11:10
jose vicente ortí
Madrid. Junio. 2014. Jagger y Keith Richards, y los Rollings, y toda su magia penetrante y especial. La fuerza intacta e intensa de su música que llega. Parecen eternos. ¡Son eternos! Nunca mejor esa frase que dice que los viejos rockeros nunca mueren ...
Todo para la nueva música del nuevo tiempo pareció romperse y hacerse añicos con la irrupción de los Beatles. The Beatles. Beatles, supusieron himnos inolvidables de paz y jogo bonito. Poetas de la trascendencia y de los valores. Harrison, Maccartney, Lennon, Ringo Starr, "Imagine", y mil sueños lanzados al aire de la libertad. Porque eso es la música: ¡libertad! ...
Lo que sucede es que el tiempo son cifras, y récords, y cifras, y gustos, y también balances de longevidad y acumulación. Y sin tocar un ápice al sueño beatle, sin apagar ninguna llama de los cánticos de la humanidad y de los sentimientos, Cronos y el tiempo tiende a colocarles una cierta distancia gris de no recuerdo.
En cambio, los Rolling ... Porque aunque os confieso que a mí me llegan a la nostalgia con más inmediatez las flechas de los chicos míticos de Liverpool, he de descubrirme ante un nuevo tiempo lleno de autenticidad y acribillado por los pasos generacionales y por la vorágine inevitable de lo inmediato que anhela todo el relevo y el presente.
Ni Jagger,ni Richards, ni todos los Rolling son nunca nostalgia. Están más vivos que un rayo que globaliza y arrasa. Setenta años de fuego va a cumplir el carismático e inevitable Mike Jagger. Y los eléctricos y brutales acordes de Richards no se casan con el atrás. Y toda la lengua de la libertad desbocada y feliz. Que es la fiesta y el recital que aceptan exultantes varias generaciones, todos juntos y ajenos a las cortapisas que muchos cabrones que tienen el mando le pican a la libertad.
Esa es la idea y la marca, la multinacional, la gira exitosa, el talento, la energía sin fin, el mover a un auditorio convertir el éxito de un recital excitante para ser felices y evidentes. Hacerlo 10.
Rock, salto, giro, arabesco, nada en el tintero, sex, abrir, sacar, hacer el gesto que se espera y la seducción que se necesita. En las giras de Rolling no parece existir el tiempo ni apenas la verbalización. Si estás con Rolling Stones te darás cuenta de que lo más importante es lo que te pasa por adentro y por la sangre; aquello que está dentro de tí y que te sientes que se te eriza tu verdad.
Con los Stones no ha podido ni el capital, ni la droga, ni el divismo. Jagger y Richards se admiran mucho más de lo que se discrepan. El feo Jagger es el dios que hace toda la música que le sale del gen y no se cansa nunca. Los acordes de Richards siguen eludiendo la rivalidad y la mediocridad. Y Dorian Gray está en pactos con sus "Satánicas Majestades". ¡Funciona! ...
Jagger, el genio. Ha vivido y vive entre la reivindicación del canto black, de su atletismo de magia incansable, de su ritmo imposible, o de su "Satisfaction". Mike ha hecho lo que le ha dado la gana en su vida y en su música, y lo ha demostrado. Ha hecho drogas, sexo, las mujeres más hermosas han pasado por su nido de amor, se ha caído y se ha levantado como una fiera. Y ha proyectado su marca mundial e inapelable.
Madrid, París, Nueva York, Londres, y todo el mundo conocido que sabe de ellos. El World conoce siempre la existencia de esta longevidad eléctrica que nunca puede defraudar. Los Rolling son mundiales, planetarios, futuristas y antepasados.
Pasado, presente y futuro, se funden en su gran show. Los viejos rockeros son eternos adolescentes y jóvenes en espíritu que siempre parirán vida y sensaciones de placer a través de sus recitales y giras. Son lo más. Los más conocidos en toda tierra, los más deseados, los más admirados, los que han dejado atrás a sus Beatles, los primeros de la clasificación estadística, y la capacidad de borrar todas las comparaciones, nostalgias y competencias. Sin ya rivales.
Y alrededor de ellos, otros grupos de rock maman el aura y surgen, emergen y se hacen amar. Desde la magia de Jagger y Richards brotan muchos más manantiales de rock and roll.
-MAS TODO SIGUE PIVOTANDO ALREDEDOR DE ELLOS-
23:23
jose vicente ortí
Veranito de finde. Junio tocando Julio. Ya era la hora y el momento. Ya no era posible. Ya no podía más. Era necesario respirar, y desconectar, e irme lejos por unas horas y darle un buen corte de mangas a lo cotidiano. Soy Marga y me he volatilizado. No existiré hasta el próximo lunes. Nada me va para localizarme. Ya me puedes llamar al móvil, o mandarme un correo sorpresivo, o incluso hacerme cosquilas seductoras a mi teléfono más que personal. Porque la respuesta es, ¡no!
Mucho no. Todo el no que merece mi libertad y mi persona. He cogido mi coche, y luego un tren, y no he mirado demasiado los objetivos. Una vez dentro del vagón del tren, voy eligiendo. He elegido todo lo que no tenga que ver nunca con la palabra corsé.
Me duele la piel de llevar ropa para quedar bien y hasta excesiva. Necesito las gafas de sol para darme el esquinazo incluso a mí misma. Quiero ser una nueva Marga, otra, casi impensable, resucitada, mutada, y profundamente deseosa.
Quiero abrazar ese cáliz que me da el verano y su tiempo libre, y disfrutar, y saborear cada gota de agua de aventura, y gozar, y bailar, y conocer a perfectos desconocidos, y jugarme el pellejo de mi personalidad, y hasta inventarme un nuevo nombre de reality para estas horas maravillosas en las que pisaré un planeta bien diferente aunque esté en éste.
No me busques. Es lo mejor que tú puedes hacer. Enfila y dirige tu GPS sobre otras personas. No me vas a hallar. Ni lo sueñes. Ni contratando a los detectives privados más prestigiosos ni cotilleando mi rastro, ni evocándome con tu recuerdo. ¡Nada que hacer! ...
Ahora te toca joderte y esperar mis nuevas. Porque yo volveré pero no ahora. Olvídate de Marga y déjame que respire y me escape, y me fugue, y me hurgue, y me zambulla en la playa que nunca imaginarás soñar, y que una explosión de vida riegue mi estar de la cabeza a los pies.
¿Mis pistas? Puedes imaginarte todas las que quieras. Sueña, que es lo mejor que le puede pasar a tí y al destino. A los dos. Piensa que quizás esté en una playa, o subiendo descalza un sendero de hierba que masajee mis pies, o practicando yoga en un pueblo perdido de la Alcarria con el nuevo chico que me está empezando a gustar, o empezando a romper con ese tío aburrido en la bahía de Cádiz mientras hacemos el windsurfing.
Puede que esté en una peluquería, haciéndome las uñas de los pies, o las ingles brasileñas, o tirada sobre un prado astur viendo embobada las vacas libres pasar.
Pero no me pidas cosas para tí imposibles. Porque el oro no es esa pieza brillante que ves en la tele cuando la sacan con los quilates y todas esas cosas. El oro es la vida y la capacidad mía de tomar mis propias decisiones y mi propia rienda vital.
No quiero saber apenas nada de las noticias de los periódicos, ni me interesa demasiado el vaivén del mundo y de su programada actualidad. Ahora la televisión y yo somos dos seres divorciados, carentes de química y hasta enemigos totalmente irreconciliables. Porque yo soy mi telediario, y mis guerras, y mis nuevas.
-QUIERO SENTÍRMELO TODO-
11:48
jose vicente ortí
Verano, calor, sed, José Vicente, el mago, el poeta, Valencia, España, más ilusión y besos renovados. Verano, yo.
Verano diferente, con más cosas y menos rutina, con un perro maleducado ladrando en la escalera; con mi casa cerrada mientras estoy cuidando a mi madre por el consejo de una mujer humana.
Verano de cocinas, ensaladas y tormentas. Verano bebé, de ir en calzoncillos por la casa y hasta en nada por la playa. Verano de reto y de tren, verano de viaje, de mi cumpleaños joven, de mi signo cáncer, de mis dolores al ver la cara de mi madre, y nunca perdiendo de vista que la vida vive y está. Y Junio, y Julio, y Agosto, y todos los Septiembres de mí.
Verano que arrea sol liberado de las escasas sombras, verano de un abanico y de un masaje de huesos y complicidad, verano de guiris despistados, verano de las Torres de Quart y de Serranos, verano de playa y de azul, de tetas y tangas, de salitre y desinhibición, de risas y de Tour, de bicicletas y de Wimbledon post San Juan.
Verano asustadizo y culinario, verano para cocinarme una vida más plena, audaz y con más sabor. Verano de atreverse a ser más maduro, y para crecer, y para cantar, y para coger el autobús camino de nuestra parada consensuada.
Verano que le da una patada a la fría rutina, verano en el que las cosas han de valer más la pena, verano de mí y de mis posibilidades, verano de mis límites y de mis aciertos, de mis rodillas protegidas por neoprenos de afecto, verano de chapuzón y piscina, verano de ausencias cercanas, de respeto, de fútbol, de siesta, de obligaciones y también de guiños. Verano de agotamientos y de noches interminables a tu lado. Verano de aceptar lo que me propones, de respetar tus viajes y a tus amig@s, de respetarme a mí, de creer en mí, de confiar, de confiarnos todo lo que queramos, de desnudar nuestros pies y meterlos en un balde con sal. De pensarnos.
Verano de ventilador y canícula, de aire acondicionado y de no hacer demasiado caso a los que no me quieren. Verano de afirmarse, de mirarme de cara en el espejo y de zamparme un buen trozo de melón.
Verano de horchata y fartons, verano de gentes de afuera que conocerán mi ciudad y que pasarán por los trenes de sus sueños, y que harán posible la cópula deseada que les hará eternos y seguros.
Verano de manos entrelazadas, de discusiones amables, de picarse para luego hacer las paces, verano de juegos de mayor. Verano de sirenas que nunca han de salir de las olas que no sea para darme el beso de su apuesta y elección. Verano de pájaro acotorrado y cantarín de ave roja y pizpireta, verano de búhos que se van con ojazos seductores de juerga y botellón. Verano de tí.
Verano a la seda, a la calma, a la plancha, a la naturaleza, a la temperatura del desierto, a como te dé la gana, a como quieras, a la manera de tí y de tu tiempo libre, a tus días ganados a la obligación de un despertador severo y hasta cabrón.
Verano de piel al aire, de tatoo y de caminatas persistentes por la orilla de la playa. Verano de paciencia y de plenitud, verano de camino de sendero, verano de sombrero y de cremita solar. Verano de beber agua clara y de cuidarse, verano de bikini y sorpresón, verano de hacer lo que siempre soñé que no podría, verano de ser dos palmos más alto y de positividad.
Verano de esperanzas y de desdramatizaciones, verano cercano y social, verano de terraza y morapio, de bullicio, moto y explosión de amor.
Verano que no se sabe solo, verano que estás hecho de todas y de todos. Verano potente e integrador.
-CAMBIO CLIMÁTICO-
9:01
jose vicente ortí
Distinto. Diferente. Clásico. Asturiano. El más grande goleador de la historia del fútbol español. Acaba de decir adiós a su "Roja". Y hasta en el último e intrascendente partido, el gran guaje ha metido su gol y muchísimo más que éso.
David Villa nunca fue un jugador fashion, modernote o de amar lo mediático. David Villa ha sido un futbolista vocacional, de la raza de futboleros en extinción, realista y sentido, comedido y siempre enorme y laborioso. Presente.
Cuando Del Bosque le sentó contra Australia, Villa soltó sus lágrimas y su verdad sentado en el postrero banquillo. Porque David siempre ha sido inconformista y su personalidad huele a fútbol de siempre. De ese esencial que va más allá de modas, modernidades o contingencias estratégicas y oportunistas. Lloraba fútbol.
Villa es el otro fútbol. El ser humano que se diluye embobado dentro de una zamarra. No. Su camiseta no es otra cosa que la prolongación de su nato deseo. Villa lloraba porque es honrado y le duele el paso del tiempo, y le jode que le sienten, y quiere estar lo más posible en el césped para hacer emoción, y arriesgar, y clavar el balón en la red a menos que te descuides. Como siempre y debe ser.
Villa es un guerrero del gol. Un hombre honesto pegado a sus sueños. Un futbolista irreductible y sin domar, un pura sangre que te deja perplejo y maravillado. Sabes que puede pasar que jamás te defraude. Porque el fútbol y su sabor nunca te puede decepcionar ni dejar indiferente.
El llorar del gran guaje significaba que le gusta jugar al fútbol. Que siempre te lo tienes que pasar bomba cuando juegas al fútbol. Que cada encuentro es una cosa diferente y rápida, y que nunca se ha de parecer al evento anterior. Que su deporte no puede llevar demasiadas nostalgias ni lamentos, y que asume esta dinámica y estas reglas de juego. Villa es el fútbol. Ese jugador que es capaz de hacer que la gente vaya al estadio y que siempre aspire a pensar que se pueden resolver las cosas.
David ha huído de polémicas y de forzadas sonrisas. Su mundo no es el micrófono sino las áreas, y su fútbol comprensivo y vertical. Entiende que el sabor de su juego preferido sale de la cocina y es olido por muchísima gente. Como una paella aromática o como la fabada de su terruño.
Villa es un jugador de pueblo, como el mítico Quini, pero con la necesaria y adicionada mala leche de enorme e incomparable goleador. Villa es futbolista de muchos campos de fútbol, de muchos equipos, de culo pelado, y de reivindicarse siempre y partido tras partido.
Lo mejor del gran David Villa es que puede parecer un niño ilusionado y convencido, el cual se pone su camiseta y sus ganas, y allá que se va a donde sea para jugar a su fútbol.
Lo suyo es el balón, y el tiro a puerta, y la bicicleta que huela a gol, y la alegría por los tantos, y su verdad apasionada y natural que te lleva a los tiempos felices de la inocencia y de la verdad.
Villa es el rara avis. Y al mismo tiempo, la gran sensatez. Es de esos jugadores que no solo necesitaremos porque marcan goles a porrillo. Sino porque siempre ha creado y ha vibrado incluso con sus propias carreras.
¡ENORME EL "GUAJE"!
8:55
jose vicente ortí
Ilusión. El escrito de hoy podría sintetizarse a través de la palabra antes escrita. Porque cuando esta tarde me he ido a esa ya emblemática y comercial Plaza de Nuevo Centro valenciano, notaba otras cosas. Distintas a otras veces.
Aunque el termómetro rondaba los treinta grados, a mí me daba mucho más igual que otras veces. Y las rodillas me dolían menos, y había decisión, y las distancias eran más cortas, y el objetivo realmente claro e ilusionado. Quería hacerla un regalito a élla.
Sí. Es una ilusión que se ha gestado en mi vida hará escasos meses, la aprecio mucho, élla lo sabe, y cuando está el afecto todo se tiende a modificar. Me siento crecido y bien, más seguro de mí mismo, con cosas que ofrecer, y con momentos que a veces no se pueden transferir a través de las letras de un relato. Sencillamente, se vive. Nace algo bonito que sabes que está ahí, y que hay que trabajar, y cuidar, asimilar, rehuír los temores y lanzarse responsablemente a la aventura natural de la alegría. Con pies en el suelo y con ganas de agradar. Así de junto.
¿Qué le compro a mi amiga sueño? Lo primero que he pensado es que soy un tacaño porque lo que he adquirido es baratote, y lo segundo que también he pensado es que seguro que no le gusta y que me dirá que sí para quedar bien, pero que nones ... ¡Seguro! ...
No. No estoy seguro de nada. Ni idea de qué comprarla. No tiene precio este deseo de presente y de agradar. El precio es la ilusión. Sé que ella sabrá apreciar mis nervios y mi desorientación, y que se reirá de mi ocurrencia, y que se lo pasará bien por esto que más que un regalo es una, itero, ocurrencia ...
Tenía que hacerlo. ¡Xe, un detallet! Un detallito. Una cosa que aparentemente era una anécdota y una menoridad. De modo que mis ilusionados nervios se han relajado al llegar a casa. Había cien mil millones de cosas diferentes para comprar. Pero, ¿qué hacer?, ¿por dónde se empieza? ...
Sonreír y sonreírme. Dejar sacar el reto de mi presente y de mi futuro. Dejarme ir, y desorientarme, y subir como un bobo las diferentes plantas de la gran superficie comercial.
Buscaba. Yo buscaba cosas. Un caudal de cosas me atrapaba, y como no tengo costumbre de comprar o adquirir presentes, todo me parecía factible. Todo estaba bien, y daba igual que fuera la tarde, o la mañana, o la madrugada, o el sur, el este, o el oeste, o los indios sioux, o el pensamiento inmediato más extravagante y siempre irreal. Porque daba bastante igual hasta lo irreal y fantástico.
He visto unos stands de una feria esotérica que todos los años ponen dos semanas antes de los ritos paganos y mágicos de San Juan, que están llenos de videntes y cartomantes.
Pero este año no iba a preguntar nada acerca de mi ilusión. ¿Preguntar? Preguntar serían mis dudas, y mis miedos, y mis inseguridades, y que otros me dijeran lo que ya puede estar perfectamente dentro de mí, y lo que será mi iniciativa y mi impulso de persona que crece imparable y como tiene que ser.
Mareado estaba cuando he salido de la gran superficie comercial. Estaba tan alegremente nervioso, que de repente he parado y he mirado a ver en dónde se hallaba la puerta. Estaba exactamente al lado contrario. En donde no hay que estar para salir. En medio del error feliz. Y en ese momento no me he sentido contrariado, sino que me ha acompañado el suave arrope de una sonrisa cómplice.
-PENSABA EXACTAMENTE EN TÍ-
8:56
jose vicente ortí
¡España! Multitud. Televisiones. Banderas. Miles de banderas rojigualdas. Expectación. El espectáculo de la gran liturgia monárquica se pone a rodar. La gente quiere ver estas cosas llenas del ayer.
El pueblo, mira. Es obediente a lo que pone en una peculiar y real Constitución o Ley de Leyes. La avalancha imponente de aplauso rodea a otras realidades. El Poder tiene en 2014 una fascinación que realmente, sorprende. ¡Madrid!
El Rey. El nuevo rey Felipe VI. Su figura. Ese icono que anda a medio camino entre Dios y los hombres. Y su mujer, la Reina Letizia. Y los nenes, y la infanta Leonor, y toda la cosa potentísima y a la vez estática de los cortesanos y burgueses. De nuevo, el Poder.
Los caballitos, los soldados, los trajes militares, las exhibiciones, los homenajes, la Patria, lo que ya sabemos, la herencia, los Borbones, la sucesión, los distintivos, los millonarios, la personificación de los privilegios y de los clasismos. Y todo lo meten en una caja a la que le pretenden dar forma democráctica.
El Medievo en el siglo XXI. El mantenimiento de lo de siempre. Los ricos, los que están por encima, los que no son la gente llana, los adinerados, la banca, los triunfadores, los trajes y vestidos de tradición, la España conservadora e inmovilista, el boato, la pompa, el fasto, los cortesanos, la adhesión aparentemente inquebrantable, la demostración geográfica, el consenso ante los intocables, nada que discutir o cuestionar, lo que significa continuismo y gran fiesta. El domingo, el dóminus, el festivo, la gala, el especial, lo impecable e inmaculado, la Iglesia, la derecha, la izquierda cautelosa, los nacionalismos incómodos entre tanta satisfaccion y sonrisa de rendez vous. La fuerza de los que mandan. El Gobierno entregado al nuevo monarca y a su mujer. La pleitesía, las ganas de ser reyes, los deseos de ser grandes, antes muertos que sencillos; los triunfadores ...
El rey salvador. El papá. Ese ser más que terrestre que llenará las revistas y las tertulias. La alfombra roja, la España que corta el bacalao, los lacayos, a los que todo lo que sea brillo les parece bien, por tierra y aire, por donde sea pero que se esté entre lo previsto y la sorpresa del festejo siempre esotéricamente deseado. La Historia, la Plaza de Oriente, el haber estado allí, la redención y el soplamocos a las penas, el sexy del reality y de la disneyandia, el viajar al Tíbet, o a las islas siempre vírgenes e imposibles, la identidad del grupo y de la masa, la imposición de unas reglas del juego. La España frivolona y oportunista de hoy. Pícaros que se distraen al calor de un sol que se llama verano. ¡Viva España y fuera penas! ...
Si yo fuera rey ... Tiene que molar ser rey. Ha de dar vanidad. Porque vienen de todos los pueblos y lugares y te dan la mano y la sonrisa, y se te arrodillan.
¡Se te arrodillan en reverencia casi técnica! Quieren agradarte. Hacen que se sienten emocionados ante uno, y postrados sobre la aceptación de tu poder. Suena a ancestro. Huele a Edad Media. A Edad atrás. A otro tiempo en el que todo sería piramidal y de supervivencia. Suena a tiempos de maniqueísmos, de campana y se acabó, de autoritarismo, de plebe, de falta de derechos ciudadanos, de tiempo anterior a la Revolución francesa, de cuando el pobre lloraba sus penas y ni se planteaba tener voz ni voto. Huele a perfume gastado de luxe, a contradicción, a dejar hacer, a que hagan lo que quieran, a que todo siga por inercia fácil ...
Y sobre todo, hay ganas de domingo y de corbata, de excursión y presencia, de fiesta y fasto; de ser algo.
-DE SERLO TODO-
9:52
jose vicente ortí
Solo siento dolor de decepción. ¡Qué putada! Estoy caliente, indignado, jodido, no puedo pensar con frialdad, es increíble, imposible, escaleno, obtuso, con renglones torcidos, y con todo el chasco. España de fútbol lo ha perdido todo en un partido nuevamente horríbilis contra los chilenos entusiastas.
Mil preguntas con respuesta de esoterismo. ¡Una vergüenza! ¿Dónde está la magia del tiki-taka? Una inocentada, una tomadura de pelo, un despropósito, la cara que se te queda después de perder, qué les digo yo ahora a los niños, me falta el amor, parezco un exagerado, mezclo todas las cosas feas, y sinceramente, no me lo podía esperar ...
La hemos cagado. Casi me siento culpable de ser seguidor de estos señores millonarios y mal escogidos por un entrenador demasiado bonachón. Sí. Lo único que sé es que hemos dado cien vueltas de campana, nos hemos hecho papilla, no nos podemos levantar, los servicios anímicos ya no pueden hacer nada, y entonces sientes que el perder es una mierda, y que ganar tiene que ser la releche, y descubres que el éxito es suertudo y voluble, y que los privilegiados son felices y tienen razones para presumir y decírselo a tod@s.
España, ha caído con estrépito. Y te sientes perdedor y carente de autoconsuelo, y te vienen las ganas de la calle de en medio y de decirles a todos esos de la "Roja" la frustración que adentro hay. ¡Inútiles! ...
Millonarios, aburguesados, de espaldas al pueblo, ¡fuera!, ¡bye!, no habéis hecho una a derechas, parece mentira que ganaráis todo y que nos hicieráis tan felices, y es como cuando descubres que tu mujer ya es un adiós, y que la has pillado en plena faena con otro. ¡Merde! ...
Calientes los sentimientos en Río de Janeiro, Maracaná, las playas de las garotas y de los culos más empinados y potentemente bellos del Globo. Ahí ha quedado un ciclo, un abismo y una ilusión. Fue demasiado bello mientras duró. Han sido los Campeonatos de Europa y del Mundo, hemos sido los mejores, los top, los números 1, los toreros de la admiración, los que maravillamos hasta a los maravillosos, y los que todos sabemos que hemos sido. ¡Hemos! ...
¿Recuperarse?, ¿esperar a que vuelva a salir el sol deportivo y futbolístico? No. Hoy no toca. Hoy toca joderse y sufrir, y entonar el mea culpa, y estar mal y tristes. Hemos hecho el mayor ridículo y la mayor meada fuera de tiesto, y somos un poco huérfanos de nosotros mismos. Hoy se ha acabado el mundo por unas horas, y que no me hablen de fútbol por ahora, y que no me interesa el deporte hasta que no se me acabe el berrinche abrupto.
Se acabó. C´est finie. Adiós. ¡Viva el nuevo ciclo! Más cástings. Adiós a todos. Todo lo bueno se acaba. Descansemos sobre el más que grave y solemne silencio. No hay derecho a tanta decepción. Ya no somos más que una náufraga tormenta de ideas. Han vuelto las sensaciones de que ya no ganamos ni con los buenos, y entonces la nube puta de la niebla nos desnorta y hasta aturde.
Gracias, nostalgia. Y, ¡dame un abrazo, Casillas! E, Iniesta, y Silva, y Busquets, y Luís y Del Bosque, y Paquito González, y Guasch, y Lama, y hasta Sara Carbonero. ¡Joder! ...
Vamos a aceptar, a asimilar, a comer, a descansar, a estar con nosotros y con los amigos, y un abrazo al amor, a la chica, a la parienta, y a toda la gran familia del fútbol español que ahora sufre como un perro. No hay más remedio.
¡SUÉLTALO TODO, JODER!
9:52
jose vicente ortí
Dicen que a veces se ríe por no llorar. O, que a veces uno canta para espantar el dolor y respirar nuevamente.
En este tremendo drama, hay mucho humor. Unos diálogos a la andaluza, chispeantes y reales, humanos y exagerados, prácticos y naturales, aceptadores y desgarradores, y al mismo tiempo rompedores y que apuestan por la vida y la supervivencia.
La calidad de vida y la dignidad. "Carmina", el personaje que desarrolla Carmina Barrios, está moribunda de cáncer pero con una actitud de fuerza natural y desesperada. Siempre inquietante y activa.
Paco León, el director, estira las cosas. Hace soñar con romper los tabúes, y se embarca en unas ideas y ocurrencias que estremecen y a la vez te sobrecogen.
"Carmina", enferma, sabe que ya no va a poder cuidar a su marido y le precipita las cosas para que se vaya y descanse de una vez. A su hija le pone el dinero para que monte su peluquería que ahora se llama Centro de Estética, y le da la paz económica que precisa. Puto y necesario parné.
Existe la gente con desesperación que no va a aguardar una caridad o un limosneo. Se suicidan sus esperanzas y sus sueños porque hay que llevar el orgullo intacto de la cabeza alta. Nada de pedir en exceso.
En su Andalucía del alma, en "Carmina", siempre estará el respeto por las liturgias y por los ancestros. Y también las nuevas tendencias que trata de amparar la modernidad que vende.
Hay entierro y lágrimas, y la tradición, y la reunión en el dolor, y todo lo que es cañí y eterno.
Pero esa costumbre se alarga hacia el tiempo de hoy en donde está carente la ética de los sentimientos y en donde predomina el trueque social del dinero con reglas macabras y veloces.
Aquí hay deje andaluz, pero también móviles, el Skype, y críticas a la actualidad, y personajes que parecen sacados auténticamente de la perra y fatalista verdad.
Hay magia al lado de los santos y las vírgenes tradicionales, erotismo, jamoncito, niños que comen lentejas, vecinos nada de fiar, y hasta lesbianismo que se mete por el Reiki para llenar un deseo y un llanto necesario e imparable. La energía quasi mágica que dribla males.
El personaje que encarna la deliciosa Yolanda Ramos, es potente, atractivo, con taconazos y sin tabúes, fuma porros, y muestra sensualidad y carne, otras opciones y siempre el placer. Lesbos y salero.
La vida es placer o bien poco más. El gustito debe intercalarse entre el valle de lágrimas porque si no te entra el bajón y la desesperanza. La barra del tabú debe dejar paso a nuevos escenarios abiertos sin titubeos.
La última voluntad de la protagonista,-sensacional Carmina Barrios-, su último de Filipinas, o su anhelo postrero, es regatear a la muerte teniendo una aventura final con un fornido y joven moreno. Toda una metáfora del deseo final. Hay que vivir y que te pasen cosas con sal. Porque al final del cuento el dolor deja paso al olvido, a la ignorancia y a la indiferencia.
Y el tiempo nuevo sigue y se lo come todo. Y el que venga detrás, que se prepare para hacer cola. Las reglas son las reglas.
-DISTRAÍDA PELI-
9:50
jose vicente ortí
En el silencio casi impresionante y de reflexión de la Selección Española de Vicente del Bosque tras el tremendo waterloo 1-5 ante su subcampeona Holanda, los agoreros y los decepcionados buscan hachas y culpables. Su malestar, es comprensible. No se esperaba el descomunal desmorone de la segunda parte que fue el infierno y la tristeza. Los pesimistas andan ahora excitados. Buscan chivos y con toda la ansiedad.
Si la primera parte fue tímida y normal, esperable, lo que sucedió en la segunda parte más visible fueron los castañazos a goles adversos, la defensa hilarante, o las dudas de Casillas. El pesado músculo y la nula velocidad. España no fue ni su sombra y nunca olió a nada destacable. Solo algún atisbo de individualidad y la carga necesaria del prestigio. Solo eso.
Nada se ha perdido si se logra recuperar la brújula y la manija de la convicción. Porque lo que en mi opinión pasó realmente ayer en Salvador de Bahía fue la ausencia de la identidad y del sosiego que les confiere Vicente del Bosque a esos maravillosos locos bajitos. Nos faltó orden y concentración.
Porque nuestros éxitos siempre han estado basados en una idea clara y en un orden prefijado. Y ayer, y especialmente en la segunda parte, nuestro fútbol y disposición fue la algarabía de unos pollos sin cabeza.
No creo tanto en las cansancios ni en la merma de lo muscular. No somos unos viejos que deambulamos de la casa al hogar del jubilado. Somos muchísimo más. Enormemente más. Grandiosamente, mucho más.
No es tanto tema de nuevos jugadores o de remozadas energías, sino de volver a recuperar con claridad la potencia de la concentración. Ayer se distrajo infantilmente hasta el defensa más en forma del mundo como es Sergio Ramos. Demasiado inaceptable.
Hay que tirar de humildad y levantar la cara desde los pies en el césped. Nuestro único rival somos nosotros. La frescura física de la Holanda de Van Gaal fue oportunista y efectiva. Pero no hay que hacer hipérboles fatalistas.
Vicente del Bosque es calmo, ordenado y sereno. No tiene aspavientos y no gusta de las cosas apresuradas. Ahora Chile y Australia serán los tests que nos pueden devolvernos a nosotros mismos. El tema es estratégico y mental, de salir de un palazo, de remontar, de pararse y de hacer una piña. De no pensar demasiado, y de seguir. De darle una nueva oportunidad a esa camiseta que debe llevar la potencia y la dignidad de un enorme equipo campeón.
A nadie se le ha olvidado jugar al fútbol. Lo que pasa es que hay que recuperar la posición en el terreno, y desde la recuperación ordenada de los espacios hacer el fútbol que sabemos hacer.
Porque la cuestión no es solo la tenencia del balón, sino la capacidad de dejar a los rivales capados y sin opciones. Anular y presionar, sudar y correr, continuar, y hacer orgullo de una camiseta que sabe hacernos felices, jogo bonito, tiki-taka y lo que haga falta.
No debería más partirse el equipo en dos. Al revés. Juntos, sí podemos. Con ayudas, sin demasiados errores, recuperando la lógica y el arrope, siendo de nuevo un equipo de cracks en donde no destaque nadie por encima seguimos teniendo todos las opciones. En otras palabras, que España debe levantarse convencida de que el marathón es extremadamente largo.
-DEPENDE DE LA ACTITUD DE TODOS-
10:46
jose vicente ortí
Fútbol. 2014. Mundiales. Maracaná. Samba y olor a futebol. Playa de Ipanema y garota, Vinicius de Moraes y Carlinhos Brown. Déjame soñar. Baila, bella mulata de culo perfecto. El mejor trasero del mundo.
¡Pelé! Rey. O rei. ¡Garrincha! Rivelino, Tostao o Sócrates el del tacón. Mi infancia y la canarinha. Los malabaristas del balón. Tom Jobim, Toquinho, Astrud Gilberto, Ayrton Senna o el mito Fitipaldi. ¡Oh, Brazil! ...
Decían que los futboleros cariocas eran lentos. No los hay más rápidos. Y fuertes como rocas, y sabios con el balón tradicional de los tiempos actuales y del hambre de siempre. Domingos da Guía, o el triste y suicida meta Barbosa. Automuerto por el gol del Uruguay. Fatal.
Religión en las playas. Eu seu que vou te amar. Capoeira y el refugio legal del ladrón listo e inglés Ronald Biggs. El del atraco al tren de Glasgow.
Brazil puede ser el paraíso. Mejor que el Índico y las Sheychelles. Es el placer en la piel, la irrupción internacional del tanga y del transex. La libertad en el cuerpo y la miseria en la favela. Las inversiones del desarrollismo antisocial que irritan a un pueblo muy castigado, y el sueño del fútbol que seda guerras.
Falcao, Luiz Pereira, Roberto Carlos, Cafú, Rivaldo, Romario, Bebeto, Ronaldo Nazario, Mauro Silva, Dunga, Neymar, ¿he de seguir? ... La tradición del fútbol del jogo bonito ha de seguir siempre. Prueba a bailar y te darás cuenta de que ha de seguir siempre. Rompe a cantar y te darás cuenta de que puedes hacer caños, y malabares, y regates, y folhas secas, y toda la creatividad de una flor exhuberante, inocente y sabia a un tiempo.
Sensualidad y pasión, violencia y policías con cascos reprendiendo desde el poder institucional. La salvación del sambódromo y de las tetas perfectas, del Carnaval de Río, y de todos los carnavales que van dentro de cada brasileiro en transgresión.
Tongata milonga, calma y categoría, acento desde el idioma portugués, cadencia y ritmo, encanto y labios enormes y pintados en el movimiento REM de nuestros ojos en el cénit de Morfeo. Florinda Bolkan, Sonia Braga, María Creuza, Brazil tropical, una manera de cantar, mira qué beleza ... ¡Gisele Bünchen!
Disfruta y goza. Beijos. ¡Muchos besos! Deja por unos segundos la realidad y sumérgete entre los sueños del opio del fútbol. Brazil siempre ha sido el más grande en este deporte. El que más trofeos atesora, el que más carisma lleva consigo, el que siempre enamora, el que tira hacia adelante, el que resiste con orgullo, el país del turismo que enamora a las señoras audaces que no entienden de edad ni tabúes. ¡Iguazú! El que tiene algo especial en los movimientos que viene de África y que nunca entenderemos. Magia y videntes, cartomantes y supersticiosos, mai de santo, esoteristas y buscadores de horizontes que distraen. Coelho. Al otro lado del lloro y del calor, hay un paraíso de orgullo y de paz.
Salí de casa radiante de alegría, vi nacer un nuevo día: ¡ha llegado el Mundial! Mundial 2014. La posibilidad casera de volver a atrapar el reino de los tronos que ahora se embolsa Espanha. España. Spain. "La Roja".
Los músculos de Hulk o el sexy del menino Neymar. Y sobre todo, un país en expectación y con brillo potente en los ojos de todas las razas. Porque ahora empieza toda la pasión. La religión popular vuelve a sus Estadios. Ha llegado lo que puede ser el fútbol. Y ese futebol puede ser más días de cromos y de banderas, amor, infancia y goles. Eu sei que vou te amar.
-BRAZIL, QUE COSA MÁIS LINDA-
10:01
jose vicente ortí
Asustado, jadeante, lleno de ansiedad, inseguro y fastidiado. De esta guisa asistía yo a las primeras reuniones de la escalera. Era mi primer papel de representación. Mi apenas existente familia no me daba opciones. Mi hermano se hacía a un lado y mi madre ya estaba mayor para estos vericuetos de las consabidas reuniones de vecinos.
Tomé la decisión a la desesperada. Las decisiones. Bajaba, yo. Y creaba un personaje hosco y defensivo, peleón y desafortunado, malencarado y animoso. Quería defender y defenderme. Me sentía demasiado solo ante aquellas personas. Ni siquiera la familiaridad me servía de amparo. Solo prefería refugiarme en la ilusión de una fantasía imposible. Y para éllo, me dedicaba a idealizar a los propietarios conocidos, imaginando desdramatizaciones y facilidades. Como éramos todos gente conocida y apenas séis puertas, llegaríamos bien pronto a los acuerdos, se solucionarían todos los problemas bien rápido, y todos subiríamos a nuestras respectivas casas satisfechos y felices. Casi, comiendo perdices ...
Aquello era mi ternura y mi iniciación. La realidad era otra bien diferente. Como los tiempos del hoy. O, del 2014. O como aterrizar en unos momentos de las cosas que ahora son como son. Me gustara o me dejase de gustar.
Me sentí fatal en los primeros momentos de aquellas reuniones. No se concretaba nada. Cada cual quería llevarse el ascua a su sardina. Casi todo era negociación pura y dura. Querían pagar lo menos posible y endilgarle el muerto del dinero a los demás.
Recuerdo que llegaba lloroso y excitado a casa. No podía ni probar bocado en las cenas. Me sentía timado, ninguneado, puteado, y profundamente decepcionado. Me venía demasiado grande todo aquello. Y no digamos lo que oliera a convicción y responsabilidad.
¡No y no! Las reuniones de escalera no eran un juego. Y yo nunca he tenido dinero, y estaba asustado además de sentirme plenamente impotente ante unos y otros. De modo que decidía permanecer en silencio y en pose, mirando a unos y a otros a ver por dónde salían. Enfadado y raro. A desagusto.
Todo mi pensar era un error. Lo fui comprendiendo mucho tiempo después. Todavía hoy vivo demasiado cerca la relación con los vecinos. Me imagino situaciones imposibles de ser reales y auténticas, y cojo la nostalgia de mi tiempo de atrás como substancia que llama el dolor de mis huesos que molestan al estirarse en el crecer.
Las reuniones, eran bien otra cosa. Había que ir con las ideas claras y con las suficientes estrategias y respuestas. Sin dudas y con activos. Había que contener las emociones, y parar la ira ante los manipuladores, y hacerse el tranquilo, y no entrar a trapos estériles y hasta descorazonadores, y abrazar con realismo el sino de mi estar en aquellas asambleas que nunca han de ser un placer.
Siempre fui noble. Defendí con uñas y dientes mis principios contra quienes no parecían manejarse ni en la ética ni en la excesiva consideración. No abrí mi tolerancia ni mi libertad, y me llevé sambenitos tremendos. No lograba detener mi impulsividad defensiva ni mi sensación de desamparo, y eso no me hacía ganarme las voluntades. La cagué una y otra vez.
Trato de aterrizar continuamente en mi 2014. En mí. En mi responsabilidad para lo bueno y para lo malo. Ahora ya sé que las reuniones de mi escalera,-en la que ni siquiera hay administrador-, son otra cosa más real. Nunca podrá haber la comunicación que yo deseo, porque el modo de vivir de ahora es otro. Y mi obligación es adaptarme a él y superar los obstáculos abrazando las nuevas reglas de juego. Duele mucho, pero en el fondo es más que hermoso aterrizar en el tiempo de hoy. Es sin duda la mejor noticia que puedo tener por delante.
-UN FUTURO REAL PARA MÍ-
10:33
jose vicente ortí
¡Oh, Nadal! No nos fiábamos. No me fiaba. Novak es uno de los más grandes tenistas que ha parido la historia del deporte de la raqueta. El serbio había ganado sus últimos partidos contra nuestro as. Mi as ...
De modo, que asistía a esta final pensando en esas cosas del paso del tiempo, de las molestias en la espalda, de las dudas, de que no jugaba brillante, o de que a veces las piernas le pesaban.
¡Non! Tenía yo que ser descreído, derrotista, fatalista y hasta cenizo. Y eso es un pecado mortal e intolerable. Porque es precisamente la fe lo que impulsa al astro manacorí. Rafa Nadal iba a protagonizar una nueva gesta y no lo sabía. Y la lió, y nos puso a todos la carne de gallina, y me puso a mí lloreras, y saltó toda la emoción, y esta mañana todos los españoles queremos llamarnos Nadal, y el mito y la leyenda mundial todavía se han hinchado más. Hay muchísimas personas en el mundo que han sido felices viendo reinar plenamente al gran Rafael Nadal Parera.
Nadal ya es un personaje para la leyenda. Su maison es la pista central Philippe Chatrier de París. El Rolland Garros es su propiedad privada, el cual en el futuro quizás Novak pueda heredar. Mas hoy por hoy, el dulce se mira pero no se toca.
¿Elogios?, ¿no quedan elogios para loar a este deportista descomunal y de Manacor? ¡Claro que los hay! Touts. ¡Todos! Y nuevas formas de homenajearle en el escrito y en su glosa emotiva.
Este noveno Garros fue el de la emoción. El de las lágrimas de alegría. Es todo un pedazote de humano tras esa fachada de cachazas hercúleo. Tras ese gladiador, hay sentimientos y toda la verdad. Tras esos músculos de fiera, hay un HOMBRE con la plenitud de vida en el corazón y en su tenis.
Tras cepillarse en cuatro sets a Novak, Nadal pensó en soltar toda su sinceridad. El tenis es duro. La adversidad es una merde inevitable por la que tienes que pasar si es que quieres algo. Nadal lloraba eufórico porque ha nacido con un don consagrado. Porque todo el esfuerzo le ha valido la pena. Porque es el número 1 en todo el corazón del olimpo de los mejores dioses inalcanzables y a la vez sencillos. ¡Coño, que grande es, joder! ...
Se emocionaban todos los locutores que narraban el partido. Porque ya no es cuestión de contar los juegos y los puntos y ya está. No. Lo que hace un rey es demasiado importante para ser aséptico y simplista. Es una obligación libre emocionarse con el más grande deportista español de todos los tiempos, y un placer poder verle, y sentirle ahí, y disfrutar con sus éxitos y con absolutamente toda su magia. Este tipo es un mago.
Un portento físico, y la cabeza más fría que la de Borg o la de un hombre veinte años mayor. Nadal es un señor maduro que tiene cuerpo de joven y astucia de lobo. Por eso es que gana y me deja totalmente con la boca abierta. Y solo puedo y podemos decir: ¡Ya la ha vuelto a hacer, coño! ¡Joder! ...
Te lo crees. Y te parecen imposibles las cosas que este titán hace. Pero si coges a cualquier pesimista, lleva hoy las gafas de sol de la discreción. Porque Nadal es el optimismo de la naturalidad, y el guerrero infatigable que sabe que hay que sudar y nunca entregar una pelota a sus rivales. ¡Un ganador!
Le roi Nadal sabe todo de tenis. Y le da a la combatividad una magnitud aparentemente insospechada. Lucha como un juvenil, nunca se da por vencido, es un marathoniano de la tensión, y cuando quieres darte cuenta te ha metido varios roscos y te ha admirado.
-TODO LO QUE DIGA ES POCO-
10:24
jose vicente ortí
La noche anterior fue bastante terrible. Había gente con dudas que se lo hacía encima, y el olor desmoralizaba un tanto. Otros guardaban solemne y preparado silencio pensando en sus respectivas familias. Tenían miedo. Debían admitir previsibles pérdidas y ausencias. La muerte también era un inoportunísimo general. Los pensares eran descontrolados y excesivos. Conciliar el sueño, una utopía ...
Yo no tenía familia en América. Y pensaba más en mis decisión y convicción de estar allí para y por mí mismo. Me sentía un tío, un amigo, un ayudador, y hasta un hermano mayor para con los míos tratando de consolarles y de prometerles sonrisas de futuro final feliz. Aunque mi mejor activo para ayudar era mi silencio sereno. Las reales circunstancias.
Y con bastante antes de las primeras luces del día, las voces se atolondraban y la adrenalina subía. Las barcazas marchaban lentas pero fijas. Íbamos ahí. A por todos los cabrones del mundo. A defender la sacrosanta libertad y democracia. A, ayudar ...
De repente, vi una playa. Sí. Omaha. Allí estaba el Everest, la cima, el objetivo y los canallas nazis. Todo. Y no solo en la playa. Porque ya en el agua había un estruendo de disparos y de pólvora enemiga. ¡¡Ah!! ...
Me impresionó la sangre. Nunca te esperas la sangre. Y menos, la sangre amiga. Y lo primero que hice fue acercarme a mis heridos tratando inúltilmente de cicatrizarles y curarles. No. Se caían uno tras otro como hacen las moscas abundantes ...
Bebí sangre. Casi como un homenaje a los míos. Y una ráfaga me peló la piel. En ese momento me di cuenta de que este azar también aceptaba bemoles y todo el arrojo. Y pensé mucho más en mí y en que los putos nazis no me dejaran seco junto a la sangre del mar.
Me volví un zombie enérgico y desesperado, obsesionado con una monolítica idea. Llegar a la playa. Y me daba igual que cada vez estuviera más solo en aquella puta y salvaje carnicería. Y que nadie me pregunte nada. Me hice dos veces el muerto, y a la tercera vez tiré un brazo hacia adelante y toqué la arena de la playa. ¡Omaha! ...
Me volví a lanzar al suelo y repté. Logré llegar a un sitio donde había gente en el suelo y me camuflé esperando a mis compañeros. Y no me desesperé a pesar de que veía que mis amigos de la libertad eran empujados unos tras otro por las balas criminales hacia la desgraciada muerte.
Eternos minutos después alguien me lanzó un manotazo y me sonrió. Luego, me sonrieron veinte soldados amigos más. Y entonces pasamos al ataque. Cogimos las metralletas y soltábamos plomo de ira en todas las direcciones. ¡Ahora nos tocaba a nosotros! Los canallas se iban a enterar. A mí me volvieron a soltar la piel de otro zarpazo cercano de bala, pero nada importaba. Porque la euforia era la más maravillosa propuesta para el placer. Estábamos ayudando a la gente para que pudieran ser libres.
Finalmente deshacimos una defensa nazi. ¡Huían! Todo valía la pena. Nos reímos de los canallas. Hice ademán de ir yo solo a por todos ellos. Pero, ¡me contuve! Miré hacia atrás. Lo que importaba era juntarnos gente y más gente amiga. Sumar y llenar. Hacernos fuertes y tener capacidad de ser fríos. Y lo logramos aunque las estadísticas muestren unas cifras horrorosas.
¡POR LA LIBERTAD!
10:58
jose vicente ortí
Cuando las noticias del fin de semana bostezan en las ondas radiofónicas, de repente se hace una pausa y un inciso de media hora que lleva apretada un zurrón de carne de cultura y creatividad.
La "Hora Extra" de Ana Borderas nos llega a través de su voz recargada y apasionada, desde la que desmenuza lo cultural y nos propone viajes hacia dicha cultura. Es la voz decidida y potente de quien gusta de tomarnos de la mano y marcarnos una libertad que pasa por el libro, la pintura, la escultura, el teatro, y absolutamente todo lo que puedan imaginar.
Su acento es preparado y de convicción, lógico y audaz, de mujer de mundo rebelde contra los convencionalismos y los instantes previstos. Ana Borderas es la audacia en la realidad del decir y el hacer. Es la impulsora radiofónica y directora cultural hacia espacios vivos y más que universales. Selecta en las ondas.
La cultura. Esa palabra mágica que es más que importante en tiempos de practicidades, euros y ausencia de sorpresas.
Desde su micrófono de la Cadena SER, Ana, rápidamente, se pone en contacto con los protagonistas y corresponsales de los sucederes culturales y creativos que parecerían dirigirse a un público minoritario y nada masificado.
No es así. La voz femenina y firme de la Borderas, nos informa e interactúa para esa cosa real y concreta que es la libertad del artista. Y las mujeres hablan con su acento y femineidad de sus pasiones y de sus sueños. Y se descubre a seres humanos a los que les gusta lo que hacen y con una lenguaje especial. Mujeres de sugerencia y calor, varones entregados a la vorágine de su vocación y de su inquietud. Personajes difíciles, complejos, humanos, diversos, sutiles, eróticos, potentes, auténticos, soñadores y extremadamente vivos. Educados.
Fuerza y convicción, proyectos, exposiciones, libros recuperados, y bebés que nacen en creación con la fuerza de un manantial. Gente que se lo curra y que destaca sin querer, personalidades de adultos con orgullo que caminan desde sí mism@s, evocaciones de genios que se fueron, e irrupción de talentosos que seguro que saldrán desde el magma de su tenacidad.
Ana Banderas nos muestra que hay otros mundos que salen del corazón y del talento, y que están hechos por personas de sangre, carne y hueso. Que se puede hacer, que ha de hacerse, que se hace, que todo se renueva y recrea, se destaca y se selecciona, se expande y atrapa, se cae y vuelve a erguirse sin nostalgias ni complejos.
Esa es la fuerza de la verdad y de la voz de unas ondas necesarias en medio de tanta guerra y sin amor; en la mitad de las noticias de efectos especiales. En las tripas de la cotidianeidad también hay enormes lugares en los que es absolutamente necesario sumergirse y enamorarse con la fuerza de la adolescencia eterna. El puro oxígeno diverso y de tod@s.
Todo incluye. Todo cabe en un sitio siempre imprevisible y culto, selecto y destacado, trabajado y cuidado para que el oyente tenga el respeto y la información más rabiosa acerca de lo creativo que pasa y que lo tenemos más cerca de nosotras y nosotros de lo que podemos imaginar.
La cultura está en todos, en nuestros sueños, en nuestros juegos, en nuestros placeres y en nuestros cuerpos, en el universo de los sentimientos expresados desde la paz y la tolerancia. En nuestra humanidad.
Ana Borderas sabe que la cultura es la antítesis de la guerra y del encono. Que todo es civilización en cultura, y guiños y ganas de ser de verdad. Con pasión y sin excesivos remilgos.
¡HOLA, ANA!
10:42
jose vicente ortí
A pesar de la tremenda crudeza que refleja este excelente film del director español Jaime Rosales, siempre destaca la vida inevitable. Esa realidad vital que nunca nadie puede castrar o ajar.
Me quedo sin duda con las conversaciones entre los jóvenes que están más que dentro de la exclusión social. A un escaso paso.
Porque esta gente joven a quienes les hemos robado la vida y el futuro, están ahí y quieren cosas. Se defienden como gato panza arriba y miran con enorme preocupación su puta soledad y desprotección.
Existen. Son. Están. Sin dinero, sobreviviendo raspando el poco dinero de los papás, y con muchas y necesarias ganas de hacer cosas y progresos. Y, de sentir. De sentir mucho, de sentirse pletóricos físicamente y dispuestos a la acción permanente. Y de hacer risas y chistes, y descubrimientos personales, y realizar el placer, y tener su grupo de amigos, y de ganas de defender su mundo y su universo.
De ahora. De 2014, de cualquier barrio deprimido de España que los hay a cientos, de no renunciar a su tecnología, y de afrontar de cara y hasta decepcionados e insólitos la tralla que les espera.
Miran las zancadillas, y la falta de oportunidades, y los escalones puntiagudos que viran en todas las direcciones de sus piernas al solo moverse. Pero finalmente y como debe ser, son prácticos.
Asumen que son pobres de solemnidad y que no hay que jugar a falsas hipótesis de grandezas y ambiciones. Sí. Se mueven y hacen todo lo que pueden. Y conviven con los estruendosos silencios y con la espantosa soledad. Y allá que van en medio de su pureza y de sus avatares inevitables de quien trata de hacerse una idea y un proyecto de sí mism@s.
Con teléfonos iphones u ordenadores con Skype, o con todas las tecnologías de un mercado contundente y cabrón, los chicos enamorados y protagonistas alcanzan el cariño y se emparejan, y hasta tienen un nene sin tener dinero. Se dejan ir y llevar por sus impulsos. Se dan cuenta de que deben arriesgar como lobos y huír hacia adelante para seguir como dijo papá Darwin. Acuciados por la necesidad, y sin cobertura de ningún tipo que no sean sus cómplices sonrisas.
Miseria y migajas inanes les da el mercado de trabajo a estos chicos hermosos y sin estudios, y que no aceptan una bofetada o un hachazo sin respuesta aunque no sea legal. ¿Reglas del juego a acatar? Absolutamente las mínimas y necesarias ...
Se buscan la vida, hablan claro y a su jerga de sus cosas y de su tiempo, descubren a trompicones la vida que les mal escupimos, y al final de todo tratan firme y temerosamente a un tiempo de tomar decisiones. Y las toman.
Es un mundo durísimo y a la vez apasionante. La asunción de la precariedad y del casi no sin liarla, es un mundo imprescindible de adaptación al ser y al estar. Por eso no van a tolerar que otros derrotados les peguen. Esta es su guerra larvada y evidente. Otras leyes que están aquí, aunque no lo parezca.
Los muchachos están en un tris de estallar y de equivocarse, de decir basta, y de darle la espalda a todo y a todos. Y detrás de su mágica sonrisa les aparece un mundo. Su mundo. El único al que pueden aspirar de no cambiar las cosas sociales y del poder. Andan camino de las cloacas y de la clandestinidad. Sencillamente porque nosotros hemos querido exactamente todo eso.
-BUENA PELÍCULA, DURA Y AUTÉNTICA-
9:40
jose vicente ortí
Si os digo que el rey Juan Carlos I de España ha abdicado y que le sucederá en el trono su hijo Felipe, menuda noticia que os estaré dando. Ya lo sabéis y de sobra. Ha sido portada informativa en todas las más prestigiosas tribunas mediáticas mundiales.
Yo quiero detenerme en una reflexión acerca de lo arcáico y vetusto de la Monarquía. Y de los anhelos y derechos democráticos.
Es todo muy raro. La terminología, es de otro tiempo. Abdicar, sucesión, herederos, corona, trono, palacios, la realeza, la aristocracia, y mil etcéteras que no huelen al tiempo actual de la realidad.
Para mí, es lo más destacado. Que todas estas personas de la Monarquía, mentienen una posición de privilegio y al margen del pueblo llano. De la ciudadanía. Hay un abismo de irrealidad.
Y hoy es 2014, es otro tiempo, hay unos derechos universales, y una idea de justicia y de posición en la cual se anhela y se afirma que todos hemos de ser iguales ante la ley. ¿Qué diantres hace toda esa gente con sus historias frente a la inmensa mayoría de los españoles? Pienso, que bien poco.
Es cierto que asistimos con una cierta expectación a las grandes bodas y a los grandes fastos. Como una alfombra de Hollywood, o un astronauta que va al espacio exterior, o un sueño de azar inopinado y hasta infantiloide. Un sueño irreal.
Sobran. Sobran, porque no está claro a qué se dedican todas estas personas. En el caso del ex rey Juan Carlos, pudo ser un mediador entre los militares franquistas y la voluntad popular democrática. Pero ahora ya no existe ese peligro de involución. Los militares están por otras cuestiones y por ahí la idea de mediación monárquica carece ya de sentido. Incluso como embajador ante otros países. Porque nuestra democracia española ya posee mecanismos y resortes para caminar y hasta galopar sin extraños y hasta atávicos timoneles e impulsores.
Es evidente que están de más. España es algo moderno y actual en donde no deberían caber disneylandias inconcretas ni tradiciones de fantasía intocable. España es futuro y modernidad, los 6 millones de parados que el presidente Rajoy no ataja, los deshaucios, los recortes terribles en la Sanidad y en la Educación públicas, y la persistencia de un putrefacto tejido de corrupción estructural. Una justicia extraña que en muchos casos no lo es, una desafección hacia los políticos insólita pero entendible, y todo lo de ahora. Lo auténtico.
Tenemos cientos de problemas para que alguien a dedo y arrogándose no sé qué, decida la continuidad de algo trasnochado y hasta absurdo. Y hay pereza y hasta temor para cortar las tendencias de los atavismos y de las tradiciones. No hay voluntad política de realidad para preguntarle a los ciudadanos españoles si queremos que la Monarquía siga o se extinga. Hasta ahí falla la conexión entre el Poder y los ciudadanos. Que nadie olvide que la soberanía reside en el pueblo español. Son nuestras reglas del juego.
Veo mucha nostalgia y caspa. Como deseos de evadirse hacia un reality burgués y extraño. Hay ganas de seguir una inercia boba para que el viento azaroso pueda transportarnos hacia una isla brillante y tranquila. No nos gusta demasiado la pelea del afrontar cada día el ejercicio de nuestros derechos.
Preferimos sentarnos en un sillón y ver la gran liturgia de la continuidad. Y charlar sobre ello y hasta envidiarles sus privilegios y lo bien montado hace siglos que lo tienen.
El tiempo de la Monarquía ya ha pasado y poco importa que Felipe y Letizia sean jóvenes de edad. El planeta y el plató es otro, el escenario nada tiene que ver con los ciudadanos ni con la realidad de lo cotidiano. Todo lo monárquico ya pasó, ya se fue; ya terminó ha mucho.
-AUNQUE NO SE QUIERA ADMITIR-
10:45
jose vicente ortí
Sin sorpresas. Como es él. Sin grandes convulsiones ni movimientos estridentes. Con serenidad y convicción. Agradeciendo a sus grandes los logros obtenidos y siendo cauteloso hacia las nuevas perlas. Vicente del Bosque apuesta por esos chicos suyos que han llevado a la Selección Española de fútbol a la cumbre de todos los éxitos posibles.
Prescinde del extremo Navas, y algunos quieren abrir algunos peros. Mantiene al veterano Xavi Hernández, y otros le acusan de equipo envejecido. Mas lo que hacen es no conocer el talento ni los méritos de este extraordinario seleccionador. Tiene toda la fe en lo que hace. En este mundo se está arriba para tomar decisiones. Ha de elegirse una dirección y un sendero. No se trata de contentar a otros, sino de estar en paz con la coherencia propia.
Continuismo. Tradición. Los del tiki-taka. Esos son los suyos. Los que le gustan a Vicente. Los técnicos. Los que pueden ganarlo todo incluso sin delanteros centros acertados. Una apuesta por las señas de identidad. Nuestro fútbol ha de ser así, así, y asá. Del Bosque tiene todo bien presente, y nos muestra firmemente su personalidad.
Todos los jugadores tienen cuatro años más desde la proeza de Sudáfrica. Los años nunca pasan en balde. Eso es ley de vida. Le ha pasado a Alemania, a Francia, a Brazil y a todos. Pero también esto no es sorpresa porque forma parte de la lógica de las reglas del juego.
Renovaciones, las mínimas. Tiempos vendrán. La idea de Del Bosque habrá sido arriesgada o la mejor, pero debe ser respetada y entendida. En los últimos tiempos de su carrera deportiva, deben estar cerca de Maracaná, Villa o Xavi Hernández. Y no solo porque de paso son homenajeados en el país del fútbol arte, sino porque realmente merecen estar ahí en el grupo. Fueron grandes y lo siguen siendo. Será su último Mundial, pero que nadie piense en un lar de jubilados. Queda fútbol.
Del Bosque siente la lesión de Thiago Alcántara, y le preocupan los músculos de Diego Costa. Pero el valor se demuestra andando y en Cronos. Dentro de diez días y con la cabeza alta de los campeones, el gran rival a temer volverá a ser España. La "Roja".
Todos los pronósticos abominan de un segundo "maracanazo". Creen que una nueva gran decepción le haría demasiado daño al fútbol carioca. Y aunque es evidente el músculo de la canarinha, no está tan diáfano lo excelso de su fútbol antaño mágico.
Todo está abierto para Brazil 2014. Comme il faut. Como debe ser. Y entre convulsiones sociales y desarrollismos de hierro, parece que la presidenta Dilma Rousseff dará por fin el gran banderazo.
Y en ese justo momento en el que el silbido de un árbitro dé paso al dios fútbol, todas las pasiones deportivas y de ancestro serán encendidas a modo de llama olímpica. Y entonces solo podrán ganar los mejores. Y lo demás olerá a queja lastimera.
España acude a Brazil con más años, menos técnica, pero idéntico espíritu de campeón. Con sello. Apuntala sus zonas defensivas con carne fresca, pero siempre está la idea del otro área. Del Bosque quiere apoyos pero nunca vasallos excesivos. Los que llegan, también se lo merecen y de sobras. Nadie ha regalado nada.
Vuelve Iniesta, y Casillas, y Busquets, y Xavi Hernández, y Alonso, y Ramos, y Pedro, y Villa, y Piqué, y Silva, y todos los magos bajitos que gustan de la posesión del cuero para llevar las iniciativas y las manijas.
Pronto saltarán a los céspedes brasileños los Campeones del Mundo y de Europa. Y toda la expectación irá con ellos. Enfrente tendrán todos los obstáculos y un país nervioso de orgullo y fútbol. Pero el salmantino Del Bosque ha sido jugador y adora este deporte. Se lo conoce todo, y nada le sorprende. Y sabe que gane o pierda, lo deberá hacer con honor y deportividad, con elegancia y grandeza. Como siempre ha de ser.
¡SUERTE, Y ADELANTE!
15:11
jose vicente ortí
Ayer, tras los cuidados realizados como habitualmente a mi señora madre, me dirigí a mi casa entrañable que es en donde siempre he vivido y nací. La casa de mi crecer y aprender.
Como suele suceder, y al entrar, me topé con un para mí estruendoso silencio en la escalera a pesar de que todos los pisos están habitados. Contrariado, y en el proceso de aceptación de esta realidad actual, abrí la puerta de mi piso y me introduje en el lar. No era nuevo no escuchar siquiera el sonido de un transistor o el de una conversación. Me desagradó, pero no me extrañó.
Me asomé a la galería, y lo que en principio vi, me llenó de ira. En una de las espaciosas terrazas, algunas decenas de jóvenes estaban armando un importante bullicio. Y ahora sí que me enfadé de veras. Impotente, cerré todas las puertas posibles a pesar del calor, y me acosté tratando de huír de la realidad en una cama que tengo dispuesta muy cerca del balcón. Mas no pude conciliar el sueño. El malestar interior, cercenaba mi descanso. De modo, que decidí levantarme, vestirme nuevamente, y marchar a hacer unas compras y a pasear. Era duro aquello.
Porque desde la terraza cercana, los jóvenes seguían a su bola celebrando una fiesta en su tiempo de ocio y ajenos a todo lo demás.
¿Qué hacer? Lo que siempre he observado es que todos estos temas vecinales poseen los lugares comunes del consenso. Y ante el bullicio de los muchachos, ni uno solo de los vecinos les indicó nada en protesta. Y yo pensé que esta clave era muy importante. Si no hay protestas, no hay caso. Nada pasa.
Y entonces me llegó el afecto. Una amable señora me hizo reflexionar. Los chicos tenían todo el derecho del mundo a hacer su fiesta, y un horario para realizar dicha expresión festiva. Yo, al principio, la dije que no y que no. Que eso de las terrazas era para dar por el saco y que no tenían ningún derecho ...
No es verdad. Dado que el bullicio permaneció bastante estable y sin pasarse de rosca toda la tarde, lo que sucedía es que los muchachos estaban ejerciendo su derecho. Divertirse y disfrutar.
Que es lo que yo no estaba haciendo. A mí me costará llegar a esta mi realidad. Porque sé que me falta afecto interior. Y me molesta y preocupa el que necesite recepcionar el afecto de otra gente para poder ser yo con toda mi realidad y consecuencia.
Cansado y emocionado, con sentimientos encontrados, me di cuenta del largo camino que aún me queda para llegar a mí. No nace el agua de mi manantial, sino que todavía he de ir a buscarla a un pozo o a una fuente.
Cuando por la noche me fui a dormir, lo hice plenamente. Me embargaba una alegría especial y nueva. Me había enterado. Había comprendido, y me había posicionado bien adecuadamente ante las reglas del juego de la cotidianeidad. Había vivido y vivenciado entre mis sentimientos de bisoño una salida de la frustración y de la comprensión. Se llama, afecto propio y orientación.
Me escuché a mí mismo. Me acepté y acepté a los demás. Superé la prueba. Y ahora me queda aceptar las habitualidades que todavía no logré superar.
-PERO TODO SE ANDARÁ-