lunes, 27 de mayo de 2024

- "TREPIDANTE" .-



Orondamente bella. Exuberante y desubicada. Tiene cara de miedo evidente que trata de anular con extrema coquetería de mujer. ¿Qué hace ahí sentada en un asiento bajo una marquesina como lo haría una adolescente al uso? Demasiado atractiva para ser normal o habitual.

Trato de indagar con la excusa de la tardanza del bus, acerca de su persona y circunstancia. Y ella parece ir sabiendo que ya no está en su terrible y demoledora Colombia dividida, y que aquí puede abrirse un sueño.

Lleva una falda de reina leona, y su escote es excesivo y descomunal. Es más que bella, pero anda en shock. "Post traumático", me confiesa. Y me dice sin que casi le pregunte nada, que ha huido de la guerrilla de su país, y que ha logrado llegar a España hace nada, y que la protege una O.N.G.

Y por fin, sonríe como una tenaz hembra, y sus ojos impresionan. Porque nunca desvelarán que tiene muchos menos años de los que aparenta. La bautizaré como "Trepidante", porque la mujer ha vivido tan de cerca la muerte y la obstrucción absoluta de su sexualidad y de su libertad, que su relato nervioso y aventurado me recuerda a una balacera maldita de Cali o Bogotá. La mujer está próxima a una tragedia que parece querer detener su vida y su futuro. Me mira desconfiada, hasta que me ve hablarla con respeto.

No tengo ni idea de quién será realmente la hermosa "Trepidante", pero está todo el drama del mundo en su hablar, que trata de ser inútilmente sosegado. Está destrozada de dolor, extraña en sí misma; sin saber muy bien cómo es que le pasan las cosas que le están pasando. Es como si no hubiese podido todavía ordenar su horror.

Me dice que yo debo ser un profesor, y agradece mi cercanía. No sé nada de "Trepidante", pero estoy seguro de que de pequeña ya estaba en las guerras de su país herido y dividido. Parece en el fondo orgullosa, valiente, audaz, esposa de un gran jefazo, y señora de bandera que hasta pudo atesorar mucho poder. Por eso juega a ser medio prostituta y provocativa. Porque quiere seguir siendo una reina en el cetro de los infiernos exteriores y extremos.

Afirma que le siguen los pasos sus paisanos para acabar con ella y con su hija, que el otro día le robaron los moritos toda una carpeta llena de documentos de legalidad, y que no hay un árabe bueno. En cambio, los españoles somos otra cosa más dulce y suave ...

"Trepidante", me hace sentir a Pablo Escobar, a huidas y escapadas a la velocidad del vértigo, a las luchas de muerte en su país, al cactus, a que ha debido de hacer algo gordo quizás defensivo, y que no se fía ni de Petro ni de Boric.

"Trepidante" es mujer en guerra. No se puede ser más atractiva y adivinarle cara de niña si deja el pavor. Conoce una línea de bus. Esa línea la llevará a la sede de un piso que gestionan sus amigos solidarios de la ejemplar O.N.G.

En "Trepidante", veo la guerra muy cerquita, que ha salvado el cuerpo de milagro, sangre derramada a charcos muy cerca de su recuerdo, vulnerable como en una lid de odios desgarrados, la grandeza y el sucio odio de la fraternidad en su paisanaje. Sí. Veo a la Colombia que sacan poco por la tele, que es exceso, que casi enseña las tetas para esconder tras su alma un revólver de venganza.

Cuando le digo que debemos tomar líneas distintas de bus, ella duda en mirarme con complacencia o con rechazo. Debe estar harta de quedar bien con quienes la ayudan. No sabe quién seré yo, ni puede imaginar ahora quién es ella mima, está sudando, me dice que le gusta el calor de mi ciudad, que en donde esté el verano que se quite el invierno, que la vida es algo único, y que está de todo hasta los ovarios. Y luego vuelve a sonreír deslumbrante.

"Trepidante", me sorprende. España, Europa, todavía sigue siendo un paraíso y un remanso de paz para quien vive la intranquilidad, en el vaivén, en la ambición mutilada, en el afán del contraataque, en la angustia de que maten a su hija y a ella misma, y que se le acabe todo casi en el anonimato.

Siento en "Trepidante", el sabor molesto de las devoluciones en caliente, y el camino hacia la nada. La niña hermosa no debe volver al terror. Es una nena potente y vital. Es un ser que precisa de oportunidades.

¡DE VIVIR!
 

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