Andares basculantes, patizambos, y a la vez potentes y seguros. Abarcadores e intentando parecer suaves.
Magda tiene los labios carnosos y mucho mundo. Posición holgada, pose actual, en extremo conservadora aunque nunca lo parezca, y profundamente estratega del yo.
Nunca lo va a parecer. Teje una substancia seductora cual araña con la seda de la tela. No te engañes con Magda. Su mejor foto es cuando te mira de soslayo y con una tremenda seriedad, la cual trata de convertir en concentrada y educada mirada.
¡No! No es eso. Magda está insatisfecha porque sus años y los de los suyos no pasan en balde. Habla mucho de su marido, pero raramente se le ve. Y cuando se acerca una moza de cualquier edad, Magda sonríe y trata de ser educada y amable. No sé qué esconde. Pero aparece como tan cálida y cordial, que es más conveniente seguirla la corriente y sonreír porque de lo contrario quedas mal.
Le gusta mandar a Magda. Le agrada aparentar fortaleza y poder. Es incansable, sacrificada, comprensiva, más conservadora aún, parece temer a Dios sobre todas las cosas, pero yo creo que a los hombres nos mira con sarcasmo.
¿Falsa?, ¿hipócrita?, ¿víctima de un tiempo infante que la marcó para mal? ... Es mejor irse al presente, y a sus reuniones familiares, y a su independencia y a su deseo casi inconsciente de querer ser siempre la primera, y a la que nunca nada le pueda sorprender.
¿Los demás para Magda?... Quizás dependan de su posición social o de su desenvoltura en la vida. Ella sabrá, porque en el fondo Magda es un enigma poderoso y evidente.
Adora a sus vástagos. Y aunque no te deja meter baza, has de oír las cosas tan maravillosas que de ellos cuenta. Son altos, inteligentes, bien posicionados, toman sus propias decisiones, pero si en última instancia les resbala su inmadurez siempre saldrá ella al quite para darles todo el confort y todo lo que merecen.
Me sigue extrañando que no aparezca su marido y quizás su plena verdad. Es cierto que la vida está dura y peligrosa, y que confiar en nuevas personas y apariciones requiere mucho esfuerzo. Y Magda está en una edad bien activa aunque ya vaya prefiriendo los balnerarios, las sopitas, el relax y el buen vino.
Pero, que nadie se le adelante a Magda. Porque Magda es astuta y se asesora bien. Tiene dinero y capea la modernidad imparable con divino tesón y paciencia. Magda es inteligente y lo va a aprender todo. No parará hasta hacerlo.
Mientras tanto saca su boca carnosa con piel de sonrisa relativizadora aunque te esté anulando o dejando a un lado. Sus perdedores deberán sutilmente admitir su inferioridad y su supeditación hacia ella. Magda es el poder, y ha dirigido centros humanos de enseñanza y de divulgación. Se ha ido a los riesgos y se ha acercado desde su moral cristiana a todas las variabilidades conductuales de niños y jóvenes. Decepcionada.
A Magda le gusta ser la madraza de todos, y hasta la novia en la boda y el niño en el bautizo. Hembra de armas tomar esta Magda. Mas raramente la verás enfadada o mandándolo todo al carajo. A lo mejor resultará que el silencio es su aliado, la niebla su trono, y que el mejor desprecio será el no hacer aprecio y tirar por la calle de en medio.
La vida es estrés, es el hoy, el mañana, la previsión, el estar en el medio de todo, que no te lo cuenten demasiado, cotejar opiniones y no creerse sino la suya. Y esperar relajada a que a su lado pase una fémina atemporal y vital, morena y pluridiversa.
-MAGDA Y SU SONRISA VIVA-
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