domingo, 30 de abril de 2017

- EL LEVANTE U.D., SILENCIOSO Y NUEVAMENTE GRANDE. -



Siempre inexistente. Como mi canal autonómico televisivo valenciano. Menoscabado y silencioso, discreto y efectivo. El segundo equipo de fútbol de mi Valencia, el Levante, ya está de nuevo en Primera División. Solo un año en el pozo de la Segunda, y tras un trabajo de despachos y técnico, formidables, ya es de los elegidos en el mes de Abril que se va. Se ha paseado. Toda la temporada de castigo, ha estado majestuoso y exhuberante. Porque la excelencia también puede tener lugar en la División de Plata.
Mientras el equipo mimado de la ciudad, como es el Valencia, era puteado capitalísticamente de la mano de un negociante extraño asiático, y que no ha descendido porque con la cantidad de equipos malísimos que hay era imposible hacerse, en el barrio de Orriols y en su nuevo y coqueto Estadio, el Levante UD hacía una nueva machada.
Acumuló el equipo granota un puñado de años en la Primera División, aguantando con gran coraje año tras año, y con la sensación casi lógica de vivir por encima de sus posibilidades reales. Fue un hito histórico para este rechazado equipo  de mi ciudad, el cual ha sido desconsiderado y ninguneado por los próceres y privilegiados que hacen del equipo de Mestalla su única apuesta y gran bandera.
Pues,¡no! En Valencia hay otro equipo también, el cual pertenece al fútbol valenciano, está en el fútbol,mantiene su rancio abolengo de la historia, y viste de azul y grana. Frente a todos los peses, el Levante dignifica e impulsa la idea del equipo menor con una osadía y efectividad admirables y sin recurrir a ningún exótico foráneo millonetis ,y sin argucias de agentes intermediarios sin escrúpulos.
Honrado y espléndido su entrenador Juan Ramón López Muñiz, y fantástico su Presidente Quico Catalán.
Valencia recuperará la próxima temporada la lógica de su densidad demográfica. Es una ciudad en torno al millón de habitantes, y es siempre demasiado extraño que en el plano futbolístico solo haya un club de fútbol en un pueblo con tradición y afición.
Madrid y Atlético, Español y Barça, Sevilla y Betis, Coruña y Celta en Galicia, Real Sociedad, Alavés y Atl de Bilbao en Euzkadi. Son ejemplos equilibrados y con lógica poblacional.
Pero en Valencia hace años que el carismático y simpático Levante UD, parecía haber sido seducido y abducido por los ovnis. Todo era recuerdo en blanco y negro, nostalgia de abueletes, o saudade cañí con leyenda indefinida.
Hasta que por fin emergió la realidad, y el atrás histórico se rehacía en realidad presente. Cuando un equipo encadena muchas temporadas en Primera División y cae al hueco de la Segunda, todo se suele desmoronar y parece que necesitase un cambio radical y una adaptación como mínimo de dos años para volver a ascender de nuevo.
¡Eso lo ha roto el Levante!
Bajó a Segunda, y cambió inteligentemente su chip dejando las florituras y las orlas en la basura. Se arremangó desde el primer partido, se puso las botas en los pies, se preparó como hacen los labradores convencidos y laboriosos, y en seguida logró sacar holgada ventaja a todos sus rivales. Aguantó la presión, y cerró con acierto sus partidos. Y sin un solo quejido de atrás, sudó y fue condecorado con el premio ante la admiración de los suyos y de todos los demás.
Lo mejor que hace el Levante es reivindicar la honradez y el esfuerzo de superación en cada gesto y con nula o escasísima loa mediática. Lo mejor que se puede hacer por el querido Levante, es entrar en el campo y aplaudirles.
¡MACHO, LEVANTE!

0 comentarios:

Publicar un comentario