sábado, 21 de marzo de 2020

- SUELTA ... ¡SUELTA LASTRE! -




Que no se quede ahí. Dilo todo. O casi todo, o algún todo que te nazca de tí. Estás en una situación difusa, inesperada, extraña, casi imposible; como metido en un sueño negativo y a la vez evidente.
Culo inquieto, ágil y rápido, aventurero y explorador de espacios, y ahora constreñido por unas paredes y por movimientos cortos y restringidos. ¿Qué coño está pasando? ¡No es justo! ...
Sin cines, distancias de un metro en el súper, sin cafeterías de reunión social y habitual, sin bares, sin cenas de amigos, con mayores afectados y finados, con contagios amenazantes como pinchos de pulga, solo, distanciado, lloroso, sin un cambio inmediato, y con mil renuncias inesperadas.
Todo es ahora inesperado y marathoniano. Hay una lucha entre el cuerpo y la cabeza. Porque el cuerpo te pide que cese todo ya, y la buena mente te sugiere que resistas con la valentía obediente y robusta de un estoico.
Las piernas de Mar solo las puedes ver cuando ella decida mostrártelas por el Skype o por la videollamada del chat. Y esas pobres enfermeras superadas por la aglomeración y el agotamiento. ¿Qué es esto? ...
Es muy duro, sí. La incertidumbre tiene estas cosas. Pero debes seguir sacando de tí todo lo que te está molestando. ¡Desahógate! Ahora piensa en que aunque lo estés haciendo bien en el confinamiento, esto es una putada insoportable. Y si decides ser libremente cabrón, te escapas y eso, entonces alguien de la policía te va a cascar una multa que te va a dejar mucho más negativo que antes del intento de fuga camino de ninguna parte. ¿Estamos de acuerdo? ...
Quizás, lo más seguro, es que tengas bien cerca un boli y un papel, para sacar tus putos demonios. Pero si no escribes, no pasa nada. Date opciones y dudas. Regalos. Como ese teclado que te puede llevar a escribir en un blog gratuito un diario sanitario y todo de tí.
Nadie se ha ido, aunque no les veas ni les huelas en persona. Estamos todos optimistamente esperanzados al igual que frustrados. No estás solo en esta batalla. Hay mucha gente que está siendo sometida por el azar a la prueba del reto. De la presión.
Sí. Es una putada que no haya fútbol, ni NBA, ni Champions, ni nada de deportes. Solo son refritos para que sueñes que nada cambió. Pero, sí. Ahora han cambiado muchas cosas. A lo mejor no puedes hacer ni teletrabajo. No ya el trabajo habitual.No. Ni siquiera el teletrabajo. Desde luego, fácil no es.
¡Puta curva del virus! A ver cuándo llegan las buenas noticias. Piensa que no te has muerto ni te morirás, imagínate un soldado con casco ante un enemigo hercúleo y de microscopio. Como si fuera una cita a ciegas con un cabrón o con una dulce cabrona. Existe el placer y el sueño. Nadie se lo ha llevado para no volver. ¡Nunca! ...
El Ministro Illa , "acojona". Habla de picos más altos, y entonces calculas la edad que tienes y ves el planeta protegido por una maldita mascarilla. Mal rollo da la mascarilla. Pero seguramente cada día puedes verla más simpática y con más cara de protegerte. Y en Internet salen tutoriales para fabricarte una. Prueba a ver si te sale un boceto, un diseño o un volumen. No te pongas notas. Sigue, hasta aprender, o hasta que te dé la gana. Pero cuando la tengas, no salgas fuera a hacer el error ...
Sabes que has de abrir alguna espita en tu esperanza. Quizás tengas como yo en el balcón algunos tiestos. Algunas semillas o algo de tierra. Y si tienes plantas, podrás ver si quieres, que a ellas esto del virus se la trae al pairo. Que, siguen sabiendo distinguir a pesar del cambio climático, al invierno de la tenue y silenciosa primavera que comienza. No, amigo. No hay mal que cien años dure. A este virus le quedan los meses contados. El coronavirus lo lleva claro. No sabe con quién se enfrenta.
¡ADELANTE!

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