sábado, 30 de noviembre de 2013

- LA DICTADURA DE FLORENTINO PÉREZ -



Cada vez sabemos más de Florentino Pérez. Sí. El presidente del Real Madrid. Los medios abren opiniones y resquicios. Y las piezas del puzle esotérico empiezan a encajar.
Tiene millones el tema de Florentino. No es tan tímido como parece. Porque bajo su voz educada y paternal, se esconde una verdadera fiera de dirección y de negocios. En manos de este señor, lleva varios años el Real Madrid.
Antes, extrañaban las cosas. Porque aparentemente sucedían cosas inexplicables en este club. Pero todo es más obvio y hasta menos rebuscado. Porque los entrenadores de Pérez son sus meras correas de transmisión. El Madrid es el cortijo y la empresa del presidente. Y todos han de guardar suculento silencio, o decirle sí bwana.
Le gusta que todas sus cosas no tengan contestación. Le van los sumisos y hasta los vasallos. Y Pérez va de entrenador, de ideólogo, de creador, de gestor, de mandamás, de padrazo y de ego. Sobre todo, va de ego. Un ego cargado de dólares, pero ego e individualismo por encima de todo límite.
José Mourinho le hizo la pelota y le siguió la corriente. Fue amigo interesado de Florentino hasta que la asfixia social acabó con el desagradable portugués. Mourinho y Pérez formaron un tándem. Una misma cosa cómplice. Pero lo malo fue que ambos fracasaron, Mou se fue, mas Florentino sigue ahí ...
Ahora tiene listo a Ancelotti. Pero no ejerce de libre entrenador. El italiano ha llegado a la casa de Santiago Bernabéu bien aleccionado y renunciando a muchas de sus competencias. Dice siempre sí a las agendas del presidente. Por eso está ahí. Los enigmas y los velos ya son meras anécdotas. En el Madrid solo corta el bacalao una sola persona: Florentino. Los demás, son meros rellenos.
El año pasado la cosa se lió con el gran Casillas. Se lo quitó de en medio con la excusa de una lesión. Porque Florentino no valora que no sean sus propias opiniones acerca del fútbol. Y a los jugadores grandes y con personalidad, solo los ve como rivales. La gente sabe que el verdadero Real Madrid es Iker y no Florentino, y eso es demasiado para el millonario presidente. No puede tolerar la cosa.
Luego, vino lo del alemán Özil. Un jugador sensacional. Al que a Pérez no le gustó y le despreció no queriéndole dar el dinero que le pedía. Tira a los jugadores, y ya fichará a uno nuevo.
Este año le toca el turno al consagrado sevillano Sergio Ramos. Un portento físico, uno de los mejores defensas del mundo, y en pleno éxito internacional y personal. Con Cristiano, es el más sólido y carismático de los jugadores de campo. Y ahí le empiezan otra vez los demonios a Florentino. Le llega la idea de los celos y de la rivalidad. Quiere fastidiarlo como hizo con Casillas, le acusa falsamente de pesetero, e incluso considera a la Selección Nacional como a algo que puede molestar e incordiar. Lo último del hombre que nunca escucha a nadie ...
Ese es el principal problema del club. No le falla nada más que la dirección. Pérez es tiránico e incontestable. Es el gran jefe ante el que hay que arrodillarse y tragar. Sí. Florentino dice que sabe de fútbol, y entonces todo lo demás no puede existir.
Y cuando los entrenadores cuentan lo justo y los jugadores son tratados como una suerte de creaciones suyas, ese equipo nunca puede ir bien. Como sí merecería un club serio. Un club enorme. Una marca y una tradición mundiales. Esa es la realidad triste del Real. Que tiene a alguien que no cree en nadie que no sea en sí mismo. Y eso es todo menos bueno para los blancos. Porque lo dirige una rémora.
-UN CAPRICHO-

viernes, 29 de noviembre de 2013

- ADÈU -



Me resistí. Lo intenté todo. He hecho todo lo que he podido. Pero aún tengo mala conciencia y hasta mala leche interior. Soy periodista, valenciano, de Canal Nou, y me siento en deuda. Me siento huérfano y traidor a un tiempo. Hago toda la autocrítica de la que soy capaz en medio de los sollozos. Me han tirado a la puta calle, como a todos, pero mi duelo es especial y sentido.
Porque no entiendo mi labor como una profesión más. Mi periodismo valenciano era mi cuna y mi templo. El lugar barraca de mis raíces recuperadas y mi segunda casa eterna. Seguramente, la primera ...
Sí. Me rebelé cuando lo del President Fabra, y le dije que no, que la radio y televisión públicas valencianas no se cerraban. Lo nuestro es una construcción vernácula y propia. No solo era algo de mercaderes o de caprichosos.
Canal Nou era algo sacro más que profesional. Era mi ventana madre, mi luz de Sorolla y mi cine de Berlanga. Canal Nou era mi Malvarrosa eterna y llena de sueños y de libertades, y también donde la cagamos. Todo es, y ha sido, y será mi gran megáfono público. Canal Nou soy yo y la sociedad valenciana, con todos nuestros defectos y virtudes. Hemos sido catalanistas, blaveros, madrideros, manipuladores, entrañables, de la Naturaleza, bobos, contenidos y hasta chantajeados. Hemos sido igualmente dóciles, empleados, familiares, y todo lo que se puede ser. Cabrones y utópicos, y ángeles de nuestras raíces y de nuestra Huerta sepultada. Nos hemos traicionado a nosotros mismos y nos ha sepultado la gente sin escrúpulos.
Lloro y lamento. Esto es un duelo y un hueco que empieza ahora y que no tomará ningún rumbo ni ningún puerto. Esto ya es la desbandada y la decepción, el entierro a las doce, y el gran apagón del golpe de estado informativo. Esto ya es ausencia y atrás. Se acaba de un porrazo el gran sueño de nuestra patria chica. Canal Nou no descansa en paz ni siquiera en nuestra memoria. Queremos seguir. Deseamos profundamente que resucite el muerto y que los policías no nos hayan desalojado. Queremos soñar con una segunda oportunidad, con nuestros niños y nuevas generaciones, queremos más vídeos de nuestras comarcas y de muestras gentes, queremos escuchar el valenciano y nuestra idiosincrasia ahora amordazada y sedada.
No me lo creo. Canal Nou ya es un mito viviente. Una pena y una cremà. La falla ha llegado a la noche definitiva. Al último acto. Pero es una falla de dolor porque no volverá, y porque ya no habrá otro 19 de Marzo, ni otro San José, ni las Hogueras de San Juan, ni la Magadalena, ni nada de renovación. Porque es un fuego fatuo e inane que nos hace más pobres y descastados.
Ahora ya no somos más que grupos de gente que se disuelven y que se buscarán la vida y los garbanzos donde buenamente podamos. A mí, que soy periodista, me esperará un futuro extraño y decepcionante.
Siempre quedará mi atrás. Y me acordaré mucho del Estatut de Autonomía, y de la libertad rigurosa y participativa de dicha libertad de expresión. Allá donde vaya, irá mi Canal Nou. La de todos los paisanos de Valencia, Castellón y Alicante. Hermanos.
Iñaki Gabilondo. Ahora lo comprendo todo mejor con esto de las privatizaciones. ¿Qué coño hace el mejor periodista de este país metido en la jaula de un videoblog de internet? ...
¡Ah, cojones! Ahora que todo el pescado está vendido y el mal árbitro y con argucias nos ha estrangulado los últimos minutos de nuestro ejercicio visual, auditivo y periodístico, voy comprendiendo la tristeza de un sueño ajado a la par que admirable.
No fuimos la mejor televisión de España. No fuimos la mejor radio y televisión de Valencia. Pero fuimos Valencia. Y nosotr@s somos Valencia, y trataremos de ser nosotros mismos. Pero nuestra voz está parada, silenciada, perdida, extraviada, sentenciada, y tremendamente indignada.
-IBA A SOLTAR UN TACO-

jueves, 28 de noviembre de 2013

- EL TERMO -



Se acabó. Ya no podía permitirme el lujo de subirme la botella de butano durante tres pisos sin ascensor. Mi rodilla me iba a aconsejar la ruptura definitiva con esa energía que le había dado calor y bienestar a mi casa durante tantos años. No me quedaba otro remedio que cambiar los métodos.
¡Eléctrico! Ahora, todo el calor de mi casa procedería de la luz eléctrica. Incluída el agua. Sí. Me ducharía con agua caliente procedente de un termorregulador, el cual adquirí en una tienda.
Y ahí empezó la ternura y hasta la travesura adversa. Porque un amigo que había sido fontanero, me lo instaló pegado a las paredes. Hizo lo que pudo. Lo enganchó bien, pero ...
Llamé a un fontanero profesional que me sacó setenta euros más. Ahora ya todo parecía okey. Perfecto. Era verano y hacía calor.
Recuerdo acojonado el día del estreno del termo para la ducha. Solo debía esperar unos minutos, y los escasos doce o catorce litros del termo servirían para proceder a mi higiene diaria. Pero ...
Pero pasaban los minutos y aquello no se calentaba. Treinta minutos de nervios y expectación, y el piloto rojo del termo se apagó finalmente. Una vez producida el agua caliente, apagué el enchufe. Insisto. Era verano hacía calor, y todas esas cosas inherentes ... Cuando llegaron los primeros fríos, empecé a fruncir el ceño. Con ambiente propicio a los constipados, ¿cómo esperar cerca de una hora a que el caprichoso termo tuviese a bien calentar el agua? ¡Ahí fallaba algo! Algo no debía ir bien. ¡Joder! ...
Antes de mi gran descubrimiento y mi bisoñez, pasaron muchas gentes por aquella instancia. Familia, ninguna. Pero sí otras personas, las cuales nunca me advirtieron nada acerca del termo y de que no estaba enchufado. Y que eso era un grave error ...
Ya no pude más. El martes pasado se lo pregunté a Rosa, que es la mujer que viene todas las semanas a limpiarme el polvo y a hacer la decencia de la casa: "Oye Rosa, ¿y si dejo el termo permanentemente enchufado, no habrá peligro de que estalle?, ¿y si encarece muchísimo la factura de la luz?" ...
Ni estallaría, ni nada del recibo de la luz. Todo temores e inexperiencias. Ahora, ¡ya todo ha cambiado!
Porque ahora, en cuanto llego a casa, ya puedo pasar a ducharme al estar todo caliente. Y cuando me levanto por las mañanas, ya no debo tirarme el agua fría por la cara y las manos. Y cuando friego los platos por la noche, el agua fría ya no me deja congelado. ¡C´est finie! ...
El enchufe, ¡siempre conectado! El termo, siempre enchufado. Y, yo. Yo me he conectado mucho mejor a la realidad. Nunca me han gustado en exceso los héroes. Prefiero otros temas. Sí. He superado otra asignatura pendiente en medio de mi desierto rocoso. Ya sé qué es lo más conveniente para mí en mi casa.
Y también sé que lo del termo es una anécdota. Pero, significativa. Porque debí saber mucho antes lo que debía de hacer. Desde el primer día. Desde el mismo día en el que me lo compré, fuese verano, primavera, otoño, o invierno. Siempre debí saberlo ...
No me vale con que mi familia no esté, o que algo tan básico pasara tan desapercibido para mis amistades y cercanos. Éso, son excusas. Y también unas ciertas ganas de nostalgia.
Porque lo que a mí me importa, siempre es el aprender y lo que tiene que venir. El atrás me trae al pairo. Me da igual. Y por eso miro desde una perspectiva de ternura lo que vino sucediendo. Quiero y debo seguir creciendo y experienciando. Con calor y rigor.
-ES MI MÁXIMA-

miércoles, 27 de noviembre de 2013

- SUSANA DÍAZ, PROMESA FRESCA EN EL PSOE -



Desconocida. Viene de abajo, de la novedad, y quiere caminar hacia el futuro de éxitos. Es sevillana, Presidenta de la Junta de Andalucía, rubia, joven y tranquila. Es la cara nueva de un partido de quemados y agraviados, en donde solo la experiencia de la catalana Carme Chacón les da empaque.
Susana Díaz. Parece muy normal. Muy de hoy. Parecería Amparo, o Isabel, o aquella chica con carrera que trabaja para aquella empresa, o la doctora de ahora, o la precoz y nueva catedrática de física.
Es bueno para el Psoe en estos casi eternos tiempos de vacas flacas. Porque Susana Díaz no elude nada. Su activo es que no estaba en la primera línea activa cuando los desastres de la Moncloa de Zapatero. Aunque es Presidenta de la Junta, pocos la conocen. Viene de atrás, de la neutralidad, de no estar en aquellos mejunjes, y va por la renovación. Es la juventud que avanza en el Partido.
Mediáticamente supera con creces las pruebas. Nunca deja de sonreír. Espera las preguntas y andanadas como quien se atreve a lo que haga falta. Es juvenil en esto de la gran política, pero apunta más que excelentes maneras. Domina la cámara y el embate mediático, y se la ve con mucho fondo y ganas.
Su discurso no es crispado. Es una sonrisa que se detiene para hablar con contundencia porque sabe dónde hay que golpear. Conoce bien las barreras básicas, y tiene un carácter potente que sabe dosificar . No se altera, y dice lo que piensa. Y si ha de interrumpir a su oponente o interlocutor, lo va a hacer sin nerviosidades ni estridencias. Tiene fuerza.
Defiende a su Partido y a muchos de sus postulados, pero apunta certeramente las autocríticas. Dice que su Psoe se renueve de juventud y de nueva vitalidad. Ella es un ejemplo de ese nuevo conjunto que desea, para poder enganchar a un electorado más quemado que la pipa de un indio.
Para las grandes empresas de altura, Susana está todavía en meritoriaje. Tiene muchos torneos y combates por delante. Y la política es una pelea progresiva y eficaz. Has de eliminar rivales sin hacer ruído excesivo y con los mejores abrazos y aplausos positivos. Y, en efecto, su fuerza es esa sonrisa limpia.
Ahora irán pasando cosas y se moverán los muebles, y se la mirará con lupa. Se la comparará con todas y con todos. Se la buscarán los fallos, y las tertulias del Tie Party le arrearán duro.
De Susana Díaz depende su progresión a nivel nacional. De cómo encaje los puños de sus compañer@s y de toda la oposición en masa. Es mujer y tiene voto joven y femenino, apuesta por cosas diferentes, y se la ve con ganas. Es una chica que viene pegando fuerte y que aprovecha su almena en la Junta para comenzar a dejarse ver. Ahora tocan las pugnas y las presencias, y su cuidado con ese mal endémico que es la corrupción. Porque Susana es andaluza y conoce su cuna, pero España es enorme y en extremo complicada. España es ahora un erial de mediocres y de corruptos. Ojalá ella encabece una necesaria y renovada regeneración.
¡BIENVENIDA!

martes, 26 de noviembre de 2013

- LO SÉ -



Sé donde tenéis el dinero. Sí. Claro que lo sé. Os tengo. Lo que pasa es que no lo sabéis. Creéis que no pasa nada con vuestras fortunas bancarias y financieras. Pensáis que no sé cómo blanqueáis el money, procedente de los narcos y de los demás chanchullos. Sé que robáis. Que nos robáis a los pobres. Y eso soy consciente de que no es nada tranqulizador para vosotr@s.
Tengo la más sofisticada información privilegiada. No os libráis. No solo es Julian Assange, o Falciani, o todos esos maravillosos bocazas. No. Yo también participo de la realidad y sé cómo os las gastáis. Y no voy a pasar por el aro. Soy un ciudadano. Y un ciudadano con derechos. Un ciudadano democrático que tiene la suficiente sensibilidad como para darme cuenta de los grandes abismos y desequilibrios, y de que hay gente que sufre y se muere.
Sé que os da igual todo. Los Estados, los ciudadanos, los pobres, los que no tienen nada y los que pasan las noches al raso. Sí, mafiosos. Sé quiénes sóis. Y cuánto dinero tenéis, y que ese dinero es una obscenidad para los tiempos que corren.
Lo que pasa es que vosotros os creéis en el Cielo, y en el Olimpo, y en vuestro luxe de ombligo blindado. En vuestra atmósfera de usura y ambición avara. No paráis de almacenar el dinero. Os llueve.
Cada día, cada minuto, cada segundo, vuestra fortuna crece y crece, y vuestros bolsillos han de ser reforzados porque se rompen de tanta abundancia. Sóis avaros de sacos rotos e insensibles que vivís en una disneylandia inaudita, potente y voraz. Pero no os hagáis demasiadas ilusiones. Os veo. Cada uno de vuestros movimientos es mío. Conozco hasta vuestra forma de caminar y los métodos de vuestros escondrijos. No podéis dormir con serenidad. Existe mucha más gente además de los de vuestro miserable club top.
Tengo vuestras caras, apellidos, contactos, sé lo que hacéis y quiénes sóis, tenéis los cabellos rubios, morenos, y todos los centímetros y medidas de vuestra ropa. Todo está contado.
Defiendo a la gente que no se puede defender. Estoy aquí para pararos. Soy el policía que no os va a dejar respirar, vuestro localizador implacable, el que puede tumbaros y dejar en ridículo con una decisión mía.
A mí no me dobláis. No podéis hacerlo. Estáis en mis manos. Porque aquí, el ultraneoliberal soy yo. Todos vosotros sóis unos niños al lado de mi poder. Solo sóis aspirantes a piratas y a facinerosos. No valéis un pimiento de fuerza. Tengo todo vuestro mundo al desnudo y en el pleno mes de diciembre. Sóis más vulnerables que un bebé de teta, y os montáis unos horizontes errados. Es mentira que nos sometéis y que nos ganáis. Solo es que necesitáis creer éso ...
Yo estuve con vosotr@s, pero nunca podéis imaginar mi excelso poder. No se nota aparentemente. No me véis ni sentís mi resuello, pero yo estoy ahí como la mosca cojonera de Robin Hood. Y el tiempo dará fe y constancia de los vencedores y vencidos, de los poderosos y de los sometidos. De los verdaderos.
Veo mucho más allá de vosotr@s. Caeréis. Está eso ahí bien cerca. Porque no solo habéis perdido toda la credibilidad democrática y general, sino porque no se os tiene el miedo que creéis. Y sobre todo, porque nada de vosotros se sostiene. Es demasiado pueril.
Sóis niños malcriados. Pero yo soy una especie de enviado de justicia que estoy aquí para haceros ver que vuestro mundo es papel mojado en medio del gran tsunami demográfico. Sóis demasiado poco para mí. Hormiguitas. Y vendrá un tiempo en el que lloraréis y nos rogaréis mucho perdón. Lloraréis lágrimas de cocodrilo.
-AL TIEMPO-

lunes, 25 de noviembre de 2013

- AYER ME DEJÉ LLEVAR -



Y, ¿por qué no? Me dejé llevar por un impulso necesario y positivo. Que es el impulso de la vida, del atreverme y del gozar de lo propuesto. Sí. Ayer me dejé llevar.
Hacía demasiados días que no lo hacía. Y ayer, al terminar la comida de confraternidad del Grupo Coral al que pertenezco, alguien puso música de discoteca.
Era la música contagiosa. La música de ritmo y acción. La que no bailé de niño, ni de adolescente, ni de joven. Y al escuchar aquella música que me lleva de cabeza al baile, no me pude reprimir. No logré pensar en vergüenzas, pudores o timidices. Porque mi deseo, mi felicidad, no eran procuradas por los demás músicos homenajeados que me acompañaban en el restaurante con sus familias. No. Mi placer y mi deseo, me nacían a mí. Desde muy adentro. Quería jugar a bailar, a divertirme , a hacerme el travolta en la pista de baile, y a mil cosas aparentemente resistentes. ¿Qué demonios me estaba parando manteniéndome pegado a una silla?, ¿qué tenía de malo ponerse de pie y disfrutar? ...
Yo, me sorprendía a mí mismo nuevamente. Sí. Iba de camino a la pista de baile abriéndome paso entre mi timidez y mis apriorismos extraños. No me lo pensé nada. Me dejé llevar. Y me olvidé de mis cincuenta y tres años aparcados por bastantes minutos. Cerca de una hora o más. Sí. O, más ...
Y una vez en la pista, me importaron mucho menos todas las demás cosas y personas. Solo importaban mis ganas de divertirme y mi alegría interior. Mi derecho a soltar toda mi ansia por recuperar los terrenos perdidos de mi vida.
Volví al atletismo. Me olvidé de mi rodilla izquierda y entré en una maravillosa euforia. Sin probar alcohol ni estimulantes que me sacaran de ningún rubor. Mi dóping eran mis ganas de mover el esqueleto y de hacer mil millones de cosas alegres y creativas. Mi cuerpo, es una de esas armas de creatividad.
Sin complejos, me puse a bailar a ritmo fuerte. Moví las piernas como un veinteañero y con gracia, alcé mis brazos, inventé arabescos, generé coreografía y no me cansaba nunca. Metí a mis compañer@s en la idea de soltarse y hacer lo que les diera la gana, y salió toda la verdad.
Sé que les sorprendí. Debieron pensar que cómo era posible que ese tímido y madurito, tuviera tanta energía e incansable vitalidad. Pero, había pocos secretos. No solo he sido deportista popular toda mi vida, he corrido ultrafondo y he hecho las mayores barbaridades físicas, sino que ayer mi verdadero motor no era corporal.
La alegría y el placer. El soltarme mis capas de cebolla. Ayer fui protagonista de mí mismo. Los hombres me miraban admirados, y las chicas y señoras tenían el contagio de la alegría y soltura de mis movimientos más libres e insospechados. Les rebasaba mi creatividad y mi falta de complejos, mi fuerza y mi imán de atracción. Yo, era magia.
En un momento determinado del baile, me relajé la euforia y me sentí más pleno. Aunque me lo estaba pasando de cine, esto solo era baile. Un trocito de la vida y de la libertad. Y todo lo que viniera detrás también era yo aunque no fuera tan grato. Porque mi vida está ahí.
-QUE ME QUITEN LO BAILADO-

domingo, 24 de noviembre de 2013

- ME PEGABA -



Es terrible pero no lo sabía. Le quiero y le quise. Nos casamos hace tres años y tenemos una criatura de dos. Soy Silvia. Tengo trabajo. Ahí soy una afortunada. Pero poco me compensa. No soy feliz. Porque Marcos ya no es el Marcos en el que yo deposité toda mi alma y mi cariño.
Al principio solo eran discusiones. Rifirrafes sin más. Cosas de parejas y de matrimonios. Pero, poco a poco se cayeron los velos. Un día mi marido me zarandeó. Luego, en seguida, corriendo, se volvió y me pidió perdón. Me dijo que no había podido parar. Y yo le tranquilicé y le dije que no se preocupara, y que le perdonaba y que todos nos ponemos nerviosos por unas cosas u otras.
Hasta que empezó paulatinamente a insultarme. Casi sin darse cuenta me decía que yo era una bruja y una puta, y entonces le noté con un machismo que me sorprendió. Marcos era raro, diferente, falso, embaucador, caprichoso y tremendamente desconsiderado con las mujeres. Conmigo, más ...
Hasta que me llegó la primera bofetada. Yo, le adoraba. No supe qué hacer. Me quedé de piedra. Y además me dijo que me había pegado porque me lo estaba mereciendo y de sobras. Que, otro, me hubiera arreado antes. Que yo no valía para nada y que todo lo hacía mal.
Lloré. Me refugié en una habitación y lloré como una niña. Me sentí como una cosa. Como una mierda. Ni comí, ni cené, y me pasé algunos días mal. Pedí la baja en el trabajo. Y cuál sería mi sorpresa cuando se enteró Marcos de la solicitud de tal baja. No solo no me consoló ni apoyó, sino que me llamó loca. Y que eso lo explicaba todo. Que yo estaba mal de la cabeza y que no tenía remedio y que yo le había arruinado por completo la vida. Que él solo era positividad, y yo la gran desgracia para tod@s. Una nada.
Me rebelé. E hice intención de lanzarme sobre él. Le dije que era un canalla y un sinvergüenza. Y entonces solo recuerdo sus ojos. Siempre sus ojos. Sus ojos eran un odio que daba miedo. Sus ojos me decían que era suya, y que si hacía el más mínimo movimiento agresivo me pegaba una paliza que me dejaba en el sitio. Y yo, por vez primera, comencé a oler estupefacta mi realidad.
Me pegó más veces. Le aguanté porque le tenía miedo. Y que pudiera hacerle algo a mi tesoro Cristina. Y lo jodido es que no tenía miramientos. Me pegaba delante de la niña para hacerme sufrir todavía más.
Un día, me golpeó y perdí la conciencia. Cuando la recuperé, me encontraba en la sala de un hospital. No quise presentar ninguna denuncia. Lo que solo deseaba era no verle más y darle muchos besos a mi niña maravillosa.
Estoy en tratamiento psicológico. Me atiende Carolina, que es muy inteligente y me conoce bien. Dice que es un tema de tiempo y que siga trabajando. Y os confieso que al principio yo tenía mil dudas. Estaba autodestruyéndome. Incluso seguía queriendo patológicamente a Marcos. Por no decir, ¡que le echaba de menos! ...
Ahora solo sé que me pegaba y que se acabó. Que me he separado y protegido por los míos. Que, he podido contarlo. ¡Ya no le quiero a ese animal loco! Con mi Cristi soy feliz. Empiezo a apostar que llegará un tiempo en que me creeré que puedo tener nuevas ilusiones y retos.
Y quizás les pierda el odio y el recelo a todos los hombres. Por ahora nunca pienso en los hombres. Y sé que me costará perdonarles. Porque en el fondo tengo miedo aún de mi inseguridad y de mi dolor.
¡PERO SIGO VIVA!

sábado, 23 de noviembre de 2013

- LA VOZ TRISTE -



Abelardo era raro. O al menos, no era como los demás. Estaba cohibido, apagado, triste, ausente, inusual, sorprendente e inadecuado.
Pero los compañeros de Abelardo no se entretenían demasiado a elucubrar sobre los porqués de aquella actitud. En la clase de música pasaban muchas cosas y muchos desencuentros. Abelardo sufría la ausencia de la cercanía de sus compañeros. Y a la hora de formar con las voces un grupo coral, algo desencadenante sucedía.
Amalia, la directora, se debatía entre algunos fuegos. Lo primero que sabía era que Abelardo era tremendamente delicado y emocional. Y que cuando alguno de sus compañeros no le aceptaba, Abelardo lo acusaba. Un tremendo y extraño vacío le atravesaba y le bloqueaba el alma. Pero, Amalia sabía igualmente que mucho más importante que Abelardo, era el coro.
A ratos, Abelardo lograba salir de su hechizo negativo. Y era importante estar ahí en ese momento. Porque la voz del chico raro, emergía y se expresaba hacia el exterior con una calidad musical de primer nivel. Era, el mejor. De su garganta salía un ángel positivo, que dominaba igualmente el ritmo y la alegría. Sin nubes, Abelardo era casi un solista, alguien que dejaba al coro en ridículo y hasta desnudo. ¡Perfecta! Esa era la voz de Abelardo. Como si un don natural se hubiese depositado en su ser.
Mas Amalia, no era partidaria de darle demasiadas alas al chico raro. Ella era la directora de treinta o cuarenta voces que debían sonar a una sola. El reto de todo director.
De modo, que se trataba de que Abelardo era un ambicioso y un desconsiderado, más allá de su aparente indolencia e inofensividad.
La directora, urdió una inteligente estrategia. Le colocó a su lado al chico de la clase a quien le tenía más distancia y antipatía. Quería probar su ego, y formar un nudo de orden y de seguridad. Añadirle tensión, a ver por dónde salía Abelardo ahora. Colocarle emocional dificultad.
Conseguido. A Abelardo se lo comía el miedo. Los nervios. No soportaba la inmensa frialdad. Y, no cantaba. No le salía la voz. Se hallaba como en una costra o laberinto que le bloqueaba por completo. Amalia, no dijo nada ...
A los pocos días, Abelardo cerró su carpeta en donde se hallaban las partituras. No tenía ganas de cantar. Y lo que hacía, era mirar a su compañero que le molestaba y que esbozaba una pícara sonrisa. Y al chico raro le entraron ganas de llorar. Y, de hecho, rompió la fila, se alejó del lugar y lloró amargamente. Tenía ganas de llorar y no de cantar ...
Antes de que el ensayo coral concluyera, Abelardo volvió. Tomó sus partituras y se escuchó de nuevo su voz mágica. Pero esta vez, la directora Amalia le notaba sin ambición. No quería destacar sobre nadie.
Abelardo, con naturalidad, miraba las notas y se limitaba a cantarlas. Con rigor y sin alardes. Y Amalia, su directora, agradeció la rectificación de su inteligencia. El chico raro se había dado cuenta de la maniobra y había reaccionado bien. Se percataba de que si pretendía ser un divo, le seguirían todos dando la espalda. Y se puso manos a la obra.
Abelardo cantó con maestría impropia, pero con modestia. Como los ángeles pero con naturalidad, participó y admitió las bromas, y acabó siendo otro ante la sonrisa feliz de su dire Amalia.
-EL CHICO ERA GRANDE SIN FORZAR-

viernes, 22 de noviembre de 2013

- JOHN FITGERALD KENNEDY EN EL SUEÑO INOLVIDABLE -


¡Kennedy! Nuestro Kennedy. El Presidente de los Estados Unidos más carismático y mítico de todos los tiempos recientes de la gran Historia. Quien nos ilusionó. Quien ilusionó a la izquierda de todos los sitios y lugares. El hombre del brillo y del llegarte.
El irlandés católico emigrante de origen, asesinado por un loco. Ese Lee Harvy Oswald que siempre tuvimos como chivo expiatorio de algo más vil y colosal. Porque siempre hemos creído que lo mataron los mismos americanos del Poder, los cuales no podían consentir a un izquierdoso traidor en la Casa Blanca.
Los maravillosos e inolvidables sesenta. La foto. Las cámaras de televisión estaban allí. En Dallas, Texas. Retransmisión de su paseo en aquella limusina con su mujer. Lo mataron delante de todos. Como en una ejecución mediática. El hombre más poderoso del mundo había sido cazado. Como un animalito de monte. Su vida podía ser frágil, vulnerable, poco, fugaz, y fatal. Nacía el gran mito. Se nos decía a todos en el morro que no iba a ser. Que no podíamos tener a un Emperador con visos de querido, europeo, ciudadano, que hablara de derechos y de igualdades. América tenía la guadaña guardada. Su Alcatraz y su patíbulo preparados y por detrás. La libertad podía ser un esqueleto y una calavera. No teníamos la posibilidad de gozar. Había que volver al orden y a la mediocridad. Al mercado y al tedio cotidiano.
¡Nadie como Kennedy! Nadie, en la política americana. Fue el sueño mientras pudo ser. Fuimos todos un poco el sueño americano extendido por toda la Tierra. Este yankee podía ser de los nuestros y lo tenía todo para serlo. El mundo podía cambiar y para bien. Los no amantes de la libertad y de la democracia, podían sucumbir. Seguramente, por éso lo mataron. No les hacía la menor gracia un coloso así. Debía ser otra cosa.
El recuerdo de su sonrisa siempre es eterno. Y su vida de mito y de libertad. Los Kennedy y su saga. John, Jaqueline, Marilyn y todo lo prohibido, y aquel maravilloso Hollywood de hembras cual Jane Rusell y donde todo era mágico y potentísimo.
El lujo y la atracción. El imán de la bebida y de la libertad. El tiempo del fumar, del gozar, del rock, del orgullo, de la ilusión; de una forma especial de entender el mundo barroca y nuestra. Participativa, intensa, luchadora y viva. El mundo de Kennedy era rápido, vertiginoso, moderno, y avanzaba sin límites. Hacia la Luna, hacia las estrellas de todos los lugares, y hacia el arte de la cercana y universal libertad. Kennedy fue la referencia excitante de todos. De mis padres, de mis abuelos y de mí.
Seguramente, las generaciones actuales ya le pierden de vista. Todas las referencias políticas se han ido al hoyo. Desde ese hoyo, el negro Barack Obama trató de desenterrar esa ilusión colectiva perdida, y darle ciudadanía al mundo y no un consumo desmedido y enloquecedor. Pero Obama, seguramente, ya está de regreso al ostracismo. Ha sido nuestra última y fallida referencia.
En cambio, Kennedy ... ¡ J.F.K. ! El de las juergas y del submundo del sexo y también de la familia. El maravilloso libertino que nos desarmó por la espectacularidad de su sexy en pantalla. El político más mediático de todos los tiempos. El Cassius Clay de la política. El mejor. El fino estilista que no renunciaba a nada. Nosotros, que le admiramos y que nunca en el fondo tampoco deseamos renunciar a nada. Porque el día que lo hagamos, estaremos igual de muertos.
¡ AMÉRICA, AMÉRICA, AMÉRICA !

jueves, 21 de noviembre de 2013

- "ASUNTA", COMO VICISITUD. -



Sí. Ya sabéis. La chiquilla china adoptada por esos padres gallegos que han acabado matándola porque les estorbaba para rehacer sus vidas por separado. Todo ese morbo que sacan en los medios. El suceso estrella.
Una niña china. En su país, tiene ya mala suerte. Una niña sola, sin referencias familiares conocidas. Y desde muy lejos de China, desde España, surge la moda y la elección. Parece que las chinitas son preciosas y están para comérselas, y es lo que mucha gente hace, y así se le ayuda, y así se destaca uno en solidaridad y en quedar superbién, y se deja llevar por los tiempos y los momentos.
Y surge Cronos como un cruel déspota de la vida y de las situaciones siempre mutantes. La cosa es al principio, ideal. Maravillosa. Impecable. Sus padres adoptivos son inteligentes, modernos, y bien posicionados económica y socialmente. Pero ...
Pero la relación de la pareja se va rompiendo. Se va a la nada y al adiós. Y encima su chinita les sale desarrollada y hasta superdotada. Su tierna "panda" resulta ser una persona con igual o más talento que un occidental, y sabe muchísimo más de lo esperado. Necesita cosas especiales, contiene exigencias, y su maravillosa precocidad de chiquilla que crece imparable, es un pulso incómodo para pugnar.
Su madre adoptiva, asiste alegre al horizonte interesante y feliz. Su niña es mágica. Y de nuevo, el tiempo y esa fugacidad letal y sin valores. "Asunta" es maravillosa, "pero no nos la podemos permitir" ... Y además, tienen prisa; necesitan la prisa. Está el trabajo trepidante, el vivir a toda velocidad, todo se precipita y cambia, y las modas sucumben y se desvanecen. Ojo, que la niña corre severo riesgo de no renovar al acabarse la temporada. Y no es que no haya equipos que la pretendan , sino que se siente a la niña como a una posesión y hasta creación intransferible y como algo demasiado complejo como para ser extraditado o extrapolado.
No quieren renunciar y ceder. Prefieren matarla, a devolvérsela al Gobierno. Si lo hacen, se sentirán unos padres fracasados y con demasiadas marcas para sus nuevos rumbos personales, ahora por separado.
Tratar de domeñar el crecer de "Asunta". La sedan cuando se pone imposible, o cuando rivaliza su madre con ella, cuando empieza la "pandita" a verse como una cosa seria, como una mujer, como una intrusa, o como una intolerable.
Los padres, no quieren líos y hacen una pax. "Asunta", les rebasa. Y deciden ser definitivos. Preparan fríamente su muerte. La planifican. Lo preparan todo para el crimen perfecto. Tres meses antes de su muerte empieza la fatal operación. Borran documentos comprometedores y tratan de quitarse el muerto. ¡Y una mierda la cárcel! ... La cárcel es todo lo contrario a lo que desean. Lo que quieren es seguir en el triunfo y burlarlo todo. Y dejarse llevar por sus nuevas pasiones y por sus nuevos rumbos ...
Su adoptiva madre, la mata y la tira a un descampado intentando aparentemente engañar. Pero tiene tanta prisa, que todo acaba volviéndose una gran chapuza. Igual que su ex con las recetas del sedante Orfidal de farmacia en farmacia.
Su prisa, su desenfrenada frialdad, les ha derrotado. Han dejado demasiadas torpes huellas. Cuerdas, rastros, cojines, y mil trucos muy fáciles para pasar la criba policial de investigación.
No son actores, aunque su madre desequilibrada se ría no se sabe muy bien por qué. Quieren aparentar que ellos no han sido, que han sido terceras personas, y todas esas excusas de malos pagadores.
"Asunta" fue un capricho y una mascota que cayó entre la seducción de unos tipos bien vestidos pero de poco fuste. Veletas, canallas, sin el más mínimo escrúpulo, y tratando de pasar páginas como quien le pone convencido las puertas al campo. Su pasión fue su derrota.
-SILENCIO Y RESPETO PARA "ASUNTA"-

miércoles, 20 de noviembre de 2013

- JUSTICIA -


Justos, pecadores, litigios, pifias y fría balanza. Ricos, pobres, diezmados, orgullosos, poderosos, intocables y carne de cañón. Las normas, las reglas del juego, el juego en sí, los jugadores y todos los árbitros. Venda en los ojos para decidir mejor.
Jueces y abogados, fiscales, ideologías, temor, decepción general y muy poco crédito. Justicia de economía y dinero, de mucho poder, de decisiva sentencia, de choques de derechos, de dirimir la democrático de lo que no lo es, de hacer libertad o de dejar el empastre, recursos, bagatelas, prevaricaciones, filtraciones, encausamientos, imputaciones, jueces defenestrados, escarnios, persecuciones, y más poder.
Politiqueos judiciales, conciencia de supervivencia, bribones, listos, espabilados, mediocres, amparados, desamparados, tasas, funcionarios y descontento.
Neutralidad con lupa, instrucciones, notificaciones, procedimientos, demoras, prescripciones, descréditos, y muy poca fe.
Jueces mediáticos, en la sombra, en el sol, en la playa, en el despacho, durante los fines de semana, sus familias y su tiempo de rigor. Puñetas, vestimentas oscuras y trascendentes, sentencias firmes, recurrentes, y todo el latín. Lex romana, hispana, española y universal.
Tipos impunes de otra atmósfera que no son iguales ante la ley sino que viven por encima de ella. Subterfugios de tipos más que hábiles que se esconden tras marañas y hasta selvas de mentiras para eludir las responsabilidades seguramente flagrantes.
Pasarelas mediáticas, paseos, acuerdos, desacordes, rechazos, datos en la prensa que se pierden entre lo inane, veredicto general paralelo, y tiempos de preocupación y hasta de zozobra. Siempre puedes entrar o salir. Puertas extrañas.
Azar y que tengas suerte, nunca sabes, no haberlo hecho, crueldad y vendettas latentes, la doctrina Parot, Estrasburgo, el violador del Ensanche, Marta del Castillo, Carcaño, la televisión, el Dioni, y hasta la Casa Real.
Manifestación de yayoflautas dentro de Caixa Galicia, gritos de ladrones, de estafadores, de furia popular, de protectores físicos de seguridad, sustraendos que parecen inevitables, y dineros que se fueron al bolsillo de algunos presuntos egoístas.
Presunto. Presunta. Presunt@s, presuntamente, toda la cautela, no digas una sola palabra que pueda volverse en tu contra, contesta única y exclusivamente a lo que te preguntan en la sala, ejerce tu derecho a no declarar, asesórate, busca toda verdad que puedas, y luego que el éxito te acompañe.
Juzgar, hacer ejecutar lo juzgado, hechos, pruebas, indicios fehacientes, decidir qué hacer con una sociedad que pleitea sin valores y a la gran velocidad, el fracaso de la palabra y de la comunicación, los árbitros sociales que deciden el bien y los líos, las películas de abogados, las bellas leguleyas que hechizan con su porte duro y evidentemente irresistible. Mujeres de temer y de admirar. De odios y loas, de división de opiniones, de envidias y hasta de lujo. La erótica casi imposible pero real. La integridad.
Los casos sucios y las mordidas, los crímenes imperfectos, el dolor del perdedor que ya huele a cárcel y a chabola, la indemnización oportunista que te relaja la caída, el momento vital de la sentencia, los nervios y el que te cambia la vida, las huellas en el corazón, el castigo, la responsabilidad, los incumplimientos, el hábeas corpus, los inocentes, los culpables, los que son capaces de destruír por odio y miedo, la respuesta que lleve a la normalidad, el mundo de hoy, la americanización de la sociedad, los substitutos de unos valores que se añoran, y cuando ya todo ha quedado decidido.
-SE LEVANTA LA SESIÓN-

martes, 19 de noviembre de 2013

- LA "ROJA" E INIESTA VUELVEN AL LUGAR DEL CIELO -


Johhanesburgo. Soccer city Stadium. África del Sur. España, en su gira premundialista y de fútbol, regresa al campo histórico e inolvidable. Y es emoción y todo el sabor de la alegría. Ahí mismo en donde están ahora, los chicos de Del Bosque la liaron parda. Ganaron el Mundial. E hicieron el Everest más inolvidable y con más repercusión social y popular de toda la historia del deporte español.
Fue increíble a la vez que real. Holanda y Robben nos presentaron un duro empate. Casillas había hecho una heroicidad en un balón aparentemente imposible. Bullía todo en medio de la más que merviosa y tensa prórroga. Hasta que apareció Iniesta y la enchufó: ¡¡¡ Gooooool !!! Y todo el país, estalló. Había nacido y renacido un mito. Nunca nadie que sepa de fútbol en el mundo podrá dejar de citarlo: Andrés Iniesta, Fuentealbilla, Albacete, mirada tímida y de pueblo, educado y mago con el balón. ¡Y el autor de la gran hazaña de aquel gol que nos histerizó! ...
Ahora andan por allí de gira los jugadores que hicieron la hazaña. Y las televisiones nos bombardean hasta  el paroxismo iterativo con aquel balón que pasó por Navas y Cesc, y que Iniesta cañoneó a las redes del cielo y de lo inolvidable. ¡Qué gusto!
Fuimos muy felices aquella noche brutal y maravillosa. Aquel Mundial un tanto exótico de vuvuzelas ensordecedores, y de frío, y de fracaso inicial. ¡Perdimos al debut con Suiza! Un enorme fiasco nunca esperado en una selección especial y mágica.
Pero solo nos acordamos de que el vestuario hizo piña y de que Villa, Xavi y los suyos no se vinieran precisamente abajo. Y sin un delantero centro y jugando al control del balón y a la clase, remontaron y siguieron hacia adelante. Y los fatalistas callaban pícaros, esperando un nuevo gran derrumbe. No fue posible. ¡Aquel Mundial fue para nosotros los españoles! El mayor éxito posible, lo teníamos en nuestro poder y dentro de nuestro zurrón. ¡Lo habíamos logrado! ¡Oye, los mejores! Y, demostrable ...
¡Gooooooool! Ponle todas las oes que quieras. Andrés atinó de nuevo. El mago bajito de Fuentealbilla había sido. Porque al principio y en medio de tanto placer no lográbamos saberlo, ¿quién habría sido el gran héroe? Él. Había sido el jugador más imaginativo y querido. El muchacho tímido nacido de bien abajo. Del pueblo. De la pelota modesta y de padre trabajador. El niño que había crecido en el Barça y que estaba tocado por los grandes dioses del deporte y de la victoria.
¡Otra vez, increíble! Y el beso de Casillas a su Sara Carbonero y las sillas por los aires, y las duchas con confetti mojando de alegría todas las pieles en el vestuario y fuera de él. España salió al día siguiente tras una interminable noche, con una idea feliz en la cabeza: ¡Éramos campeones mundiales!
Sí. Salimos orgullosos y dispuestos a hablar y a loar acerca de un equipo fantástico. A fardar y presumir. Son los nuestros. Lo han conseguido tras la machada europea, por vez primera. La Historia del fútbol español quedaba arcáica y demodée. Había un antes y un después de aquella pica. Ni Flandes, ni Amberes, ni la furia, ni Camacho, ni Manolo el del bombo, ni todo el atrás. ¡Nada!
Hace tres años y pico, en Johhanesburgo, pasó algo especial y hasta inimaginable. ¡Tuvimos suerte, coño! Nos tocó la lotería de la lógica y de la calidad. Fue todo justo y bien. Nos pusimos las botas y nos llevamos el gato al agua. Apareció Iniesta, y, ¡goooooool! ...
¡ GOOOOOOOOL !

lunes, 18 de noviembre de 2013

- MI SEGUNDO INVIERNO EN MÍ -



En mí.  En mi casa. El calor de mi Valencia se ha hecho a un lado. Y, sin otoño, ha llegado el frío y me temo que para quedarse ya. Todo ha comenzado a cambiar. Ropa de abrigo, y a las estufas.
Saludo a las estaciones que pasé en mi casa de mí. En mi lar he comenzado una nueva aventura necesaria, hará aproximadamente un año. En mi casa empecé a pasar las noches y los descansos. Hace un año que empecé a aterrizar en mí y a tomar la iniciativa de jugármela en solitario. Necesitaba hacerlo. Afortunadamente, sí ...
Acepté muy bien el invierno primero y lleno de incógnitas. Fue duro pero satisfactorio, apareció la primavera clara y resueltamente llena de luz, y abrí los ojos a más cosas. Confieso que el verano nunca será mi amigo, dado que no lo soporto bien y te obliga a muchas cosas que desagradan. Ha sido la peor estación con la que hasta ahora he convivido. Quizás. mi asignatura pendiente ...
Y, de nuevo el invierno. Mi segundo invierno, en el que me siento orgulloso de haber aceptado mi reto de crecer con mil ilusiones y hasta apretando los dientes. Más que pasar este año bien o mal, la buena nueva es que lo he pasado. He podido estar un año en mi casa viéndomelas conmigo mismo y con mi realidad. He sido yo con todos mis matices y vertientes, y he acumulado experiencia entre mis novatadas. Sí. He cabalgado sobre mis grietas y carencias, he convivido aceptablemente con mis temores y sobresaltos, y he descubierto que mi fortaleza a prueba, ha aguantado.
El rubicón mío que marcha camino de mí y de mi ubicación, ha soportado avatares, soledades, incompresiones y tristezas. Pero mi barco rompehielos ha seguido surcando el sendero y no ha podido pararse. La vida, mi vida me he empujado rápidamente desde la teoría hacia la práctica, y en mi desgaste obligado han habido igualmente unas enormes satisfacciones que aún no puedo valorar y saborear como correspondería. La mejor noticia es que he sido realmente, yo. Me he acercado mucho más a ese yo que otrora solo pude imaginar como un esbozo y en la lejanía.
Sigo. Si he logrado convivir con toda la dureza durante todo este tiempo, nada va a pararme. Me he dado cuanta de que solo voy a seguir conjugando mi verbo crecer. Quiero, más. Quiero seguir en este camino propio porque me voy familiarizando con cosas que nunca había tenido la oportunidad de dar cancha a que pudieran sucederme. Ha sido el yo más real de mi vida.
En todo este tiempo que renace y sigue, he cometido grandes errores y aciertos, y he tenido dudas y me ha pasado de todo. He llegado a lugares inexplorados e inéditos, me he medido con los demás, he estado en y con mis silencios, y no ha habido ni un solo momento en el que haya pensado convencido la idea de dejar mi proyecto de autogestión y de tirar la toalla.
Además de cuidar a mi madre tesoro, he buscado actividades para desconectar de mis obligaciones. Estar en mi casa también ha sido un sobreesfuerzo. He necesitado salir a estirar las piernas, tumbarme en la cama para asimilar toda mi nueva información, y tomar mi nueva libertad con la mejor y más positiva de mis filosofías. He seguido cantando en el Coro, y ahora he emprendido el loable afán de aprender a cocinar con salud y equlibrio en la dieta.
Sí. He buscado retos. Me los he extraído de mí mismo, de mis conclusiones personales, de mi verdad, y de mi deseo. Me doy cuenta de que un año no es nada, y que me queda todo un mundo para estar y vivenciar. La seguiré estropeando, pero menos. Y aceptaré ya más cosas, vividas desde mi experiencia, y le seguiré dando color y hasta magia a mis sueños necesarios. Por eso le doy cual Violeta Parra, todas las gracias a la vida.
-A MI VIDA QUE SIGUE-

domingo, 17 de noviembre de 2013

- LA SELECCIÓN JUGÓ EN GUINEA ECUATORIAL -



La "Roja". La mundial campeona de fútbol y de Vicente del Bosque, tuvo que cumplir un compromiso y una pachanga, como hacen los clubes grandes en las pretemporadas. Parece que el objetivo era meramente económico. La excusa, el fútbol.
Se criticó y con razón que el impulso intercomercial se hiciese en la tierra de tirano dictador Teodoro Obiang Nguema. Y que todo vale para el tema del money. Y mucha verdad hay en la afirmación. Más que mucha.
Es un pueblo africano. Un país que fue colonia española y que tiene oro de petróleo. Fue un safari exótico y lleno de emociones y de ternura. Porque Guinea Ecuatorial lo dio todo e hizo lo que pudo sobre el verde césped.
Su nivel es bajo, son pocos habitantes, pero entusiastas y alegres. Enfrente, tenían al mejor de los mejores equipos, y eso y mil cosas más llenó el campo. Su entrenador es el ex jugador y duro defensa bilbaíno Goikoetxea, que fue polémico y excelente futbolista. Lesionó a Maradona y a Schuster, y hubo lógicas discusiones y polémicas acerca de su exceso. Nostalgias y miradas al atrás.
Lo más bello de ayer, comenzó con el himno guineano. Mi egoísmo patrio tenía un elemento de acercamiento que todo parece disponerlo con mayor empatía. El vehículo de la lengua. Los guineanos hablan el idioma de Cervantes. Sí. En medio del África imposible, hay cercanía y similitud. Los negros hablan el idioma de los blanquitos españoles, y eso les da costumbre y belleza. El idioma les disimula sus desequilibrios en libertad y en justicia social, y hace que esa barrera del no entenderse se diluya más.
El partido fue un entrenamiento ante un rival inofensivo. Se ganó 1-2 y por esa mínima, porque Guinea es menor y porque España no puede motivarse ante los no rivales. Ayer era todo un escaparate y una presentación, un desfile de marcas, y la posibilidad de oler y de estar cerca de palpar a unos mitos inolvidables. Mutua simpatía, porque no había encono o rivalidad, y en donde el público quería por un igual a los suyos y a los españoles bajitos y mágicos. Fue un regalo navideño para una gente pobre y con subdesarrollos.
Lo peor fueron los nervios de Fidjeu, que le soltó una patada a Xabi Alonso que le dejó fuera de combate. Afortunadamente, solo es un golpe fortísimo. Me recordó a cuando un excluído le arrea a destiempo a un banquero. Solo es desesperación y ambición. Orgullo desmedido. Pero fue un choque blando y sin excesiva sal. Una pasarela sin calidad pero con presencia. Un evento tierno.
África, los cocodrilos y las enormes bellezas, los grandes simios y las colosales distancias. No se quejarán los jugadores de oler tanta hermosura. Lo de ayer fue una aventura, en la cual los racistas sacaron toda su aparente farsa de ingenio. Pero a mí me pareció entrañable la idea de que los Lakers visitasen al Estudiantes o al Gavá.
Si se ha conseguido que los negritos de Guinea nos recuerden y con ilusión, todo habrá valido la pena. Porque si yo fuese negro y pobre, y no tuviese libertades ni esperanzas, o tiranizado por un jefe que vive de la pernada del petróleo, me refugiaría por unas horas en un reallity posible que es el fútbol. Ese gran sedante distractor. ¡A divertirse! ...
Guinea Ecuatorial. Aquella mágica colonia. El chimpancé "Tarzán", que estaba en el zoo de mi Valencia y que fue un regalo de Guinea a Franco que acabó en poder del director de dicho zoológico que era sobrino del poeta Alberti. Ayer volvimos también a unos tiempos en los que de negros en España solo estaban Antonio Machín o el boxeador pelota de Franco, Pepe Legrá. Y, pocos más. Los del fútbol. Los brasileños de color. "El negre", como se le decía al valencianista Waldo, gran goleador.
Sí. Ayer hubo nostalgia y curiosidad. Negritud y realidad. Novedad, oropel e hipocresía. Guinea Ecuatorial volvió por unos minutos al mapa. Lo malo es cuando nos vamos y ahí se quedan los guineanos con su dictador. La buena noticia, es que si alguien de ellos lee mi escrito también dirá que es su lengua. Y eso acerca mucho.
-LA LENGUA QUE HERMANA-

sábado, 16 de noviembre de 2013

- EL MARATHÓN DE VALENCIA -



Domingo 17 de Noviembre. Una de las mejores marathones en donde un gran fondista puede estar. Es, Valencia. El marathón de Valencia. La ciudad del sol y de la luz, que este año estará regada por una más que previsible y necesaria lluvia. Filosofía positiva entre los organizadores. Filípides y Cronos se ponen a veces traviesos y hay que aceptar.
Buscan bajar de 2 horas y 8 minutos. Ya tenemos liebres, como hacen los grandes marathones de los ricos. Fondistas africanos con referencias para marcas destacadas. Valencia quiere un marcón para proyectarse in crescendo y de forma definitiva. A pesar de la humedad, y del agua rara esta que nos ha sorprendido entre extraños días de verano que no semejaban llevar rumbo a la gran tradición de la Navidad.
Valencia está ahí. En el Mediterráneo. Para disfrutar de cada zancada, de cada sudor, de cada grupo, de cada galope, de cada reto, de cada sueño y de cada valentía. Nuestro cauce seco del río Turia es nuestra convocatoria habitual. Nuestra fábrica de esfuerzos. Todo el mundo ha corrido por dicho ajardinado lugar. Ha de ser excitante para un extranjero o un foráneo probar nuestra carrera épica. Se está bien aquí. Vale la pena. Hay buen rollo y excelente organización. Raramente ha pasado algo. El "Correcaminos" y la "Divina Pastora" se curran la prueba. Hay ganas y ambición. Sigue el progreso.
Antes era todo diferente. O, casi. Porque los cuarenta y dos kilómetros más los ciento noventa y cinco metros mascota, siempre fueron muy duros. Y eso nunca va a cambiar si no has entrenado lo suficiente.
Pero, sí. En mi época era todo más de la terrecita, de lo valenciano, incluso de lo de Canal Nou, de Tony Lastra o Roberto Ferrandis, de los populares como yo que nos atrevíamos a hacer el burro valiente y desde unos circuitos más exigentes y nos salíamos a malconvivir con los vientos contrarios de la Dehesa de El Saler, y las marcas se ajaban y el sufrimiento se potenciaba. Nos daba igual a aquellos maravillosos locos descerebrados y medio masocas, a los que nos chiflaba la extrema dureza. Como cuando cogí una pájara en El Saler,-a falta de 10 kilómetros-, y todavía no he logrado saber cómo fui capaz de rebasar la línea de meta sita en el Paseo de la Alameda. Cuna de esta carrera. Donde empezó todo.
Ahora la gente va preparada. Hay poco loco. Se sacrifican. Planifican una más que decente preparación, y ya no todo es alarde de Supermán o coquetería de Barbie sexy y audaz. Los tiempos actuales le dan sesera al atleta popular, y realidades a los grandes y maravillosos antílopes africanos.
Este marathón de ahora se ha modernizado, y hasta el último de sus cabellos está peinado. No se deja apenas nada a la ocurrencia o al capricho. Todo se ha vuelto serio y consistente aquí. Es una marathón vanguardista y de buenas zapatillas, y de franceses e italianos y de todas las nacionalidades. Es un marathón ecléctico que crece y se desarrolla por la necesidad empresarial y por el impulso del joven que cree en el reto y en la aventura. Porque Valencia es una aventura loca y pasota que también se pone la corbata y el rigor.
Más allá del agua que regará las cabezas de las nuestras y de los nuestros, y de todo lo que tantas horas de correr va a proponer, yo que he sido marathoniano siempre me saco el sombrero cuando les veo trotar camino de sus sueños felices. Y voy y les aplaudo porque sé lo que es ésto. Y les doy la enhorabuena y la suerte que tienen corriendo en mi Valencia, incluso aunque el público sea comodote y mirado. Es igual. ¡Valencia es vuestra, muchach@s!
Salid ahí afuera y dadlo todo con la cabeza fría. Sed felices ahí sufriendo como maravillosos masocas y fantásticas y admirables féminas. Porque tenéis más que bemoles, y desafiáis al viento y al meteoro, y cuando llegáis cual Filípides a Atenas contáis todo lo felices que habéis sido.
-TODA LA SUERTE-

viernes, 15 de noviembre de 2013

- NUNCA ME DIJISTE BUENAS NOCHES -



La primera vez que me viste, me miraste. Y yo te gusté y te atraje como mujer, y te acercaste audazmente a mí, y me dijiste que si tenía fuego como excusa para iniciar una conversación. Y tú a mí también me gustaste, y te concedí una charla, una aproximación, y acabé dándote el teléfono y no sé cuántas cosas ilusionadas. Pero al dejarme casi nada me dijiste. Me sorprendió. Ya era muy tarde, sábado, y yo venía de una fiesta, Luís. Y no me dijiste ni deseaste un cortés buenas noches.
Me conseguiste para novia, y me volvía loca tu mirada, y tus cosas de hombre gracioso y hasta niño grande e inmaduro, y querías darme mucho de tu dinero, y joyas, y mimos galantes, y audacias sensuales que podían envidiar las estrellas. Y un día me entregué a tí, y todo lo que quisiste. Me vi loca y enamorada, y me dejé llevar por la inercia del río de la pasión, y te volví alegre y encendido, y gemías y me pedías más, y yo todo te lo daba. Y al acabar nuestra primera cama juntos y nuestra prima noche unidos, me di cuenta de que tú eras frío y embaucador, extraño y egoísta. Y al volverte de lado para ponerte a dormir y olvidarte de mí y de mi presencia y calor sudoroso y auténtico, entonces, ni siquiera me deseaste buenas noches.
Yo me pasé las horas sin dormir, solo reflexionando sobre tí mientras te veía la piel entre las sábanas, y casi mis ojos derramaron algún líquido emocionado. Porque supe que no me querías ni me habías amado nunca, y que todo había sido un ardid para lograrme y hacerme para tí. Y que no me amabas. Y que no sentías nada para mí que no fuese deseo. Y yo al dormirme me di cuenta de que no habría contigo buenas noches.
Nos casamos, me tapé los ojos y no quise ver. Me dejé llevar por una inercia falsa y torpona, tú querías aparentar socialmente y me decías poco que me querías y planeabas fechas de más cosas, y tratabas de imponerte sobre mis criterios y mis dudas enamoradas.
Y una vez casados todo fue rutina, y yo quise perdonarte demasiado tarde. Quise creer que el matrimonio haría magia y que tus poses mutarían en besos, y que tus cochazos serían la cara B de un cariño real, y que nuestros viajazos por todos los sitios caros serían la constatación de un pleno amor. Pero al llegar la noche yo sentía que nada variaba y que todo era cero y falsedad.
Que solo había amor unilateral, que solo mis besos profundos eran de verdad, y que tú estabas demasiado lejos. Y por eso nunca me decías buenas noches cuando tus ojos de ejecutivo vitalista se cerraban a mi lado.
Hasta que un día te encontré en nuestro nido sin ropa y con una amiga. Porque lo nuestro no es que ya hubiera terminado, sino que nunca empezó. Tú me despachaste que no era lo que parecía cuando te pille in fraganti con la chica, y me diste las explicaciones más ridículas y surrealistas que jamás pude oír de un hombre.
Me negabas hasta la separación que yo te pedía con mis ojos asombrados, te tiraba todo tu dinero en la cara, te rogaba que te fueras, lloraba a mares y sin miramientos, y tú tratabas de seguir erre que erre en la mentira. Y te diste la vuelta, y te volviste a meter en la habitación como si nada, y me dijiste que ya hablaríamos al otro día. Y, nada más.
Hasta que logré que aceptaras que solo había sido un amor flaco, y que era mejor dejarlo y empezar otras cosas y otros rumbos. Que mi dulzura iba a probar suerte caminando desde el adiós hasta el futuro, y que tuvieses toda la suerte del mundo con las demás mujeres que pasar pudieran por tu vida. Era invierno, muy tarde, y te di mi adiós. Pero ni en la despedida tuve tus buenas noches.
-HASTA NUNCA, LUÍS-

jueves, 14 de noviembre de 2013

- LEONEL MESSI ES INTROVERTIDO -



Cuando a Messi le pasa algo, en Barcelona y en Argentina surge la inquietud. No es un futbolista más. Es, el determinante, el inimitable, el imprescindible, y el mejor. Todo parece sismizarse o cojear, cuando a Leo le entran los problemas. Unos problemas, que en los últimos meses han sido demasiados. Raro está el pibe ...
Leo es ahora una lesionada caricatura de sí mismo. Su cara es todo un diagnóstico, y sus movimientos toda su verdad expresiva. Es decir: que parece triste, y no logra cabalgar como un rayo con el balón sin romperse muscularmente.
"Dios", anda preocupado. Parece que no hay manera de que un preparador físico le tome la temperatura y lo ponga como una rosa. Y eso tiene que joder en un as con dinero a espuertas.
Leo Messi se ha pasado físicamente de rosca. Ha estado muchos años jugando a toda la intensidad y con una ambición desmedida en busca y logro de récords y alardes, y ahora lo está pagando. Su físico no es el de un atleta,-como Cristiano Ronaldo-, y ese hándicap siempre irá con él. Salvo que decida cuidarse y sonreír de nuevo.
Messi es en la cancha lo más grande que le ha pasado al fútbol desde que Maradona se retiró, pero tiene un carácter retraído e introvertido. No expresa. Al menos, en público.
Atado a esa jaula de oro que es su pasión y su atmósfera elevada, Messi trata de alejarse lo más posible del gentío y de su bullicio. Se refugia entre los suyos, y vive su mundo interior agazapado bajo un potente y discutible blindaje.
Leo es especial. Es más que un jugador de fútbol. Es, el fútbol en su dimensión creativa y sentenciadora. Es, el más grande. Un ídolo. El rey del tango y del mambo. Y su impacto nos llega con esoterismos y entre mil teorías de sesudos filósofos del deporte.
Si Messi está triste, el fútbol también ha de estarlo. Y hay mucha gente que especula acerca de si no entrena bien, o de si su vida personal es desordenada,o si está desmotivado, o si se reserva para Brazil 2014, o incluso algunos tiran la piedra de que está acabado. ¡Manda huevos! ...
Mi impresión es que la cosa no es para tanto. Messi es joven y genial, y hasta ahora su cabeza no le ha pinzado como sí a otros. Messi sigue digno y nunca da estrépito. Desconozco si es inteligente en su vida personal, pero me extrañaría que no lo fuera. Seguro que es tan listo o más que con el balón.
Da morbo hablar de los males de Messi porque la idea de hacer leña al gran triunfador, es muy de aquí y de todas las envidias. Siempre se habla de Messi para loar su talento y su magia irresistible, o para señalar lo listo y oportuno que es con sus driblings y sus goles casi increíbles.
Dentro de un tiempo, nadie hablará de Messi para decir cosas feas de él. Su juventud es su aliada, y su balón una cosa que imanta su pie izquierdo. Messi, volverá. Y volverá a asombrarnos, a dejarnos sin palabras, a sedarnos, a dejarnos con la boca abierta, y para hacernos sonreír con sus diabluras a quienes nos gusta mucho ese opio social llamado fútbol. Y cuando el hijo deportivo de Maradona regrese, los estratos del subsuelo se pararán, y los rompemitos se irán a la cola del paro.
A Messi le pierde su timidez. Si yo fuese él,-ya lo quisiera-, daba dos o tres ruedas de prensa y algunos paseos por las teles y las radios, y se acababa toda la especulación.
Yo respeto a Leonel. Él, es así. Y de la misma manera que me hace pasar momentos gratos y mágicos cuando le veo sin lesiones, decido dejarle estar y que él gestione su futuro. Un futuro, que pronto dará los frutos de su calidad sin igual. Yo, no lo dudo. Creo en Messi.
¡ADELANTE, CHAVAL!

miércoles, 13 de noviembre de 2013

- MIS NUEVAS OBLIGACIONES -



Toda esta nueva situación, me depara novedosas situaciones que implican más obligación. Sí. Me refiero a la decisión de estar por las tardes en mi casa, pero ahora con otras ideas como las de aprender a cocinar. El hacerme las cenas, gracias al chaval de la hostelería que amablemente me va ayudando a curtirme en estos menesteres. Veréis.
Sobre las ocho y media de la tarde, parecía tener el espacio de siempre para mi relax y para desconectar de la dureza del cuidado de mi madre, que está en la casa de mi hermano.
Yo, en mi casa, sobre las nueve, y un tanto confuso. ¡Ha nacido una nueva obligación! Pero esta vez, es para mí. Esto es para mí. Si eludía la responsabilidad, todo era peor y hasta aburrido. Me gustase o dejase de gustar, ese huso horario de las ocho y media o como máximo las nueve de la noche, implicaba dejar otras cosas. Cambiar y ser coherente. No era la hora de comerme la cena. No. Lo que era es, la de cocinármela. Y como algunas recetas pueden implicar un tiempo de media hora de elaboración, ahí había que moverse y dirigirme de inmediato a la cocina.
Comenzaba una nueva etapa, la cual fortalecerla en su habitualidad no me va a ser sencillo, desde luego. Y no digamos, cuando encima mi trabajo con mi madre me somete a fuertes esfuerzos. Sí. Lo que quieras, oye. Pero la excusa estaba de más.La apuesta estaba hecha. Yo, y nada más que yo, había decidido este cometido. Si quiero autogestionarme la comida y su confección, he de obligarme desde la responsabilidad y la coherencia a horarios ineludibles por necesarios.
Mi cabeza pensaba en muchas cosas a un tiempo. ¿Por qué me metía yo en estos berenjenales?, vaya rollo tener que ir ahí a la cocina a hacérmela y a ver cómo me salían los platos, y todas esas cosas que se piensan cuando uno está haciendo las cosas por primera vez. La novatada del audaz. El precio del cambio y del crecer.
Sonreí por adentro. Tomé las notas del profesor de cocina, y rápidamente decidí el menú y la dieta. Agarré la cacerola, calenté el agua, y corté la cebolla en cuatro trozos. Y una patata mediana, en ocho. Y cogí diez bajoquetas, les corté previamente las puntas y les hice a la mitad en forma de tiras. Lo limpié todo bien limpio y eché la cebolla troceada a la cacerola unos quince minutos y esperé.Minutos más tarde eché igualmente el resto de los componentes de la receta. Mientras se hacía el primer plato, comenzaba a elaborar el segundo para ganar tiempo.
Lo que pasaba, más allá de la elaboración, era más que secundario. O, secundario a secas. Porque lo más importante en todo este momento y tiempo, era yo. Mi objetivo, era yo. Mi satisfacción, era la mía. Y no digamos cuando completé el hervido, lo puse en el plato y sobre la mesa y me dispuse a echarle el diente. Estaba, fetén. Buenísima la patata hervida, y el resto más que pasable. Un bien. Un séis. Más que aprobado. Perfecto para ser yo nuevo en estas culinarias plazas.
Me da alegría. Otros ya no me cocinan. Mi vida aprendo a cocinármela yo mismo. Y eso me confiere soluciones y seguridad. Me siento más grande y mejor desde la no dependencia de unos y de otros. Es un gustirrinín que no se puede sacar o expresar, porque está dentro de uno y allí permanece.
No todo son satisfacciones. Hay nervios y más obligaciones. Como no tengo lavaplatos de esos, he de lavarlos a mano y pronto, pues al siguiente día a saber a qué hora voy a llegar a casa tras mi dura labor. Ha de quedar todo impecable. El otro día se me cayó un plato al suelo de la cocina, pero no se rompió. Lo tomé en mis manos, y seguí fregándolo como si nada. Fue bello.
Quien no rompe nunca platos, es porque ha rehuído responsabilidades. Porque no ha expuesto. Yo, todavía no sé si me agrada o no cocinar. Lo que sé es que sé hacerlo. Voy sabiendo hacerlo. Il faut. Es necesario. Para que vuelva mi satisfacción interior.
-QUE ME REAFIRMA-