Tiene la voz bonita. Es más que agradable escuchar su tono educado. Gusta y seduce. Y a veces, hablamos.
Me confía que fue maltratada física y de la otra manera, de pequeña. Y por sus propios padres. No les ha perdonado. Y seguramente, nunca lo hará. Afirma tener sesenta años y una hija. Y muchos fracasos con los hombres.
- "¿Eres selectiva con nosotros, Elsa? ..."
- "No. No creas. Lo que pasa es que tengo mi modo de ser. Puedo ser muy dulce, pero cuando se superan ciertas líneas rojas, entonces ya no hay más oportunidades, y entonces ..."
Elsa, verbaliza. Y mucho. Habla y habla. Hace unas aes muy femeninas y atractivas. Y, parece ecléctica. Y se ha movido y se mueve por la Castilla interior, pero vivió en Barcelona y en Portugal, y hasta fala el idioma luso. Pero lo de Elsa es el misterio de las heridas que jamás son capaces de desaparecer del todo.
-"¿Eres atea, Elsa? ..."
- "Sí. ¿Cómo lo has adivinado? Je,je,je ...
- "No sé. Será por tu misterio de mujer ..."
Yo no sé si Elsa es o no atea. Hay muchas formas de religiosidad y entonces la voz bonita empieza a preguntarme por el origen del Todo.
- "¿Te refieres a cómo se hizo la vida, Elsa? ..."
- "Claro. Porque ..."
- "No tengo ni idea. Yo soy de Darwin y ..."
- "Pero alguien debió hacer ésto. Porque sé que hay inteligencias y ..."
Ya salió. La "energía". A Elsa le gustan estas cosas que enmascaran su porqué filosófico. Por eso está ansiosa por conocerlo todo. Yo creo que todavía no ha superado los porqués malos de su infancia y de su juventud, en la que me dice que su ex se lo dio todo lo material pero nada de lo otro. Necesita respuestas y porqués. No es curiosidad, sino necesidad.
Como cuando no puede evitar el pensar en que ésto del virus ha sido una estrategia consensuada para hacer la escabechina de abuelos improductivos.
Pero lo más fascinante de Elsa, es cuando hace alusión a la muerte, y parece recrearse en sus más sutiles detalles. Y me dice que ella no la teme, y que hay indios que son capaces de decidir y con serenidad el momento exacto de su fallecer, y yo casi que me contengo para no decirla que no sea escabrosa.
- "¿Sabes? Me pasó durante mucha parte de mi vida que yo no me creía ser guapa. Y cuando me lo decían, yo pensaba que se estaban burlando de mí ..."
- "Ya ..."
- "Ahora ya puedo entender que gusto a los hombres. Antes, nunca ..."
- "Comprendo, Elsa ..."
Quedamos en hablar una hora. Pero cuando llevábamos hora y tres cuartos, debí ser yo el que propuso dejar la charla para otro día. Verbalizando, a Elsa parecería írsele un poco la noción del tiempo. Y le gusta, gustar. Ser escuchada. A Elsa le encanta un oído ajeno y tratar de recuperar su tremendo tiempo perdido, en donde llegó a ser una marioneta de los suyos y de los otros.
Y queda con su mejor amiga todos los días del año, y se marchan a hacer un rato de senderismo por sus cercanas montañas de la comarca de El Bierzo. Y cuando llega el finde, puede estar mil horas de caminata por sus parajes envidiables, y quemando felizmente las energías que la ponen bien estética. Caminar, forma parte de su tiempo y de su vida.
-Y SEGUIR BUSCANDO SEGURIDADES-
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