martes, 7 de mayo de 2024

- SE FUE EL "FLACO" MENOTTI. -



Ese acento nuevo entre el racismo ancestral. De cuando en España se les llamaba sudacas. Ahora, se les sigue llamando. En aquellos años del planeta fútbol español, parecía demasiado audaz que alguien que no fuera intelectual o político sudamericano, pudiera sentar cátedra.

Luis César Menotti tenía una personalidad y una convicción estética del fútbol, que aquí podía sonar a rollo esteticista. En mi país, se ha valorado siempre mucho más el deporte de coraje que el de la finura y elegancia. "Lentos" "¡Esos son lentos" "¡Hay que correr más!" ...

¡¡Menotti!! Ese modo de hablar de un tipo delgado, con melena, patillas, pantalones acampanados, y mirada aparentemente crítica al menos antes de empezar a esgrimir la valentía y la osadía de su oratoria. ¿Poesía? ...

La reticencia nunca decayó del todo. Pero los curiosones del fútbol y aquellos que le queremos como nadie, el discurso de Menotti nos empezó a maravillar. Tenía lucidez estética en su apasionado verbo que descifraba a nuestro fútbol desnudándoles las claves. ¡Nada de bilardismo esperado! ...

L. César Menotti fue un extraordinario vividor. Vividor de bon vivant, de sereno enfant terrible, de cambiar los entrenos para la tarde para aprovechar la bohemia de la belleza de la noche festiva, de asombrar a muchos con su puntería reflexiva, o de ser en Argentina un sucesor mediático de los grandes dioses de la literatura o de la nostalgia infinita por el peronismo.

Menotti se anticipó a muchos al darse a conocer. Lo suyo del fútbol era claro. Su convicción hacía escuchar hasta a los que le discrepaban. Para el sabio futbolístico de Rosario, el fútbol era tocar el balón, técnica, darle velocidad al juego, o jugar al ataque y sin conservadurismos absurdos y temerosos.

Menotti cambió la idea del fútbol en Argentina, y creó un nuevo estilo que fue ganador, elegante, habilidoso y estético. Y no anduvo con miramientos a la hora de exponer libremente su idea. El mejor jugador del mundo del fútbol no había sido ni Maradona ni Messi, sino O Rei Pelé. Sí. El negro brasileiro había mostrado todas las genialidades de la inventiva. Para Menotti, siempre argentino, la resolución de la excelencia estuvo clara. ¡Pelé! Pelé hacía exactamente lo concreto del pensamiento creativo que te aparta de la mediocridad o de la duda. Y, poco a poco, en España, Argentina, y mil lugares futbolísticos más, Menotti llegó a ser escuchado, respetado, validado y considerado.

El "flaco" nunca fue complaciente y no lanzó una sonrisa de más. Afirmaba por otra parte, que muchas veces era mejor el empeño que el azar resultadista. Que el fútbol no era una cosa de velocistas del atletismo, sino de saber llevar una pelota, de ser capaz de mandar en el centro del campo, y de jugar y hacer jugar a los demás. El fútbol debería ser elegancia estética y apuesta por el juego abierto y ofensivo.

Menotti fue uno de las últimas leyendas de un tiempo que ya se va porque se cambia de generación, y entonces otros toman unos relevos azarosos. Guardiola escuchó a Menotti. Y Valdano. Todo el mundo le oyó. Muchos, admiramos su claridad conceptual. Y tenía la varita mágica de apoyarse en la experiencia de cuando fue jugador. Por eso no llevó al "Pelusa" a su Mundial patrio del 78. Porque el "flaco" elegante, mostraba audacia y algún escepticismo evidente ante la crítica periodística.

Sé que todo el mundo sabe de fútbol, ha sabido de fútbol, y siempre sabrá de este deporte tan popular y universal. Y precisamente por eso, destaco la figura carismática de quien hablaba con tono de fumar muchos cigarros y con aire de no sorprenderse demasiado por las cosas del balón redondo.

Su figura es larga e inolvidable, y los tiempos actuales tienen la cualidad evidente de la fugacidad. César Menotti nos habló y muy brillantemente de sus claves del fútbol. Y le escuchamos, y sentimos el talento de alguien diferente, ¡che!

- D.E.P. -

 

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