martes, 1 de mayo de 2018

- EL F.C. BARCELONA, CAMPEÓN DE LIGA 2017/2018. -




No parecía al principio de temporada que el Barça se pasearía con plena comodidad y holgura por la "regular session" española. Había perdido al as Neymar, y todas las dudas sonaban a pesimismo.
Para su entrenador, Ernesto Valverde, la Liga se convertía en un reto bien difícil de superar.
Pero esta temporada imperó la sorpresa. Nunca se echó de menos a Neymar, porque lo mejor que ha tenido el Barcelona ha sido una delantera colosalmente implacable y decisiva.
La sorpresa se llamaba, Real Madrid. Los blancos entraban en una fase letárgica de abulia y dudas, y a cada partido mostraba más decepciones, enfados de Cristiano, mil desconcentraciones defensivas, y ya veía al Barça bien arriba y muy distante en puntos.
Valverde vio pronto que carecía de suplentes de nivel, y decidió exprimir a todo su maravilloso potencial. Pero lo hizo con astucia; con esas habilidades que ya mostraba al entrenar entre otros equipos a su Athletic de Bilbao. Y el equipo del "txingurri" no hizo un fútbol brillante ni vistoso, pero se reveló como una escuadra muy difícil de ganar. Ganarle al Barcelona era realmente complejo.
Y más, cuando el bajito entrenador vasco logró recuperar a Gerard Piqué,-sensacional siempre-, y juntarlo positivamente en el centro de la zaga con el galo Umtiti, y escoltarles con dos laterales rápidos como Alba y Sergi Roberto.
El centro del campo fue al vaivén de las inercias y conveniencias. No hubo apenas glamour, pero siguió el rondo y la posesión del balón salvo cuando los partidos enloquecían. Pero en ese momento al Barça le llegaba la colocación y el oficio. No solo los que tuvieron retenían, sino que algunos de los ya veteranos aparecían absolutamente rutilantes.
Ha sido un Barça diferente al de Luis Enrique. Porque no habían caras agrias, sino una educación en el banquillo que se manifestaba en el campo con humildad y efectividad. Las claves de la Liga de Valverde.
Leo Messi volvió a sentar cátedra y a hacer de la extrema dificultad un juego mágico y brillante. Sacó constantemente las castañas del fuego a su equipo en los partidos más que adversos, y ha prolongado su excelencia hasta el final. Asimismo, el uruguayo Luis Suárez, en un alarde de madurez y contundencia ha realizado una campaña extraordinaria con una enorme vitalidad y marcando muchísimos goles.
Iniesta jugó menos partidos de los habituales porque los años no pasan en balde. Pero los que jugó, son en general pura magia de sabroso paladar para los que admiramos el juego exquisito y genial. Acaba de anunciar el adiós, y ha merecido los aplausos generales de todos los campos donde ha ido pisando. Unanimidad en el cariño. ¿Quién puede reemplazar en el centro del campo a un portento así?, ¿logrará Sergi Busquets encontrar a alguien que le libere cargas? ...
¡Al presente! El Barcelona ha sido el equipo más regular y de largo, El Real Madrid tiró pronto la toalla, y el Atético de Madrid no tuvo kilos para seguir demasiado arriba. Le falta calidad y ha envejecido bastante.
Ganar una Liga y sin banquillo, tiene mucho mérito. Dembelé ha sido un fiasco y Ter Stegen el gran portero que una escuadra precisa para optar a grandes éxitos.
Mucho mérito. Es la Liga la competición seguramente más complicada, porque muy difícil es mantener todo el año una regularidad suficiente. Es cierto que tras el revés de Roma, hay una extraña sensación que se suma al adiós del mago de Fuentealbilla. Pero eso es un error. Se ha ganado, se ha sido el equipo más competitivo, no se ha dado nunca a dormirse a la bartola, ha luchado, ha sido obediente, y además el mejor equipo en España.
¡VIXCA EL BARÇA!

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