lunes, 10 de septiembre de 2018

- PROSTITUTAS -




¿Qué es una puta?, ¿ o una prostituta?, ¿qué hace?, ¿qué ejerce?, ¿cómo se puede calificar su actividad? Mil preguntas que en cada país o Estado se contemplan o regulan de modos diversos ...
En realidad y en mi opinión, el debate es otro. Porque lo que estamos haciendo,-a veces sin darnos cuenta-, es hablar de mujeres. Sobre la mujer y su posición en el mundo. Y la gran cuestión es si la mujer puede ser plenamente libre en un mundo profundamente machista y ventajistamente sexualizado.
Yo no creo que exista una prostituta libre. Ninguna. La puta no es pecado, ni perversa, ni ambiciosa, ni casquivana, ni nada que no pueda ser un hombre. ¿Qué se hace pues, con las "putas"? Es una pregunta tremenda, cuyos caminos finales conducen a los de su libertad como personas.
¿Es libre prostituírse? ... No. Nadie en su sano juicio se acuesta con desconocidos o a cambio de dinero. Una mujer determinada puede ver que con sus recursos no puede vivir o sacar adelante a sus hijos, y entonces recurre al sexo. Pero es pura supervivencia.
2018. La mujer. La mujer va a la Universidad y conoce perfectamente los temas. Su discurso es igual de potente que el del varón. Sabe lo que hace y en los líos que no debe meterse.
Hoy. El contexto social. El mundo está profundamente desequilibrado en la pobreza hacia la mujer. El sexo sigue siendo un gran tabú mundial, y la religión sigue predominando sobre los conocimientos y la información científica. El enorme estigma generado por el hombre, sigue ahí. La belleza y el desnudo de la mujer siguen siendo pecado e hipocresía final. Y se dice igualmente que las putas cumplen una gran función paliativa en hombres mayores que ya perdieron sus opciones afectivas por enfermedad o cronología.
El mundo de las mujeres está lleno de chulos, proxenetas, matones, mafiosos, agresores, secuestradores de niñas, de avaros del gran negocio del dinero, de objeto deseado de multimillonarios reprimidos, y de una religiosidad que las llama malas.
Incluso hay algunas "putas" que se dicen libres y que consideran todo esto como una gran inversión para vivir el futuro con facilidad y con holguras económicas. Se equivocan. Se creen libres, pero no lo son. La mujer debe luchar contra todo, pero desde medios éticos y lícitos. Su cuerpo no justifica esa actitud inversora.
Vuelvo al principio del escrito. No son putas; son mujeres. Desde ahí debe observarse su planteamiento. Apenas se habla de putos o de puteros, o de las causas estructurales que hacen que una mujer acabe en la cama con un hombre que no conoce.
No soy partidario de legalizar la prostitución. Porque eso supondría darle alas al machismo que genera la actividad. Tampoco soy partidario de atacar a dicha actividad. De lo que soy partidario es de que el mundo cambie y de que la mujer no tenga que pensar en estas cosas que la rebajan. De eso sí que soy partidario. De la igualdad y de la lucha de la mujer, frente a unas "normalidades" aparentes que no lo son en absoluto.
Valoramos los hombres poco a las mujeres. Y ese factor es clave. No pensamos en ellas ni en su mundo. Por eso las etiquetamos y nos las quitamos de encima con facilidad cuando la cosa molesta, y establecemos parches que nada solucionan. Ni Mesalina, ni las cortesanas, ni las gheisas, ni las putas de lujo. No. Todas las prostitutas son esclavas de su vicisitud personal. Y los varones debemos hacerlo todo, porque las mujeres son exactamente lo mismo que nosotros y con idénticos anhelos.
¡SER LIBRES!

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