11:20
jose vicente ortí
Andares basculantes, patizambos, y a la vez potentes y seguros. Abarcadores e intentando parecer suaves.
Magda tiene los labios carnosos y mucho mundo. Posición holgada, pose actual, en extremo conservadora aunque nunca lo parezca, y profundamente estratega del yo.
Nunca lo va a parecer. Teje una substancia seductora cual araña con la seda de la tela. No te engañes con Magda. Su mejor foto es cuando te mira de soslayo y con una tremenda seriedad, la cual trata de convertir en concentrada y educada mirada.
¡No! No es eso. Magda está insatisfecha porque sus años y los de los suyos no pasan en balde. Habla mucho de su marido, pero raramente se le ve. Y cuando se acerca una moza de cualquier edad, Magda sonríe y trata de ser educada y amable. No sé qué esconde. Pero aparece como tan cálida y cordial, que es más conveniente seguirla la corriente y sonreír porque de lo contrario quedas mal.
Le gusta mandar a Magda. Le agrada aparentar fortaleza y poder. Es incansable, sacrificada, comprensiva, más conservadora aún, parece temer a Dios sobre todas las cosas, pero yo creo que a los hombres nos mira con sarcasmo.
¿Falsa?, ¿hipócrita?, ¿víctima de un tiempo infante que la marcó para mal? ... Es mejor irse al presente, y a sus reuniones familiares, y a su independencia y a su deseo casi inconsciente de querer ser siempre la primera, y a la que nunca nada le pueda sorprender.
¿Los demás para Magda?... Quizás dependan de su posición social o de su desenvoltura en la vida. Ella sabrá, porque en el fondo Magda es un enigma poderoso y evidente.
Adora a sus vástagos. Y aunque no te deja meter baza, has de oír las cosas tan maravillosas que de ellos cuenta. Son altos, inteligentes, bien posicionados, toman sus propias decisiones, pero si en última instancia les resbala su inmadurez siempre saldrá ella al quite para darles todo el confort y todo lo que merecen.
Me sigue extrañando que no aparezca su marido y quizás su plena verdad. Es cierto que la vida está dura y peligrosa, y que confiar en nuevas personas y apariciones requiere mucho esfuerzo. Y Magda está en una edad bien activa aunque ya vaya prefiriendo los balnerarios, las sopitas, el relax y el buen vino.
Pero, que nadie se le adelante a Magda. Porque Magda es astuta y se asesora bien. Tiene dinero y capea la modernidad imparable con divino tesón y paciencia. Magda es inteligente y lo va a aprender todo. No parará hasta hacerlo.
Mientras tanto saca su boca carnosa con piel de sonrisa relativizadora aunque te esté anulando o dejando a un lado. Sus perdedores deberán sutilmente admitir su inferioridad y su supeditación hacia ella. Magda es el poder, y ha dirigido centros humanos de enseñanza y de divulgación. Se ha ido a los riesgos y se ha acercado desde su moral cristiana a todas las variabilidades conductuales de niños y jóvenes. Decepcionada.
A Magda le gusta ser la madraza de todos, y hasta la novia en la boda y el niño en el bautizo. Hembra de armas tomar esta Magda. Mas raramente la verás enfadada o mandándolo todo al carajo. A lo mejor resultará que el silencio es su aliado, la niebla su trono, y que el mejor desprecio será el no hacer aprecio y tirar por la calle de en medio.
La vida es estrés, es el hoy, el mañana, la previsión, el estar en el medio de todo, que no te lo cuenten demasiado, cotejar opiniones y no creerse sino la suya. Y esperar relajada a que a su lado pase una fémina atemporal y vital, morena y pluridiversa.
-MAGDA Y SU SONRISA VIVA-
11:02
jose vicente ortí
Duro es un hospital si vas a ayudar. Pero siempre la coherencia tiene una recompensa en forma de sonrisa agradecida.
Acudo a auxiliar a la familia de un amigo de la infancia. Trato de infundirle ánimos porque conozco su fortaleza que combate el ictus que tuvo. Las secuelas ponen a prueba a todo el cuerpo afectivo. Me llega el verle jodido en esa cama blanca de derrota de donde se despiertan los afortunados valientes.
El hospital es máquina y está trufado transversalmente de tejido humano por todos los sitios. Es un lugar más de aprendizaje para mí y para todo lo que va rodeando al comportamiento humano. Es una escuela de reto de paciencia, de aguantarse y de joderse en los larguísimos procesos de recuperación y rehabilitación. Todo es una sorpresa porque cada cuerpo es un universo libre que actúa conforme le viene en gana. Puro azar todo. La vida siempre como aventura y como fortuna. Azar en movimiento. Incertidumbre, contención y aceptaciones.
Mi amigo, depende. A veces me dice cosas sólidas e impecables. Otras veces se desorienta y pregunta caprichos de desubicación. La vida es ternura a la par que practicidad. Yo, se lo dije: - "¡Muchacho! Tengas lo que tengas, yo te trataré siempre como antes ..."
Acerté. El ictus no afecta al modo de ser. Y mi amigo no es de los que se ponen al lamento, y ama la claridad por jodida que sea. Prefiere la crudeza al eufemismo, y el chocolate espeso al cuento chino.
Pierdo los miedos. Tenía miedo de darle de comer por si se atragantaba dadas sus dificultades motoras. El agua con espesante ha convencido a mi amigo y se ha convertido para la ingesta en uno de sus mejores aliados. Incluso cuando no le gusta lo que le dan de comer. Y entonces dice en letanía: ¡"Agua!, ¡dame agua!" ...
Mi amigo se va recuperando. Todos lo pasamos mal. Un día me fui con mal cuerpo porque las sensaciones generales no eran esperanzadoras. Yo,-le conozco más que bien-, le dije que de acojonarse, nada. Que, tiene una fortaleza que su familia y el equipo médico desconocen. Pero reconozco que la emoción cortaba y cercenaba un tanto mis estímulos hacia él.
Empezó a mejorar. Ha salvado el pellejo si le deja el trombo que tiene en la pierna, y ya mueve los brazos, y le paseo con la silla de ruedas por el recinto, y sobre todo intento hacerle reír bastante antes de que me vaya de allí. De su lado.
Le quiero mucho. Le debo mucho. Sufrió horrores antes del ictus, y ahora merece mi vitalidad de atención. Realmente quedarse a ayudarle en la locura funcional de un hospital y más en estas fiestas, requiere de muchos reflejos y de gran convicción y de muchas energías.
No quisiera pasar por donde él pasa y pasará. Prefiero solo pensar en las novedades del presente de indicativo y de lo que sale bien que no es poco.
Y la experiencia aviva mi curiosidad endémica. Conozco mejor a sus familiares, al personal contratado, y a los amigos que le queremos y que nos relevamos fantásticamente para que las cosas salgan bien y no tenga la menor queja.
Tomo nota de lo que sucede. Las dudas iniciales, van pasando a ser cazadas realidades. Da mucho tiempo a repasar el perfil humano una y otra vez. Otra vez que suceda, seré menos pardillo y mi mochila positiva llevará muchos activos y hasta trucos ocultos. Me servirá todo y mucho más.
Mi amigo se defiende de las secuelas como gato panza arriba. Y yo le miro entre convencido y temeroso. Pero voy tirando los miedos del novato y aprendiendo técnicas de la disciplina necesaria para él. Soy consciente de que me necesitan tanto, que me pongo nervioso y alegre de la responsabilidad. Pero me da orgullo y me siento mejor. Ahí también se crece,y cuando salgo de ese dolor me topo con señoras estupendas e inteligentes.
-LA VIDA ES TODO-
9:32
jose vicente ortí
Resuelto y rápido, carismático y gallego, joven y excelente contador de periodismo de hoy. De Sanxenxo, pero nada rural. Columnista de El País e inteligente en su hacer pensar con su ironía y estilo en las mañanas de la SER en la radio con Pepa Bueno.
Mediático y con proyección. Promesa y realidad. Lógico y agudo, cauteloso pero también optimista y arriesgado. Entusiasta y sonriente, habla casi a frenético ritmo y suelta frases inesperadas que te atrapan.
Manuel Jabois se acerca al toro pero se defiende. Entra en la libertad y la analiza tomando matices. Divulga a su estilo. No piensa renunciar a su verbo crítico y afirma que si molesta lo que dice, le parecerá bien pero no deberá pedir perdón.
Sabe darle la vuelta a las verdades oficiales y aparentemente intocables. Juega con los estigmas y trata divulgativamente de ridiculizarlos quitándoles hierro a los asuntos.
Jabois habla de un panorama general y periodístico de impacto sobre la sensibilidad de la gente. El mejor antídoto será la capacidad de pensar y de la crítica inteligente.
Velocidad de ideas. Sabe que el mundo de las redes sociales es el hoy, pero que no va a entrar en la gran melée porque es absurdo. Dice que no hay que cabrearse o se le hace el juego al cabreado. Y en seguida sonríe y nos lleva a la idea de que todo es más fácil de lo que los estrategas de las mentiras nos proponen.
Jabois. Mucha chica viendo su conferencia en la Universidad de Valencia, pero también mucha otra gente de otra edad. Suelta cosas incómodas y afirma que le gusta mover mentes y que es una cosa que no puede evitar porque le sale. Lo único importante es hacer de lo sencillo una rica complejidad, y huír de la catarata de trolas que nos sueltan todos los días.
Se mesa los cabellos. Va eléctrico y triunfa. Ha de tomar en seguida el AVE para Madrid. Estará en Cataluña, en toda la actualidad, y no va a rehuír nada porque lo que sucede siempre ha de ser optimista y plenamente apasionante.
Manuel Jabois juega con el humor como lo haría un niño grande y simpático. Y de repente suelta la ráfaga gallega y te deja pensativo con un valiente concepto inesperado. Jabois trata de desenmascarar a su modo las mentiras de los simplones influyentes.
Habla de que la responsabilidad es de muchos. Admite con obviedad que hay verdaderas industrias de las fake news, pero insiste en que aquí nadie ya es gilipollas y no se ha de conceder tanto a la niebla de la duda. Hay que actuar con conceptos claros y desvirtuar a los cabrones, argumentando con una sonrisa de distancia en su rostro. Galicia sigue dando gente así. Con el misterio. Con la habilidad de convivir con extraños magos de la arana pero sin entrar en el ortodoxo ataque frontal.
Jabois actúa y se defiende. Y escribe. Y hace periodismo frenético e incansable porque no teme demasiado y porque si huele el peligro real utiliza la estrategia del dribling habilidoso y fatal al embustero.
Tiene un algo este Jabois. Un algo que atrae. Como un joven que ha madurado precoz y siempre galaico. Y dice que le encanta reírse de sí mismo para de este modo poder poner en solfa a los demás. Que no hay que ser hipócrita y mostrar la autenticidad, que siempre es mejor y acaba ganando. Ante mi ironía sobre cómo poner caducidad al desgarro catalán utilizando el mito del meigo galego, Jabois se ríe, piensa, y me dice que ellos los gallegos sí que están cada vez más invadiendo España. Y cita a Franco y a Rajoy entre otros.
-SIEMPRE EL HUMOR-
9:07
jose vicente ortí
Caballo blanco con brío. A toda vitalidad. Caballos y vaqueros. La América interior y profunda. El sabor de ese mundo tan peculiar y carismático. El orgullo del vaquero de hoy y toda su tradición.
Y en medio de esa panorámica fuerte y exigente, peculiar y sugerente, aparece la adversidad y la vulnerabilidad. El macho vaquero se rompe el cráneo en uno de sus populares "rodeos", y no puede seguir triunfando en aquello por lo que sueña.
La adversidad para el machote es una sorpresa sin gracia pero que ha de resolver. El vaquero de Dakota es como un torero español con prestigio y guitarra de música country. Es, su mundo. Su dura y real cotidianeidad. El terreno en el que se mueve y por el que apuesta.
Preciosa la poética de la directora china Zhao. Incorpora lirismo y extraordinaria belleza a todo lo natural. Las praderas, los antiguos indios reconvertidos, la roca alta y pelada, más paisaje y todo el retrato y el oxígeno épico de la dinámica y de la estética.
Las riendas. Tomar la riendas. Los huesos rotos y el orgullo han de dejar paso a otras vías cuando lo imposible ha de volverse fatal y peligroso.
"Brady", el personaje protagonista, ya sabía lo que era el gran batacazo de la vida desafortunada. Su hermano queda mermado ya para siempre. Pero él trata de luchar por ser el mejor vaquero de los rodeos, del éxito y de su goce personal deseoso.
Si no puede triunfar en los "rodeos", entonces domará caballos porque su ancestro le va a guiar ese camino. Estampas recalco que bellísimas, y que vencido el tiempo quedan en la memoria de la retina. El toque oriental de su directora, se deja ver con plenitud. El hombre y el caballo,y la luna, y la sangre, y la violencia, y los nervios y la cordura.
El vaquero ha de escupir al suelo y ser duro como las piedras. Les han enseñado su cultura así. Todo es agreste y realista, y hasta los menores inocentes tienen en su discurso la crudeza pero también la llave de muchas cosas.
A veces hay que renunciar. Y una renuncia a tiempo es una victoria. El vaquero "Brady" no podrá andar por el terreno de su tradición. Pero ha de aprender a saber parar. Ha de ser noble. Esa nobleza innegociable. Esa línea roja inteligente que jamás ha de sobrepasarse. Y acaba logrando su éxito desde la renuncia. Lo primero será su salud. Joda, o deje de joder.
La doma, los caballos con la velocidad al viento, la libertad, el entusiasmo, la pobreza que resiste desde la supervivencia, y más esfuerzo y más juego de riendas y medidas.
Miedos y dominios, acercamientos osados pero pero necesarios, amistad entre lo animal en el hombre y la naturalidad en el caballo. Espectaculares escenas vitales. Porque la vida también es límite y son normas.
La vida no se trata de modo desbocado. Eso, no acabará bien. Hay datos y pruebas. Zhao nos lo sugiere. La vida se siente, se hace sucesiva, en el día a día, en la reflexión del porqué hay que dejar sueños patológicos y ser consecuentes.
América en el medio de las interiores praderas y clásicos espacios. Pero que también es hoy. La pasión será buena si genera sanidad, pero si concede dolor no debe aceptarse. El Oeste y el vaquero protagonista decide pensar, matizar, reflexionar a su estilo y con acierto, todo es hoy y siempre, y bello, y lírico, y majestuoso y a destacar.
-COMO ESTA PELÍCULA-
1:00
jose vicente ortí
Ahí está el señor. Muy mayor y enfermo. Está loco y no me deja dormir. Su mujer está ahí y lo sabe y lo ve. Soy Nika, rumana, ya poco joven, pero muy alegre porque me gusta reír. Hay que reír.
No hablo del todo bien el español. Soy de un pueblo interior que tiene frontera con otros países. Suelo estar agotada porque mi trabajo es agotador y el abuelo me grita y no me deja dormir. Cada tres horas hay gritos. Quiere que sea su exclusiva cuidadora y un poco rehén. Me pagan bien. Lo reconozco, y su familia ya me ha aceptado. Al principio no me aceptaban, y yo soy viuda hace tres años. No quiero demasiado pensar en el infarto de mi Antonin. Nunca fue esperada su muerte por mí. Y me vine a España huyendo de muchos dolores y con la necesidad y la esperanza en mi cuerpo. Tengo una hija aquí conmigo que ya es toda una mujer, y ha tenido una niña, y soy abuela. Pero yo nunca seré una abuela de mujer, y me sigue gustando la ropa roja, atractiva y favorecedora.
De hombres solo quiero amigos y de reír. Porque a mí me encanta reír. Y eso no es solo que me guste, sino que hace luz a las personas hombres y mujeres que se acercan a mi lado. Soy de corazón alegre. Y todos debían ser de corazón alegre.
En España hay de todo. Españoles buenos, regulares y malos. Como en todos los sitios. Veo racismo pero he sabido dominar mi caballo y ya no me enfado, y me he puesto práctica y siempre positiva. Siempre voy a reír porque esto me viene del campo y de la vida. De la vida alegre llena de árboles, y hasta de nieve en mi país, y aún sé que puedo gustar, y soy una mujer que me encanta la alegría de los españoles.
Me dicen sexy,y yo no creo que es para tanto. Ando por los sesenta años y no me quejo. Solo soy una mujer que dice lo que piensa y que se calla mucho. Yo creo que el mundo es internacional, y que tenemos todos los del planeta un fondo y un deseo en común. Lo vivo, lo sé, y nadie me convence de lo contrario y todas esas cosas.
El abuelo está jodido y yo suelto tacos cuando me sincero. Y son tacos en español, porque es lo primero para aprender y porque te alivia el estrés de mi duro trabajo de interna. El abuelo se puede morir y con él mi dinero holgado que me ha dado. Vivo para ellos, y para mis amigos que son poquitos pero muy buenos todos.
Soy fuerte, Leo, y tengo mucha naturalidad y resistencia. Aquí no hace frío, y a mí me encanta el sol y el calor, y cuando paso por una casa para la moda de las mujeres me encanta mirarla y comprar todo lo que me pueda gustar. Soy femenina y muy orgullosa de serlo.
¿Si el abuelo muere? ... Puedo quedarme con un trabajo peor y cobrar mucho menos. Me da miedo. Todo es duro pero no hay más remedio. Hay un hombre español que me da consejos y que es un hombre bueno aunque anda bastante solo. Y me habla de mujeres aburridas y de alguna otra que dice que todo lo sabe. Me hace reír porque es bueno. Y como mí me salen cosas positivas, entonces podemos conectar bien. Pero él, sabe que solo amigos porque ahora mi alma no puede pedirme a mí otra cosa.
Todo es igual. Porque todo es vida. A veces lloro por mi marido Antonin que ya se fue. Tengo que llorar porque lo necesito. Y además eso me descansa y me da las fuerzas nuevas. Cojo el metro todos los días, y voy siempre corriendo y apurada. Pero solo yo me quejo lo justo.
Hay gente que sufre porque está en mucha peor situación. Es la verdad. Me gusta que la gente se lo pase bien a mi alrededor, y descansar relajada sobre la cama y haciendo Face casi a escondidas. Tengo mis trucos. No todo tiene que ser dureza en España, sino buenos tacones y la risa. Soy creyente de mi religión, y Dios me da toda la fuerza para mí y para los míos. Soy como una madraza.
-Y DE SIGNO LEÓN-
1:11
jose vicente ortí
Disparo negro sobre la vida. La guerra y el límite. El ser humano puesto a manejarse entre el equilibrio de la violencia y la supervivencia. La nueva condición moral del hombre empujado y desesperado. Bomba descarnada y contundente. Como si fueses tú un protagonista y un perdedor de guerra.
Esa es la idea. Ver la guerra por adentro y sin tópicos ni edulcorantes. El corazón y el cuerpo te describe un panorama feroz e indeseable. La guerra es una bacanal de salvajadas en donde el hombre puede volverse básico y monstruoso. Malo y brutal. Hacedor de daños irreparables.
La violencia y la guerra son lo mismo. El superviviente debe adorar a la única vida que tiene, y ahí empieza su dilema, su lío y su calvario moral.
"El Capitán", es un soldado que ve la muerte tan de cerca que pierde todos los oremus. Y pasa astutamente a la ofensiva. O mata, o le matan. Las afueras en la guerra coinciden con los finales más que sangrientos. Los sapiens se pegan entre sí, se castigan, se machacan, se disparan, se embrutecen y ebrian de desesperación.
En el orgasmo del no poder pensar y de lo inmediato, gana su majestad el tiro de la metralleta,y la bomba que cambia el guión y que lo pone todo patas arriba. Escenarios apresurados, tensos y reales.
La prueba más potente en el ser humano, y sus emociones. Cuando no está en paz y todo se le resquebraja. La crueldad y los más bajos instintos, la picaresca y el damocles constante de la incertidumbre en el escenario más desagradable para el ser humano.
La guerra no la gana nadie. Individual, castiga hasta a los generales que sonríen tímidamente al salvar el pellejo. Esta película va de eso. La retransmisión de una historia bélica de desesperación puede ser hasta pacifista, porque nos mete tanto los dedos en el ojo y en el alma, que al salir con mal cuerpo te animas a reflexionar sobre lo bélico.
Blanco y negro. Como dual y reducido es el papel en la batalla. Maniqueos, famélicos, gente que no está para pensar, presos que mueren por el odio salvaje y siempre inexplicable, el resistirse humano para no sucumbir, el valor a la fuerza y la falta de autosinceridad. Correr o morir.
Sí. Gran película que te deja tocado. Tenemos suerte los que no no hemos metido en ningún lío de guerras. La no guerra es el paraíso. Cuando puede sonar la música en la paz, y cuando los pájaros libres de la mañana pueden hacer olvidar a esas amenazas cargadas de bombas como son los aviones bélicos.
O cuando la ciudad marca su ritmo normal, y entonces no aparece ninguna escuadra de matones con fusil para ejercer la justicia. La ciudad ordena ciudadanos, y el grito militar amenaza todos los sosiegos.
El disparo del fusil es el rey de la película. Y los ojos del protagonista, y los del actorazo que sirve al "Capitán", y la mirada profunda y arriesgadamente valiente del director Robert Schwentke.
No hay parones. El film va a ritmo de guerra. Las orgías y las mujeres son un pequeño parón en la carretera de la noche que siempre huele a mentira. Devoran las ganas de venganza y de matar para estar aparentemente más tranquilos.
Y se ceban con los desertores. Los desertores hacen bien en serlo, en huír, en buscar capas y blindajes de distancia, porque la guerra es mentira y odio. Las reglas éticas en la chicha de la guerra son una quimera y un papel mojado. En la guerra solo manda el salvar el pellejo y el evitar que te dejen seco o que te den una paliza vengativa de muerte.
Solo recomiendo esta excelente película a los que no van al cine a entretenerse. Este film es para reflexionar y para fijarse. Casi todos son malos. Pero en realidad los maniqueísmos siguen estando de más aquí. En esta película solo está la realidad de los impactos de dolor de los perdedores. Es una película de dolor en la guerra. Cruda y potente. Atrevida y reflexiva dentro de la gran bestialidad que es la puta guerra. El espectador ha de de decidir callar y no hacer demasiados comentarios porque es mejor. Es una narración hercúlea que te puede cautivar y atrapar. La guerra es un tiempo de sobrecogerse. Y este film recepciona más que bien ese doloroso sentimiento.
-BRUTAL Y PROFUNDA-
10:43
jose vicente ortí
José Luís Núñez ha sido un histórico y un pionero. E inauguró una nueva manera de dirigir un club de fútbol: desde el empresariado.
El fútbol adquirió un cariz y una deriva camino de la actualidad. Ahora es todo money, y Núñez monetarizó el Barça. Y esto chocó mucho, porque se rompía la idea del presi tradicional y cercano. La figura de un puro millonetis, percutía con el romanticismo tradicional del aficionado que ama los colores por mero placer.
Esa fue una de las razones por las que fue siempre tan polémico y discutido, y hasta cuestionado. Núñez era frío y no encajaba en las batallitas cotidianas del periodismo. Y desde el carro del dinero, se distanció con desdén. En lo mediático nunca se metió, y cedió el testigo al vicepresidente Joan Gaspar, tipo forofo y megaapasionado.
Lo demás, pasaba en mi imaginación en la noche. Cuando el dios José María García, lo ridiculizaba y ponía a caldo todos los momentos. Eran tiempos de mucha libertad deportiva y periodística. Y de liderazgos enfrentados, abiertos, calientes y hasta sutiles.
García le arreaba por todos los lados, y entonces salía Joan Gaspar a arropar al presidente y se llevaba todas las castañas. El triunfo de Núñez iba parejo al éxito deportivo. Si perdía el Barça de entonces, los directivos casi nunca aceptados por la afición tradicional, podían abandonar el Camp Nou casi en tanqueta policial. La pasión desbocada lo mataba todo. Pero José Luís Núñez, empresario y orgulloso, pasaba y pasaba de los dardos potentes del "Butanito" García.
Lo que sí recuerdo de aquellas noches locas de la radio del emperador García, es que me lo pasaba pipa con los excesos del periodista cuando se choteaba del más pintado. De Pablo Porta, de Roca su sucesor en la presidencia de la Federación, de Núñez, y de todo quisque que se le antojara. García era nuestro guerrero del antifaz soñado de la noche vitalista, justiciero, y defensor de todas las cosas de aquel tiempo tan irreal. García apelaba a su rigor, y acabó tan endiosado como todos. Fue desconcertante y aún hoy, un tipo más que poderoso, del cual se rumoreó siempre que solo Florentino Pérez y la enfermedad cruel, le mandaron al definitivo silencio radiofónico.
Núñez no era un ángel. Ni mucho menos. Quien dirige dinero, tiene la posibilidad de muchos excesos. De hecho, tocó cárcel acusado de sobornos.
Longevo fue Núñez. Muchísimos años de referencia barcelonista en el poder. Tiró de sus cuartos y fichó a Maradona y a Schuster, y le dio opciones al polémico técnico Louis Van Gaal, que fue el Mourinho de aquel tiempo.
Núñez nunca fue mediático ni lo intentó. No le gustaba eso de salir y figurar,y por muchas razones. Desde su fuerte acento catalán, Núñez se atrancaba y decía mal los nombres de las personas. Hubo legión de satíricos que le imitaron ante la risa general.
Frío siempre Núñez. Cuando hacía apariciones en la radio o raramente en la tele, mostraba su poderío. Decía: "El Barselona ..." Solía comenzar así sus discursos todos muy parecidos, mentando a la entidad y dándole su bandera y una nueva forma institucional y diferente modo de dirigir. Todo empresa. Apenas hablaba de sus jugadores ni personalizaba. Llegó a ser amigo frío de García, a pesar de sus tremendas confrontaciones y de las andanadas procedentes del periodista líder.
El empresario José Luís Núñez nunca representó el deporte,-a pesar de crear acertadamente muchas secciones azulgranas de otras disciplinas además del fútbol-, sino que representó al poder del dinero. Por eso casi nunca conectó con este mundo tan pasional y de desahogo. Núñez entraba al deporte cuando cerraba la puerta de sus empresas. El Barça fue su moderna inversión.
Acaba de morir. Ya era mayor. Núñez fue el presidente del Barcelona con más años en el cargo, y con más éxitos deportivos a lo largo de su mandato. Y tuvo igualmente grandes errores y fracasos. Hubo de todo.
Lo que está claro es que ha sido un gran pedazo de historia del Barcelona y eso ha quedado ahí. Por eso ha de ser destacado y mencionado. Porque no fue alguien más. Cambió el Barça y lo hizo de hoy.
-AUNQUE PUDIERAN DECIRLE DE TODO-
8:10
jose vicente ortí
A escasos centímetros de mi pie izquierdo. En el interior del cajero de un banco. Se van notando los primeros fríos suaves en mi Valencia en el diciembre. Primeros fríos, pero suficientes para tener que defenderse de cualquier manera.
Once de la mañana. Está allí mientras yo saco dinero de dicho cajero. Un hombre en el suelo, derrotado, como un niño desorientado y extraño, conocido como otros en mi barriada, alto, pelirrojo, aún joven pero avejentado, sin navidad y sin ilusiones. Durmiendo su vida.
Al principio me incomodó su presencia por si había intención de quitarme el dinero. Como un bebé inofensivo. Asumiendo la mendicidad y la derrota. Dormía y profundamente.
Yo, nervioso, entoné una cancioncilla.La intención era que se despertara para que se fuese de allí. Sin ningún éxito. Aquel niño grande parecía percibir mi cancioncilla suave como si fuese una canción de cuna. Y al oírla, se dormía más profundamente y sonaban sus ronquidos.
Había más gente en la entidad bancaria. Y, hasta de varias nacionalidades. Todos le miraban a hurtadillas por si se despertaba y la liaba. Pero de momento era como un nene delicado y vencido. Ese grandullón está en su abismo y no se puede hacer nada.
Si no se da prisa y se levanta de ahí, alguien llamará a la policía y se le indicará que ahí no puede ni debe estar. Y la gran cuestión es esa brecha y ese abismo que aparece entre los que estamos manteniéndonos y entre los que se han caído, y que parece que una capa de fría normalidad les lleva a la puta e inane idea de la indiferencia. Sí. Estas personas necesitan muchas canciones de esperanza, y nunca nuestros rechazos o estigmas. El hombre derrotado también es de nosotros y nos corresponde atenderle.
Beodo, con mil problemas, sin sabérselos resolver él mismo, malviviendo y pasando frío. Preso de la derrota y del agujero, de la nada, de la vulnerabilidad y de la tremenda carencia interior. Orgulloso y fortachón, y demente. Hecho a la mala vida y a la marginalidad.
¡Demasiado contraste insoportable! Hay muchos más sin techo. Se tapan por las noches cuando nadie les ve o viéndoles, y se preparan para su particular defensa en Morfeo.
A escasos centímetros de nosotros están. De nosotros, de las navidades, del bullicio de las compras, de las lucecitas tradicionales o del calor de una familia. Están tan cerca y tan lejos ... Quizás a años luz de los no dementes o de los que aspiran a sorpresas reales, alegrías o esperanza.
¿Era lo mejor decirle a este pobre hombre que se despertara y que se fuese del interior del cajero? Según las normas y las leyes, por supuesto que sí. Pero habría que potenciar la protección social. La navidad se aja con gente así. La alegría se torna hipocresía al lado de gente agujereada y que parece que nos importa un puñetero carajo.
Existen. Molestarán o dejarán de molestar. Pero existen. Y una ciudad sensible precisa gente que se ocupe de las grandes brechas y que ponga orden. No es necesario que haya gente que malviva así, o que otra señora se tire por la ventana al no poder afrontar una hipoteca.
Estos contrastes en el capitalismo, son obscenos y a tratar. No es ya la estética de la verdad, sino el jugo de esa esencia. El mundo anda mal, y los ricos y clases medias creen que nunca les pasará nada parecido a lo que le ocurre al intruso del cajero en el banco. Se equivocan. Yerran. El dinero no solo es factor de protección. Hace falta peinarse la sensibilidad y la toma de conciencia. Hay que apretar por ahí. Y dejar de culpabilizar. La historia del vagabundo será un drama cruel que merece recompensa de justicia.
-COMO LA DE TODOS ELL@S-