4:52
jose vicente ortí
Déjame. Déjame soñar. Déjame imaginar otros nuevos escenarios de realidad. Y que fluya en mí cada día la paz de una esperanza.
Déjame imaginar trenes y viajes. Y ojos de mujer y magia femenina. Y primavera eterna que envuelve el crecer de las plantas más maravillosas. Permite que dé rienda suelta a lo que quizás no pase, o que si sucede no sea tan doloroso ni dramático. Deja que mis sueños levanten la tapa de lo imposible, y que el tubo digestivo de la realidad sea capaz de digerir los tránsitos de mi felicidad.
Permíteme, destino, ser feliz. Deja que agarre la fragilidad de tus azaroso sendero y lo transite y contemple. Quiero más allá. Poder moverme para llegar mucho más a mí y a tí. Que la vida me pegue un empellón y que mi carta de reyes magos me ofrezca mucho más que juguetes materiales y de coyuntura.
Déjame crecer. Y enraizar del todo.Y seguir caminando a por todo lo que me gusta y por lo que apuesto. Deja que dé a luz toda mi autenticidad, y que la dulzura convierta mi desgarro en un paliativo. Y que se abra el espectro, el campo, la nube, la lluvia de la montaña, y el trino de ese jilguero irreductible.
Déjame que sepa llorar. Que llore todo lo que no pueda conseguir. Pero que al terminar el llanto, una meseta de calma recompense mi vivir. Y que las piedras picudas y abruptas no lo sean tanto. Deja que yo me deje. Y que tú no me dejes nunca. Y que yo nunca me deje más a mí mismo. Y que los dos nos dejemos la sonrisa eterna y el estar juntos.
Déjame, vida. Tú lo puedes todo y eres capaz de parar y de variar todos los paradigmas científicos como hizo Darwin. Sí. Haz que no me hagan daño mis pies al caminar, y que en ausencia de ese dolor pueda recorrer las enormes praderas aventureras de mi afán. Deja que se rompan todas las cuerdas traicioneras y todos los tirantes. Haz que se caigan los que gritan y los sordos de corazón.
Déjame emocionarme y seguir. Por favor, ¡déjame! Permíteme conocer la magia dela luz, el arcoiris de la libertad plena, unas gafas de largo aumento, un verde clorofila; el sexy del talento de un ponente en una conferencia de filosofía y atracción. Y unos dulces, y unas piernas con tu minifalda, y tu sonrisa grande y ancha, y tus ocurrencias espontáneas, y tu talento actitudinal.
Déjame pensar en que los nuevos tiempos siempre serán mejores que los actuales, y que se romperá la noche con tus medias, y que aparecerán en el cielo todas las estrellas al lado de Venus, y que en el amanecer habrá un cartel reivindicativo que ponga: ¡¡adelante y para siempre!! ...
Que esta oración sirva para que mi amigo de la infancia pueda volver a caminar y sin andador, y que yo siga progresando en esa cosa tan exigente que es el mundo, y que deje a un lado el drama de mis orígenes y que se acaben de un puta vez todas las guerras.
Y que las plantas que brotan de mis semillas de la luz sigan creciendo, o al menos aspirando plenamente a crecer. Y que todo se consolide. Y que encuentre un nuevo lugar y hasta que me alcance un premio en metálico.
Sí, esperanza. Déjame explayarme en tí. Y contártelo todo y que tú me cuentes todas las maravillosas mentiras gratas que quieras.
Déjame seguir pensando en que la tierra es más que redonda y achatada por los polos magnéticos de tu mirar. Y que me suba a todos los puertos y a todos los retos. Y que nunca sea conformista. Deja que me ilusione todo lo que me gusta, y que no haya ninguna pared invisible que se interponga en mis ganas y en mi gusto.
Deseo pensar lo mejor y más positivo. Dame esa visa. Ese visado y ese visto bueno. Y si me lo das, haré mil diabluras que me sorprenderán hasta a mí mismo. Porque lo que quiero es exactamente sorprenderme a mí mismo y a través de tu verdad. Como hacen los pájaros y los aviones alados que surcan la vida, y las leonas que en la sabana cazan para sobrevivir, y como el aire me ayuda a despejar mis miedos y ponerme en marcha. Porque nunca es tarde, porque nunca es definitivo nada, porque es mi obligación y porque sé que me dejarás hacerlo todo.
-QUE ES AMARTE-
1:19
jose vicente ortí
Jueves. Ha sido el jueves. El 24 de Octubre de 2019. ¡Franco! El dictador ha copado y colmado todas las televisiones. Me he sentado en el sillón y los periodistas no han parado en todo el día. Su símbolo, lo que sigue representando, su icono quasi inconsciente y magnético sigue atrayendo sensaciones y emociones. ¡Franco! El militar gallego de El Ferrol que dio un Golpe de Estado en 1936,y que a diferencia de Hitler o Mussolini ha permanecido expuesto a la grandeur y a la exaltación en las cercanías de Madrid. ¡Insólito!... ¿Insólito?
Franco falleció en la cama tras múltiples intentos de reanimarle aquel llamado "equipo médico habitual". Le hicieron absurdas burradas a la desesperada. Querían que fuese inmortal. Y hoy he tenido la sensación de que aunque el dictador falleció en el 73, mucho de él sigue hoy con nosotros los de las democracia. Todavía es inmortal.
Franco no es un alguien cualquiera. Es un top. Un superjefe. Un ganador y un tirano. Un león aparentemente dormido, pero que de su recuerdo sueñan y nostalgian muchos más de los que se cree. Franco fue un dios en España, un intocable, un militar, un defendido por la Iglesia y un adorado por los poderes económicos. Siempre tuvo suerte. La famosa baraka árabe. Estados Unidos no lo sacó de escena y lo mantuvo. Les convenía un aliado cabroncete. Siempre el Poder es estrategia.
La película esta vez no ha sido en blanco y negro ni ha tenido el NODO de Matías Prats senior.¡El helicóptero! Pedro Sánchez pensó en las elecciones. Se constituyó en el reparador aparente de todos los miedos de sus predecesores en La Moncloa. Siempre el Poder es estrategia.
La Democracia. No sabíamos qué leches era eso. En el 73 se murió Franco, no hubo colegio, y yo jugué con mis compañeros del instituto un partidazo de fútbol. Me salí. Y en muchos lugares descorcharon el champagne. Franco dijo que lo dejaba todo bien atado, pero a Carrero lo explosionaron hacia una cornisa, y Adolfo Suárez movió formalmente la tortilla camino de la actual situación. Legalizó a Carrillo y a su Partido Comunista entre decenas de intentonas golpistas militares, y Tejero remató la faena en el televisivo 23-F que todo el mundo vio porque a los militares se les dijo que las cámaras no estaban grabando nada y coló. Los tiros de Tejero siguen en el techo del Congreso y son visitados el día de puertas abiertas.
El "Valle de los Caídos". Construído en tiempo récord por los derrotados republicanos esclavizados por el Caudillo y a los que mató tras su victoria. Y luego trajo más "rojos" allí. Y al morir, "Franquito" fue enterrado allí junto al líder de la Falange, Primo de Rivera.Arias Navarro, lloraba desconsolado: "Españoles, Franco, ha muerto ... "
No lo tengo tan claro. Físicamente, sí. Pero de lo otro, no. De su influencia y magnetismo me suena a que no. A que sigue ahí entre la democracia, camuflado y astuto.
Por fin se lo han llevado y lo han sacado del Valle de las Torturas que él mandó construir. Como un hombre importante. Impecable todo. Cortar su trozo de ataúd, preservarlo bien, acompañado por veintidós familiares, todos con los vehículos custodiados y acompañados camino del pueblo que nace ahora para la Historia y que se llama Mingorrubio. Han amenazado hasta a los marmolistas, se cuenta. Se ha cantado el "Cara al Sol", se ha levantado el brazo con el saludo facha, se ha hecho apología del fascismo, y ha habido bastante apoyo de los que siempre pensarán que esto de la Democracia es un cuento chino y un coladero de vagos y miserables comunistas.
Está bien que Franco ya no esté ahí. Pero queda mucho camino para que desaparezca del todo. VOX no niega que le quiere. Y el PP y Ciudadanos, siempre niegan todo lo que pueda suponerles perder votos. "El tío Paco" llevaba ahí más de cuarenta años. Y eso no tiene misterio. Porque el franquismo es muy poderoso y tiene miles de aliados con dinero e influencia. En la misma Iglesia, por poner un ejemplo significativo. El efecto Franco es un trauma casi existencial.
-HABRÁ QUE TENER TODA LA PACIENCIA-
3:11
jose vicente ortí
Hace dos años. 2017. Los representantes separatistas de Cataluña hicieron una reunión exprés y precipitada. El Parlament proclamó por escasos momentos la República Cataluña.
El 1 de Octubre. El día en que medio mundo vio los porrazos de la Policía y Guardia Civil contra los ilusionados votantes. Sí. Dos años. Dos años de mal rollo llevamos, en donde Cataluña presenta una profunda división. Y en donde el odio ha crecido hasta extremos inauditos.
Puigdemont está por Bruselas, Anna Gabriel no se sabe muy bien dónde anda, y los principales líderes del separatismo republicano como Oriol Junqueras están en la cárcel. Hace pocos días el Tribunal Supremo les sentenció a muchos años y ...
El mundo independentista catalán se ha quedado casi de repente sin representantes o líderes políticos. Y esa frustración es potentísima y genera protestas. El actual President Quim Torra, no es precisamente para ellos un líder carismático aunque les diga a los "CDR" aquello de "apreteu". El mismo Gabriel Rufián fue censurado y obligado a volver a casa al acudir a una manifestación independentista.
La vieja ilusión republicana puede que no esté coja, pero está preocupada y a la busca de algo que hoy por hoy no logra hallar. Su líder está exiliado, y sus máximos representantes fuera de juego en cárceles. Esa enorme frustración de la ilusión, potencia las enormes dudas y el enorme dolor. Se sienten desnudos de Poder institucional, les han quitado todo, solo les queda el arrojo y las esteladas, las redes, las manis o el Twiter. Y el ruído de sus tambores convierte Cataluña en una triste y angustiadamente general canción de otoño.
Son jóvenes. Tienen toda la vitalidad. Pero hoy por hoy, han llegado a la conclusión de que no tienen ningún tipo de representación real, y que esa orfandad es toda su angustia.
Por eso van a la suya y pasan de todo. Hacen masivas y pacíficas manifestaciones en las que gritan sus sueños. Porque todo les parece en vano. Ahora ya solo sienten que solo pueden confiar en sí y que solo quedan ellos mismos. Por eso pierden todo respeto a la sensación de autoridad y van a la suya.
Decía Jordi Évole,-suscrito por Julia Otero-, que una masa helada procedente del Supremo chocó contra las calientes aguas mediterráneas, y ahora llega la gran precipitación. El famoso cambio de clima político por ausencia de líderes.
Si Carles Puigdemont, u Oriol, o Anna Gabriel, o los Jordis estuvieran en libertad, volvería el suave y envidiable clima mediterráneo. El Supremo había recortado privilegios al Estatut de Cataluña, y la falta de respeto en la época del PP a Cataluña fue brutal. Los estereotipos aumentaron, y todo se movió distanciándose.
Ahora, los "CDR" dejan paso al "Tsunami Democràtic", pero en el fondo es la misma iniciativa individual sin pastor ni guía. De ahí lo sucedido en estos días en Cataluña. Días de ira y de rechazo a todo tipo de autoridad.
Han hecho lo que han querido, en un alarde sui géneris de demostración de fuerza. El fuego, es la estrella mediática que todo lo puede. Los medios, con el foco en la guerrilla y en el lío. Fuego nocivo y destructor. El fuego del impotente que sabe lo que desea y no lo puede lograr ni a las buenas ni a las malas. El reino del laberinto sin puertas. El gran desahogo. El grito y la masividad como vindicación del ser y poder. La búsqueda irracional y el deseo de recuperar algo que habían podido soñar e ilusionarse.
Y a ese fuego de frustración, se adhieren parásitos que vandalearon las ansias juveniles, huérfanos de institucionalización. Su Cataluña se estaba reduciendo a cenizas. Ya no sentían la posibilidad de soñar otra cosa. Otra su esperanza ...
El asunto es, cómo se sale de este impás. Y en todo conflicto ya larvado, solo se sabe de un gran antivirus que se llama negociación, y multitud de equilibrismos y de paños calientes. Nadie en Cataluña debe sentir que ha perdido. Y no solo los catalanes de los dos pensares, sino que por extensión todos los demás españoles los cuales no confiamos nunca en el odio.
¡PAZ/PAU!
4:54
jose vicente ortí
Amenábar no busca aquí culpables. Solo busca comprensión de las situaciones. Nos invita a hacer un esfuerzo por meternos en los personajes más enfrentados. Los de los bandos de la fratricida guerra civil española. De las circunstancias que pudieron generarla, y del derecho a toda la duda.
Y en medio de las dos grandes heridas enfrentadas, se centra en la figura de uno de los mejores filósofos españoles de siempre. Y desde el genio Unamuno, nos introduce en ese universo finalmente inteligente del derecho a equivocarse y a saber rectificar y con todas las consecuencias.
El personaje real de Unamuno, siempre fue explosivo y real. A nadie dejó indiferente. Porque el vasco Miguel de Unamuno, su postura y personaje, dio para mucho. Para todo. Porque Unamuno significa la libertad y el decir la suprema verdad aunque le cueste la vida. La vida, será su verdad argumentada, o no será. Su valentía será temeraria y audaz, casi egoísta, pero quien nace genio nunca se modifica en su esencia.
En la peli de Alejandro Amenábar, salen Franco y Millán Astray,-el fundador de la Legión-, y del que Eduard Fernández realiza una interpretación magistral.
Franco, no aparece como un tipo malvado. Su expresión es un poco de dejarse llevar por las coyunturas. Amenábar se mete bien en su gestualidad y psicología, le cuida los planos al rigor, le imita la voz y también le enseña las dudas. Para Franco,-interpretado por Santi Prego-, no es fácil llegar a ser el Generalísimo. En Burgos hay una Junta militar que no se lo pone fácil, y el gallego es consciente. No se fía de demasiado nadie, y en su situación es entendible.
Insisto en la labor actoral espléndida de Eduard Fernández,-merece el Goya-, en su personaje de Millán Astray. Tuerto, un solo brazo, y una filosofía de echarse hacia adelante. Como si proyectara sus heridas en busca de un sosiego a su modo. Y la bandera. Una bandera que viene de los reyes, y que puede servir para ganar sus intereses. Es su España de la energía y de la tradición. La España prefranquista que apoya su causa frente a esos rojos republicanos que parece que no se aclaran.
Y aparece Karra Ejalde con su "Miguel de Unamuno". El escritor y pensador está en su mundo especial de la Universidad, del talento, del perfeccionismo, de la exuberancia y de la calidad intelectual. Está viviendo su tiempo en un Régimen republicano que le defrauda. Es como si Unamuno quisiera la aristocracia del talento para el Gobierno. Como si lo que ve, al no ser elevado o perfecto, le apartase de su sí. Y aparentemente indolente y pasota, decide que ya le da igual todo. Es el Rector de la Universidad de Salamanca, que es el Saber con mayúsculas, y todo lo demás es menoridad.
Unamuno siempre va observando. Hablando lo que desea. Y de tanta libertad ve el peligro y la muerte llegar. El filósofo vasco sigue erre que erre y nunca nadie le cambiará. Y en esa observación se va dando cuenta de su error cuando acepta inicialmente el franquismo emergente.
Sobre todo, cuando el terrible Millán Astray, le reta. Dos personajes con posiciones vitales antagónicas. Unamuno nunca se calla. Lo da todo en cada frase. Cada palabra suya es un viento de libertad. Y no acepta imposiciones. Ni del de la Legión ni de nadie. Para él la guerra y el odio representan lo más absurdo y ruín de la condición humana. Y el vasco es tan libre que tiene al miedo como a un compañero menor que hay que domeñar.
Y, finalmente, desde su Rectorado de Salamanca, en el icono y centro del saber y de la verdad pensada, intentan que no diga lo que piensa. Pero no conocen bien a Unamuno. Y allí, en su gran y excelsa tribuna, Miguel habla del fascismo y argumenta en profundidad y con arrojo su magno pensar. Lo paga caro, claro está.
Ese debe ser el mensaje del film. La libertad de expresión en democracia, en dictadura, en calor, en frío, en la playa o en el mar. Nuestra obligación de no callarnos nunca, de ser hasta temerarios, pero nunca jugar a decir lo que no sentimos.
-PROBAD A VER ESTE FILM-
1:56
jose vicente ortí
Dentro de unos años, nadie sabrá quién es Eliud Kipchoge. Pero lo que sí recordaremos es que en algún día allá por 2019, alguien rompió por vez primera la barrera de las dos horas en marathón y que ahora empieza un nuevo tiempo en la mítica carrera de Filípides. Eso, sí se recordará. Y a partir de ahora habrá un gran empujón y estímulo para decenas de profesionales de la larga distancia, que querrán emular la hazaña de Kipchoge.
Kipchoge no es mediático, es de Kenya, africano puro, y dominador absoluto del marathón en los últimos tiempos. Pero ya sabemos que Kenya es el carisma del negro fondista y de la gran tradición, Se dice que la hazaña se asemeja a cuando se bajó de cuatro minutos en la milla,o cuando la magia imparable del mito Usain Bolt y su velocidad supersónica.
La 1h, 59´y 40 segundos del circuito de "El Práter" vienés, no es homologable porque ha sido el resultado del correr de un colosal atleta pero con decenas de relevistas contratados por un magnate para la ocasión. Pero, sea lo que sea este experimento televisivo, deportivo, triunfante, mediático y carismático, lo que ha pasado es un hito. Dan igual los 41 relevistas, el coche cortavientos y todas las parafernalias estratégicas. Porque nadie ha empujado a Kipchoge hasta la hazaña y el mito. ¡¡Solo ha sido él!! ...
¿Tiene más mérito un récord extraterrestre como este en una marathón convencional que en la experimental de Viena? ¡Muy discutible!... El bajar de las dos horas, estaba muy cerca. El propio Kipchoge lo había demostrado en muchas carreras. Era cuestión de esperar un poco más. El mordisco a las dos horas se habría producido igualmente. Pero ahora todo es renovada ilusión en el atletismo. Ha terminado el tiempo de luto en el atletismo por la retirada de Bolt. ¡Todos felices, e importa menos la no homologabilidad de la hazaña! ¡El marathón vuelve a reinar como el sexy del atletismo y ha crecido su épica! ...
Para mí, lo mejor ha sido la emocionalidad humana. Kipchoge, en los últimos kilómetros. Ahí en donde se llora la derrota o se euforiza el éxito, me he concentrado en el rostro del nuevo y ya veterano mito del marathón.
El negro, hacía gestos pícaros. Naturales. Se estaba creyendo que lo iba a lograr. Sí. Su gestualidad en esa concentración de los 2 minutos y cincuenta segundos clavados por kilómetro, parecía más que cómoda. Su mente le decía: ¡fe! Que, sí. Que esta vez iba a lograr algo histórico que trasciende hasta lo deportivo. Y coincidiendo con el día en que Colón topó sin saberlo con América. Una fecha preciosa con luna llena. El día más esperado de toda su vida. ¡El día del éxito! ¡El inolvidable y el histórico! ¡¡El antes y el después!! ...
Kipchoge, iba bien. Demasiado bien. Se relamía de gusto por adentro, y desde sí extraía una sonrisa elocuente. Tenía temor a quedarse a nada de la hazaña, pero era un miedo humano y racional. Miedo de responsabilidad y de defensa del orgullo. Y el valiente keniata, no cayó en ninguna tentación y se capó los alardes. Fue obediente consigo mismo y no se movió de su posición de chupar rueda a sus compañeros, y solo en el último kilómetro explotó de alegría y se fue directo a su Olimpo ahora ya sí de leyenda. ¡Enhorabuena! ¡Qué fantástico héroe! ¡Vaya hito! ...
Llegaron las entrevistas. ¿Qué iba a decir? Alegría. ¡Toda la alegría! Y agradecimiento para todos sus 41 relevistas. Y, afirmando que su 1h, 59 minutos y 40 segundos, también sería batido.
¡Sí! El deporte no solo es fija competición. El sexy y el impulso que lleva a uno a la gesta límite e histórica, tiene mucho de impacto común. Global. El ser humano siempre es inconformista. Necesita serlo. Todos lo somos. Todos hemos sido un poco Eliud Kipchoge. Hemos hecho fuerza. El marathón ya no será lo mismo. Quien gane sin bajar de dos horas ya no será un triunfo tan apoteósico. El marathón tiene un subidón. Tenemos todos a quienes nos apasiona el fondo, un subidón. Se ha roto una barrera puñetera. Ahora pasará mucha gente por esta puerta que se ha caído hecha añicos. Y el deporte seguirá siendo superación y alegría. Y una búsqueda constante del reto siempre tan humano.
¡¡ 1 hora, 59 minutos y 40 segundos !! ...
1:07
jose vicente ortí
Como su modo de ambición y vértigo. Desde el aplomo de una mujer actual de 44 años que atrae, curiosea, innova y llena. Sorprende y coquetea desde el otro lado de las cámaras de la televisión pública, todas las noches tras las noticias.
En ese cachote de trozo de espacio que abarca toda ella, la catalana Mónica López marcha a toda velocidad tratando de dar amenidad al contenido. Conecta bien con ese público de hoy que la mira con interés.
Mónica ya no es los primeros y blanquinegros hermanos Medina, o sus sucesores varones que daban confianza a la predicción meteorológica. Ya se sabe: el hombre es más bruto para tediarnos los anticiclones o para hacer demasiado rigurosas las enormes borrascas veloces del cambio climático inducido.
Ya no pueden alcanzar rigor y aceptación los grandes bellezones que distraen con sus curvas de boca abierta la atenta información. Ahora todo ha de pasar por la señora joven todavía, pero que se parezca a nuestras mujeres o a nuestras madres si somos peques o adolescentes.
Éso, parece saberlo bien Mónica López. Y aprovecha sus bazas. Se desmarca de todos para lucir, y nos muestra aparente pedagogía meteorológica, ¡ah!, y muchas fotos de todos los amigos televidentes. La fotografía en forma de nube o de color de sol, es mediática, potente, televisiva e irresistible.
La López acapara y domina su puesta en escena. Se llena de mapas digitales y de efectos, pero su fuerte es su vestuartio no sexy pero siempre llamador de atenciones, su hablar de metralleta fondista, y su deseo de mostrarnos cosas y más cosas. Meteoros, nubes, ciclones, huracanes, y una conseguida y tremenda laboriosidad. La tía se lo curra y deja poco a la improvisación. Pero también es actriz televisiva, y todo sería diferente si no se moviera a su estilo y mantuviera su impronta gesticulante y sus moveres oportunos.
Parece la clásica chica descontrolada que lo tiene todo bien atado. Y que se equivoca, se hace gracia a sí misma, se sonríe, pero no interrumpe y prosigue su carrera de información diaria sin más.
Sabe que tiene a gente que quiere saber mucho más que del mapa del mero tiempo, porque solo para eso le dan un clik al internet y ya lo tienen. Los espectadores quieren curiosear y escudriñarla. Verle puntos flacos y admirar en silencio de aceptación su acierto social. Su acompañamiento.
Y Mónica López nos habla de muchos pueblos que parecían perdidos en el mapa de la España casi despoblada, y democratiza la diversidad oculta. Y desmenuza toda la Península y las Islas, y nos dice la temperatura, y las isobaras, y los vientos predominantes, y su pasión por esta rama predictiva y meteorológica.
Y nos dice que en Helsinki habrá entre 3 y ocho grados, y nos entra el fresco. Y un día si la dejan, irá más allá y nos hablará de los grados en Asia o en donde sea.
Es el juego dinámico y de sello personal de Mónica Lopez. Se pone seria cuando nos habla de alertas de calor y de lluvias, pero no es un fruncir de ceño especialmente seguido, porque la vida es algo tan veloz y puntual que no se merece demasiado la pena ponerse triste por las cosas inevitables.
Una alerta solo sirve para que no cojamos el coche y no salgamos de casa. Pero eso Mónica López sabe que es imposible que hagamos caso a las recomendaciones, porque nuestro rollo es otro.
La López nos comprende cuando la pifiamos, y trata de sernos familiar y próxima. Este es su trabajo y hay que convencer. Y es la tele y hay que estar rápida, moderna, guapa, mujer y lo que haga falta.
Hay que lucir mucho más allá de bonanzas o catástrofes, mostrando movimientos y sellos y tics personales. Están las cámaras. Y esto son dos días. Y la meteorología parece que para Mónica nunca es incompatible con otras muchas cosas inevitables de lo cotidiano.
-SINGULAR, MÓNICA LÓPEZ-
1:25
jose vicente ortí
La gimnasia femenina era cosa de rusas. El Imperio necesitaba a los grandes talentos soviéticos para refrendar desde el deporte su contrapoder a los Estados Unidos en la hegemonía por aquel mundo frío y gris de los dos grandes bloques.
Y en medio de esa tradición de poder, una niña rumana comenzó a hacer de las suyas. La recuerdo dulce y mágica, elegante, suave y genial.
Esa muñequita llamada Nadia Comaneci, logró elevar la gimnasia deportiva femenina a unos niveles colosales e inauditos. Porque la "Novia de Montreal-76", sede olímpica, tenía un algo; un don asombroso que apuntó absolutamente a la perfección. La muñequita mágica lo aportó todo a la gimnasia, y un día logró el hito: ¡un 10! Ese diez, tan inhumano como deseado. Comaneci marcó un antes y un después para la gimnasia deportiva femenina. Huyó finalmente a Estados Unidos y respiró la libertad de su vida dejando atrás las imposiciones de las coyunturas políticas. Hasta ahora, la gimnasia femenina era Nadia. Ella lo revolucionó todo y atrapó al gran público. Al retirarse, llegó el lógico vacío. Se fue la maestra, y el colegio de la gimnasia se tornó taciturno y perdió sexy y espectacularidad de masas.
Pero, ¡siempre los relevos!... Quizás algún día temprano alguien correrá más rápido que Usain Bolt,o un marathoniano logrará bajar del mito e hito de las dos horas. Como le pasa a Maradona con Messi. Mantengo al "pelusa" porque apenas corría y Messi sí. Pero esto me parece un argumento sentimentaloide y con poca consistencia. Tremendamente discutible todo.
Vuelvo a la gimnasia femenina y a su transición. ¿Iba a venir alguien post-Nadia, capaz de igualarle el genio a la maestra de maestras? La gimnasia es muy compleja y exigente, y tiene muchas disciplinas, y es muy difícil, y está llena de esfuerzos, lloros y sufrimientos. De, entrenos y azares. Y aunque nunca olvido a Nadia, sé que es otro tiempo y hay que decirlo.
Hace ya varios años que se sabe. La nueva Nadia, y ahora estadounidense, se llama Simone Biles. Una chica bajita, musculada y de raza negra, la cual maravilla a todos con sus creaciones mágicas que ofrece su potencia y energía. Esa fuerza de Biles la permite el suficiente tiempo en el aire para hacer acrobacias aéreas imposibles y aterrizar con muchísimos dieces. Ver a Simone Biles practicar el deporte que siempre domina, es devolver a la gimnasia la posibilidad excitante y creativamente excelsa. Exactamente, como en el tiempo de Comaneci.
Genial como la rumana: ¡el gran relevo! Desde los años setenta hasta un nuevo y actual siglo XXI, no ha podido verse nada igual ...
El gran público ha vuelto a quedarse con la boca abierta como cuando la pionera rumana. Ir a ver a la Biles es algo exquisito, sibarita, y casi imposible de creer. La magia, en y desde élla, ha vuelto al tartán. No hay que ir ya a ver excelsa rutina. Ahora vemos a otra diosa que hace hablar y mucho por su colosal hacer y enamorar. Su vida es el clásico drama de los genios: padres drogoadictos y acusaciones recientes de abusos de algún preparador. Lo terriblemente actual en la gente especial que es capaz de convertir la mierda en una estrella de dulzura, y el sufrimiento en un Olimpo apasionante.
Quienes no tuvistéis ocasión de ver a la magna Nadia Comaneci por edad o generación, tenéis la compensación maravillosa de ver el talento colosal y formidable de Simone Biles. ¿Poesía y ahora prosa?, ¿o todo al mismo tiempo? ...
El deporte, necesita gente que se salga de la norma y convierta ser 10 en máxima calificación asombrosamente habitual. Por eso la gimnasia femenina vuelve a ser rutilante, como en el tiempo de las rusas, de la diosa Comaneci, o de la presente reina Simone Biles. El espectáculo presenta las mejores galas y las mejores exaltaciones y emocionalidades deportivas del show y del talento. Dicha gimnasia vive el relevo de las diosas. Y el presente de la formidable Biles. Si no sabéis quién es y cómo lo hace, os perdéis más que mucho. ¡Os sugiero que veáis en acción a ¡¡Súper Simone Biles !!
¡QUE NO OS LO CUENTEN!
5:11
jose vicente ortí
En medio del torrente estrepitoso, o en la iterada charla molesta, o desde el desacuerdo ruidoso que proyecta una nube negra y amenazante, sé que hay otra vida que nunca te esperas pero que es más real que una montaña himalaya y estremecedora.
A pesar de los cascotes y de las imperfecciones, de las irregularidades y de las imperfecciones, de las facturas onerosas, o del mal fario o la piedra puntiaguda, os aseguro que puede existir y existe la suavidad.
Cuando menos te lo esperas y aunque lo desees con el corazón de la esperanza, algo hermoso y tremendamente humano y natural va a desencadenarse y tener lugar.
Dulzura. Mucha dulzura. E impulso y empatía. Similitud y shiatsu. Zen de golosina y colores. Tarde especial y más que gratificante. Tu piel, tus manos, mi audacia y tu convicción. Tu suavidad.
Solo son unos roces entre dos manos. Es algo que el dios destino ha decidido y ha hegemonizado. Y entonces una manaza mía se acerca hacia tí, y tú despliegas tus capas de cebolla hasta dar con una absoluta y coqueta sonrisa de dulzura que insiste en su atractivo.
Siempre me atraen las sorpresas porque me gusta el vivir y que no me lo cuenten. Nunca te había visto. Pero aceptaste mi complicidad, y tu porte quedo y distraído se tornó concentrado y dispuesto a otorgar paz. Y la paz son tus manos. El roce de tus manos, el pase de tu piel sobre la mía, el intercambio de la ternura, y toda la realidad palpable.
Tengo todos los pies sobre la tierra. Pero tu suavidad me sugirió otros senderos positivos y gratos. Y cuando volviste a pasarme tus manos con agrado y me cogiste los tendones de los dedos, ya no hubo reloj sino tu grato estar y tu relax de filosofía, silencio y risa.
Te hice reír con mis locuras de niño eterno, pero eso carecía de importancia. Porque eras solo tú quien deseaba reír y dejar en suspenso las mochilas de los sinsabores. Y toda la adversidad se ausentó con ese tiempo gigantesco y sin reloj. Todo enormemente suave.
Suave es estar a gusto, más suave cuando tu roce no era toque sino contacto casi en paralelo, pero contacto sin palabras que se llama bienestar. Suave es tu sabiduría de mujer.Y saber que esto son dos taciturnos telediarios y que vaya usted a saber qué diablos nos pasará mañana.
Te dije que me gustaron tus manos y tu sonrisa. Y nunca era coba ni halago cortés. Solo era realidad. Y te pedí con mi mirada y con mil palabras admiradas que volvieras a hacerme soñar y desconectar de las durezas mutuas.
Y tú, mujer de suavidad, fuiste obediente y de nuevo me rozaste las manos y yo cerré los ojos para apurar el trago de gozo, y en ese momento tú describiste mi agrado y continuaste todo el tiempo sin que ninguno de los dos se diese cuenta ni pretendiera hacerlo. No se puede interrumpir una absoluta vivencia más que grata.
Gracias, suavidad. La suavidad es un fuerza real y sutil, más potente que un hércules. Oriental y pluridireccional, eterna y seductora, necesaria, oportuna, dulce, entrañable y magna.
Suavizaste con tu aura todo mi ser, mientras tu boca se iluminaba en sonrisa de estar bien a gusto. Y disociaste, suavidad, la pureza de la pasión encendida y volcánica. Porque eso último es otro tiempo.
El roce suave de tus manos es otra cosa que nunca la palabra podrá describir. Y ahora te digo una cosa, Que, ya pasó. Que ya está. Que, ha tenido lugar, y que no se puede hacer nada para borrar todo este tiempo y decirle que no.
Ahora, después, que llegue la tempestad final si quiere, o que sucedan mil millones de cosas nuevas y diversas como toda la vida. Hemos ganado y sucumbido a esa suavidad cómplice, hemos derrotado a la nada, se creó gusto y complicidad, se planeó la conveniencia de seguir con tus manos en las mías. Y eso es tan importante como el sustento o el oropel. Suavidad sutil sobre nosotros.
-NO SE PUEDE PARAR TAL SUAVIDAD-
4:21
jose vicente ortí
De mis pies. Los años no pasan en balde. Y, pendiente de una intervención de prótesis de rodilla, es más difícil alcanzar con las tijeras las uñas de mis pies. Y esta impotencia puede dar paso al descuido.
Solucionado el tema. Aclarado y conciliado. Hay un maremágnum en la salud y sudor de los pies en el calor maratoniano valenciano. El calzado, el sudor de pies, los remedios caseros más que imperfectos, el olor del sudor, la lavadora que acaba machacando a mis zapatillas, el exceso de bicarbonato sódico que puede desencadenar un zafarrancho si te pasas de dosis buscando el paraíso podal, y mil necesidades en un tiempo encrespado.
Hoy comprobé que a veces no importa hacerse demasiado mayor. Muy cerca de mi casa, muy cerca de mí, muy cerca de mis sueños de saudade, bien cerca de todas las soluciones que aparcan remedios del boca a boca, seguía quedando humanidad y ternura. Y, precio módico y solidario.
Es de todo de mujeres, y menos de hombres. Peluquería, esteticienne, podología, cortan las uñas a la gente mayor, alivian y sanan durezas y callos, y te remiten al médico si no es cosa suya. Es decir, que en mi barriada,-que lo sigue siendo-, todavía está la atemporalidad afectiva que sorprende.
Me estaban esperando. Una señora me ha recibido y le ha dicho a su compañera que era yo. Tenía un cita con la mujer que arregla los pies a los mayores de la barriada. Sí. ¡Todavía queda barriada como siempre la sueño! ...
Al entrar al establecimiento y tras sentarme, se acercó una mujer más o menos de mi edad. Me agradó su porte y su actitud. Tiene aspecto de ser hija de la inmigración. Serena, decidida, humana, profesional, amable, paciente, natural ...
- "Pon los pies en este barreño de agua" ...
- "¿Aquí?" ...
- "Sí."
- "Voy."...
Y tras obedecer a la humana mujer, me vino a la cabeza la idea familiar y tan extrañada de la cercanía. A los pocos minutos la mujer se puso frente a mí, colocó una toalla en su regazo y procedió a sanear mis pies con su punto débil actual que son las uñas.
- "Es que yo peso mucho, y si pongo la pierna ahí le puedo hacer daño y ..."
- "No se preocupe. Deme ese pie." ...
Esa mujer es fuerte. Hecha a su profesión. No sentí la humillación de que otros llegaran a mis pies y me los arreglaran. La dependencia. Todo era un trabajo. Un trabajo, unas recomendaciones, un corte y lime de uñas, una solución al olor, consejos acerca del calzado y de las plantillas, y una sugerencia de cita con el médico para más adelante.
La mujer no parece de mucho sonreír. Pero, labora. Labora con enorme concentración y sin disociar si yo era mujer u hombre. Estaba trabajando con un cliente más y aguantando paciente y estoicamente mi batería de dudas y preguntas.
Me ha impresionado la calma y el talante tranquilo de esta mujer. Sin el menor aspaviento, como lo haría una amiga y con toda la paciencia y aceptación. Impecable.
¡Paz! Noté tanta paz que casi me dio cosa irme de allí al acabar la sesión. Me dieron ganas de darme la vuelta y recomprobar lo vivido. Sí. Aquella naturalidad era paz. Es, paz. Me sentí comprendido, incorporado al vehículo de las necesidades naturales de los demás, aceptado en la carencia, y espléndidamente atendido.
Esa paz parece efímera, pero puede ser fantástica y aparece en el lugar menos esperado. La mujer no tenía cara de nadie protectora ni de madraza. Sencillamente, era una mujer amable y tranquila que ejercía su labor con una sana naturalidad. Parece que el mundo de las asistencias puede ser caro y sofisticado. Mas no es cierto. Solo es un tema de actitud. De serenidad. De eficacia. De evidencia.
-TODO MUCHO MÁS FÁCIL-