7:09
jose vicente ortí
Lo peor que tiene el rechazo al foráneo, suele ser la utilización torticera y ventajista que se hace del fenómeno migratorio de las personas, para tratar de este modo de denigrar a la gente más pobre y vulnerable. Ser xenófobo en Europa y en el Mundo, ¡da votos!
Los ingleses y los españoles hicieron destrozos e indiferencias sociales, en los países que a través de las armas se anexionaron. Las "Conquistas". América es un caso de actualidad. África, un vandalismo endémico de nuestra exclusión.
La gente que ha venido a Europa, no lo ha hecho por gusto. Lo ha hecho, obligada por la desesperación y por el innato anhelo y deseo de supervivencia.
Sí. Todos los seres humanos, han de comer. Pero, esa idea de seres humanos no se lleva hoy en día. Se lleva la patria, lo local, lo proteccionista, lo indiferente y lo propio. Se lleva lo nacional, y el nacionalismo económico que marcan los prebostes de la Economía. Que, por cierto, no suelen tener nombres ni apellidos de indentificación. Ahora, como cucos, al capitalismo se le llama con el eufemismo de "Los Mercados" ...
Veréis. Hay gente que tiene hambre, y que hace bien en venir a donde está el dinero y se ejerce el Poder. El asunto, es sencillo. Es mucho más sencillo. Lo que pasa es que el mundo no está por el ayudarse mutuamente y por integrarse, sino por el competirse y excluírse. No se interpreta la diferencia como vicisitud sensible, sino como elemento de descalificación y de confrontación. Generar pelea, sale "rentable" ...
Ya sabréis el soniquete recurrente: "Los rumanos, los ecuatorianos, los moros, los inmigrantes, toda esa gente nos quita los trabajos, agreden a nuestras mujeres, saturan los hospitales, nos quitan las medicinas, son gente peligrosa y delicuente palmaria, no se lavan, son inferiores e inútiles, no respetan a nadie, nos invaden por pateras, autobuses, mar y aire, les damos de comer y nos muerden la mano, aquí no pueden estar todos, que se vayan los sin papeles, las cárceles están llenas de extranjeros, los chinos son de miedo y de poco fiar, y todos en general mala gente y cuanto más lejos, mejor ..."
¿Os suena el discurso? Sí. Casi nos lo sabemos de memoria. Pero no tiene un pase dicha seudoargumentación. Os lo decía antes: los inmigrantes son gente exactamente igual que nosotros los blanquitos, pero mucho más pobres. Todo lo demás, sin cuentos saduceos, interesados y falsos.
Y, ¿la idea de pobreza? Veréis. Solemos pensar que el pobre es aquél que no tiene euros o dólares. Y, ésa, solo es una vertiente de dicha pobreza.
La pobreza, es un todo, que se bifurca dando paso a caminos raquíticos que desde la desesperación llevan a la ignorancia, a la falta de identidad, a la codicia del hurto, o a la falta de escrúpulos para quitar la vida de sus contrincantes de delante. La delincuencia, es inherente a la pobreza de estructura. El tener menos conocimientos, el estar en las miserias, y el caminar por la tentación del dinero fácil, nos sitúa a todos en la misma vertiente humana. Pobres y ricos, somos todos seres humanos que queremos básicamente lo mismo: futuro y prosperidad. Parece catón de lógica.
Esta rápida por breve defensa del inmigrante, se antoja especialmente oportuna en tiempo de crisis y de general paso atrás en el bienestar común y general. Solo siendo sensibles y poniéndonos en el pellejo de los que poco o nada tienen, podemos atacar la neonazi o eternamente fascista idea de la xenofobia o de desprecio al foráneo.
Sé que soy impopular, y todo éso que ya pensáis. Pero como siempre me ha dado la manía de decir con absoluta libertad lo que siento y pienso, pues he decidido ponerlo en mi cuaderno de bitácora.
-COMO MERA REFLEXIÓN-
6:45
jose vicente ortí
Eran las cuatro de la tarde. Mi rutina me había llevado hacia una gran superficie comercial, a la caza y busca de prendas básicas, como ropa y cosa de este estilo. La concentración de los productos en dichas grandes superficies, y en detrimento del pequeño comercio social, acaba propiciando productos económicos que compensan una mínima calidad.
Disgustado porque no habían prendas que se entendieran imprescindibles para la época del año en que nos encontramos, y sorprendido por un inesperado y enorme chaparrón procedente de una inaudita tormenta, aguardaba estoicamente el paso de un bus público, guarecido infructuosamente debajo de una rústica marquesina protectora de los elementos.
Y, de repente, la vida. Sí. En medio de la obligación, del día festivo, del sacrificio y de la adversidad, vi pasar un autobús de turismo lleno de gente, que llevaba toda la luz encendida en su interior, risas por doquier, ilusiones, y defensas contra toda la puñetera rutina.
Ése autobús. Sí. Ese autobús, era para mí el todo, la libertad, la capacidad de mimetizarse con la alegría y la desinhibición, la defensa e indiferencia ante los elementos que nutren a la obligación y a la adversidad, y una itinerancia de la que la vida también está hecha.
Al otro lado de la intemperie y de la tormenta, de la adversidad y de la indiferencia, los viajeros de ese festivo autobús podían sonreír y con toda la razón. Porque estaban en otro mundo necesario, confortable, ilusionante, mágico, y tremendamente humano.
El abismo entre la vida. El gran contraste. Nadie del autobús, se percataba de la enorme tormenta que caía sobre la ciudad. Y, si se daban cuenta, les importaba el pimiento de una curiosidad. Solo estaban de camino, de paso, de anécdota, de tránsito, de visita, de vivir, de explorar, de calor encendido, de distracción, de juerga, de aventura, y de nuevamente la vida.
Sí. Me di cuenta que yo echaba mucho de menos la luz de ese autobús. Que, me estaba perdiendo la actualidad de los sentimientos, la socialización, o la costumbre de embriagarme en el descubrir de otras cosas, otros territorios, y otras personas, lugares y hábitos necesarios y básicos.
Mas, de repente, sentí una paz interior. Porque entendí que ahora muchas de las cosas que me suceden son coyunturales y producto de la necesidad y de la azarosa vicisitud.
Y que la vida, sigue. Y que bien pronto, quizás más pronto de lo que yo mismo espero, formaré parte de un grupo similar de expedicionarios como los que viajaban a bordo de ese feliz y vital autobús. ¡Oh, ahora envidiable! ...
Tuve toda la certeza y convicción. Mi nostalgia del autobús de la libertad y de la alegría, era una evocación ansiosa y hasta apresurada.
Porque yo volveré a esas excursiones que me hechizaron, a esa itinerancia viajera, a compartir el calor con nuevas gentes, a reír, a cantar, a soñar, a dibujar, a imaginar, a concretar, y a hacer que la mueca de mi sonrisa vuelva al sitio en el que siempre debe de estar. Y veré paisajes, y me reiré de las tormentas, y pasaré de la tele y de las radios, y lograré abrazar toda la vitalidad que siempre llevo conmigo. Y entonces mi niño interior volverá a reír, a llorar, y a hacer exactamente lo que le dé la gana.
-Y LA ADVERSIDAD, SERÁ CASI UNA ANÉCDOTA-
7:04
jose vicente ortí
Sí. ¡Muchas gracias, maestro! Es lo mejor que se le puede decir a este educado visionario del fútbol a nivel mundial, como es el gran Pep Guardiola, el mítico entrenador del sensacional FC Barcelona. Acaba de anunciar a todos que deja el club catalán, porque se encuentra actualmente demasiado cansado y estresado. ¡Oh, manternerse tanto tiempo en la élite! ...
El "noi" de Santpedor, ha sido probablemente, y a pesar de su juventud, el mejor entrenador de la historia del Barça, y sin duda que uno de los mejores entrenadores de fútbol a nivel mundial que se ha podido ver en los banquillos de este deporte.
Delgado, aparentemente calmo, con una inteligencia innata y de lince, y con una capacidad de mostrar el verdadero camino del buen fútbol, realmente descomunal. ¡Sencillamente, un maestro! ¡Un genio! ...
Es tan grande el catalán Pep Guardiola, que ha sido capaz de coger un equipo de jugadores formidables, y lograr incluso que nadie destacara sobre nadie. Sí. ¡Increíble!
Porque, Pep,-que ya era un líder y un campeón cuando jugaba en el equipo de su corazón-, cogió las riendas del equipo, y se preocupó única y exclusivamente de que el balón poseído y recuperado con rapidez, tomara velocidad de circulación. Aplicó el catón del fútbol: recibe y pasa. Recibe y pasa rápido y de primera. Recupera el balón, y házlo tuyo. Sóis once jugadores, y sin la suma de los esfuerzos de los once, no hay nada que hacer. Lógica y difícil lección del maestro.
Antes incluso de que Leo Messi se impulsara hacia el gran reinado como sucesor de Maradona, el Barcelona de Guardiola empezó a dejarnos a todos con la boca abierta. Qué manera de jugar al fútbol. ¡Collons! ...
Tuya, mía, pared, triangulación, dominio de los espacios, posesión, peligro, gol y victoria. Todo éso ha sido el FC Barcelona del Pep Guardiola. Seguramente desde la época del gran Brazil del 70 con Pelé, Tostao, Gerson o Rivelino,-con su fútbol samba-, no ha conocido el planeta futbolístico uan cosa tan alegre, vistosa, sensacional y hasta genial jugando al fútbol de primer toque, como el Barça de hace dos años. Los vídeos de este período de tiempo y de juego del equipo de Guardiola, son un tesoro y una cátedra de cómo se juega al fútbol. Una reliquia para sibaritas.
Yo, que tengo un recuerdo infante y lejano de aquel fútbol malabar de Pelé y los suyos, he podido tener la oportunidad de entusiasmarme y de amar más aún al deporte de mi vida, viendo jugar al mítico Barcelona de Guardiola.
Y podré contar a las próximas generaciones, aquello que vi. Y les hablaré de magia, de arte, de dominio, de personalidad, de brillantez, de cantera, de goles, de esfuerzo y de convicción. Les diré, que gracias a tipos como Pep Guardiola, el fútbol puede ser todavía más maravilloso y hasta entrañable. Sencillamente, un sueño.
- ¡FUE UN HONOR, SENYOR GUARDIOLA! -
1:21
jose vicente ortí
En medio de un paisaje real y profundamente individualista, de repente me topo con personajes humanos y con sentimientos, a pesar de que ni siquiera pertenecen a mi entorno familiar sanguíneo.
Élla, es limpiadora. Sí. La limpiadora de la escalera. Pongamos que se llama Armenia Soots. Y esta tarde, Armenia me ha visto subir por las escaleras, camino de mi piso. El de arriba de todos. El tercero, el de la luz y las plantas, el de toda mi vida, y seguro que también el de mi futuro. Mi casa de siempre, tan querida y añorada.
Al verme, Armenia Soots se me ha quedado mirando al notarme cansado a causa de la dura tarea física y mental de cuidar a mi progenitora ya senil, y lo primero que ha hecho ha sido sonreírme.
Tras sonreírme con calor y cordialidad, he ido yo a darle mi mano, y entonces ella me ha interrumpido con decisión y naturalidad. Sí. Armenia no quería solo mano, sino darme dos sonoros besos en las mejillas. No me ha sorprendido su afecto. Me conoce ya hace tiempo, y siempre me ha aceptado con naturalidad. Un ser aparentemente menor, pero que actúa llevada por un intuitivo gran corazón.
Mientras Armenia Soots toma el cubo y la fregona, y me escruta con sus ojos vivarachos mi rostro fatigado, me lo desdramatiza todo, se pone a charlar y a decirme con naturalidad lo que quiere, y me dice igualmente que no me preocupe si le piso con los zapatos el terreno ya limpio y fregado por ella. Y como recuerda que me gusta cantar y que soy un pesado de la canción, allá que va Armenia escalera arriba y abajo, canturreando una canción popular. Una, encadenada con otra. Siempre lo hace. Adiós a las penas.
"El día que me quieras, bajo el azul del cielo, las estrellas celosas nos mirarán pasar, y un rayo misterioso hará nido en tu pelo..."
Armenia Soots es una mujer bajita y muy vital, que debió pasar una infancia o adolescencia difíciles, cosa que se le ve en los ojos. Pero nunca verás lamentándose a Armenia. Y sabe compaginar su humanidad, con la cortesía y con todo lo que toca decir para quedar bien. Ha debido verse en mil líos, ha salido de éllos, y se mueve una y otra vez orgullosamente pizpireta y práctica, mientras friega y friega escaleras y más escaleras. Y allá por donde va, no pierde su positiva alegría. Canturrea canciones eternas.
"El gato que está triste y azul, nunca se olvida que fuiste mía. El gato que está, en la oscuridad, sabe que en mi alma, una lágrima hay..."
Armenia Soots no sabe fingir, ni le da la gana. Tiene pocos estudios y sabe ser buena gente. Y si no le firmas los talones para que pueda cobrar su labor de la higiene de la escalera, pues no viene y santas pascuas. Pero cuando en la anárquica Comunidad llega un vecino con iniciativa, se preocupa, y me entrega los talones, entonces yo firmo mi parte, y élla cobra y nos sigue limpiando cual hormiguita eterna los lugares comunes de la escalera. Mi entrañable escalera. Sube y baja, baja y sube. Nunca habrá ascensor.
Y si me ve por la calle, Armenia Soots me saluda con franqueza, se me para, me mira como dándome confianza, me sonríe, y vuelve a inquerirme acerca del estado de mi madre. Yo, le agradezco con una cierta timidez su audacia y atrevimiento, y luego resulta que siempre me sigue cayendo bien la trabajadora bajita y campechana. Y cada semana o por ahí, sé que está cerca de mi casa. Se la oye de nuevo canturrear cualquier cosa popular.
"En el café de Levante, entre palmas y alegría, cantaba la Zarzamora ..."
-UN BESO, "ARMENIA"-
1:18
jose vicente ortí
Y los alemanes, se clasifican para la gran final de la Champions. Y no ya no habrá final española. Otra vez será.
El de ayer en el Bernabéu, fue un partido tremendamente igualado a todo. En emoción, en goles, en pasión y en el poco juego brillante. Solo la lotería de los penaltyes decantó la cosa. Los nervios más templados de los discípulos de Heynckes, decidieron finalmente la conclusión.
Y el caso es que el partido entre el coloso alemán y el Real Madrid, comenzó muy engañoso y hasta facilón para los blancos. Pero solo era una mera impresión inicial. Quedaba mucho partido. Todo.
El Bayern logró el 2-1 antes del descanso, y la situación se igualó. También en la ida habían ganado los alemanes por idéntico tanteo. Nunca, nadie, tuvo el control del partido. Unas veces era era el Real, y otras, el Bayern. Todo abierto andaba.
En la segunda parte, los alemanes sacaron su fuelle y su orgullo. Y llevaron mejor el control de las cosas. Porque estos grandes partidos de semifinales de la antigua Copa de Europa, proponen decírselo todo en el césped. No son partidos para vagos. La paliza que se han metido estos dos semifinalistas, ha sido física y mental. Trabajo agotador.
El centro del campo y la calidad de creación,-si exceptuamos a Özil-, estuvo ausente del partido. No es que fuera un ordinario correcalles, sino que donde no hay ingenio se pone posición, músculo y velocidad. No se puede fingir otra cosa que la realidad.
Peligro, hubo siempre en las dos áreas. Sobresaltos, sustos, pasiones, penaltyes, ocasiones erradas, emociones y lamentos. Fue el gran Bernabéu lleno hasta la bandera, y todo un acontecimiento social, mundial y habitual. ¡Cómo no acordarse en estos partidos de Santillana, Juanito, Khan, Beckenbauer, Breitner o Pirri. De Hoeness o de Mattaus, o de Butragueño o Valdano! Y de todas las épicas tradicionales. Es normal. Es Historia con mayúsculas del fútbol europeo.
Hasta que llegó la prórroga. Igualdad total, precauciones, azar, y músculos agarrotados. Cualquier cosa podía ocurrir. Y el miedo a perder, se multiplicaba en dicha prórroga. Sí. La prórroga es como la antesala de la pena capital. Parece que los penaltyes, sedan y compadecen más ternura. Maquillan e igualan más.
Cristiano Ronaldo falló el primer penalty de la tanda. Sobrevoló por unos segundos lo de Messi y el Chelsea. Y aunque luego Casillas paró dos penas máximas, los chicos de Mou estaban hechos un flan. No metían, ni desde el punto fatídico. Los nervios, atenazaban. La portería, era un miedo. Y chutar entre los tres postes, algo así como casarse o hacer la mili. Toda la responsabilidad.
Ya sabéis toda la realidad final. Como el Barça, el Madrid tampoco jugará la final de este año de la Champions League. El Bayern de Münich es justo finalista. Un más que digno y anfitrión del defensivo Chelsea inglés.
El Madrid, ha aterrizado. Será campeón de la Liga de España, pero ahí han terminado sus opciones del ejercicio actual. Nada mal ha estado. Lo han hecho muy bien. Requetebién. Ganar una de las mejores Ligas europeas y ser finalista de la Copa de Europa, es un excelente balance. Envidiable.
El fútbol, es así. Ahora queda ver la final desde la tele, y esperar a que llegue el Europeo de la "Roja". El fútbol español y su emoción, solo queda ahora para esperar qué sucede en la final de la Copa de Su Majestad el Rey. Sus protagosnistas son el Athletic de Bilbao y el Barça.
-YA OS CONTARÉ-
3:44
jose vicente ortí
Tras la decepción en la Liga de España, el FC Barcelona se aferraba como un clavo ardiendo a las semis de la Champions, en un intento desesperado y deseoso de alcanzar la gran final de Münich.
El Chelsea de Londres, hizo lo mismo que en el partido de ida. Limitarse a cerrar espacios atrincherado en su área, y tratar de aprovechar algún error de su adversario. Y, así fue ...
La primera parte fue una impotencia constante de un Barcelona que carreteaba sin ritmo de balón sobre la misma raya del área de los ingleses. Hasta que cerca de la media hora, primero Cesc Fábregas y después Iniesta, pusieron el 2-0 en el marcador. Pero un minuto antes del descanso, un error azulgrana hizo que el Chelsea pusiera a través de Ramírez el nervio del 2-1 en el casillero. El veneno de la ansiedad, se ponía en el gran vaso de la segunda parte.
Nada. Messi falló un penalty, y en tiempo de descuento Fernando Torres hizo el 2-2 final. Se acabó. El Barça queda eliminado, y ya no viajará a Münich a por una nueva Champions. Hacía tiempo que las cosas no pintaban bien para los de Guardiola, y el partido del otro día ante el Real Madrid dió la razón a quienes somos partidarios de esa visión de las cosas.
Ayer, Guardiola sentó a Alves. No lo sacó, hasta que un tremendo golpe dejó conmocionado al central Piqué, el cual hubo de visitar el hospital para asegurar su salud. Afortunadamente, solo fue un susto. Y Cuenca no podía desabordar por bandas, y el lado izquierdo de los azulgranas seguía sin puñal, y la posesión del cuero solo era un efecto especial, saduceo y carente de practicidad.
No. El Barça no jugó bien al fútbol. No lo está haciendo en toda la presente temporada. Jugar bien, es mover el balón con electricidad y precisión. Jugar bien, es sincronización colectiva y talento unido. Este año, ésto apenas le ha salido al equipo de Guardiola.
Y si, además, el recurso único se llama Leo Messi, entonces el error puede ser flagrante. Si juegas mal y dependes de un jugador,-aunque sea el más genial y creativo que hay-, puedes verte en peligrosos alambres, inseguridades e incertidumbres. Y vas a hacer, que el propio Messi no sea feliz jugando así. Porque todos los partidos no ha de sacarte las casatañas del fuego. Ayer, pasó ésto último.
Ayer, Messi jugó preocupado y triste. No se divirtió. Jugaba por compromiso y para quedar bien. Y, Messi, no quiere ser salvador solemne de nadie ni salir en las vanidosas fotos. No. Messi lo que quiere es pasárselo bien. Sí. Messi necesita jugar a gusto, sentirse libre y heterodoxo en el campo, y nunca un gladiador elegido para ganarles la batalla del deporte a los demás.
Messi, se impacienta cuando ve que todos le tiran la pelota para que les salve. Y no desea sentirse explotado. Huye del esclavismo protagonista, y si le empujas o chillas se viene abajo y se enfada. Leo, es así. El mejor jugador del planeta, tiene estos sentimientos. Y todo mi respeto y admiración. Me gusta el fútbol.
El Chelsea disfrutó mucho al final. El pícaro y portentoso Drogba, era un hombre feliz. Como todos los jugadores del Chelsea. Habían logrado lo único que les importaba: llegar a la final. Lo de jugar bien al fútbol, o lo de atacar, etcétera, no entraba en sus reglas del juego. No poseen jugadores de talento, y solo puede haber entre ellos atletismo y estrategia. Se defendieron todos atrás con suerte y disciplina entusiasta, y el deporte me dice que hemos de felicitar a los que ganan. Ésa, es la esencia del fair play. Unos ganan, sonríen, y deben ser felicitados.
- ¡OTRO AÑO SERÁ, "CULÉS"! -
1:14
jose vicente ortí
Sudor de cambio climático en Valencia de Abril. Olor a mujer, que huele a tirante sexy y a libertad. Pies libres, embellecidos por unas sandalias audaces que chocan con un mes aparentemente de primavera. Ojos bonitos, color a rojo playa, pelo suelto y encanto eterno.
Ropa de entretiempo que ponerse. Armarios en dudas. Acertar con el atuendo cotidiano, parece cosa de augures. De verdad que no sabes qué ponerte. El verano se ha metido en el corazón de su estación que le antecede. Invasión con aroma a libertad y a anticiclón demasiado inesperado. Valencia huele a playa de azahar, y bajo las cazadoras hay demasiada poca ropa. El tiempo está así de voluble y hay que aceptarlo.
La cama. Mantas que sobran, sábanas solas traicioneras y preocupantes, y sueño que sabe a sirena de mar. Sí, Cristina, que quieres ser mujer de verano, de precocidad, de hoy, de músculo ejercitado como una poesía sudada que busca el cuerpo diez. Apúrate y mueve tus caderas de fémina ambiciosa y guapa, lindo ser y eterno femenino que tiene derecho a su dios del hedonismo y del gustarse a sí misma y a su aceptación social. Dirán de tí muchas cosas, y lo sabes ...
Medias húmedas en las piernas de señora eterna. El placer de quitarse unas medias, lanzarlas por los aires, tirarse media hora en la bañera con sales, y oler a fragancia de yoga francés. Goce de la reina de la casa, pies encima de donde tú quieras, piernas a la depilación más concienzuda, y escasos tabúes. Llega el tiempo del físico y de la seducción de la piel. Nos ha pillado a todos con el paso cambiado, pero el azaroso clima del desierto va rápido a la suya. Piernas blancas y rosas, muslos y brazos de guiri inglesa sin tiempo de playa, moreno que todavía no puede venir del todo, y toda la paciencia en la perfección de tu belleza. Es lo que hay.
Albañiles que sudan con ronchas en los sobacos, jerseys de invierno que se lanzan por los aires camino de la playa de la cerveza, del descanso, de Gandía, y hasta del Real Madrid. Días largos de primavera sin sombras, plantas sorprendidas que paren sus flores asustadas y requemadas por una temperatura que no es la que toca. Las lluvias hacen muchos meses que se han puesto a dormir. A este paso, será mejor sacar en procesión a los santos. Las cosechas y los terrenos de labor, tienen demasiada sed.
Terrazas de verano primavera, horchatas, refrescos, cubitos de hielo, el teléfono de Marta, la sonrisa alegre de una rosa a ritmo de pájaro libertino y cantor. Toda tú. Toda mujer que parece un sueño ...
Suelo y ambiente resecos. Polvo sin barrer. Agua que solo pasa por los ojos atribulados del dolor de un desamor, parejas que se llaman por el celular para romper definitivamente, sorpresas agradables en la parada del metro, maduras de bandera e inabordables, señoras bellísimas y admirables, sombrero de paja en la cabeza, y las hormonas excitadas por un universo de calor evidente.
Contexto de libertad en la crisis, ganas de descansar plácidamente, más sudor que no importa entre dos atletas del sexo de gimnasia y profesión, paciencia en las venas, abanico de colores, Feria de Abril, Andalucía en Valencia, y toda la mixtura de dos estaciones en una nueva y potente sorpresa.
-COMO TUS OJOS-
1:23
jose vicente ortí
Este escrito va para tí. Para tí, que estás preparando en el interior de la sucursal bancaria de la esquina tus cartones, para que el fresco de la noche no te deje en la fatídica pulmonía quizás demasiado inabordable para tu recuperación.
A tí te escribo, borracho inofensivo que ríes en carcajada insistente y fútil, para hacerte parecer a tí mismo que tu mundo es navegable y de acometer. Errada derrota.
Escribo a los toxicómanos. Sí. A los drogadictos o "drogatas", como se os dice con rabia desde el otro lado de la exclusión. A quienes le dáis a la heroína, a quienes estáis tan enganchados al veneno del negocio, que concentraros en un escrito es como si escalaráis el Everest de la impotencia.
Sí. Escribo a los pobres, a los que no poseen ordenador, a los que nada tienen, a los que resisten en las cárceles la crueldad legalizada de la falta de libertad, y a quienes solo la limosna o la caridad del sensible hará que no paséis hambruna que haga tambalearse vuestra salud y vida. Ya milagro.
Escribo hoy para los desesperados, para los que están metidos dentro del cubo de la oscura incertidumbre, para los que no pueden relajarse, y para los que sufren el nervio de la incomprensión y de la indiferencia.
Estas letras, apenas podrán ser leídas por seres sin acceso ni recursos a la tecnología y al progreso, que están sumidos en el gran desequilibrio progresivo e infernal que va separando cada día más la igualdad y la esperanza, convirtiéndolas en una mera quimera romántica y de mentiras.
Quiero escribir para esas personas que nunca han tenido noticias de una cosa que se llama afecto, que han carecido de una básica familia de estructura, y a los que han esquilmado su crecer, y potenciado su rabia social contra todo aquello que se menea.
Deseo apuntar con el apéndice de mi bolígrafo hasta llenar la hoja del papel cibernético, y hablar a los que están sordos de dolor, y a los que la idea del amor es un concepto que queda capado por la prioridad inmediata de su propia supervivencia. Calle de en medio.
Escribo para el magrebí, para el negro africano que huye de su miseria, para el niño que muere entre las moscas del calor lejano, y para la mujer a la que nunca querrán enseñar a leer ni permitirán que vaya a la escuela para poder ser libre.
Sí. José Vicente quiere tirarle una revolución a la impotencia, una piedra a la conciencia hueca, un beso a un barbudo violento, un abrazo a un moribundo sin hospital ni médicos, una caricia a una guerra basada en el rencor del despropósito, a un cabrón que se cree un Dios, a un desconocido que nunca soñará con rincones de magos y poetas, o a una cruel venganza femenina desde un destino mudo y azaroso.
Voy a escribir unas letras en el cielo, un salto en medio de un vendaval, una siesta en un cráter, y a correr más rápido que un avión supersónico. Voy a dejar en las alas abiertas de una nao inalcanzable, todo mi aliento y cariño de romántico irremediable.
Porque, a lomos de esa utopía fantástica, quizás algún día pueda volver la sensatez al mercader, la luz al teólogo, o la horca a la miseria. Y cuando éso pase, quién sabe si mi carta seguirá viva ...
-COSAS MÍAS-
0:16
jose vicente ortí
La mejor noticia, es que ésto es bueno para el fútbol español. En una Liga a la que solo pueden aspirar dos acorazados, que se produzca relevo es sanidad. Porque hacía tres años que el Barcelona se hacía con el título liguero, y ya iba siendo hora de una nueva y blanca emoción. Si solo hay dos aspirantes, que se releven. Que haga más aire.
El partido de fútol de ayer en el Camp Nou entre el Barça y el Madrid, fue en realidad un síntoma y una explicación. El Real Madrid camina hacia el trofeo liguero, porque ha sido el mejor y el más regular. Y ha sabido llegar al decisivo mes de Abril, con más frescura y pluralidad de futbolistas de fiar.
El Barcelona está muy cansado. Tanto Pep Guardiola como José Mourinho, lo sabían. Por éso, Pep optó por dar oxígeno estratégico a sus líneas, aunque ésto supusiera descomponer el juego habitual y hasta mágico de los chicos que juegan al lado de Messi. Decidió poblar la defensa, y desproteger a los enlaces entre centrocampistas y delanteros. Unos dirán que fue error de Guardiola, y otros, que hizo un necesario masaje a las más que cargadas piernas de sus jugadores estrellas y rutilantes.
Mourinho, igualmente, vió la cosa parecida. Pobló su equipo de músculo, renunció a toda posible brillantez, arropó al cansado Özil, y volvió a apostar por la pegada de sus púgiles del área y por el jugador más determinante para la victoria de la Liga, como ha sido el portugués Cristiano Ronaldo.
El partido, no supo del brillo o de la gran jugada. Fue un nuevo tablero predecible de ajedrez. Sin sorpresas. Khedira inauguró el marcador para los futuros campeones, al aprovechar un doble fallo de Valdés y Puyol.
En la segunda parte, el chileno Aléxis Sánchez logró el empate, pero sin tiempo para celebrarlo, Cristiano hizo el 1-2, que le da virtualmente al triunfo en la Liga al equipo que preside Florentino Pérez.
El Barça no es lo que era, aunque juegue muy bien y al rondo. Carece de banda izquierda, acusa una gran anemia de energías en el centro del campo, Villa no ha estado en este ejercicio, ha faltado un cañonero arriba, y por mucho que el genial Messi ha hecho alardes únicos y goleadores, así no se puede ganarle la Liga a su eterno rival de Madrid.
Los de Mourinho, más allá de seguir jugando sin brillo ni encanto, han mantenido mucho mejor el resuello, y la seriedad estratégica así como la diversificación de su pegada en el área le han bastado para llevarse el gato al agua. Ha sido más consistente y de fiar. Siempre ha llevado la iniciativa y las botas de soldado, y nunca se ha descompuesto, a pesar de la última remontada matemática en los puntos de la clasificación general de la tabla por parte del Barça.
Sí. Tras tres años de dictadura azulgrana, el orgullo y la pegada de los pupilos del antipático Mourinho, les va a llevar a tomar el relevo y a campeonar. Lo mejor que se puede hacer, es aplaudirles y acatar su superioridad general y regular. Este año han sido los mejores. Y, de la misma manera, ha sido el año profesional y merecido,-en durísima competencia con el as Messi-, del no menos genial Cristiano Ronaldo. Su orgullo, potencia y calidad, ya merecen el premio que va a lograr.
- ¡ENHORABUENA, MADRIDISTAS! -
6:54
jose vicente ortí
Prácticamente todas las mañanas,-desde que mi madre comenzó a emitir senectud y falta de autonomía personal-, acudo con ella, a éso de las once y media de la mañana, a mi bello y entrañable Jardín Botánico de mi Valencia del alma y de cuna.
Para éllo, siento a mi madre en una silla de ruedas, la guío con mis manos hacia la Gran Vía de Fernando el Católico, pasamos por mi calle Borrull del corazón, y giramos hacia la izquierda, pasando por la puerta principal de la iglesia de San Miguel y San Sebastián, cruzando finalmente la calle, hasta finalizar en la puerta principal del emblemático Jardín, sita en la calle de Quart. En la misma calle, de las famosas y hasta napoleónicas Torres de Quart. Pura historia.
Una vez en el interior del hermosísimo y decorado jardín con estilo afrancesado, marchamos por entre las coquetas y bellísimas calles del citado lar botánico, decoradas y atravesadas entre árboles gigantescos, y plantas exóticas de una belleza poco común. Muchas fotos con las que a veces ilustro los escritos de este blog, las atrapo a través de mi teléfono móvil, y a continuación las paso al ordenador. Solo pueden ser fotos de una belleza destacable. El recinto, es pura belleza ...
Dirijo a mi madre por una de las calles del Jardín Botánico, hacia las proximidades de una pequeña y coqueta fuente rodeada de margaritas, y de forma circular. Saludo a las habituales cuidadoras y cuidados de todos los días, y charlamos con cercanía conveniente y cordial durante un buen ratillo. Las cuidadoras, a diferencia de sus cuidadas y cuidados, suelen ser chicas de diferentes nacionalidades y raramente, españolas. Son, ecuatorianas, bolivianas, hondureñas, etcéteras, y hasta una simpática señora de la lejana y ex rusa Armenia.
Al lado mismo de esa fuente, hay mucha actividad. Un grupo de mujeres mayores y de algún que otro hombre, hacen sana gimnasia dirigid@s por una monitora, y a continuación juegan a lanzarse una pelotas de goma que potencian sus reflejos y su salud general. Es realmente, un bello y tierno espectáculo humano. La vejez vital y viva.
Y, no digamos, para los turistas,-gran parte de éllos extranjeros y de vacaciones-, que contemplan con sorpresa simpática la inesperada imagen de la ternura de nuestros seres ya mayores ejercitando sus cuerpos y su espíritu.
Os aconsejo, que un día, vengáis al Jardín Botánico. Hay una magia que da la poca gente, los cantos de los pájaros, el verde sano de las plantas y ramas de los árboles, el encanto de los estanques con pececillos de colores y de ranas, o la presencia y conservación de algunas decenas de gatos que allí moran y que son protegidos y controlados por el personal del jardín.
Yo, naturalmente, me fijo en la belleza de las chicas hechizadas por el encanto de la magia del lugar, una belleza natural que parece aumentar en el interior del recinto. Me encanta igualmente la paz y la quietud de la atmósfera que se respira, de quienes leen sentados en sus banquitos apartados sus libros o prensa diaria, de la dinámica ralentizada y natural del viejo, o del revoloteo inevitable de los niños chicos que dan sus primeros pasos acompañados por sus padres o niñeras. Vidas que despiertan.
Cuando se nos hace la hora de comer, agarro a mi madre apoyada en su bastón de la otra mano, y caminamos lentamente hacia la puerta de salida del Jardín. Y tengo la sensación y el orgullo, de guiar y de dar seguridad a una mujer de ochenta y cinco años, que mira como si fuera un Cronos infante y travieso. Y me siento satisfecho de ser el padre de mi madre, e hijo de un sol deslumbrante y de una temperatura privilegiada.
-LO DIGO COMO LO SIENTO-
1:08
jose vicente ortí
El ex gran 7 del Real Madrid y de la Selección Española, Raúl González Blanco, sigue a sus treinta y cuatro años de edad, maravillando a todos los buenos aficionados al fútbol.
Jorge Valdano, le hizo debutar siendo casi un niño. Pero de niño solo tenía la cara. Era un superdotado. Un kíller del área, con sus piernas delgadas y arqueadas.
Con su eterno Real Madrid,-santo y seña-, capitaneó una época dorada y sensacional. Lo ganó todo en España con su Madrid, incluyendo la Copa de Europa y la Intercontinental, y fue el gran capitán y jefe del fútbol español, tanto en su club como en la "Roja".
Como no paraba de marcar goles y de hacer alardes, el público se volvió exigente con él, y se llegó a impacientar cuando pareció perder entusiasmo y hasta velocidad. Prematuramente, un crack como él, salió de la puerta silenciosa y de despedida final, de un club al que llevó de nuevo a las cumbres más exitosas. Pasó de ser héroe a villano, del "que tiraba del carro", al "que nunca hacía nada". Pero en cuanto te descuidabas, cogía el balón y la metía adentro.
En cierta ocasión, Raúl mandó callar al mismísimo Camp Nou de Barcelona con uno de sus goles de pistola de asesino, y siempre todo el mundo cabal ha aceptado sus bajos y altos niveles de forma. En los momentos duros de su Real Madrid, se le exprimió como a un limón. Y éso, hizo que se quemara aparentemente antes de tiempo. Demasiado joven.
Tuvo Raúl un destino bastante desfavorable. Porque no coincidió en su apogeo, con los actuales Iniesta, Xavi, Silva, Villa, Busquets y compañía, y no pudo triunfar claramente a nivel de selección nacional. Todavía hoy, pasados bastantes años desde su aparente ostracismo, se le nombra y desea cuando no está Villa, cuando no se halla su sucesor, o cuando Fernando Torres suma desencanto tras decepción.
Los dos últimos años, el mito Raúl emigró a Alemania, y recaló en el Schalke 04. Y gracias a su clase, pundonor y capacidad goleadora, ha hecho de este equipo una poderosa escuadra del país teutón, y se ha ganado el absoluto respeto de todos los aficionados alemanes. Y, su admiración. Hasta el punto, que ahora que anuncia que se va del citado club del Schalke, han retirado su camiseta, para honrar su recuerdo y que nadie más pueda osar algún día a aspirar a su magna figura. Hacer esta heroicidad en un país tan rival y de otra cultura como es Alemania, tiene casi el mismo mérito como el de Pau Gasol en el baloncesto, que se fue a la NBA, e hizo campeón de América a los Lakers de Los Ángeles. ¡Sensacional!
Como persona, Raúl ha sido siempre ejemplar. Nunca ha querido follones ni líos con nadie, y a aceptado en silencio y sabiduría las reglas del juego, fuera y dentro de los terrenos de juego. Hombre sensato, listo, discreto y prudente. Sencillamente, admirable.
Como es seguramente el delantero más listo y hábil que han conocido las áreas y las redes del fútbol español, ha elegido de nuevo con presteza y eficacia silenciosa para su futuro no deportivo, el dinero que le ofrecen los magnates del petrodólar de Qatar.
Hasta en éso, ha sido listo. El dinero, compaginado con el placer tranquilo y efectivo de su fútbol siempre serio y eficaz. Lleno de sorpresas y ruído. Lleno de balas deportivas. Un titán.
Ahora que pronto se irá al desierto de los árabes ricos, es el mejor momento para glosar y hacer justicia a uno de los jugadores más portentosos que ha parido nuestra española y santa patria futbolística. El hombre del gol y del rifle del área, se va de la gran competición. ¡Enhorabuena y gracias, 7 !
-UN JUGADOR DE LEYENDA-
0:56
jose vicente ortí
Andrés Raval fue robado y golpeado duramente en la cabeza. Una mafiosa banda de ladrones le había confundido con un potente magnate de la Economía. La mala suerte, se había cebado con Raval. Y al no encontrarle el dinero esperado, los malhechores le robaron la cartera, y por temor a que quien creían rico pudiera causarles problemas tras su asesinato, decidieron que su cuerpo se introduciría en el interior de una caja de madera, y dicha caja asfixiada, sería tapada por la tierra de un frondoso solar de las afueras de Barcelona. Y los mafiosos, terminaron su estratégico trabajo, y se alejaron del lugar.
Andrés Raval solo era un modesto trabajador y hombre bueno, que no percibía ni siquiera mil euros al mes en el desempeño de su labor como transportista en una fábrica de harina. Sí. El bueno de Andrés, no esperaba aquello que le acababa de suceder. No podía pensar. Pero las buenas noticias irían ligadas a esta idea. No podía ahora elaborar pensamientos en efecto, pero sus ejecutores se habían equivocado. No estaba muerto dentro de la caja Raval, a pesar de su cuerpo malherido y sin apenas visos de pulso vital.
La cabeza ensangrentada de Andrés Raval, enmascaraba una coyuntura. Iban a haber cambios en su estado. Modificaciones, y vestigios de recuperación. De vida.
En un momento dado, Andrés sintió que volvía a la realidad. Y poco o nada podía gustarle su situación. En el interior de aquella caja impasable, su cuerpo no respondía a las órdenes que su cerebro vivo le enviaba. Tenía la obligación de repasarse el cuerpo, sus fuerzas, y su capacidad de reacción ante la muerte amenazadora y cercana.
Así es, que el hombre, trató de testar su conducta y estrategia, en aquel extraño lugar sin luz y sin apenas oxígeno para respirar.
Raval trató de sonreír en mueca positiva, al comprobar que finalmente podía lograr que su cuerpo se moviera. Sí. Las cosas comenzaban a funcionar. Cada movimiento era en efecto un calvario de esfuerzo espantoso, pero no cabía duda en el cerebro del hombre atrapado que peor era la muerte. Sí. La muerte era el no a todo. A todo sueño y a toda esperanza.
Por éso fue, que convencido de la necesidad de tragarse el dolor, comenzó a bambolear su cuerpo y hasta a intentar erguirse y zarandearse, a la busca de tocar con su cabeza y cuerpo en general, el techo de la fatídica y enemiga caja.
Y Andrés Raval, como un desesperado, comenzó a golpear con su cabeza, brazos y piernas, aquella madera que inutilizaba su vida. Hasta que otra orden de su cerebro, le mandó que la paciencia y la resistencia podrían ser dos excelentes activos para su anhelado objetivo final: ¡Salir de aquel sitio! ...
Cuando su cabeza golpeaba la madera de la caja, el dolor era de espanto. Pero Raval sabía, que sin dolor no podía crecer y concretarse su imperiosa necesidad de sobrevivir. De modo, que trató el hombre de interpretar cada golpe de dolor, como si fuera una esperanza.
Un certero y potentísimo golpe de la cabeza de Raval contra la madera de la caja, hizo que notara como un resquicio de mayor oxígeno. Era la primera señal. Y aunque se desmayó exhausto, supo al despertar del agotamiento, que habría posibilidades auténticas de salvar el pellejo.
Dos horas más tarde de lucha contra una realidad cruel, dentro de la caja llovía ya la tierra del solar en donde se hallaba introducido Raval, y entonces éste cerró la boca y los dientes. Logró salir de allí y evitar ahogarse desde la ingesta de la tierra. Y, escarbando con paciencia jobiana, notó que aquello tomaba el color de la luz del día. Sí. Andrés Raval logró salir de aquella sentencia para su vida. La maldita caja, era ya solo un triste atrás. Ya estaba fuera y podía respirar.
-RAVAL HABÍA VUELTO A NACER-
1:04
jose vicente ortí
En un panorama como el actual, en el que los Presidentes de los Gobiernos estatales andan oliendo a muerto de cementerio, es de celebrar la reaparición vital y efectiva de la clase política y su acción de poder, aunque sea por unas horas o por unos gestos puntuales.
Obama, no existe. Putin, huele a farsa entre votos del trile, y hasta los supermandadores ingleses casi no sabemos quiénes son ni qué hacen. "Merkozy", se compone de gente pegada a una idea del Mercado, y en Italia, Monti es un tipo gris y en la misma línea. De modo, que líderes políticos, los justos.
Ahora, el Mercado. Los hombres del dinero y los grandes ricos no democráticos y en la sombra, los cuales deciden. Ya sabéis, los banqueros, los financieros, las primas de riesgo, don rescate, su majestad la crisis, los paraísos fiscales, y los secretos de la gran globalización y la macroeconomía del pensamiento único. El imperio de la empresa.
Y, sinceramente, además de parecerme los mercaderes hombres grises y aburridos, hablando siempre de economía, de eventos y hasta de gastronomía en sus círculos selectos, echo de menos la idea del carisma y de la autonomía y destaque del hombre sobre la máquina del dinero y sus reglas anarquistas y neoliberales. ¿Kennedy? ...
Mientras veo a la Presidenta de Argentina ejerciendo el Poder, y decidiendo que el Repsol que está en su Nación pasa a ser capital austral y nada más que argentino, me lleva la memoria impopular hacia otros tiempos, en los cuales la idea de que unos tipos taimados con oscuros intereses en la sombra eran los que decidían el bacalao que se cortaba en el mundo, se consideraba una maledicencia con sabor a revista de esoterismo y de escasa atención en la masa.
¡Ah, los grandes estadistas! ¿Dónde queda el gran Charles de Gaulle o el sin par Winston Churchill?, ¿existieron realmente con toda su grandeza y poder, o todo fue un cuento de buenas intenciones?, ¿solo eran buenistas, o verdaderos referentes de la brillante historia de las democracias activas? ...
Una mujer. Argentina. Cristina Fernández de Kirchner. La Presidenta decide que ésto, ésto y ésto, e incluso le tira una ironía en forma de trompa de elefante a nuestro perjudicado estado español. Choque de hermanos y batalla de rivales. No sé quién tiene razón, pero me sonríe la idea política de mi duda.
El patriotismo. El patrioterismo. Lo popular y lo populachero. El político recuperando el gran aplauso de la masa. La ovación y el orgullo de un país, por el arrojo y la valentía de su máxima dirigente, en este caso una mujer: Cristina. Argentina. Sus decisiones tomadas.
Poco de broma en este escrito, aunque alguien pueda sonreír. Parecería de perogrullo que no fueran los turroneros o los vendedores de pisos los que mandaran o dirigieran las reglas de la justicia del progreso. Sí. Me joda o no, la señora Kirchner no ha hecho otra cosa que ser ejecutiva desde su poder de la Democracia, que se distancia de la dinámica de los elefantiásicos mercados. ¡Les den! ...
Me da igual que los financieros de la plata y del dólar, puedan preparar futuras estrategias de vendetta. En el fondo, ha hablado el pueblo soberano a través de su representación más inmediata y obvia. Me sabe mal por el Repsol español, pero me alegro por el no intrusismo.
- ¿QUÉ LE VOY A HACER? -
8:05
jose vicente ortí
Jaime Rau era aficionado a las excursiones en solitario. Cuando dejaba de trabajar como funcionario los viernes a mediodía el treinteañero Jaime, ni siquiera pasaba ya por su piso de soltero. Sino que por todo lo contrario, ya se había traído al lar de trabajo su ropa campera, y se cambiaba en los mismos lavabos del lar laboral.
Tomaba el primer tren que pasaba,-la estación le pillaba muy cerca del trabajo-, y comenzaba a sonreír a medida que se alejaba de la ciudad, y que empezaba a aparecer el paisaje abrupto, con las montañas, y sus senderos al fondo.
Raramente, se detenía Jaime cada fin de semana en la misma estación. Y, en ese preciso momento de descender del tren, la idea de perderse entre las sendas de montaña en solitario y desconectar yendo por donde le parecía, le otorgaba a Jaime Rau el sueño esperado.Su huída feliz y hasta mágica ...
Jaime Rau adoraba el deporte, y era audaz y osado en medio de la montaña. Conocía mil secretos, muchos refugios, sabía proveerse de la ropa adecuada, ubicaba bien las fuentes, y se podia decir sin temor al error, que se manejaba magníficamente en dichos lugares perdidos y alejados.
Salvo aquella fatídica tarde del 15 de Abril. Jaime Rau empezó a notarse raro físicamente, y a percibir que su fatiga y cansancio en medio de la montaña solitaria, iban a más. ¡Qué extraño! Jamás en la vida le había sucedido algo parecido ...
Comenzó a perder referencias, se le fue tirando la tarde encima, se extravió completamente, y como nunca llevaba encima el teléfono móvil, ni siquiera podía pedir ayuda a las unidades de Emergencias. ¡Temerario!
Asustado, Jaime Rau comenzó a pensar que la noche cerrada se le vendría encima, que hacía frío, y que aunque llevaba saco de dormir y ropa de abrigo, el problema era que se sentía muy débil y que las ideas de su cabeza andaban como mareadas y extrañas. Había perdido su seguridad y nervios, y el miedo le atenazaba.
De modo, que Rau siguió caminando y caminando extenuado casi desde la inercia, hasta casi caerse al suelo exhausto.
Y, de repente, percibió que no estaba solo. Un perro asustado y abandonado, se le acercaba tenso. Ambos se miraron. El can pensó que por fin había alguien que podría llevarle de nuevo a un sitio conocido y seguro, y Jaime Rau, al fijarse en la cadena del animal, hizo un gesto de desagrado. En efecto, el perro había sido abandonado por sus desalmados dueños.
En ése momento, Rau entró en otra dinámica. Odiaba aquéllo. Pensó, que no había derecho a que maltrataran a aquel grande de estatura y cachorro por edad, animal. El perro aceptó las manos acariciadoras del hombre, y se fue calmando su pavor.
Prosiguieron la marcha. El perro caminaba a su lado, compartía las energías del último bocadillo que le quedaba a Jaime, y con el poder del olor, buscaba un camino claro que les llevara a un lugar orientado y seguro. Había decidida e interesada colaboración ...
El perro, lloraba. Estaba muy débil y algunas cicatrices en su piel, delataban que había sido maltratado antes de ser abandonado. Jaime Rau, bastante preocupado, sentía que de nuevo se venía abajo y que le fallaban las fuerzas. Y se sentó en el suelo, casi derrotado.
Pero el perro comenzó a ladrar, y le cogía por las piernas intentando arrastrarle extrañamente. En realidad, sucedía que el can había visto unas luces de una aldea al final de un sendero. ¡La salvación! ... Y cuando una potente tormenta súbita descargaba sobre la citada aldea encontrada, tanto Jaime como el can ya estaban a salvo. Fue el comienzo de una larga amistad. Jaime adoptó al animal.
-Y SE HICIERON MUTUA COMPAÑÍA-
6:57
jose vicente ortí
Jeremy Sáez solo era un iluso, con unos pensamientos basados en su falta de afecto cotidiano. Y, en la exigencia de tal afecto, un vampiro de los otros.
Quiso la vida, que Jeremy encontrara a un tipo amigo de las correrías montañeras como él, al cual le confió toda su plena confianza y esperanza. E hizo de tal hombre, su gran ídolo y aliado.
Nada más lejos de la realidad. Porque, el dios humano y de su desesperación, no era otro que el labrador extraño, Remigio Fornás. Un hombre generoso, caprichoso y simplón. Bien pocas luces las de Remigio.
Jeremy Sáez podía ver en Remigio a ese padre, a ese amigo, o a ese hermano mayor, que nunca había podido tener. Y las montaña y la aventura, eran para el inocentón Jeremy algo muy parecido a los sueños, al deporte, y a la concreción de su alegría. Un gran y carprichoso pasado, hacia su libertad imaginada.
Remigio Fornás vió en Jeremy a un pobre necesitado de atención y de dinero. Y todos los domingos, le invitaba a subir a su coche, y le juntaba con todas sus amigas y amigos de la montaña, y le pagaba los refrescos que acompañaban a sus bocadillos matutinos, y le pasaba amablemente la mano por el lomo al inocente y raro Jeremy Sáez ...
Lo que pasa es que Jeremy no era tonto, y Cronos acabaría destapando muchas mantas de la verdadera realidad. Sí. El paso del tiempo, comenzó a chirriarle a Jeremy cuando observaba más detenidamente a Remigio. Y un día le vió cómo se atrancaba claramente al hablar, defecto en el que nunca había reparado. ¿Cómo era posible que nunca se hubiera dado cuenta ? ...
Y otro día descubrió que tenía su ídolo muy pocas luces, y que mal lo quería, y que todo era puta limosna, y que incluso se había aprovechado de él al indicarle que le hiciera unos trabajos en su campo, y que incluso su increíble ídolo le tenía a él como a un burro, a un sucio, y a un discapacitado. ¡Coño de desencuentro! ¡Menudo ídolo se había construído egoístamente el extraño Jeremy Sáez! ...
Y, poco a poco, los ruídos del ídolo que se desploma en el suelo con unos decibelios de estrépito, le llevaron al odio, a la tristeza, a la desesperación, y a la evitación del contacto.
Todo se enfrió, todo se rompió, la amistad o lo que fuera entre Jeremy y Remigio se fue al carajo, se acabaron los paseos montañeros y felices por las montañas, y también la compañía de las amigas y de los amigos de tantos y tantos años.
Remigio Fornás, el ídolo sorprendido negativamente por el cambio y rechazo hacia él de Jeremy, tomó una definitiva decisión: alejarse de él igualmente, hasta desaparecer por completo de su vida.
Ídolo e idolatrado, tomaron una buena idea. Fue una sabia decisión el alejarse mutuamente. Era imprescindible, básico, realista, necesario, conveniente, acertado e ineludible tal alejamiento. Las cosas, y en frío, debían dejarse reposar para dejar que el tiempo dispusiera la libertad y la sinceridad en aquella extraña y desencontrada relación amical del atrás.
Pasados algunos años, Jeremy ya no siente nostalgia de aquellos días tan felices y tan en el aire. ¡Adiós a todos los ídolos! Se acabó el hacerse las autotrampas, y los rescates facilones de su vida dependiente. Porque ahora, solo desea ser sujeto de sí mismo. Y afortunadamente, Jeremy ha superado la idea de limosna, y rechaza las dádivas que le llegan desde la compasión. Ahora, ya le pica y bien duro, que le consideren un ser menor. Y golpea una y otra vez en sello las páginas de su pasado.
-AHORA ES COHERENTE-
6:36
jose vicente ortí
Daktari. Ankawa. Tarzán. Meryl Streep y los niños famélicos. El Tercer mundo. La pobreza y el calor. Subsáhara. El África negra. Las hambrunas y las pandemias endémicas. Malaria y mosquitos. El doctor Livinsgton, supongo. Los ingleses. Stewart Granger, Mogambo, Ava Gardner, Deborah Kerr, David Niven. El cine, la distancia, la aventura, el deseo y la realidad.
Desde todos mis respetos a la figura de Su Majestad el Rey de España, parece evidente que es humano y se equivoca. Hay mucha crisis. Toda la crisis. Toda la economía global, alemana y neoliberal, asfixiando todo el horizonte y el futuro de nuestro Estado del Bienestar.
Y en medio de este caos insoportable, el Rey de España se va a Bostwana a cazar elefantes, que vale un pastón. Un despilfarro insoportable, y teniendo a su nieto enyesado en un hospital de Madrid por un tiro de escopeta en el pie, afición a la caza parece ser del exótico Jaime de Marichalar. ¿Sensatez?
Y en medio todavía más del azaroso destino, el Rey se cae y ha de ser operado de la cadera. Ya no puede cumplir setenta años. Debería reflexionar Su Majestad. Está acabando con su salud y con el dinero.
Bien es cierto que Juan Carlos de Borbón es deportista y campechano, y que tiene ese gracejo real de su espontaneidad y todo éso. Pero también los elefantes y los leones tienen realidad y carácter. Ir a África no es fácil. El Continente negro está lleno de bellezas, pero también de tremendos peligros. África no es Disney, ni el Palacio de la Zarzuela, ni el de Marivent. No. África es una realidad más grande que un piano. Una realidad más grande que una más que hermosa alfombra de flores.
El Rey es mucho para este país. Aunque sea en estos días de la República esquilmada, hay todo un apartado de la Constitución que ha de respetarse y acatar. ¡Coño!
Si yo fuera rey, no iría a África en crisis. Solo iría de misionero y sin aceptar consejos. Iría como un perfecto ético a hacer el bien, y jamás de ocio o safari. Éso, lo dejaría para otros.
Ahora toca ir a la Quirón a darle un beso al nieto Froilán, y a vigilarle algunas de las malas compañías que tiene. Ahora hay recortes sociales y prioridades, y nunca concesiones a los tigres, hipopótamos, o rinocerontes del cine de ficción y de nuestra tierna adolescencia.
Trato de hablar en serio, Majestad. Los españoles estamos tristes porque usted se ha caído en el suelo y se ha hecho mucho daño. Y más que podía haberse hecho, en el África feroz e indomable.
Por éso y por todo éso, además de dar un maravilloso Viva España, me gustaría conservar la buena idea de ese entrañable mensaje de Navidad, que ya es un clásico, como las grandes películas del mejor cine de aventuras de Hollywood y de los años cincuenta y sesenta.
Kilimanjaro, Níger, Tombuctú, Tomás Nkono, Samuel Eto´o, las nieves, los gorilas en la niebla, Sigourney Weaver, y aquella magia victoriana y también de extraño lujo de capricho, que sale en los documentales de nuestra nostalgia y evocación recurrentes.
Para África, las novelas. Pero en España, toda la seriedad y la salud. Y menos jirafas y cuentos. Y a ponerse bien, y a recuperarse todos, y a hacer una familia llena de gente razonable, necesaria y hasta campechana.
- ¡VIVA ESPAÑA! -
7:10
jose vicente ortí
Azar, escape hacia el paraíso del Casino del dólar. Estados Unidos. Nevada. Las Vegas. Una ruleta baja, parece dividir y separar a los pobres de los ricos.
Ruedan las monedas por las máquinas de la avaricia del juego. La vida como una fortuna casi fugaz. Intensidad y anhelos.
Desahogos, gritos, liturgia, el campeonato mundial, dos gladiadores suicidas que rozan con sus musculaturas de acero las cuerdas rojas y blancas del ring. Sudor en la olla de las pasiones. Expresividad. Latinos, e integración a golpes cincelados de gimnasio y supervivencia.
Machismo entre todos, chavalazas con tetas operadas que indican con sus curvas los tiempos de la lid. Ganas de exteriorización en el ocio. Se destapan todos los instintos. Parece como si se volviera a las cavernas del simio. Nada se deja adentro.
La supermaciza y esposa del directivo de una gran empresa, no puede contenerse. Sus gritos y alaridos apasionados, se confunden casi líricamente con la gran masa que brama. Las hembras bravas, miran a los machos hercúleos con ojos admirativos y codiciosos. Pasión y dólar en la inmediatez. Atracción lúdica e irresistible. Todas las ganas sin peinar. Casi todo al descubierto.
Tony se acuerda del negrero de su jefe, y clama a los cuatro vientos toda su libertad desnuda. Samy odia profundamente a otras razas, y vocifera su veneno libre sobre sus emociones incontenibles. María está loca por el gladiador de los grandes puños, y le ama en silencio. El dios del miedo, se esconde entre la mentira de dos necesitados sin protección, que se desfiguran los rostros paulatinamente a lo largo de doce incontenibles asaltos. O ganas, o pierdes. O ganas y te llevas los millones, o pierdes y te abuchean sin que puedas salir de la vil miseria. Es lo que hay.
Y mucho más es lo que hay. De todo. El grupo humano es diverso, y siempre desconcertante. Dicen de todo. De todo lo que les da la gana. La libertad se torna cruel libertinaje. No parecen existir demasiado las reglas. Las únicas reglas, las marca el dinero.
Sudor. Sí. Todo el sudor entre los grandes boxeadores del ring de Las Vegas. Toda la carne y el show en el asador. Ajedrez de cabeza fría en cada jab o uppercut, muévete como una serpiente mimetizada en la paz hasta que alcances el objetivo final y el gran cañonazo victorioso del k.o. Es mejor.
Por la noche y por el día, sigue toda la vida. Mientras los boxeadores se zurran la badana, el gran público se olvida de que hay muchos barrotes de hierro que comprimen toda la libertad y que asientan el gran latigazo neoliberal. Las personas sueñan, respiran, gritan, jadean, se desean, juegan, e intentan asumir que lo cotidiano solo puede ser un mal sueño.
Los boxeadores, a lo suyo. Las Vegas y Nevada, vibran y ganan el mercado mediático. Exceso y vitalidad. Nada de vulnerables, tristes o frágiles. Pocas medias tintas. O eres un hombre holgado y feliz, o un perseguidor buscavidas de fortunas adversas. La gran verdad escondida.
Unos tienen toda la suerte del mundo, y otros esperan para barrer los residuos de la basura y los escupitajos de pasión. Tras el show, hay toda una maraña de empleos y negocios. Nada en el capitalismo se va a detener. Todo sigue impávido y altanero.
Sí. Habrán muchos retos en Las Vegas, y nuevos boxeadores, y nuevas mujeres, y nuevos negocios. Y si tienes suerte serás un semidiós, y si te dan con el puño de la mala fortuna, un pobre desfavorecido y sufridor.
- C´EST LA VIE -
9:58
jose vicente ortí
Era un partido demasiado importante. Un partido psicológico y duro. Si el Real Madrid no ganaba en el estadio Vicente Calderón y del Atlético de Madrid, podría abrirle de nuevo la alfombra mágica del título liguero español, al FC Barcelona.
El Real Madrid no andaba del todo fino y pegador últimamente, y sus flancos empezaban a apreciar algunas preocupantes fisuras. Y aunque el comenzó el partido y se puso por delante, las dudas defensivas le llevaron a los blancos a caer en el nefasto empate a uno.
Ya sabemos lo que está haciendo Mourinho en el Madrid. Lo más exótico de este sorprendente señor, es que le ha dado la manía de no comparecer ante los medios de la prensa y demás. Sí. Mourinho es, con el Barça y el Bayern de Münich, el enemigo del equipo que presidió el mito Santiago Bernabéu.
En medio de las tensiones y de las urgencias, hay un chaval muy poco ortodoxo, al cual le encanta la vanidad y el protagonismo, a la vez que el deseo de ejercer el poder y triunfar. Sí. Me estoy refiriendo a Cristiano Ronaldo. El último gran jugador, y hasta genial, del Real Madrid. La última y moderna gran sensación y realidad.
Desde ese perfil genialoide, no se pueden buscar términos medios. O se enfada hasta con la prima segunda del cuarto árbitro, o se encara con sus propios compañeros, o va a la suya, o suelta declaraciones exóticas y sin argumentos ni musculación, o bien deja de ser un niño malcriado, y se pone una camiseta de fútbol y a jugar como pocos. Si quitamos al gran Messi, seguramente no tiene rivales en ningún sitio y en la categoría de los pesos pesados de los goleadores y de los grandes talentos mundiales en general.
Y, de éste modo,-como el otro día en el Calderón-, Cristiano se dió cuenta de que lo mejor que podía hacer para ganar y ser grande,-y aprovechando que es además un colosal atleta-, que debía esta vez ponerse serio e ir aunque fuese él solo hacia la gran victoria.
Y por eso fue, que soltó un par de cañonazos imparables, y gran cantidad de acelerones de contraataques, y decenas de regates, y disparos y más disparos, y hasta una gran asistencia a su compañero Callejón que acabó en la red. Un recital.
El otro día no ganó 1-4 el Real Madrid. No. Ganó Cristiano Ronaldo. En una maravillosa exhibición de rebeldía y de casta individual, tomó su equipo a los lomos, y acojonó a la defensa del Atlético de Madrid. Destrozó sus redes.
La genialidad le vino al cénit, cuando en uno de sus golazos, más que festejarlos, los dibujó con la expresión del orgullo de su cara. Como queriendo decir: "faltaría más que yo no ganara". O, algo así ...
Cristiano es un ganador, el cual coge unas tremendas chiquilladas y berrinches cuando no gana o no logra títulos. Y él ha venido a Madrid a ser campeón. Y campeón de todo lo que se le meta por delante.
Ha llegado al duro Abril, fresco de músculo, y con una ambición indómita en el gen. El otro día, en el Calderón, dejó hasta a sus enemigos más descalificadores con la boca abierta. ¡Joder! ...
Cristiano Ronaldo hizo callar todas las bocas que le acusan de ser un chulo, un creído y un niñato. Porque cuando se deja de bobadas y juega como sabe y sueña, pocos pueden pararle. Y entonces comienza a oler a Leo Messi. Y se reabre el debate entre los ases.
-CRISTIANO, JUGADOR DE UNA PIEZA-