La frescura física de un equipo con carisma, estrella y españolismo, ha ido dejando atrás y con seguridad a todos sus rivales, los cuales esta temporada apenas han sido y estado. Con la sonrisa sorpresiva de una extraordinario Girona CF, el cual hizo tres cuartos de temporada de admirar y no parar.
Vinicius ha sido el gran nervio ofensivo del Real. Un carioca excéntrico e inmaduro en lo personal, pero que ha logrado exitosamente salir de sus continuas protestas en el césped, y reivindicando la idea evidente del racismo deportivo de mi país. Vinicius ha vuelto a ser decisivo. No tendrá gol suficiente, pero su inventiva convierte los balones que toca en propuestas inmediatas de peligro letal e inevitable.
A su lado, Rodrygo ha dejado atrás los minutos de suplente, y ha conseguido hacerse con una indiscutible titularidad. El inglés Jude Bellingham ha mostrado sangre fresca y precoz, y ha sorprendido por su calidad y desparpajo. Camavinga ha convencido a muchos y les ha sacado del escepticismo con esa calidad atlética de jugador incansable que necesita todo equipo para tener opciones de expectativa de éxito. Como el trabajo constante y para enmarcar, del defensa ofensivo Dani Carvajal. Ha sido el Madrid un equipo rápido y de atletas, capaz de aguantar mucho más que nadie.
En definitiva, que el éxito del Real, se cimenta en una extraordinaria dirección técnica y deportiva, la cual ha acertado plenamente en los relevos de los más veteranos, constituyendo un bloque correcto, con un banquillo exuberante, y casi con techo ilimitado, contrarrestando de este modo las limitaciones técnicas por el paso de los años en Modric o Kroos. El Madrid ha tenido hambre y fe, todo el año. Y más mérito tiene su logro, dado que el mejor portero del mundo que es Courtois, no ha podido estar en la mayor parte de la patria competición. Admirable la capacidad del equipo blanco, para disimular las carencias, y para convertirlas en seguridad y hasta en excelencia. ¡Alirón! ...
El FC Barcelona ha vuelto a defraudar. Su plantilla no posee la calidad suficiente, y eso es definitivo. Ha debido depender de detalles individuales, o de los espoleos de su entrenador Xavi Hernández. Nuevo fracaso por falta de competitividad liguera. Cede su campeonato vigente, al Real.
Fue una temporada de ruidos, de polémicas, y de V.A.R. De fracasos tecnológicos como el que impide que no pueda verse si un balón ha entrado o no por completo dentro de una portería, o de unas reglas de juego que no parecen favorecer lo que deberían, y que dejan en el escepticismo al futuro de tales avances.
Hubo y hay un racismo evidente y,-aunque siempre es lamentable-, ha servido para poner visibilidad a esa energía de supremacía frente a otras razas que existe lo mismo en España que en Europa, y contra la que hay que seguir luchando.
Lo decía al principio. El Girona FC, ha ilusionado y le ha puesto sal a un más que exigente torneo liguero, que para mí será siempre el más prestigioso aunque los grandes titulares y elogios se los lleven los millones de la Champions League. Las eliminatorias son breves y directas, y la Liga es una competición constante en la que has de estar concentrado y exigido muchísimos meses al año. ¡Nueva gran gestión de jugadores del veterano entrenador Carlo Ancelotti!
Muchos meses, en donde en todos los campos españoles han habido pasión y goles, y errores y aciertos, y tertulias de periodistas de fútbol encontrados y forofos en muchos momentos. Y esto del periodismo forofo, es algo bien preocupante. Parece ir in crescendo lamentablemente.
Concluyo, afirmando y expresando mi felicitación y aplauso a un sólido y rápido Real Madrid, que este año ha ganado con holgura a todos sus rivales patrios. Es ese Madrid laureado casi hasta el mito, cuyos éxitos sin techo se acercan a los cielos del fútbol de aquel Barça de Mr. Guardiola, y que permiten crecerse y bien a los millones de seguidores que tiene el equipo que preside Pérez.
¡¡ENHORABUENA, CAMPEONES!!
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