domingo, 7 de julio de 2019

- EL TOUR 2019 ABRIÓ SUS PUERTAS -




En el juillet francés y afectado parcialmente por el anglo tenis de Wimbledon, la grand boucle abre sus puertas al mundo y ya marcha por las televisiones y la expectación.
Francia reaparece con su deporte más autóctono e histórico y pionero, y ofrece al mundo su gloria y creatividad, la cual concluirá como siempre en los míticos Champes Élysées, junto a la Eiffel.
Un deporte bestial y sin concesiones. Una experiencia magistral de tres semanas que enamora a los millones de seguidores, y que sigue siendo y será la gran catedral y biblia del ciclismo por etapas más importante del planeta. Siempre Giro y Vuelta irán detrás.
El Tour à France 2019 no contará esta vez con sus dos grandes favoritos a priori. Froome está lesionado, y holandés Dumoulin no se ha recuperado bien y no se ve capaz de afrontar con fuerzas suficientes este gran marathón de fuerza y de resistencia.
De modo que el Tour,-que nunca pierde fuerza-, vuelve a esperar a Geraint Thomas que es el actual campeón. Su resistencia en todos los terrenos y su fuerte equipo le dan esa condición. Pero también van a aparecer un grupetto  de escaladores que esperan en las montañas míticas como el Galibier o el Tourmalet poder mostrar su agilidad y don como trepadores. Urán, Nibali, los Yates,Nairo,Landa, u otro precoz colombiano que se llama Egan Bernal y que aunque tiene veintidós añitos parece asomar como una gran perla capaz de coronar el podio final parisino.
Abierto. Ouvert. Absolutamente abierto. Todo dependerá de audacias o de valentías. De si el Sky, que ahora se llama "Team Ineos" puede erosionar y aburrir los deseos de éxito de los escaladores, o si todo hará plaf y tendremos ciclismo espectacular de águilas, cielos y mitos. Hace 50 años desde la primera hazaña del caníbal belga Merckx, el mejor ciclista de todos los tiempos y Tours.
Incertidumbre y opciones para muchos. Al menos, al abrirse las puertas de la serpiente multicolor. Nibali afirma con agudeza al referirse al prodigio Bernal, que su hándicap será la presión de esta enorme carrera. Es muy joven y puede pagar su audacia de calidad.
En realidad, todo esto del Tour es una cosa de paciencia y de resistencia. De no caerse en una montonera o en una bajada, de defenderse bien en todo terreno, y de estar tocado por la varita sanitaria del buen azar.
Nibali, es un clásico ya. Su veteranía y coraje le doctoran para hacer cosas interesantes. Aru y los ingleses Yates parecen más viscerales y sus opciones más reducidas. Al menguante Nairo Quintana le acucia la inmediatez y la ansiedad. Si no gana este Tour, adiós, y ya no le importará a nadie su futuro.
Mikel Landa  es la gran baza española. Se le ve maduro y está perdiendo los miramientos porque quiere liarla, aunque deberá escoger los momentos más adecuados para ello. Exactamente o parecido, lo de la esperanza catalana llamada Enric Mas y sus cualidades de escalador y sufridor sobre la bici. Valverde seguirá ahí como un bravo veterano sin edad y desafiando pronósticos y callando bocas de los que le insinúan que no prolongue tanto el adiós. No tienen motivos.
Julio. Juillet. Escoltado por los encierros de los sanfermines navarros y por la ausencia del fútbol en acción. Su hueco. El hueco del Tour y de las tremendas siestas televisivas del calor tras la sandía reparadora del verano terrorífico y progresivo.
Monsieur le Tour se ha puesto el traje oficial de gala, Perico Delgado nos cuenta su simpatía, y todo un atractivo paisaje turístico acompañará a la gran burrada de las tres semanas para la gloria. ¡Guerra al dopado! ...
Francia nos ofrece su liderazgo y su prestigio deportivo. El maillot, la tradición, el ciclismo en estado puro, y sus rígidas pero siempre dominadoras reglas polémicas. Esto ya se mueve. Cuestión de dosificar energías y de dar la cara cuando se pueda. Es un deporte maravilloso.
-SIEMPRE GANA EL MEJOR-

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