10:52
jose vicente ortí
El personaje raro e irónico del actor de Boston, Leonard Nimoy, es eterno y ha vuelto por donde siempre solía. El actor se va, pero la creación siempre sigue.
Yo tengo mi Spock particular. Cada uno tiene su comandante Spock. Y a mí, Spock me daba miedo porque era extranjero de otras galaxias. De Vulcano, creo. Pero el gran éxito residía y residirá en su indefinición.
Spock era un tío extraño, con orejas de no sé qué, y las cejas raras. Era alguien inquietante y a la vez de los nuestros, como una especie de robot de carne que vaya usted a saber qué diablos estaría pensando.
El icono es la inseguridad y la búsqueda de tipos que llaman la atención y nada convencionales. De gente emocionante, y que te hiciera vibrar de inquietud. Yo nunca me fié de Spock, y eso me salvó. Soy nervioso e inquieto gracias a su figura, y tengo reflejos de supervivencia que me hacen más cercano a mí mismo.
Ese es el éxito del gran Spock. Que no sabíamos de dónde coño había salido ese tipo. Que podía abordarse y contemplarse el choque intergaláctico y nervioso, además de las piernas de Sandra Bullock en el "Gravity" de Cuarón.
El espacio es el sueño. Como la luna cercana y manoseada por todos los poetas y noctámbulos heterodoxos. Y Spock venía del espacio aunque tuviese la doble nacionalidad y fuese un invento de la ciencia ficción de Hollywood. También es marciano Hollywood y le necesitamos como a las palomitas de maíz de esos cines carísimos e injustos.
Spock era el drácula del exterior, del espacio, el tipo extraño que podía ser amable, y comandante, y potentemente exportable en imágenes frente al deterioro del olvido.
Lo raro es duradero y exitoso. Nos gusta lo nuevo y que nos extrañen las cosas, mientras odiamos lo previsible y aburridísimo. Prefiero el 4-4 al 0-0. Que pasen cosas aunque sean de reality, en medio de una sociedad hueca, fofa y trilera que es la cotidiana.
Por eso me gustan las máquinas espaciales. Porque quiero irme ya de viaje, y porque me encantan los sustos y me aburren los bungalows de la costa de Denia. Prefiero despegar, y los aviones, y la libertad, y añorar a los ovnis, y a hipotéticas y entretenedoras inteligencias procedentes de extrañas galaxias. Sobre todo, extrañas.
No hay nada mejor que lo extraño y lo que no te lo esperas. Y hablar sosegadamente con un monstruo, o ser amado acojonadamente por una dama de tres cabezas o por una bruja de akelarre y minifalda.
Spock, me lleva. Me lleva y se lleva. Ha superado varias generaciones. Está con ET y con la niña del exorcista juntos. Y con los seres que te hacen ponerte incómodo en la silla del autobús cuando viene la próxima curva sin señalizar. Casi mejor.
Me gustan las curvas sin señalizar. Me fascina lo que hay detrás del visillo, y la ducha letal de "Psicosis", y la bruja piruja del tren de los niños, y la incertidumbre, y el despegue de Houston a punto de producirse, y el alunizaje en el Mar de la Tranquilidad, y el pie de Armstrong, y cuando el balón pega en el poste, y los bísex, y los visitantes de la noche sin claras intenciones para mi seguridad.
Prefiero a Spock porque nunca me deja indiferente. Porque su recuerdo me hace de pie y cuidar a mi madre que me llama para algo. Como ahora. Aunque ella ya no sepa para qué exactamente.
¡THANKS, MR. SPOCK!
13:43
jose vicente ortí
1-2. Al Manchester City. Comienzo de la eliminatoria. Estadio Etihad. Toda la expectación en el partido de ida. El encuentro, nunca defraudó. El Barça se hace con todas las ilusiones para seguir hacia adelante. Hace bien.
La importancia del centro del campo y de la tenencia del balón. En toda la primera parte el Barcelona no cometió errores. Lo hizo todo bien. Se aferró no solamente al balón, sino que tiró de talento y de intensidad. Iniesta atrapó el cuero, y los entusiastas y buenos futbolistas celestes del United tuvieron que hacer sobreesfuerzos para no sucumbir. El primer tiempo del Barça fue tan primoroso que recordó a cuando era absolutamente un conjunto y nunca un ramillete de ases. Cuando era serio y ambicioso, lógico y sin decaimientos, con personalidad y nivelazo. Con TOP.
Los grandes detalles decisivos se plasmaron en la zona central del campo. Y el Barcelona sabía en todo momento qué era lo mejor que debía hacer con el balón en los pies. La adición del pressing azulgrana le permitió irse al descanso con holgura y mayoridad. Porque dos goles del atribulado cara a puerta Luis Suárez, le daban el colchón necesario. El Barça pudo hasta sentenciar en ese primer y rutilante período.
¿El United? Un excelente conjunto. Solo Silva y la astucia de Agüero le contrarrestaban al gigante catalán. Peleaban con honradez y talento, con picardía y la dureza necesaria cada balón y cada lance. Su fútbol también era elegante y raso, estratega y astuto. Igualmente necesitaban el cuero porque también saben jugar y muy bien al fútbol. Y a pesar del cansancio que se genera cuando no se tiene la pelota, los de Pelegrini se lo jugaron todo a base de coraje al llegar la segunda parte.
Tras el 0-2, empezaron a tirar hacia adelante y a lanzar córners y más córners. Pero ayer Piqué estuvo centrado y serio, y eso lo agradeció mucho el equipo de Luis Enrique.
El Barcelona lo pasó mal, y encajó un gol de Agüero en un contraataque blue. Y en ese momento volvió a emerger el secreto del centro del campo y la injusticia que los medios suelen procurar a esa zona del terreno de juego. Magnifican las áreas.
El fútbol es el centro del terreno de juego, y el Barça lo supo ver. Agarró nuevamente la manija y tiró de reflejos de calidad técnica. No es nada fácil repetir lo que vemos que hacen los azulgranas moviendo el balón con paciencia y tino de un sitio a otro. Esa cámara lenta y a la vez letal, es algo admirable de ver y bien difícil de emular.El Barça se rehizo y buscó verticalidad y salir de los azares de los balones divididos y desesperadamente físicos. Airoso y lozano, Messi ayudó todo el tiempo. Está recuperado para los grandezas a pesar de marrar un penalty en el último minuto. Messi está bien e Iniesta sigue aguantando como un maestro. Y eso en el campo nunca suele pasar desapercibido. El United lo notó en exceso y perdió el primer round de la eliminatoria. Pudo perderlo todo.
Ahora queda el partido de vuelta en el Camp Nou. Nada está decidido pero todo el viento parece favorable al Barcelona si sigue el orden y la intensidad. Será otro excelente encuentro. Ambas escuadras tienen mimbres y de sobra para darle emoción e incertidumbre a la Champions League.
Pero si tanto Messi como Iniesta siguen ahí, en el centro del campo, dando discursos de gestos técnicos y lecciones de cómo leer un partido, el Barcelona pasará la eliminatoria. Si repite lo de ayer en el citado estado Etihad, Luis Enrique y los suyos alcanzarán los cuartos de final.
-HABRÁ QUE ESPERAR-
10:57
jose vicente ortí
Menos de un mes para la maravillosa locura. Todo parece empezar con el acto de llamamiento de la Fallera Mayor a los valencianos y demás seres humanos del mundo mundial para que se sumen a este evento espectacular ruidoso y barroco-,con ridículo de la alcaldesa incluído-. Rita Barberá tuvo una tarde aciaga y de calor inesperado.
Pero las calles de Valencia están a un mes de ser otra cosa, y los coches se quedarán estacionados y el sedentarismo se joderá. Ahora, los electrecistas y entusiastas con tiempo libre ya se están encargando de colocar las bombillas que decoran las calles de las Comisiones Falleras. Nuestro carnaval valenciano va cogiendo paulatinamente carrerilla.
A partir del día 1 de Marzo, y todos los días, habrá ruído y mascletá en la Plaza del Ayuntamiento, en donde una muchedumbre de personas se concentrará para disfrutar de la ensordecedora exhibición pirotécnica. La ciudad se llamará Fallas, y todo será fallero, y bien pronto comenzarán los cortes de las calles, y los espacios habituales será tomados por ese gobierno festero y de excesos que se llama Junta Central Fallera.
Los petardos. El ruído. En menos de un mes Valencia será una música de fondo de explosiones festivas que durarán veinticinco horas al día. Eso coincidirá cuando lleguen las vacaciones escolares y los niños recuperen el ágora hurtada durante el resto del año a causa del imperio del coche y de las nuevas costumbres.
Las Fallas, son la calle. Salir a la calle. Pasear por la ciudad aprovechando que tenemos el mejor clima del mundo superando que ya es decir a las mismas Islas Canarias. Las Fallas son la repanocha, la sátira casi siempre conservadora pero valenciana, el monumento fallero y su creatividad artística, la monumentalidad y el barroquismo, el "pensat y fet", lo inmediato, lo huertano que comulga con lo urbano y capitalismo, y el poder potentísimo y casi inamovible de la tradición.
Las Fallas son como los sanfermines valencianos e internacionales, todo como siempre y sin miramientos, y al que no le gusten las muchedumbres o la alagarabía trepidante lo lleva claro y es mejor que coja el primer tren o autobús y ponga kilómetros de distancia. Si se queda, que asuma el tsunami que pronto llegará. Y si se queja, peor para él.
Japoneses, buñuelos, desorden, horchata, paellas, australianos, globalización, cocacolas, blusones falleros, y peinetas de falleras, y trajes barrocos de valenciana fallera, y cenas de hermandad, y la sensación de que todo es transgresión y pernada, y que es un tiempo distinto, y las fotos inolvidables para subirlas al Face, y el gran patio de recreo urbano de los niños, y que parece todo más al alcance.
Y el calorcillo de Marzo que envuelve y marea, y la Playa de la Malvarrosa, y las naranjas, y de nuevo la gran ciudad, y los castillos de fuegos artificiales nocturnos en las noches de estrellas y siempre el amor y la amistad.
Convento Jerusalén, Nou Campanar, Na Jornada, Exposición, La Merced, El Mercado, El Pilar, Sueca, Cuba, Denia, Ruzafa, y tantas y tantas fallas que se disputarán la Champions a la mejor Falla de la Sección Especial. Y del 15 al 19 de Marzo todo será exceso y exageración, homenaje y Ofrenda a la Virgen de los Desamparados, y la espera de la gran noche del Patrón San José.
En esa misma noche arderán todas las Fallas de Valencia, y solo algún muñeco quedará indultado. Y los falleros y Valencia se renovarán ante el asombro de los turistas que por vez primera vez nos visitarán. Pero sabemos que el próximo año habrá una nueva primavera, y nuevas Fallas, y arte renacido, y más monumentalidad y todo el ruído. Más aún.
-VALENCIA ES ASÍ-
10:15
jose vicente ortí
Hasta ahora era una gracia que nos venía muy bien. Ya sabes. Un grupo, una quedada, unos perfectos desconocidos y unas risas de fiesta que parecían compensar.
Pero el otro día te lo dije bien, Cris. Somos dos mundos que nada tienen que ver el uno con el otro. Nos separan mil millones de cosas más que nos acercan, eres una jovencita fantasiosa y yo un soñador quasi sesentón. Sí. Aunque te haga gracia, seas madura con la cabeza en su sitio, o aunque hay algo ahí que se nos escapó y atrajo, Cris. Sucede que no puede haber nada ...
No, amiga. Nada. Porque yo te he ido conociendo mejor mientras a su vez me iba conociendo mejor a mí mismo. Eras una chica dolida y con problemas de autoestima, con tu cara de dulce bondadosa y tus curvas femeninas, y aquel intercambio guasón de los móviles, y la puta tontería del watsapear cuando yo estaba cansado y tú un tanto vacía por adentro.
No te lo quería decir así porque parecerá de brutos, pero la extraña tontería estaba rebasando la línea roja que no debe ser. No hay nada que no sean tus piernas y tu dulzura entre nosotros, y mi ingenio ácido y hasta provocador, Cris. Te juego con ventaja y tú lo sabes aunque no quieras admitirlo. El otro día me excitó tu voz y tu risa, y mi intimidad, y las claritas del mes de Febrero que anuncian la primavera ganando a la tarde oscura y vieja del invierno. Y entonces me armé de mi sinceridad y te hablé por primera vez con autenticidad, con los pies en el suelo y como la realidad ha de indicar.
Se acabaron los juegos de dulzuras y el llamarse a toda hora para no decirse nada y lanzarnos sonrisas de corrección y de llenar. No hay nada que llenar. Y menos de esa manera. Cada uno de nosotros dos, Cris, debe ampliar y hacer crecer su camino respectivo. Sin lloros ni tristezas, sin decepciones ni dramas, con naturalidad y como una etapa más que los azares del destino nos depararon, mi joven conocida.
No puedes ser amiga. Ni siquiera follamiga, ni nadie real. Tú lo que has de hacer es lo que te he dicho cien veces. Que es, que encuentres a un chico de tu edad y que nunca te acuerdes que la operación en la teta a causa del puto cáncer fue inevitable y que ahora la cirugía estética te va a hacer maravillas y cuando llegue el verano lucirás de nuevo tu top-less envidiado por cualquier mujercita de tu edad.
Tú me dices ahora que no, que lo dejemos correr, que no pasa nada, que no tiene por qué pasar nada malo, que nada aquí es insano, y mil bisoñeces más de soñadora.
Hemos de dejar esto, Cris. Todo. Hemos de romper nuestros teléfonos y no decirlo nunca a nadie. Seguir como si nunca nos hubiéramos conocido. Yo ya amo a otra mujer que esa sí me completa y alcanza más allá de tus dulces de fresas o donuts de chocolate.
No nos hemos engañado. Ha sido un tiempo inexacto y romántico, casi inexistente mas muy bello, inolvidable y poético, literario y electrónico, de deseos y de juegos.
Te he conocido bien, Cris. Más de lo que crees. Y lo que te pasa es que estás muy triste y sin fondo de ánimo. Y te parece maravilloso que un señor mayor como yo te haya abordado y dirigido a tí. Fue un momento de tu minifalda y de mi debilidad. Fue un desliz que ahora ha de subsanarse por el bien de los dos. Sobre todo, por el tuyo ...
Hagamos una cosa, Cris. ¡No rompamos los teléfonos! Sencillamente, vamos a hibernarlos durante unos meses a ver qué pasa. Y cuando llegue, pongamos el verano, osaré llamarte para ver qué ocurre con tu operación, y con tu trabajo, y con la señorita maravillosa que hay en tu interior.
¡Estás llorando! Lloras ... Te duele que haya que dejarlo. Te duele tu vacío, y te sueno a traición y a soledad.Y a cosa inesperada. Y a mí me sabe a cuando tengo ganas de comer pasteles y resulta que la panadería está totalmente cerrada hasta el lunes.
Sí, Cris. Eres un sol y lo vamos a superar. Quizás me creas un cínico, y hasta un cabrón, y un estúpido, y un charlatán. Pero yo sé con mi conciencia y libertad que todo esto es de buena fe y va para tu buena fe.
-AUNQUE AHORA NO LO ENTIENDAS-
12:23
jose vicente ortí
Me dice la veterana Aurelia, la señora Aurelia, una cosa bellísima y a la vez terrible. Que, no solo ama a su marido incluso por encima de sus hijos, sino que si su esposo Eduardo se va al otro barrio entonces su vida no tendrá el menor sentido y todo será prórroga nefanda.
Aurelia. Una niña de aldea de la Cuenca eterna y vital, desesperada y animosa. Se vino a Valencia huyendo de la soledad y de falta de perspectiva de futuro. Aurelia necesitaba la aventura de la ciudad, y dejar atrás sus cabras, caballos o colmenas.
Aurelia fue moderna y a la vez romántica. Si no la conoces bien, te puede parecer un pendón. Pero a las pocas horas te das cuenta de que es una niña tierna que manda a su mala leche a pasear y que te puede mirar como solo lo hace una madraza atractiva y hasta coqueta y cuyos sentimientos de ayuda hacia los demás le nacen realmente del corazón.
Aurelia sigue siendo un torbellino mientras se muestra imparable y excesivamente parlanchina en la habitación del hospital compartida en la cual ambos cuidamos a nuestras madres respectivas y las damos influjo anexo y amoroso para que vivan más.
No se cansa nunca de laborar, y cuando esté cansada jamás te lo va a decir ni en voz baja. Disimula bien. Es orgullosa y dice que no le interesan los Partidos Políticos. Que, roban todos.
No. Aunque la sonsaco que le gustó mucho Franco, Aurelia no es facha sino individual,rápida y enigmática. Por eso es que la escucho con suma atención y así me ayuda a superar el marathón cansino y sacrificado de tantas horas en el hospital.
Me dice muchas anécdotas. Es familiar. Muy familiar. De pocos amigos pero de verdaderos sentimientos. Se ve que le he caído yo bien a la señora Aurelia, o es que necesita descargar sus emociones. Desde su palique apasionado y sin rubores, acaba sonriéndome como una niña traviesa y pícara mientras se acerca mucho a mí para no molestar a nadie hablando fuerte, y porque es evidente que le gustan los hombres, y la vida,y decir que tuvo aquí en mi ciudad un bar y ejercía de cocinera, y que sabe hacer todos los platos de comida que haga falta, y que mejor dejarla como es.
Toda su coraza rural se hace añicos y se aproxima a mi madre cariñoseándole el hablar y la atención. Ayudando y haciéndose de querer.
También me habla de sus tres hermanas que nunca vienen a visitar a su madre en las últimas, y me asegura que una de las que sí viene ha fingido una gastroenteritis para librarse de cuidar como le corresponde a su maravilloso y senecto tesoro.
Dice que su hermana Ana lo que tiene es un vicio terrible que se resume en que se gasta la pensión en las máquinas tragaperras, y que lo de la gastroenteritis fue la consecuencia del síndrome de abstinencia de su absurda ludopatía. Una burda mentira y un vicio fatal.
Hay mucho dolor en Aurelia y por eso pone cara de mala leche. Se la mueren en muy poco tiempo familiares muy cercanos e inesperadamente. Pero tras esa confesión y desnudo, la conquense Aurelia vuelve a su quehacer y a su compromiso. Y acto seguido no me da la tarde, sino que me sigue apasionando su biografía que me lanza resueltamente.
Hay odio en Aurelia. Mucho. Pero no desea a nadie la muerte ni que les pase nada. Solo quiere no ver a quienes no la ayudan ni merecen a su sentir la pena.
Aurelia ha venido por amor de la aldea a la gran ciudad. Conoció a su marido eterno cuando jugaban allí en su Cuenca rural siendo unos niños ambos. Todo lo demás es consecuencial. Aurelia ama al amor de su sino y destino. A sus hijos les adora, y es una madraza absoluta con cara de poco calor.Y todo lo demás es muchísimo menos importante, pero siempre vivido.
-SIEMPRE-
11:29
jose vicente ortí
Mujer. Es su clave. O una de sus mil llaves del éxito. En la entrega de los Grammys la ambición rubia no iba en absoluto a pasar desapercibida. ¿Desapercibida la artista Ciccone? Eso es pedir demasiado purismo a los artistas que necesitan salirse del pedo del aburrimiento y de lo correcto y hasta aceptable.
Sí. Madonna se subió la falda y enseñó sus nalgas. Es una mujer y estrella felina que hace de su inteligencia sexy en los escenarios un elevador permanente que la encumbra y la destaca. Es diferente. Siempre diferente. Dar la nota es para ella algo cercano a un acto de amor y de genialidad.
Sabe que el sexy es su terreno de juego y su madurez un reclamo de morbo atractivo. Quiere ser abuela de quitar el hipo y de atreverse a todo lo que absolutamente algunas mujeres de la farándula y del TOP 10 nunca harán ni se plantearán.
El tanga negro que comulga con la piel blanca, eterna y rojiza de Madonna es exactamente aquello que ella sabe que puede permitirse el lujo de hacer. Su ropa de corpiño y torera, sus medias y sus botas ajustadas, su desmadre de libertad, ese amor libre hacia los hombres, y esa complicidad con las chicas malas y con los gays o lesbianas.
Madonna enseña el trasero, y su corte de mangas es un as de éxito. Utiliza los centímetros corporales y el boom mediático exactamente para salirse con la suya. ¿Cincuenta y séis años, Madonna? ¡Y un carajo! Porque la rubia de ojos claros y hasta raros ha superado la trampa de Cronos el traidor.
En el fondo, es el triunfo de la mujer y de muchas de sus armas actuales. Madonna está desprovista de todo el recato y el pudor tradicionales, y convierte su ética femenina en una cosa nueva y mágica que no se lleva la moda o lo fugaz. Madonna logra que una mujer no pueda ser una guarra cuando se levanta la falda y le vemos el culo. Ha hecho de su provocación un guiño amable y hasta tierno. Una característica clara de su personalidad y de su vanguardia.
Midió Madonna los tiempos. Eran los premios Grammys. Los de la música. Los de la mísica comercial que estrelliza a las chicas superjóvenes y heterodoxas a los números unos de todas las ventas. Y Madonna ya es una presidenta y un icono, una diosa renovada, y una mitómana del cambio y del ruído. Su sexy es el rock, y su heterodoxa una máquina de vibrar y olvidar. Ella es una nueva nota musical y necesaria.
Madonna hace ya mucho tiempo que es un gran referente para la música actual. Ha sabido superar a todos y es la mejor con diferencia. Sus shows sólidos y potentes, y se la suman adoradores varias generaciones de fans enamorados y deseosos de que la vuelva a liar una y otra vez.
A Madonna ya no hay que decirla nada si hubo alguna vez en que hubiese de hacerlo. Madonna va a hacer exactamente lo que le salga de ahí. De lo más profundo, de lo más femenino, de lo más estridente y vital, de lo más sexual, de lo más imposible, de entre las cuevas que nunca podrán figurar en un mapa earth.
No. Madonna hace de una anécdota una explosividad, y de su culo un sueño, y va cambiando los paradigmas y acostumbrándonos a que una mujer como ella solo será como es. Y la aceptas o la defenestras. Jamás los términos medios.
Madonna es sin duda una chica madura sideral, adelantada a su tiempo, que compite hasta con las precoces adolescentes en materia de transgresión, y que merece una reflexión en tono de aplauso seguramente irreverente, pero siempre considerado a un tiempo.
-ES LA MÁS GRANDE-
11:56
jose vicente ortí
En esta divertida comedia francesa se pone de relieve la crítica desde el aparente humor situacional. El racismo y las hipocresías. Una familia rica francesa cuyas hijas elijen maridos de otras razas. El chino, el judío, el árabe, y próximamente, el negro.
Imparable. Todos los clichés y los prejuicios van saltando a trocitos cuando llegan los sentimientos y las afinidades. No debería pasar nada. El amor es natural y no conoce de razas, ni las costumbres ancestrales pueden lograr hacer el drama.
En realidad es una comedia de idealidad. Ojalá pudiera ser así en la vida real en donde las tensiones aparecen como irreconciliables y enfrentadas definitivamente. Es una propuesta aguda y valiente, en un mundo lleno de odios y de distancias. Es una apuesta por la cercanía y la tolerancia.
El humor y la aceptación. El amor. Las chicas se enamoran de chicos de otras culturas y de otras tradiciones. La integración de la inmigración en Francia y en clave de sentimientos amorosos. Sí. Las cosas están por ser posibles. E inevitablemente acabarán siendo posibles.
Que, si los judíos cortan los prepucios a los niños, que si los chinos no tienen sentido del humor, que si los árabes y sus costumbres, o que si el tabú de la negritud por parte de los blancos. La idea será que todos sean franceses y canten juntos la ciudadana "Marsellesa". Hermoso y real.
¿Qué lleva a una chica de la alta sociedad a ver en un negro marfileño, con coletas y bohemio, al hombre de su vida? El misterio imparable de los sentimientos amorosos. Son jóvenes, y se gustan, y se miran, y se aceptan, y dejan a un lado sus contextos, y se besan, y se tocan, y se aman y nada pasa. ¿Qué iba pues a pasar? ...
Un mundo respetuoso sin razas ni cortapisas a la naturaleza del amor. Y lo curioso es que mirado fríamente lo que es menos entendible es que en la cotidianeidad de los impulsos en el mundo, parece irse por otros derroteros. O, no tanto ...
En realidad lo que estropea y fastidia, es el sacro poder de las costumbres y de las instituciones. En las relaciones de parejas interraciales aparece un espectro apasionante y necesario. Todo se desvanece y cae solo con un beso o con una cogida enamorada de las manos mutuas.
Parece que lo establecido es una broza de obstáculo y de puñeta. Y no al revés. Todas las rivalidades y las identidades se suavizan y cohabitan, crecen, cuando desaparecen los recelos y emerge la buena disposición.
La Francia mediática y de los sucesos truculentos, no parece estar para las laxitudes o las aperturas. Por eso esta simpática película quiere oportunamente demostrar que con buen talante las cosas se han de ir domeñando.
Rivalidad no es imposibilidad del trato. Por eso nos reímos siempre con ironía de las situaciones que se van a plantear. Porque en el fondo somos todos racistas hasta las trancas, y nos cuesta del todo hacernos a la idea del respeto y la aceptación de los hechos diferenciales.
Cuando ves la película graciosa, te puedes reír mucho. Pero sabes que en la vida real todo compromiso de aceptación va a suponer un sobreesfuerzo y hasta un meterse en líos. Parece adversidad lo que es naturalidad, y recelo lo que no conocemos. Por eso el cariño auténtico rompe más barreras de las que podemos imaginar, y entonces un universo de novedad nos coloca en el vértigo de la corrección y de la inteligencia.
Por eso la gente se ríe y muchas veces defensivamente. Porque el humor y el sosiego son siempre una mágica vacuna contra el miedo y los rechazos.
-AMABLE FILM-
11:28
jose vicente ortí
Acaba de morir. Mi madre. Este escrito podía terminar aquí. Siempre la quise. Y ahora está todo demasiado caliente. Siento el dolor inevitable de la ausencia. Mierda de ley de vida. No hay consuelo en el duelo sino reminiscencias ilusas. Ella se ha ido, se fue, no volverá, nunca estará más, adiós y punto. Punto final.
He llorado lo que no está en los escritos. O, lo que está en mi corazón desnudo y noble. Me he cagado en todo lo posible y he mirado hacia las nubes lluviosas en búsqueda vacía. Porque estoy vacío, sin sonrisa, dolido y jodido, decepcionado de sorpresa. Porque siempre esta muerte es esta puta sorpresa que te rebasa y viola. La muerte de una madre siempre viola la emocionalidad y tiene la virtud de volverte más realista y asquerosamente auténtico.
Soy ateo. Mi madre ha sido creyente de toda la vida. Siempre fue a misa y le iba perfectamente el tema religioso. De modo que la ceremonia ha sido presidida por el cura, y un puñado de familiares y amigos me han dado las condolencias.
He puesto cara de bobo sonado cortés, y les he ido dando la mano a ellos y besos a ellas. Algunos no la querían a mi madre. Eran fariseos del morbo. Venían a quedar bien socialmente y a hacer bulto. Otros, también la apreciaban. Y, de verdad. Porque mi madre fue pura y real, tierna y especial, tesoro y alegría, y más cosas que siempre guardaré en el top secret de mi corazón.
Ganas me daban de reírme y de darles un corte sonoro de mangas cuando se acercaban a darme el pésame los hipócritas. Potenciaban mi dolor y me producían tal rechazo que mejor contenerse porque yo también tengo derecho a tener pose social.
De todo. Ha habido de todo en uno de los días más tristes de mi vida. Nunca olvidaré esta fecha porque es real y me llega al sentimiento. Sí y sí. Soy consciente de que la vida nunca se detiene, y que cantarán los pajarillos como si nada, y los cuarenta principales, y habrá fútbol y tal, y risotadas en los bares con sabor a birras, y la gente se habrá enamorado exactamente hoy mismo, y muchos niños habrán nacido en este mi funesto día.
¿Y qué?, ¿qué importa que lo cotidiano siga igual o como siempre, estando yo tan rojo de dolor?, da igual que sea lunes o martes, jueves o sábado, o si ganan las Elecciones esos que ustedes saben ...
¡Nada importa ya! No. Ahora se impone una cosa de espanto que se llama silencio y ausencia. El silencio. Ya en el tanatorio estaba prohibida la alegría y el placer. Y ahora el ataúd y la tumba, y los sepultureros trabajando en lo suyo, y las bendiciones, y las velas, y la corona de flores, y la casa de decesos y las gestiones, y también su puta suerte y la mía.
Se tiene mucha mala suerte cuando se muere la madre de uno. Y yo estaba serio y lloroso. Muy serio y muy lloroso. No parecía yo, pero era exactamente yo. Me daba igual ir desnudo que vestido, peinado que despeinado, lavado que sucio. Todo, un pito.
El sacerdote no conoce mi ideología. Y el hombre ha venido a mí al verme compungido y muy jodido, y me ha dicho muchas cosas realmente poéticas y bellas. Dice que mi madre ya ha dejado de sufrir, y que estará en el Cielo con mi padre y con sus demás seres queridos, y que no me preocupe que se me pasará todo, y que cualquier cosa que él pueda hacer por mí que no tengo más que decirla e intentará complacerme.
Y me ha seguido hablando. Yo, le miraba como un budista zombie y contenido.Y el cura seguía diciéndome que me confortara en la fuerza de la fe porque mi madre estaba ya allí con todos los suyos y los nuestros y eso. Y a mí se me ha escapado: -"Ah, ya, y jugando al tenis y tal, ¿no?..."
- ... -
11:14
jose vicente ortí
Confiado el bueno de Näub. Inexperto. Sin noticias de su barco y harto de que nadie diera ya con su islote perdido. De modo que, desesperado, Näub trataba de hacerse visible a cualquier forma de ola con trazo de nao.
Gritaba Näub, se desesperaba, necesitaba toda la ayuda, y sentía la nostalgia de un tiempo mejor y más favorable.
¡¡¡Barco a la vista!!! ¡¡¡Éxito!!! Le acababan de ver. Y le hacían gestos con las manos. Y Näub exultante y perplejo, escuchaba potentes risas. Estarían seguramente contentos al haberle hallado.
¡No! ... Los marineros de aquel barco le insultaron a Näub en cuanto le tuvieron a escasos metros. Y blandiendo descomunales espadas, parecían dispuestos a acabar con su vida de una vez.
Näub echó a correr por las finas arenas camino de una enorme palmera especial. Realmente aterrado, se encaramó por el tronco del árbol mientras sus perseguidores le tenían ya casi al alcance de su odio destructivo.
Y de repente una espantosa tormenta. Un viento brutal hizo a sus enemigos desistir. Caían a plomo sobre el suelo de la isla. Y temían aquellos tipos por su barco y su amarre a la línea de la costa. Decidieron abandonar aquel lugar buscando huír a toda velocidad de aquella tormenta con rayos explosivos. Le parecía a Näub todo un apocalipsis oportuno y defensivo. La Naturaleza magna, le había azarosamente salvado de una muerte segura.
De modo que aquel suceder marcó un antes y un después en la vida del náufrago. Ahora ya no debería abiertamente solicitar ayuda. Debía seleccionar. Necesitaba que hubiese más estrategia y fortuna para su estar. Antes de pedir ayuda, debía hurgar en las intenciones de otros supuestos rescatadores. Mejor náufrago que finado.
De modo que Näub se asomó ya con sigilo a la orilla. Desde la línea de costa observaba a los pocos barcos que por allí transitaban. Y cuando veía a uno de tales navíos, sentía la idea grata de la integridad y de la seguridad propias. No fuera a ser que ...
Traumatizado, estuvo Näub un mes rechazando la idea de ser salvado. Se adentraba en su selvita conocida, y entre los cocoteros y las palmeras se podía sentir íntegro y blindado. En cambio, afuera, el arriesgar podía traerle demasiadas adversas consecuencias.
Un día de calor potente, Näub cayó extenuado al borde del mar. Y el mar le fue comiendo y transportando hacia el mismo letal océano de su desgracia. Y ese día tuvo toda la suerte del mundo.
Alguien con moral y sensibilidad se había apiadado de él. Le habían rescatado de las aguas abiertas y le miraban con fija atención. Näub estaba aturdido y cansado. Mas sus salvadores le ofrecían paz y arrullo. Comprendían su inquietud y trataban de hacerle y transmitirle paz desde un idioma nuevo y unos modos felizmente inesperados.
- ¡Oh, ¿quiénes sóis?, ¿Queréis mi bien?, ¿me habéis salvado la vida?, ¿somos amigos? ...
- Tranquilo, señor. ¿Cómo se llama usted? ...
- Näub. Félix Näub ...
- No tiene nada que agradecernos. Usted relájese, y no piense demasiado. Pronto estará de nuevo en la civilización. Somos trabajadores de una empresa de madera, y yo personalmente soy médico y le cuido ...
- Y, ¿hacia dónde nos dirigimos, doctor? ...
- Hacia aguas tranquilas y serenas, Näub. No tema usted ...
Ahora, el puerto de Hannover es para Näub más importante. Mucho más que cuando decidió embarcarse en locas aventuras sin edad. Necesita volver a su lar natal y besar a los suyos.
-QUERERSE MÁS A SÍ MISMO-
10:07
jose vicente ortí
Esa tía me fastidió la juventud. La puta manía de que nos casáramos y por la Iglesia. Yo era un niño corderito y más que enamorado. En realidad no nos conocíamos de nada más que de soñar en Disneylandia y de bailar tontadas como hacen los inexpertos. Si llego a saber cómo ella se las gastaba, otro gallo me hubiese cantado.
No se pueden decir más mentiras de las que me soltó para engatusarme. Porque esa lagarta precoz solo quería apropiarse de un dinero que sinceramente yo ganaba a espuertas en aquella ya lejanísima época. Deciséis años de mentiras oficialmente casados. Y se me puso lapa quedándose estratégicamente embarazada de mi tesoro niño que hoy ya es un chavalazo, diciéndome y casi llorándome por la idea del reforzamiento y la resurrección de nuestro hipotético y estupefaciente amor.
No me hizo ni una a derechas en los dieciséis años en los que fui su pelele amado. Nunca la perdonaré porque no se lo gana. Se ha quedado con mi piso, me ha dejado tocado de money, estoy casi en el paro, vivo de lo que entonces trabajé, y sigue y sigue ganándose mi rechazo. Pero al menos ya no se le ocurre decir a nadie que me quiso.
Por lo menos de vez en cuando se le escapa alguna realidad. La tengo un odio que nunca se me irá. Y lo más saludable que me queda de ella es que es el pasado y la experiencia atada que no volverá, y que me hizo ser el joven más decepcionado y triste del mundo.
Y tías como ella sé que hay a punta de pala. Legión. ¡Multitud! No supe verlo. Estuve totalmente en la babia, y a bien que ella se dio cuenta. Por eso ahora hay gente que nunca me entiende y que nunca se explica mis cosas. Están acostumbrados a verme como el papá y el yerno impecables. ¡Y unos cojones para todos! ...
Todo ha cambiado. Mi camino está a años luz de aquello. Mi otra galaxia consiste en recuperar todo aquel tiempo de mi vida que no pudo ser.
Ahora, me toca. A mí. Me voy de juerga en cuanto puedo. Y esto es apasionante. Me encanta la noche, y la bendita golfería, y el sexo más que nunca, y el darle al alcohol, y bailar, y tontear, y admirar a la grey femenina a mi manera. ¡El catre libre! ...
No puedo soportar demasiado los extraños silencios ni las conversaciones serias y resposadas. ¡Las detesto! Ahora me muevo entre chavalas de buen ver y de toda edad. Cada noche busco la más guapa y la más exhuberante, la menos formalita y la más evidente a la que la marcha le va.
Navego en el fluvial campo de los no compromisos, de las borracheras, programo mi vida de cara al ocio de fin de semana, y de en medio de la semana, y de lo que haga falta. Porque yo ahora necesito la noche, y follar sin pensar y sin consecuencias, y si te he visto no me acuerdo, y más birras, y velocidad en la carretera, y estoy desengañado de todo lo que suene a trascendencia y a verdad. Tras la seducción siempre hay un ardid para que alguien como mi ex me la vuelva a intentar hacer.
Pero ya me sé las lecciones amargas cuando la evoco a ella. Me lo sé todo del dolor, y prefiero la diversión, y el desmadre, y el desorden, y la desfamilia, y ser un desyerno, y si se me apura hasta un padre horroroso y de perfil bajo.
Mi nueva soltería me permite realizar mis asignaturas pendientes y descubrir que me perdí ojazos, y piernacas, y lunas locas, y femineidades todas, y otras formas de hacer el fornicio, y nuevas posturas de desinhibición y de placer. La vida me ha enseñado a lanzarme ahora al río totalmente desnudo y lleno de pececitas mágicas por todas partes.
Soy un pescador de presentes, de momentos intensísimos y fugaces, tengo los teléfonos de muchas chicas, y no me interesa saber casi ni cómo se llaman. Ahora estoy en el postre y en la cosa golosa. Me encanta engordar.
-Y ME DA TODO IGUAL-
10:06
jose vicente ortí
No tenía por qué haber nadie más que yo mismo. Debía decidir si acudía o no a un punto de encuentro con mis nuevas amistades. Mi tiempo es escaso, y a la vez me sabía mal no ir y que se sintieran defraudados.
Pensé en la soledad de la casa y en muchas excusas más. Entre dudas y más dudas logré serenarme. Era cuestión de establecer prioridades y responsabilidades. Ese día no iba a ir a la cita. Sería un sacrificio y una renuncia asumidas. No pasaría excesivamente nada por ello. Y si pasaba, mejor. Entraba en la dinámica del riesgo y de la verdad. Aceptaba las consecuencias que se derivarían en torno a mi ausencia.
Sí. Lo mejor era no engañarme a mí mismo en primer lugar. Desnudarme las excusas y tirar de la manta de mi realidad. Debía medir y mensurar fríamente. Ser consecuente con mi situación y con mi verdad. Y esa autenticidad no impostada, me ayudaría a no hacer dramas negativistas de situaciones cotidianas.
El mejor amigo de mí mismo sería yo. Y por eso mis amistades acabarían aceptando mi afecto, al verlo real. Deseo verles, quiero estar con ellas y con ellos, pero nunca con el condicionamiento de pasar frío y premuras. Sencillamente, ese día no podía ser el del encuentro.
Con una cierta sensación de culpa y de timidez, repasé para mí mis egoísmos y exageraciones. Me organicé y dispuse económicamente, valoré la distancia y los medios para acudir, y mi escaso tiempo y la inclemencia del frío imperante. La respuesta más certera me decía que no. Que mi salud se podía realmente resentir.
Solo. Solo ante las decisiones a tomar. Sí. Tomé contacto con ese reto que se llama libertad personal e individual, y en cuyo trecho puedo cometer aciertos y errores. Y al principio me da la sensación de confusión y bifurcación, de excusas y titubeos, de remoloneos y evasiones, y de que quizás un empujón exterior nunca viene mal cuando llegan las nubes de las dudas.
Cuando me decidí, cuando tuve la certeza, cuando no necesitaba dar a nadie las explicaciones, cuando asumía la crítica y aceptaba a los otros y a sus circunstancias y modos de ver las mismas cosas, entonces me sentí verdaderamente bien conmigo mismo y con todos.
Asumir las decisiones y las responsabilidades resulta complejo y a la vez es una excelente noticia. Someterte a tí mismo y a la acción decidida, puede y ha de ser una prueba excelente de sucesiva coherencia.
Ahora hay unas nuevas decisiones a tomar que dan paso a nuevos retos y a nuevas incógnitas por resolver. Lo que vale realmente es la continuidad y el salir airoso y aprehender de entre las angustias. Eso es lo auténtico y lo verdadero.
El día a día, y yo mismo. Ahí está la clave. Esa ha de ser mi máxima. Ahí ha de radicar mi verdad. No pasó nada por no acudir a la cita. Pasará, si sigo faltando a dichas convocatorias. Les querré y me querré a mí mismo si soy capaz de decidir y valorar con acierto mi futuro y siempre mi presente de indicativo.
El tiempo es un magma que consolida o descarta. El tiempo es un profesor que siempre llega y te plantea problemas y soluciones a dichos problemas. El tiempo es esa mente lúcida que guía hacia la asunción de las situaciones y al laberinto aparente de sus calles y recovecos.
Frente a la dificultad, la capacidad de sincerarme conmigo mismo y con mis recursos. Poner mis activos en marcha con mi personalidad y mi sociabilidad. Es, aprender.
-Y APRENDER Y APRENDER-
11:53
jose vicente ortí
Ella y su piel blanca. Y su cabeza que adorna un cabello potente y femenino. Rubio o moreno. Según se mire. Según ella quiera.
Ella y su sonrisa de mujer y de niña traviesa. Ella y todo su atrás y todo su futuro. Y sus ganas de gustar y de sentirse natural y de demostrar que es señora por los cuatro costados. Ella y mis labios.
No sé por qué el destino quiso que nos juntáramos en una simpatía y mutua aceptación. Porque el destino es caprichoso como una sorpresa y nunca sabes. Nunca. Pero a veces, pasa.
No sé si ella se dio cuenta, pero yo tampoco. Y nos llamamos por teléfono y éramos gratos y acogedores, y ella me dio señales y pie, y yo me sentí aturdido porque no me podía estar pasando esto.
Y no había fuegos artificiales, ni volcanes en erupción, ni estruendos en el cielo, ni acontecimientos ampulosos o de plástico, ni rayos de tormenta, ni nada hueco o fútil. Rien.
Ella sabe que no. Y yo también sé que esto del aprecio y del cariño no se basa en supuestos, ni en apriorismos, ni en cartomantes, ni en hipótesis científicas cercanas a la felicidad. Lo que pasa es el vivir. Y el vivir te abre a estas cosas siempre inesperadas.
Y de repente, tus manos. Tomé tus manos. Y tú aceptaste las mías, y me llamaste resueltamente por teléfono y nos vimos cara a cara. Y charlamos, y paseamos, y nos olimos, y nos miramos, y nos sentimos cercanos y conocidos a poco de sabernos de nosotros.
Y las calles fueron una anécdota, y la mirada clara y diáfana, y sin trampa ni cartón, y con honradez en el porte y en la convicción, y en la paulatina aceptación como bandera, y en tus nuevas palabras y en tu bella sonrisa de dientes blancos e impecables. Ahí estabas tú, y ella eres tú, y el pasado es el presente, y la lejanía lo cercano y compartido.
El contacto, y nuevamente las manos. Y tus labios que no hizo falta que yo te pidiera. Juntamos brevemente nuestros labios, y hubo muchísimo más que respeto. Me sentí orgulloso de ella que ya eres tú, y me siento capaz de despegar con más ambición dispuesto a hacer mil añicos a mis timideces y sin dejar nunca de ser yo.
Ella es ahora y se acabó el pretérito. Ella está ahí, es ahí, camina ahí, la he encontrado, te he encontrado, y nos hemos hecho un lío de tiempo con los verbos pero todo es menor. Porque lo que importa es tu actitud y la mía. Y nuestra adultez y tu mirada fija, concreta y sonriente.
Ella eres tú. Ella es esa ilusión que te aparece cuando esperas poco o no terminas de creer en el viento a favor. Ella está porque yo estoy, y porque he sabido canalizar la magia camino de su gratitud y bienestar.
Ella está porque hay sueños, paciencia y mil proyectos. Porque fue atleta destacada y ahora acepta con serenidad su nuevo tiempo veterano. Ella es mi regalo merecido y yo soy lo mejor que ella quiera que sea para sí.
Hermoso, bello, necesario, amical, a discutir nuestras condiciones, y el color de tus prendas íntimas, y tus aciertos, y mis aceptaciones y mi aprender cotidiano. Y no decir nada. Y hacerse a ese silencio especial que pronto se rompe con el estrépito de un globo infante.
Ella sabe de mi ilusión y de que quiero que esté aquí. Y me dije que sí, que vale, que bien, que perfecto, que adelante y que visto bueno. Y cuando me levanto por las mañanas pienso en que nunca es un sueño y sí toda una verosimilitud con unas piernas preciosas. Y con una piel blanca y propia, y con una alegría que me da fuerza y hasta mil bellos desconciertos.
-CON ELLA-