, es algo para mí necesario e inaplazable. Es mi obligación dejarme la piel en el empeño por perfeccionarme como ser humano, hasta el último de mis días. Porque es la mejor medida que puedo tomar.
Jode y cansa todo esto. Fastidia la incomprensión y el desencuentro, pero forman parte de mis reglas del juego. Yo tengo a favor que soy muy tenaz. Muy cabezota. Y cuando veo lo inevitable, antonces no me gusta quedarme parado para que nadie me lo indique. Mi personalidad es así de rápida y de peculiar.
¡Oh, mi propia familia! No es un sueño. Nada de ensoñaciones ni disneylandias inanes y huecas. Mi familia se hará, se construirá, se constituirá, y seré un hombre feliz y acorde con el tiempo que se me propone.
Y todo lo que no me sirve lo tiraré a la basura, y lo que entre en mi vida será para ser gozado y laborado. Y entonces miraré el momento actual con una sonrisa de ternura y hasta apaludiré esta mi bisoñez que tiene lógica e historia.
-NO LO DUDO NI YO-
6:21
jose vicente ortí
Hace ya algunos años. Una curva letal y peligrosísima en la línea 1 del Metro de la ciudad de Valencia. Un maquinista que va demasiado rápido, y vuelcan algunos vagones. Cuarenta y tres muertos.
¿Responsabilidades políticas? ¡Ninguna! Le echaron la culpa de todo al maquinista, el cual también falleció en aquella terrible tragedia.
En la Plaza de la Virgen, puedes ver a un grupo de gente con pancartas que protesta al considerar que no se quiso ir a la raíz y a la madre del cordero. Los familiares de los muertos y de los heridos, ahora escasos pero irreductibles, siguen reclamando justicia y responsabilidad.
El periodista de la "Sexta" Jordi Évole, hablaba con algunos protagonistas de aquel hecho terrible. Muy poquitos se atreven a contar la verdad. Bien pocos son los que no tienen miedo a las represalias. El Gobierno valenciano, siempre presuntamente, había decidido lo que iba a pasar como estrategia de defensa. Tapar, tapar, y tapar. Y el miedo gestó un olvido escandaloso. Bestial.
Al parecer, nada se hizo bien. Solo un maquinista libre, dijo lo que pensaba. Y habló de dejadez. De que esa curva era un enorme punto negro que llevaría al desastre más pronto que tarde. Que no se hizo apenas nada para corregir el gran defecto del trazado de esa curva de la fatídica línea 1, y que ni siquiera la baliza de sistema automático que permitiría reducir la velocidad por si se apretaba el acelerador del convoy más de la cuenta, se preparó para la contingencia. No se puso nunca el debido y básico interés, y la desgracia terminó por ocurrir. Al parecer el Gobierno del Presidente Francisco Camps tenía otras prioridades y otros proyectos y eventos en el horizonte. Y los consellers, exactamente lo mismo.
Cuarenta y tres muertos en una ciudad grande como Valencia. ¿Por qué una cifra tan escandalosa? Arcadas puede dar entender dicho porqué. No se cuidó la citada línea del Metro, los vagones eran de risa, y los ventanales estaban protegidos por una silicona elemental. Seguridad, cero ...
La omertá, el silencio y el mangoneo, se anticiparon al sentido común. Nadie quiso asumir la responsabilidad, dimitir e irse a su casa. El juicio fue muy rápido. A nadie le pasó nada. Todos se libraron. Desaparecieron objetos y pruebas, pero nada se demostró.
Años más tarde, el diario "El Mundo" reveló que se había llamado a todos los técnicos a unas "reuniones" para darles así las consignas. Se les instó a que no dijeran nada comprometedor.
Ayer, en la tele, un don Tancredo lo confirmaba. Decía que él tenía la conciencia tranquila, aunque en aquellos momentos calló como puta. Sí. Nadie dijo una sola verdad. Solo había que declarar mentiras y vaguedades, y nunca utilizar palabras como baliza o tragedia. Toda una operación maquillada, destinada para salvarse el culo los unos a los otros. Vergüenza, es poco. Lo que te da ver éso, es rabia e impotencia.
El socialista Andrés Perelló, dio en la diana. No solo el Partido Popular valenciano decidió no decir la verdad y tratar de comprar en un acto vil todas las voluntades posibles a cambio de dinero. No. No solo paso éso. Lo del Metro, fue mucho más. Porque hubo una complicidad casi general y de consenso. La sociedad y las gentes valencianas en su conjunto, decidieron mirar hacia otros lados.
Y volvieron a votar a aquellos miserables, que todavía siguen ahí en el Poder algunos de ellos. Y se emborracharon con la Copa del América, la Ciudad de las Ciencias, o con el urbano circuito de la Fórmula 1. Y se quedaron mirando la visita del Papa, y sin coraje ni reacción cívica. Este punto negro de la curva de la línea 1 del Metro de Valencia, fue un punto negro general en una sociedad que prefirió hacer la vista gorda.
El valiente Jordi Évole, director del programa "Salvados" de la "Sexta Televisión", llamó al teléfono personal del ex conseller Juan Cotino, y el interfecto le dijo que no era él sino su hermano. De risa. Era él. Esa fue la idea: "oiga, yo no he sido y no me fastidie" ...
-SENCILLAMENTE VERGONZOSO E INMORAL-
9:26
jose vicente ortí
En los tiempos actuales siempre es saludable y profiláctico volver a la raíz y a la verdad del microcosmos.
Fue casual. El otro día. En el dial de la radio, todavía se respira un extraño y romántico aire de libertad. Nunca sabes del todo qué va a pasar, y al lado de previsibles programas de música disco y de consumo fugaz, puedes encontrar cosas rurales e inesperadas. De, siempre.
Era, fútbol. Pero nada de ese fútbol de élite y de masa ambiciosa y de algarabía. La presentadora era una chica de aquí de Valencia, que hacía una especie de Carrusel Deportivo casero y propio. Conectaba con campos de fútbol y en directo de la Regional Preferente o de la Tercera División. Y, había vida. Porque, ahí, en esos campos de Dios, siempre está la gran verdad del deporte y la gran sorpresa de la cantera y de las categorías inferiores. Sí. De los equipos de pueblo, de los de habla valenciana y castiza y de la boca de unos locutores eternos y amateurs, gritando peligro y goles de muchachos aparentemente inexistentes.
Nada de fútbol de mercado. La gente de los pueblos sigue yendo a sus modestos e incómodos campos con césped y calvas, y hasta de tierra cuidada con esmero y diferente éxito.
Es un micromundo real y apasionante. Hay mucha verdad. Nos cuentan los sucederes, con idéntica pasión con que hablarían del Valencia, el Levante, el Barça o el Madrid. Es la misma ilusión, los mismos sábados y domingos por la tarde, equipos preparados físicamente, y con sus futbolistas válidos y extremadamente aficionados. Aficionados a algo que les gusta vivir, practicar, contemplar, admirar, glosar, y hasta soltar por las ondas hertzianas. Es como un viaje al mundo del amateurismo y a la aparente falta de ambición. El gran motor del fútbol.
Estas personas que están dentro y alrededor del fútbol de Tercera División y de categorías inferiores, pueden valorar y alegrarse de la difusión de su fútbol. Y nos recuerdan que el fútbol está vivo gracias a ellos, y que a veces el capitalismo del balompié solo es el resultado de dicho manantial colosal de ilusión.
En esos equipos hay veteranos que nunca se labrarán un porvenir jugando al balón redondo. Pero también hay chavales jóvenes con toda la vida por delante para demostrar que son buenos y que lo podrían hacer mucho mejor si los magnates les dieran comodidad, recursos y posibilidades.
En mi Valencia, los internacionales Puchades y Claramunt salieron desde los pueblos y equipos de Sueca y Puzol respectivamente. Valencianos hasta la médula, y dos superclases.
Ese mundo olvidado me lleva a los mercadillos de otros tiempos, al contexto de los pueblos, a la familiaridad de esa vecindad que todavía lo sigue siendo, y que ahora solo es pasto y trasiego de ojeadores de equipos grandes y de marca.
Es hermoso y nostálgico poner esa radio eterna, y ver al tío del puro que se sienta en las gradas y hace chistes con sus amigos, o la seriedad de unos chavales que entrenan en terrenos casi de risa para que su campo de juego esté lo mejor posible el día del partido, y que se dejan ver, y que asumen que el foco de la tele no irá a verles así como así, pero que absolutamente todo vale la pena.
Escuchar la verdad y la sinceridad de un locutor local decir que un partido de Tercera: "ha sido sensacional", te hace sentir entraña y respeto por todos esos personajes que lanzan toda su sincera verdad, y que contrasta con tertulias populares de tipos oportunistas que solo hablan del fútbol de Messi y de Cristiano, y que se ponen el mono de forofo y se esconden entre la masa para decir lo que se desea oír.
No. En el fútbol de Tercera y de Regional, hay una verdad eterna e irreductible. Casi, mágica. Parece imposible que todavía estén ahí las raíces de los árboles altos que crecen y crecen para que nos aprovechamos de sus frutos coloridos. Mas lo importante es la raíz.
-ES BÁSICA-
10:22
jose vicente ortí
Policarpo Díaz. El "Potro de Vallecas". Su apodo como campeón de boxeo. Su barriada y su fragilidad. Como tantos chicos pobres. El imperio de la violencia y de la desesperación.
Poli sigue niño parece que destinado a males de exclusión. Las malas compaías y la ambición desmedida y no digerida. Acaba de atizarle hace nada con un destornillador a otro tipo. Es el mundo europeo y español del subsistir a codazo limpio en los mundos menores y paralelos.
Poli Díaz ya hace tiempo que ha pasado de héroe a ídolo por el suelo. Es la amargura del pobre que ve cómo se le escapan las cosas de la vida y decide tomar la calle de en medio. Llueva o truene. Desnudo.
El lumpen, el hampa, el mundo sucio, las drogas, las orgías, las mujeres que no le convienen y aquellos puños que le hicieron carisma español. El boxeo y su decadencia. El refugio inmediato en la caricia del oponente. La búsqueda de un rival. Hay que pegarle a otro porque la vida es cabrona y feroz. Te tira al suelo y pasa de tí.
Te lanza retos imposibles, te pide los deberes, te muestra gimnasio de infelices, y toda la televisión infantil y del morbo. Hace Poli películas de hombre liberal y hace sexo y pasión adulta con señoritas de cama y cámara. Negocio del goce.
El "Potro" es otro. Detrás de esa sonrisa picarona hay una gran deuda personal. Las cosas no son tan cabronas. O, no deberían serlo. El día que Poli cambie el destornillador por otra cosa con balas, hablaremos de un convicto definitivo. Chamusquina. Madrid también tiene sus favelas y su Vallecas, y sus enormes carencias, y sus grandes desequilibrios, y enormes lugares donde los drogadictos viven otra galaxia y muchísima exclusión.
La literatura del ídolo caído, la que se ve venir, la familia desestructurada que propicia que las cosas acaben mal, y la inercia de la imperante rabia y violencia. Pero Policarpo existe ...
Sí. Existen los muchachos que se dan a todo menos a sí mismos, y es evidente que parecen ser engullidos por una especie de mundo bien y de escarnio, que les hace escrache. Que, les jode ...
En una atmósfera económica que nos lleva a todos a la menoridad y a la exclusión, los que ya cayeron más abajo en bonanza lo van notando más. Los enfermos se quejan sobremanera, ceden los hospitales, las casas y los profesores, y hasta los centros de reeducación y de atención desde la solidaridad. No hay nada.
¿Y Poli Diaz?, ¿qué hay para Poli Díaz? Solo malas noticias que apenas marcan escondidas páginas de los diarios y noticieros. Porque Poli pasa de todo, si es que alguna vez hizo caso a alguien.
Poli Diaz es un boxeador noqueado que debería volver al deporte para no pegarse con nadie. Pero desde su infante juventud, ha sembrado las piedras de nuevos enemigos y de nuevos buscavidas. Lo lleva complicado. Poli es ahora un ser extraviado y frágil. Más que un adolescente desconcertado por unas larguísimas piernas femeninas.
Fue pegador y descabellado, animoso y simpaticón, lo dio todo por lograr cosas, pero a sus jóvenes cuarenta y cinco años parece muy cansado y casi anecdótico. Es la historia magnificada de un semimarginal al que nadie nos importa un carajo y que nos da igual si acaba lastimado definitivamente tras una puñalada trapera y anónima.
Dentro de la gran hipocresía casi institucionalizada, no contamos con el ser que se cae demasiado, y no tenemos paciencia para con él, y abusamos de él y de sus circunstancias, y decidimos mofarnos de ese chiquitajo inmaduro que quizás le parezca bien vivir ese tipo de vida. Vivir la nada ...
Nos hemos vuelto demasiado finolis y policiales para acordarnos ya apenas del "Potro de Vallecas", el gran campeón del boxeo. Preferimos acordarnos de un pobre beodo que perdía sangre y combates, y que se hacía el semental de bolsillo con frescas sin escrúpulos fornicando en las camas con truco.
Golpes, broncas, cárcel, ex novias, droga, alcohol, camarillas letales, submundo, feísmo, cosa abrupta, y todo demasiado complicado que estamos en crisis. Queremos tipos que juegen al tenis o que ganen partidos con el Barça o el Madrid. Nos molesta el débil y el asilvestrado, el loco y el rebelde. Por eso nos sentimos casi mejor cuando vemos a nuestros enfants terribles en off side.
-PORQUE YA NOS DOMARON-
6:23
jose vicente ortí
Dana Ontova. Demasiado joven. Mujer. Veintiocho años. Bella, y condicionada por un machismo feroz. Gran jugadora de ajedrez. Aspirante a campeona del mundo. Nada de sexos en lucha. Va a disputar la gran partida mediática frente al indiscutible número 1, el varón James Dondrop, checo y triunfador. ¿Qué quiere la advenediza al imperio de los hombres, la rubia moscovita Ontova?, ¿acaso cosas posibles y ambiciosas?, ¿humillar? ...
Pues la verdad es que no. Dana no quiere líos ni polémicas. Solo reivindica sus derechos de mujer. El circo mediático está servido. Desde el mismo día en el que se puso a derrotar a hombres, y no digamos desde que la Asociación Mundial del Ajedrez decidió nombrarla aspirante al gran trono del genio Dondrop.
Dana Ontova trata de aceptar toda la presión. No quiere chismorreos, y solo el concentrarse en este deporte. Nada de concesiones al sexy. Al menos, por ahora. Huye de declaraciones explosivas, y saca una extraña red de blindaje para defenderse de un evidente enjambre de varones que solo van a tratar de desestabilizarla. Dana, es más que lista. También es genial aunque pocos la crean y muchos la digan intrusa en el imperio de la sabiduría.
Ontova es hermosa a rabiar, pero va de mono de faena. Ausencia de maquillaje, todo pantalones, y apuesta por el calzado plano. Huye de toda estridencia. Le conviene.
En el mundo mediático solo hablan de Dana para contar sus novios y romances, algunas fotos en top-less, vídeos de escasas entrevistas, y apoyo masivo de grupos de mujeres. Dana solo parece servir para el exotismo y para los momentos masculinos del relax. Las tertulias proliferan en más de medio mundo. ¿La Ontova desafía al mito Dondrop?, ¿quién se ha creído que es?, ¿acaso una vanidosa desenfrenada y sin más límite que su audacia hasta maligna y excesiva? ...
Sí. Va a comenzar el gran combate. La gran partida por el título mundial. Dondrop la mira con respeto y le da la mano. Ontova le sonríe y le devuelve la cortesía deportiva y educada.
Apenas inicialmente, ningún espectador ni periodista mira al tablero. No. Lo que miran son los gestos, los cruces de miradas, la forma de sentarse, las arrogancias y hasta las humildades. ¡A élla! ...
Dana Ontova ha hecho su primer movimiento sobre el tablero. En los buscadores de Internet medio planeta hurga devorando si ha sido un mediocre o un gran movimiento. Normal. Ha sido un movimiento anodino y una apertura esperada. Todo está bien. Va bien.
Los peones se están tambaleando. Se sacrifican, salvando las piezas más importantes. La palabra jaque bombardea la serenidad del campeón checo Charles Dondrop. El mundo de los hombres talentosos y geniales está representado por él. La virilidad, el mando, el poder atávico, la tradición, y el deber sin concesiones de ganar a una mujer.
Dana Ontova está tranquila. Sabe que no tiene nada que perder. Está haciendo una partida fastuosa. Dondrop anda lento, torpón, y mira el cronómetro una y otra vez. No quiere que le penalicen. La Ontova contiene su euforia. Está llevando la regularidad y la iniciativa de la partida.
Séis minutos más tarde, numerito machista. Un grupo ultra de antimujeres se ha colado en el lugar, y la ha liado a gritos. La seguridad ha sido muy eficaz. Nada sucede.
Media hora más tarde, Dondrop está más que presionado. Casi, histérico. Y entonces, la mujer y nueva diosa del Olimpo del ajedrez, sonríe por vez primera entre una nube de tensiones. ¡Jaque Mate a Dondrop! ...
Todos los televisiones interrumpen su programación. Conectan con el escenario de la gran partida. Dana Ontova se levanta de la mesa y da besos por doquier. El primero, a James Dondrop. Nadie puede creerlo. Alguno amenaza ya con la revancha. El varón, ha tenido por ahora que agachar sus orejas.
- ¿POR QUÉ? -
9:39
jose vicente ortí
Casi súbitamente una estación de tren ha aparecido ante el horizonte de mis ojos sorprendidos. Una estación de tren. Una cualquiera, determinada y personal.
Por esa estación transitan muchos viajeros y variopintos. Unos están de vuelta de las cosas, y otros toman el tren que les lleva a retos nuevos y de aventura.
Mi tren. De repente me voy a las taquillas y me dan un billete. Solo de ida. De momento no quiero la vuelta. Porque la vuelta es esto que ya me lo conozco y que no me satisface en absoluto.
Suena un pitido enorme. Una luz al fondo. Pero nadie parece sorprenderse demasiado. En cambio, yo me pongo tenso al oír la acústica y el aviso de un tren que llega a mi vida. Que ya está en mi vida. Que, es mi vida ...
En el andén no se está mal, pero tampoco del todo bien. Y entonces lo mejor es no dudar. Casi trastabilleando por las incómodas escaleras, trepo al interior de uno de los vagones. Me aseguro de que se trata del tren de ida, y me es indiferente al principio la posición del vagón. Pero luego rehuyo los vagones primeros. Ir en un vagón de los de delante, parece que es como aceptar que te sabes las lecciones y los asientos, y que toda la experiencia va contigo y te acompaña.
Estoy en un vagón más bien de los de atrás. Me siento tras más dudas en uno de sus asientos. Hay gente, pero hoy hay asientos libres. A mi disposición. De modo que me siento en uno de éllos, y echo furtivas miradas a los demás viajeros. ¿Quiénes serán? ...
El reto es descubrirlos mirando hacia adentro de mí. Familiarizarse con ellos y con sus modos, con sus maneras, con sus habilidades y con sus decisiones. Mas me olvido de una cosa. Que el tren todavía no ha arrancado. Y en uno de los momentos en los que me impaciento nerviosamente y me pongo de pie, casi como en una magia repentina el tren decide ponerse en marcha. ¡Partir! ...
¿Partir? Sí. Volar. La inquietud me vuelve, y miro constantemente hacia atrás en busca de parajes seguros y conocidos. Pero todo es imposible. Por mucho que miro hacia atrás, no puedo detener la itinerancia. La aventura ha comenzado. Y yo, dentro de la aventura. Mi cabeza da muchas impulsivas vueltas. Me bullen mil pensamientos. Solo miro una y otra vez por las ventanillas del tren. Quiero saber por dónde voy, darme cuenta de lo que se va viendo, estar al tanto del camino. Y entonces apenas me doy cuenta de que llega el revisor del tren:
- Señor, ¿me enseña su billete?, ¿por favor? ...
- Ah, sí, claro, perdón, disculpe. Espere, que lo busco y se lo doy ...
- Tranquilo. No pasa nada.
- Tenga, señor. ¿Es éste? ...
- Okey, caballero. Todo perfecto. ¡Gracias!
Sí. Me dejan seguir en el tren. Mi tren. El tren de mí. Lo que quiero es conocer todas las paradas posibles. La primera parada, la segunda, la décima, y hasta la enésima ...
Al llegar a un determinado lugar, decido que voy a bajarme. Necesito caminar. No aguanto más. No quiero que una máquina fría de hierro me siga llevando. Quiero de nuevo poner los pies en el suelo, y notar el viento de la primavera chocando en mi frente y en mi piel.
Mas finalmente vuelvo a la parada desde la que me he bajado. Necesito volver a subir de nuevo. El próximo tren no va a tardar en pasar. Sí. Lo haré poco a poco. Sin agobios. Cuando me impaciente y nerviosee, entonces haré lo mismo. Bajaré y respiraré hondo. Pero seguiré trepando por las escalerillas y a tomar el rumbo imparable e inevitable.
Hasta que me acostumbre. Quiero ir en tren hasta que todo sea natural y me haga a las cosas. Y entonces me bajaré de dicho tren con la seguridad en mi interior, y decidiré mi rumbo y mi nuevo ser y estar. Porque yo seré un être distinto y mejor. Seré y estaré mucho más en mí. Y en tí.
-Y EN TOD@S-
10:01
jose vicente ortí
A veces llega un momento en que has de sacarte los apuros y decir las cosas. Porque lo del Barça ayer en Münich casi fue de ridículo. O, sin casi ...
No es la primera vez que un club tan grande como el Barcelona, caía en la decepción de su propia desorientación. Ya pasaron muchas cosas similares en Milán. Y estaban siempre latentes, y sucedían.
Cuando se juega la semifinal de la Champions, es preciso tener mucha más chicha y recursos. Y, ésto, forma parte de una más que deficiente gestión deportiva en el club azulgrana, que parte del presidente Sandro Rosell y que se traslada a través del míster Tito Vilanova.
A pesar de su éxito liguero, se entienden poco o nada bien los relevos de Pep Guardiola. O, quizás, se empieza a comprender el porqué se fue.
¿Cómo es posible que perdiendo 3-0 en el Allianz Arena alemán, el entrenador no mueva el banquillo?, ¿lo sabe alguien? ...
Lo peor del 4-0 de ayer no fue ese resultado, sino el modo de perder. Sí. La sensación de un equipo a la deriva, mal dirigido, con muchas lagunas de jugadores, y con una extrema debilidad competitiva que casi insultaba al sentido común. ¿Qué hacía David Villa en el banquillo con un capazo de goles en contra? ...
Pensé en las actitudes. En el maestro Pep Guardiola. ¿Cree alguien que se hubiese estado quieto en el banquillo mientras a su equipo lo desnudaban y lo meneaban los muchachos de Heynckes? ¡Ni hablar!
Sigo imaginando al Pep moviéndose sin parar, casi desde la intensidad del paroxismo y sin permitir el más mínimo desliz. Pienso en un tipo que tenía las ideas bien claritas y que veía el fútbol con la pasión y el acierto de los iluminados. Menudas broncas les hubiera soltado a más de uno y a más de dos ayer en München. Menudos gritos hubieran salido de su pasión maravillosa por su FC Barcelona.
Bartra,¿titular en una semifinal?, ¿por qué el Barcelona no tiene dos tallos atrás viendo cómo el paso del tiempo actúa sobre Puyol y sobre la forma de ser de Piqué?, ¿por qué faltaban jugadores de músculo en el combate de pressing que siempre planteaba el Bayern en el medio del campo?
Y, sobre todo, y con todos los ánimos y respetos para la salud de Vilanova, decirle que el fútbol es hoy y mañana, y que el atrás nunca vale. Sí. Al Barcelona le faltaba ayer un tipo con carácter que levantara la voz. Y, que si veía que Messi está aún para no jugar, atreverse a sentarlo. ¿ Es mejor el Barça agazapado buscando una acción individual aunque sea genial, que un juego de conjunto y convicción? ...
Va a ser más que un milagro que se remonte nada la semana que viene, pero lo más importante sobre la mesa es el futuro y el equilibrio. La recuperación de la regularidad y de unos conceptos claros. Saber a qué jugar. Volver a tocar la pelota con alegría, desparpajo y peligro. No son tan viejos. En absoluto. Están desanimados y muy desconcertados. Y eso quizás se solucione arremangándose en los entrenos y dándolo todo en el campo. ¿Ha de pasarse miedo porque te tiren un córner? ¡Acabáramos! ...
En definitiva, que expreso mi decepción por el entrenador Vilanova, y pienso que el staff directivo se ha equivocado. Vilanova nunca puede ser el sucesor de nadie. Pero, menos, de Guardiola. Se necesita un entrenador de grito y pasión, alguien con látigo y cintura, muchos jugadores que suplan a los que ya sobran, y una nueva seriedad. El Barça lo merece y de sobra.
- ¡TE AÑORO, PEP! -
10:20
jose vicente ortí
Recuerdo los primeros tiempos y los primeros momentos de mi llegada al Jardín Botánico, y lo que me costó llevar a mi madre allí. Todo era nuevo. Pagaba todos los días un billete sencillo, y luego nos informaron que había un pase de tres meses para los pensionistas y que permitían al cuidador entrar al recinto gratuitamente.
Y mis primeros contactos con la coqueta placita circular con su fuente y sus margaritas, y el descubrimiento de l@s cuidad@s y las ciudadoras, y las señoras que hacían gimnasia allí mismo en el sol y en el oxígeno. Fue hace un año. Hace justo una primavera. ¡Cuántas vivencias en tan poco tiempo para asimilar! ...
Allí conocí a una pizpireta boliviana que se llama Tere, que cuidaba a la señora Julia. Segoviana la mujer. Concretamente, del pueblo de Cuéllar.
Un día, la señora Julia se enfadó con Tere. No deseaba caminar. Y entonces su familia le prohibió la silla de ruedas. Era verano. A partir de entonces y para que no cogiera malos hábitos, la señora Julia caminaría de la mano de Tere y con el apoyo de un bastón, un rato por la mañana y otro por la tarde. Ya nunca más volvieron las dos mujeres al Jardín. Estaba demasiado lejos para la anciana.
Yo seguía en contacto por internet con Tere, y la cosa parecía ahí, pero nunca puede estar ahí. Porque siempre hay que cuidar el tiempo y su transcurrir. La vida es así. Y a la vida hay que acercarse, y tratarla y reconducirla. El otro día, Tere me dijo por el Facebook que a mediados del próximo mes volvían a Segovia.
He quedado con ella. Quería verla antes de que se fuese. Saludarla de verdad y con el aire en el rostro, y poder despedirme comme il faut , que dicen los franceses.
Sí. Cuidar el tiempo. Itero esta idea. Porque a escasos kilómetros, a un kilómetro de donde yo transito habitualmente, siempre habían estado Tere y la señora Julia. Y, están ...
Pero, a veces, hay una pereza extraña que te impide dar el franco paso. La señora Julia está mejor que nunca, y Tere igual de graciosa y con personalidad. Es una mujer luchadora y de ideas bien claras. Rápida, y sabiendo bien los terrenos que pisa.
A veces, cuidar a alguien te traiciona. Como yo, con mi madre y el tiempo. Ese tiempo que debo balancear y disponer mucho mejor.
Tere me ha visto, me ha dado dos besos, pero también me ha dicho sin decir, que los tiempos se mueven. Que todo es más fácil de lo que se puede pensar. Que no hay que meterle tanto drama. Oye, quedas y te ves, te das un abrazo, la amistad sigue, y luego cada uno se irá donde la vida le marque. Volverá, se irá, volverá, y así ...
Pero los tiempos de ocio, están para soltarse y vivir mucho más. Para atreverse y experimentar, para no dejarse llevar por los chantajes emocionales o por las vicisitudes.
Sí. Era todo bien fácil. Verse, tocarse, darse un saludo, quedar, o sencillamente lo que fuese. Y digo la noticia con la alegría de quien ha aprendido de la experiencia. De una experiencia tan aparentemente prosaica como vital.
Tere se ha alegrado, y José Vicente. Pero la alegría es una continuidad, una constante, una decisión, un reto y una elección. Hay que destrozar perezas y manías, prejuicios y timideces, y sencillamente sorber la vida hasta el último momento del sabor y de la lógica.
La vida se mueve, va y viene, no se estanca, fluye, ayer fue hace dos siglos, la renovación es una obligación, las batallitas de abuelos se pierden en un aburrido Lar del Jubilado, y solo vale el viaje y la vivencia.
A veces pasan desapercibidos entre los novatos en la vida, mil recursos útiles y prácticos. La determinación de Tere y su empaque con el tiempo que pasa volando, me permiten ver las cosas con una mayor y real perspectiva. Me he alegrado, pero nada extraordinario pasó. Porque la vida no te permite demasiados parones. Si no quieres que te venza la pereza y el miedo.
-GRACIAS A LA VIDA-
10:52
jose vicente ortí
El serbio está fresco y confiado. Cada vez parece tenerle menos yuyu a Rafa Nadal. Sí. Djokovic está exultante y rápido, brillante y poderoso. Rafa Nadal anda con rémoras. Tiene pendiente la evolución de su rodilla, le faltan partidos, y en el primer set de ayer en Montecarlo no parecía siquiera ni su sombra. ¿Ése era Nadal? ...
Novak le jugaba correteando por la pista, lanzándole el mejor revés seguramente del circuito, y angulando las bolas como solo los elegidos son capaces de hacer. Nadal volaba ayer muy bajo. Ya no podía disimular. Ni rodilla, ni segundos spárrings, ni gaitas. Ayer era Djokovic o Djokovic. No había tiempo para las estrategias ni para las prudencias. O lo dabas todo en la pista, o te podía caer encima un saco de puntos.
Y entonces Rafa Nadal despertó de su abulia. Y antes de que el primer set pudiese acabar con un sonoro rosco para el serbio, Nadal tiró de casta, orgullo y calidad. Nadal sabe que cuando pierde, se destaca mucho más que si lo hacen sus rivales. Y en esas postrimerías del primer set, se demostró igualmente que estaban jugando entre sí los dos mejores del mundo. Y, perdone señor Federer ...
Sí. Nadal rompió el saque de Novak y defendió bravamente el suyo. El partido ya olía de nuevo a paella de tenis y a salsa de calidad. Cuando los dos grandes se ponen a dar lo mejor de sí y sin cortapisas, entonces el tenis se alarga y ensancha. Se colorea. Primer set para Djokovic, pero otras sensaciones. Había vuelto a la cancha el desdibujado y gran manacorí. ¡Había partido!
Y el segundo set fue una muestra más. Nadal seguía dándolo todo en cada bola, y mostrando solidez y cerebro. Ganaba y se iba, pero el "chacal" no deseaba ese destino. Entonces, pudimos ver las diferencias destacadas y actuales entre las dos grandes estrellas. El serbio era dinamita rebelde, y Nadal el orgullo de quien no quiere que su trono sea traspasado a un nuevo comprador.
Fue una gran segundo set y con toda la tensión. Todos, a sufrir. Novak hizo chiribitas en los ojos y puso en ellos todo su nervio. Nadal volvía a escamotearle juegos y puntos. Se puso nervioso contra el mundo, y toda su tensión se hizo grito. Ser número 1, cuesta sin duda una enormidad.
Nadal erró lo fácil y fue desperdiciando sus ventajas. Pero seguía con la cabeza dura y peleando hasta la bola más imposible. Le ganaba un juego en blanco al serbio a la contra, pero luego Novak salía de nuevo enrabietado. Sacaba el diabólico revés, y neutralizaba todo atisbo de contraataque. A pesar del afán de Nadal, el partido solo duró dos sets. Eso sí, el segundo ya fue el clásico y el igualado.
Pero es evidente que ahora mismo Nadal está lejos de Djokovic. Al manacorí le falta alegría y le sobra robotismo. Hace muy bien en ser sensato y no entrar en la ansiedad, pero parece acusar clara y hasta estrepitosamente el tiempo en el que ha estado fuera de la competición.
Ahora, bien pronto llega el mítico Rolland Garros parisino. Djokovic es el mejor jugador del mundo en este momento y el gran favorito. Nadal no cuenta en las apuestas para ganar el trofeo. Le faltan piernas, reflejos, y hasta un poco de creérselo. Hay barreras más psicológicas en este mundo tan exigente del tenis. Nadal podrá volver a ser el que lleva dentro de sí, si sigue sudando y compitiendo en los grandes torneos y si su rodilla aguanta las tremendas palizas.
Rolland Garros es cosa de siempre de Nadal. Y no es de superficie dura que martirice su lesión delicada. Pero aún así no puede ser optismista sino riguroso. Por ahora Nadal solo puede aspirar a jugar partidazos como ayer en el segundo set. Que, no es mala cosa. Si logra pasar el rubicón de su calvario en la rodilla, se pone a correr y gana de nuevo alegría, cabeza tiene de sobra para cerrar sets y hasta finales.
Pero ahora el tenis es "Nole". Es decir, que reina el flaco y fibroso Djokovic, que parece que cada vez se desquicia menos y que reclama en París su gran consagración. Lo que pasa es que con Nadal todo es posible.
-PORQUE ES OTRO DIOS-
8:47
jose vicente ortí
Mientras los árabes dominaban la Península, la resistencia cristiana necesitaba el consenso para la gran defensa y el posterior contraataque. Y ya en aquellas medievales fechas, en los territorios de dicha extensión geográfica, se hablaban al menos varias lenguas distintas. El castellano, el vascuence, el gallego, y lo que hoy llamamos el catalán.
La idea era la unión de los diferentes Reyes y fuerzas de Poder cristiano, las cuales tendrían en la la unidad la clave del éxito frente al invasor musulmán. Pero las características diferenciales ya estaban ahí.
Objetivo conseguido. Se expulsó a los árabes de la Península. Los reyes cristianos Isabel y Fernando, constituirían en su unión, la aparente y política perspectiva: lo que hoy llamamos España y españolismo.
Pasó el tiempo, algunos siglos, y tras la Guerra Civil Española, el dictador fascista Francisco Franco Bahamonde decidió prohibir todos los símbolos y señas de identidad a los diferentes pueblos de España, y apostó por la represión y el desprecio hacia las diferentes diversidades.
De ahí nace el conflicto vasco, y el rechazo a lo catalán. Afortunadamente para los castellanos, Galicia no se mostró excesivamente combativa y rebelde tras la Transición hacia la Democracia y camino al advenimiento de la libertades que nos otorgaba tal hecho democráctico.
Ya en tal Democracia, continuó en el País Vasco un rechazo evidente hacia lo español, y en Cataluña se mantuvo un consenso de conveniencia. El Presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, se dió cuenta de que sus señas de identidad estaban en peligro incluso con un Gobierno de Madrid socialista y más receptivo a las diversidades y nacionalidades. Astuto, Jordi Pujol impuso a sus ciudadanos la protección de su lengua a través de hacer que los suyos aprendieran el saber y el conocimiento en su lengua madre. De no haberlo hecho, hoy apenas se hablaría dicho idioma, y caminaría hacia el ostracismo de las lenguas muertas.
La unidad de España ha sido siempre el gran ardid. ¿Sería un desastre y un apocalipsis si el territorio español se modificara? Aquí, lo único que debe importar, es la voluntad de los ciudadanos. De los ciudadanos castellanos, de los vascos, gallegos, catalanes, etc ...
En mi Valencia, siempre se ha vendido la idea de que los castellanos son los buenos, y los catalanes los malos que pretendían arrebatarnos la lengua y la tierra. El resultado ha sido muy victorioso para Madrid. Los niños valencianos ya ni se plantean hablar la lengua vernácula, la de aquí, la que han hablado sus padres o abuelos ...
Cataluña es un gran lugar, culto, y con una concepción humanística y moderna de las cosas, y con ese sentido europeísta y avanzado de la practicidad y de la laboriosidad económica. Se la denomina la locomotora o el tren económico del que tira el resto del País español. De, España. Sí. Cataluña es una nacionalidad o nación admirable, y llena de gente inteligente y muy mediterránea.
Pero la voracidad del nacionalismo español, es realmente dura y progresiva. Ahora se vigila incluso el habla catalana, y puede estar en peligro nuevamente algo tan básico como la pervivencia de su lengua natural. Y de ahí las actuales tensiones. El Partido Popular, bien de derechas, no ha sabido o querido conciliar las diferentes posiciones, y les arrea bien desde Madrid a los catalanes a través de sus leyes. El día de la reivindicación con su Fiesta Nacional de Cataluña, "La Diada", el pueblo se echa a la calle y pide la independencia de forma masiva. Pero solo es la ira y la cabeza caliente. Es el grito de una nación ejemplar en muchos aspectos, la cual defiende con vehemencia su cuna y raíz.
Madrid parece hacer oídos sordos, aunque en realidad el masivo grito discordante catalán es una manifestación más de protesta que de verdadero afán de autodeterminación. No es que Cataluña quiera irse de España, sino de esta España actual que les desprecia y ningunea en lo más básico.
El enfado y la crispación, son mayúsculas. Pero los bomberos diplomáticos que tienen en su mano limar las fricciones, no ponen voluntad. Y los ánimos siguen enconados y sin puntos en común. Porque el actual nacionalismo español es voraz y sordo, agresivo, y sin mucho escrúpulo con las minorías.
Mas yo estoy convencido, de que al final se hará la calma, y no serán necesarias ningún tipo de secesiones. Y que quizás con otro Gobierno más sensible, real y comprensivo, España seguirá teniendo en su geografía a todos estos pueblos tan ricos y vitales.
-ES MI DESEO/ EL MEU DESIG-
7:33
jose vicente ortí
- QUIERO -
Quiero caminar entre tomillo nuevamente,
deseo recobrar el mar de una tranquilidad merecida,
romper y hacer añicos todo lo que no me vale.
Quiero colorear mi corazón de sueños,
y empatizar con mi sonrisa enamorada cada mañana,
y cada instante, y cada segundo y cada yo.
Quiero hacer de una primavera el placer de un romero,
enamorarme los ojos de tu magia y encanto,
quererte agazapados en medio de un monte,
y que tú me digas sí.
Quiero quitarme todos los tabúes y barreras,
desabrocharme los botones de mi timidez,
y cantarte mi libertad, mi guitarra y mi ocurrencia.
Deseo besar todo tu encanto y tu luz,
y hacerte la reina de mi descanso,
y proyectar juntos todos los viajes posibles,
y no esperar a ningún cielo de final.
Quiero caminar firme y seguro para todo mí,
y decir aquello que me venga en gana,
y hacer amor y coherencia desde mis ademanes,
y cantar a la vida todo mi crecer definitivo.
Quiero, sí, moverme como un poseso grato,
y hacer de mi ser una oportunidad para el humor,
para el relax, el placer, el descanso y unas palomitas.
Quiero volver nuevamente hacia mí con valentía,
y mirarme en un espejo actualizado,
y bajarme los programas más modernos y certeros
para poderte clikear el corazón deseoso.
Deseo firmemente abrazar a un árbol y admirar a un oso,
y escuchar la sinfonía de un ave en la tarde,
y no olvidar que no hay nadie como yo,
y que los demás son una escuela para mi aprender.
Quiero volar desde una alfombra persa de poesía,
y quererte exactamente como yo me quiero,
y besarte como yo me beso, y amo, y muchos versos,
y darte todo lo que nunca imaginas por sorpresa.
Quiero, quiero, quiero, quiero sorprenderme a mí mismo,
y recobrar las fuerzas cotidianas tras dormir,
y viajar rumbo a donde está la paz,
y matricularme en la escuela del talento y del sol,
y enamorarme de la luna que nunca te dije,
y darle un beso a la tarde que cae,
hacer un cariñito a tod@s quienes me aceptan,
e indiferencia a los que pasan de mí.
Sí. Quiero, quiero, siempre quiero ...
¿quieres tú también?
-JOSÉ VICENTE ORTÍ-
6:46
jose vicente ortí
Estaba cometiendo en los últimos días el error pesimista de quien está cansado. Empezaba a dudar y bastante absurdamente de mí. Sin duda que el cansancio te traiciona y desenfoca, pero solo es un pesimismo pasajero de quien duerme poco y se cansa mucho.
Sí. Estos días están siendo para mí de mucho trajín. El martes llevé a mi anciana madre al doctor al verla decaída e incómoda, estaba bastante preocupado, y para mí la vida se ofrece como una novedad mágica pero dura de atravesar. Mi etapa es un poco rompepiernas, como la que disputan esos ciclistas. Hay poco llano, y todo son montones de cosas que suceden y que debo abordar. Mi bello reto.
Apenas dipongo de tiempo, y trato de sacarle veinticinco horas a algo que solo marca veinticuatro. Ya sabéis que estoy reacondicionando la que será mi casa del futuro, y he de vérmelas en soledad con un tiempo que nunca viví. Se trata de estar solo aquí en mi viaje y pizpireta casa y curtirme en mí y para mí. Nada sencillo.
Todo este maravilloso y duro panorama, desgasta y mucho. A la vez que inevitable, te hace poner toda la convicción y las energías en lo que haces. Es agotador y aprendedor. De modo que de vez en cuando, debe aparecer el placer y el disfrute.
Uno de los dones que la Naturaleza ha osado conferirme, es el de la creatividad y capacidad y de ingeniar. Y, cegado por la obsesión del cansancio y de una planificación todavía inadecuada, temía perder unas facultades que hoy se ha vuelto a demostrar que son intocables. Veréis. Yo me divierto cuando juego y soy feliz. Y necesitaba por unos instantes olvidarme de ser riguroso, tirarme al mundo por montera, y salirme del guión. Necesitaba soltarme y volver a los juegos de la infancia y con conciencia de adulto que crece.
Y, aprovechando que voy con mi madre todas las mañanas al bellísimo Jardín Botánico de Valencia, me he vuelto a juntar, tras unos días de abulia, con las veteranas señoras que hacen sana gimnasia para mantener su salud y su ánimo bien arriba.
Al acabar dichos más que saludables ejercicios, la encantadora señora Angelines se ha ido a su bolsa y ha sacado unas pelotas para jugar entre todos, pasándonoslas los unos a los otros.
Y ahí me he dado cuenta de mis necesidades y me he sorprendido a mí mismo con mi alegría contagiosa e imaginativa. Fuerte, y veraz.
Sí. Las señoras se ríen al ver mis habilidades con las bolitas con las que jugamos. Ellas me las tiran, y yo las voy devolviendo con mi estilo personal, el cual les divierte mucho por mi heterodoxia y a la vez, facilidad. Y no solo porque me mantengo ágil y fuerte, sino porque soy capaz de desarrollar una cantidad de lanzamientos distintos e improvisados, los cuales llaman la atención.
Lo más importante, es que me divierto. Y os confieso que cuando estoy disfrutando, soy capaz de hacer cosas que transmiten alegría y paz. Y allá que estaba yo haciendo reír a todas las viejitas, y yo disfrutando como un malabarista divertido.
Y de repente, ¡plas! ¡Un nuevo movimiento al zurrón! A la vez que me venía la alegría y la seguridad, y casi sin pensar, me he dicho que si atrapaba la bola con la mano izquierda y la lanzaba en arco para crear y para reírnos todos juntos.
Y, cual sería mi sorpresa, cuando he visto que funcionaba. Allá que iba mi gancho de izquierda, y suavemente las pelotitas caían en la mano de la anciana correspondiente. Y entonces ya no he dudado. Si funcionaba la primera, funcionarían las siguientes veces. Ya tengo un nuevo recurso para divertirme en el juego. Mi inesperado "gancho" de izquierda. Ya me lo imitarán, ya lo veréis ...
Es una anécdota, pero dice mucho de mí y de mis recursos. Llevo muchos en mi interior. Aún sacaré muchos más, y seguiré sorprendiendo a las simpáticas ancianas. Y también a mí mismo. Todo había sido un pesimismo. Sigo manteniendo dentro de mí mil ideas para crear e ingeniar. Tengo dentro de mí mucha alegría.
-ES MÁS QUE EVIDENTE-
10:02
jose vicente ortí
Viendo la tontería y el circo mediático que se ha montado en Andalucía con Julián Muñoz, alias "cachuli", Isabel Pantoja y Mayte Zaldívar, pensaba en una España oportunista y especial. Cavilaba acerca de los chorizos previsibles y en esos personajes que salen por un igual en la información de tribunales o en los espacios del corazón.
Sí. Y también pensaba en otros chorizos impecables e importantes. En los políticos que nunca serán tocados salvo por alguna sentencia judicial, y con información general correcta y hasta concisa.
Parece que Bárcenas y toda esa mafia, no son carne de escarnio popular, y que ellos son mucho más, y que nunca se rebajarían a ser personajes del corazón.
¿Comparar al ex alcalde de Marbella con Oriol Pujol?, ¿a Mayte Zaldívar con los del ERE abndaluz?, ¿a la Pantoja con Iñaki Urdangarín? ...
No. El tratamiento y la respuesta mediática y popular, es otra cosa. Bárcenas o Trías no se caerían al suelo entre una muchedumbre de partidarios o detractores, y todo sería más serio y más formal. Bien curioso me resulta todo esto. Y, tramposote ...
Hay como una especie de frikies de la escudería Gil, y que se aman y se destripan delante de Karmele o Ana Rosa, y otra estirpe de señoras y de señores buenos oficiales a los que se les mantiene en la consideración y en el respeto de la duda.
Hay clases, incluso entre los grandes chorizos redomados. Seguro que Bárcenas y todos esos políticos de las corbatas, se sienten muy por encima de Pantojas o Zaldívares. Son, otra cosa. Lo pone en su presunta democracia no populachera y casi oficial. Se peinan mejor, son menos temperamentales, nunca hablan de sus amoríos, y se blindan con acero inoxidable a prueba de lo que haga falta.
Y yo me pregunto si estos últimos "respetados" señores, tienen más o menos responsabilidad que los gilistas o popularotes del "Sálvame de Luxe". Y mi respuesta, también tiene mucho que ver con la Democracia y con la decepción. Los señores sin mácula ni sospecha, los que nunca van al corazón, los serios, los intocables que son votados en educados foros y Parlamentos, tienen mucha más responsabilidad que los del gilismo.
Precisamente, porque se les supone que provienen de terrenos menos volubles, y de los imperios de la credibilidad y de la no sospecha. Para mí, éstos últimos, son más chorizos y canallas que los del lío gilista y mediaticón.
Los que no son serios, tienen limitada su capacidad de hacernos daño aunque roben a espuertas. Podemos esperar que lo hagan siempre y en cualquier momento. Pero, ¿y los tipos y tipas de fiar que ocupan lugares de prestigio y de habitualidad? Los no sospechosos a priori, ésos, sí que son capaces de dejar a la Democracia en el suelo y en Suiza, y a todos con el lloro y la desesperanza.
Los ladrones serios y enchaquetados, los sorprendentes, los más que institucionales, los que salen en las entrevistas y tertulias serias me dan muchísimo más miedo que los del "Caso Malaya" andaluz.
El marcaje y control que ofrecen sobre la libertad y el ciudadano, es asfixiante y apenas ofrecen fisuras. Tienen tanto poder, que son capaces de menear jueces y apartar rivales. De no decir por mucho tiempo una verdad que se sospecha. Blindan sus financiaciones y frenan a los intrépidos periodistas. Pactan novelones y estrategias, y se mantienen en otro mundo que se nos escapa.
Sí. Todos esos chorizos que han convertido a España en la cueva de Alí Babá, están por ahí moviéndose todos los días, y es más que posible que nunca sepamos nada de lo esencial ni de los dineros que han prostituído, ni qué leches ha pasado en este país.
Y, mientras tanto, los previsibles marbellíes y corazoneros populares, caen al suelo en vahídos y tocan las cárceles con rostros compungidos. Han robado y les pillan.
-EN CAMBIO, OTROS ... -
6:30
jose vicente ortí
Brando salió del cine. Y ya en la calle, pareció sentir la necesidad de seguir los pasos de la gente que caminaba delante de él. Sí. Necesitaba sentir la compañía y la seguridad de ir tras sus pasos. Como si aquellas personas le fueran dictando el camino, o como si el temor propio de Brando le hiciera sentir vértigo y sin referencias a quien seguirle la estela.
Al principio, fue casi pura inercia. Ni se percataba Brando de lo que estaba haciendo. Se limitaba a dejarse llevar, a buscar alguna referencia, a emular a algo que tomaba una dirección, la que fuera, camino de algún lugar ...
Más tarde, Brando se dió cuenta y percibió tal necesidad. Pudo pensar acerca de tal característica. Debía ser miedo o inseguridad personal. Y, sobre todo, no era una buena decisión. Porque cada uno seguía su vida a su ritmo y a su libertad. No debía imitar ritmos, idolatrías, ni referencias ajenas a él. Se estaba equivocando.
Sin estridencias, Brando domeñó su andar y hasta se detuvo en su caminar por unos instantes. Y, de inmediato, se afianzó sobre sus propios pasos, y decidió él mismo marcarse su zancada y su libertad.
De esta manera, Brando caminó varias calles más, y respiró profundamente su oxígeno libre. Ése, sí era él. Su yo más auténtico y real. Él mismo en su verdadera dimensión.
Media hora más tarde, el rostro del hombre se puso tenso y preocupado. La libertad y sus senderos podían ser en efecto maravillosos, pero había muchísimos y no le era fácil el elegir.
Y comenzó a sentirse muy solo y descorazonado en el interior de sí mismo. Aún no había elegido su destino. Todavía no se sentía capaz de hacerlo. Por eso caminaba en soledad y en pleno desconcierto. Por eso necesitaba de los andares de los demás. Seguirles, emularles, imitarles, ver qué hacían y qué no hacían, y su incapacidad para gestionarse a sí mismo parecía un hecho irrefutable. Triste y hasta angustioso.
Brando se sentó en el banquito de un parque para pensar con más tranqulidad. Y decidió que se sentía inseguro, y que esa inseguridad le impedía hacerse a sí mismo y a un grupo afín. No lograba pertenecer realmente a ningún lugar, y éso no era nada acertado. Necesitaba encontrarse a sí mismo, adoptar una nueva actitud y un nuevo acento, cambiar, modificar su modo de vivir, y en definitiva ser mucho más valiente y arriesgado. Atreverse.
Sus pasos. También Brando tenía pasos. ¿Cómo no iba a tenerlos? Sí. Su propia personalidad, su propia individualidad, su propia característica, su propia mismidad, su propia individualidad, su parte buena de las cosas, sus capacidades y sus creatividades. Debía sonreír y sonreírse más. Lo necesitaba.
Meses más tarde, sentado alrededor de una mesa con unos amigos, se lo confiaba todo Brando a la buena de Mariah. Y la mujer parecía mirarle sin creerle. Estaría su amigo de broma, dado que era muy dado a tales humorismos.
Y también Brando sonreía. Ya no seguía a nadie. Ya tenía su lugar en el mundo, ya estaban sus amigos ahí, ya había aprendido a planificar mejor su vida, sabía disfrutar de sus silencios y de sus palabras, de sus tiempos, y hasta de algún que otro exceso.
Ya no seguía Brando los pasos de nadie. Ni necesidad que tenía. Ahora se sentía fuerte y real, capaz de desterrar la desazón y de atreverse a vivir. Por eso Mariah le seguía mirando coqueta, bella y divertida. Y desde la mesa contigua, Charles le hacía gestos de complicidad, y Mark le invitaba a tomar un café, y todo había recuperado la lógica rica de su socialización.
Había tenido coraje, y sus frutos estaban ahí. Sabía estar con las demás y con los demás, se había vuelto tolerante y buen escuchador. Generoso, tranquilo y afable. Y en el interior de su sano corazón, habitaba una rosa de luz.
-BRANDO YA ERA FELIZ-
10:03
jose vicente ortí
Inglaterra en Estados Unidos. Boston y su selectivo marathón victoriano del lunes especial. Para correr la marathón de Boston, hay que acreditar unas marcas selectivas, correr en lunes, y ser aventurero y testarudo. Porque esta carrera tiene el sabor añejo de los grandes mitos. Boston siempre huele a épica y a poderío.
Pero el pérfido 2013 llevaba trampa. El gran y rescatado griego soldado Filípides portaba a lomos de su magna presencia una carga de destrucción y barbarie. ¿What?, ¿alguien puede explicarlo? ...
Sí. Tras pacíficos y deseables además de durísimos cuarenta y dos kilómetros y ciento noventa y cinco metros de sudores y apretar de dientes, tras el sano y noble cabalgar en pos de una superación y de una afición ejemplar, se habían infiltrado en la Calle del Deporte unos seres idos, taimados y extraños.
Unos cobardes y despreciables malhechores, no eran partidarios de la sonrisa ni de la gran admiración. Querían sangre y destrucción. Amaban la carne troceada y el olor a chamusquina, tenían odio y estupidez, resentimiento, y una total falta de respeto por la vida de los otr@s. Incluídos niños.
Los corredores de la paz y del orgullo, se quedaron petrificados cuando allá por las tres horas y media de la preciosa carrera, tuvieron la fatalidad de escuchar el sucio y letal sonido de las detonaciones que dan paso a la vil muerte y destrucción.
¡Injusto! El deportista no le hace daño a nadie, el marathón es una escuela de respeto, un afán loable y una máxima a seguir. El fondo es lo que cuenta, es la vida primaveral que da más marathones y banderazos de primavera, y que saluda a los nuevos pajarillos que abandonan los nidos paternos para echar a volar y a vivir.
¿A qué el atacar a un aplauso y a una amistad? ¡Maldita y estúpida guadaña de violencia que devuelve al "hábilis" al árbol del mono tosco y acémila! ¿Por qué joder una alegría, un grupo de amigas y de amigos, o unas gradas de aliento y de amor/love por el gran atletismo de los elegidos para ser soñados en todo el rictus de la épica y de la sonrisa? ¡Mierda! ...
Ahora solo está el caos. Los heridos y los muertos. Muerte y sangre salpicando dorsales, rostros, camisetas o zapatillas. Sirenas de ambulancias y olor a hospitales. Todos adentro de sus casas, que nunca se sabe. La fiesta del placer ha terminado, y el magno rostro del esfuerzo se ha vuelto tanqueta militar y libertad estrangulada.
Los familiares de los seres libres que marchan por la diligencia del gran reto deportivo, solo pueden llorar o sobrevivir. Casi de repente los canallas han levantado todos los podios y trofeos. En un segundo, el panorama se ha vuelto oscuro e irrespirable, y los matadores se han descojonado escondidos como conejos cagones. Mas el Presidente Obama ha prometido correr todas las millas del mundo tras ellos, y llevarles delante de la Justicia. ¡Seguro que lo logra!
Porque el atletismo y el deporte merecen un respeto y nunca un salivazo. Yo he corrido siete marathones y sé que llegar a la línea de meta es un esfuerzo colosal. Se necesita tener paz en la cabeza y naturalidad en los movimientos. Porque el marathón es reto y vida. El fondo es irreductible.
Nunca un canalla podrá parar la carrera de la libertad y de la paz. Nunca una dinamita detendrá la animosidad de ese gran logro que es el moverse, el correr, el respetar, el superarse y el seguir viviendo. Y aunque todo está caliente y en duelo, sé que Boston se levantará. Y en 2014 habrá homenajes y llantos dulces y desgarrados, pero a continuación se dará una nueva salida, y la vida del sudor y de la paz volverá a todos las admiraciones colectivas y mundiales. ¡Love, love, love! ...
Escampará el morbo, y seguirá siendo lunes en Boston de marathón, y entonces Filípides volverá a ponerse en marcha, y los celtas clamarán alegría y vitalidad, y la Historia recordará lo de ahora con horror, pero la fuerza del futuro reventará un pasado de terror y volverá el canto de los jilgueros.
Y la primavera bostoniana saludará a unos nuevos corredores, y acariciará y cantará un nuevo arrullo dedicado a las víctimas y a los familiares y amig@s. Un trino de paz y de normalidad, victoriano y eterno.
-LO SIENTO DE VERAS-
6:31
jose vicente ortí
La Justicia. La maquinaria judicial y el malvado. El noble irreductible que trata de hurgar por el camino de en medio. Papeles y más papeles que se amontonan entre la inoperancia. La convicción del abogado que encarna al gran actor argentino Ricardo Darín, y el juego de las estrategias. El mal como poder. El individuo que a veces se salta todas las aparentes barreras y acaba humillado. El bueno que acaba perdiendo al menos aparentemente la partida.
Una joven cae asesinada al lado mismo de la Facultad de Derecho. El protagonista, siempre sospechará de un joven alumno engreído y soberbio que parece saberlo todo a pesar de su edad. Y, el psicópata, le hace un pulso psicológico al reputado y experto abogado no ejerciente que Darín encarna.
No se trata tanto de matar en esta ocasión, como de desmoralizar al oponente y darse la noticia de inatacable y de intocable.
Darín, sensacional papel, se debate entre la ortodoxia de la Justicia escalonada y regulada, y entre la irreductibilidad de quien cree profundamente en el bien y en la valentía. En el rigor.
Y, el abogado, se obsesiona para bien y para mal en el joven del que sospecha que no es trigo limpio. ¿Quién se saldrá con la suya en medio del juego peliagudo y cerebral?
Darín, boxea en sus ratos de ocio, y se pierde entre amigas psicoanalistas y entre justicierismos que le brotan del corazón. Cabeza fría y espíritu caliente en un thriller de psicología y de astucia. Película que se ralentiza al ritmo de una moneda que parece girar azarosamente hasta de un lado o del otro. Las balanzas, los equilibrios, las enseñanzas, las sagacidades, las audacias, y hasta lo aparentemente imposible.
El buen abogado y profesor, no cree en el azar que podría dejar las cosas en el alero, y su contrincante prepotente y asesino hace una tesis sobre la impunidad. Todo puede caber en la vida. Los detalles, la observación, pero también la picardía de un perfecto cabrón.
Al final de la película siempre hay dos certezas que juegan entre sí. La victoria y la derrota de lo que se tiene por justicia. El convencimiento y la conciencia limpia, y el azar y la mente enferma de un loco vil y suertudo canalla. ¿Suertudo? ...
Sí. Desgraciadamente está la impunidad. Eso de que todos los asesinos caen, es y solo puede ser una visión global e ideológica. Porque en la vida hay tipos perversos y astutos que hacen pulsos con otros poderes y se salen de rositas. En el fondo, son gente con una suerte extrema. Pero real.
Es duro darse cuenta de la injusticia en el mundo judicial. Puedes tener mucha razón pero poca fortuna final. Mas eso podría ser suficiente. El saber las cosas. Es importante saber que conoces y sospechas del peligro. Lo jodido sería ser burlado sin que te enteraras. A veces, pasa ...
Lo que quizás nos redime de un mundo cruel, es que sabemos que somos atacados. Y quienes lo hacen, se saben sospechados y hasta incordiados.
Sí. La Justicia no tiene porqué ser agradable, sino laboriosa. No tiene porqué gustarnos una decisión, sino comprenderla. Juzgadores y juzgados, buenos y malos, nobles y pérfidos, acaban teniendo nexos de similitud y hasta lugares comunes.
¿Es el abogado burlado y derrotado en un calabozo por un canalla un ser menor? No necesariamente. No. Porque el abogado que encarna Darín ha visto la daga que hace la muerte final. El malvado sabe que le han visto la estructura que parece tener necesidad de ocultar para hacer todo el daño posible.
Todo muta y cambia, tengas pleitos y los ganes, y todas esas cosas. Que al final el último veredicto será el tuyo, el personal, el que tú quieras o decidas. Tú.
-NO HAY OTRA-