viernes, 9 de diciembre de 2022

- MUCHO PELIGRO. -



Día de perros, de viento, de frío, de semiventisca; de cambio súbito. Demasiado extremo para irse en solitario para hacer senderismo. Isabel Hernández sabe que ha errado su plan y que no debería haber salido de su hotel vacacional, pero no sospecha en absoluto lo que la puede esperar.

¡Refugio! ¡Bien! ¡Un refugio de montaña! ...  Isabel muestra su júbilo. Está aterida tras vagar durante horas desorientada y jugándose la integridad de sus finos tobillos. Y, hambrienta. Lo poco que llevaba en la mochila se ha echado a perder a causa de la penetración súbita de los aguaceros inesperados. Isabel Hernández acierta a decirse a sí misma que no es una buena senderista. Sabe que las proximidades de los Alpes muy cerca del invierno, exigen una dureza y un rigor que ella no ha alcanzado a medir ni por asomo.

Pero, bueno. Parece que de momento todo se ha detenido en medio del extremo peligro, y que hay una esperanza. E Isabel penetra en el interior del refugio. La sequedad del frío exterior que apunta a una nieve cercana, hace que se note un alivio inicial e inmediato en el interior del lugar. Aunque parezca tratarse de un sitio abandonado, quizá dos horas más en el exterior hubieran supuesto la muerte de la senderista.

Isabel Hernández se desprende tímidamente de sus ropas mojadas, y trata de ver en la oscuridad. Aunque no parece haber nadie, la mujer vislumbra sobre una mesa sucia, una botella de agua a medio consumir. Y sin pensarlo dos veces, se lanza hacia la botella con intención de hidratarse. Agarra la botella y trata de comprobar el estado del sabor del agua envasada. Y ante su sorpresa, descubre que la botella es nueva, reciente, de ahora, de hoy; de la que se ha bebido hace poco ... Y decide beber sin miramientos aún a riesgo de atragantarse. Y en ese momento, una luz potente se hace dueña del refugio.

¡Oh, Dios! ¡Es un hombre! Es la linterna de un hombre que la mira sonriente. E Isabel, se dirige a él y le dice:

- "¿Quién eres?, ¿estabas aquí?, ¿te has perdido como yo? ..."

El hombre, guarda silencio. Es muy alto, lleva una poblada barba, y dice una frase con acusado acento alemán. No parece saber una palabra de español. Y quizás sepa inglés, pero Isabel Hernández, en absoluto. Solo un poco de francés, y todo el español ...

Aquel tipo que lleva la potente linterna, la sigue mirando fíjamente. Hasta que rompe a reír:

- "Ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja ..."

Es una risa inoportuna que huele a amenaza y a dominio, más que a desdramatización. Y a continuación, el hombre extraño agarra unas ropas secas de mujer, se las tira a Isabel, y a continuación hace un fuego. Sube la temperatura.

Isabel Hernández no ve claro nada de aquello. Aquel oso, ¿es amigo o un peligro? Y uno de los primeros hándicaps, es la falta de entendimiento idiomático. Todo habrá de ser lenguaje gestual y corporal ... Y, ¿por qué se reirá así? ...

El hombre con acento alemán, está preparando una comida caliente. Caldo de pollo, y parece que también dispone de rodajas de carne. Isabel se sigue preguntando qué está sucediendo. Su supervivencia le pide suavidad, obediencia y contención. Hasta que descubre, que el hombre no está dispuesto a que ella comparta la comida que él ingiere ya.

Y ante el negativo asombro de Isabel, cuando el tipo odioso y barbado se vuelve a dirigir a ella con otra carcajada, ahora lo hace con un enorme cuchillo en la mano y con gestos absolutamente claros y más que negativos. Ríe de nuevo:

- "Ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja ..."

Isabel Hernández piensa que todo está terminado. Su vida, se va. Ahora, se escuchan truenos. Hay tormenta. E Isabel sigue mirando aterrada y a los ojos, a aquel extraño ser.

El hombre se le acerca, pero de repente parece sorprenderse por algo, y tuerce el gesto. porque ahora, lo que se escucha afuera, no son truenos sino disparos numerosos de zecmes.

Son policías de montaña. Disparan ráfagas sin miramientos en dirección al hombre. Isabel grita desesperada y aterrorizada. Más tarde se le informará, que el tipo es un asesino en serie y fichado, y que la policía suiza le buscaba y ha logrado encontrarlo. El tipo, se ha rendido y entregado a los agentes.

-ISABEL NUNCA OLVIDARÁ ESTE HORROR-
 

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