Un dinero exuberante y bien invertido, ha permitido al Real Madrid obtener el objetivo que se marcó al principio de la temporada. Y tras algunas temporadas de sequía patria que coincidían con las glorias y la excelencia barcelonista, finalmente este año se ha llevado el gato al agua de la Liga 2016/2017.
No es fácil aglutinar tantas estrellas sin que salten chispas. A un jugadorazo no lo puedes sentar en el banquillo y ya está. Has de atenerte a las consecuencias. Por eso la astucia y mano izquierda del entrenador Zidane, resultó decisiva. Supo aparecer sin dejar la sonrisa y hasta estableciendo una relación peculiar y hasta irónica con el periodismo. Nunca negó del todo nada y toreó como nadie. Fiel a sus ideas y aguantando chaparrones, haciéndose el despistado con gran naturalidad.
Yo siempre he apostado por los entrenadores que han sido jugadores y de gran nivel. Porque ellos han sentido exactamente lo mismo que hacen otros jugadores que han de frustrase inevitablemente por no jugar. Zinedine nunca ha sido tajante cuando las victorias y tampoco cuando los chascos. Ha mantenido un equilibrio emocional y un optimismo de orgullo. Se ha llevado bien con todos y nunca ha hecho ninguna salida de pata de banco. Y esa calma siempre transmite y llega al jugador.
El Real no ha jugado de forma brillante ni vistosa. Se ha limitado a actuar con ambición y honradez. No ha tenido ni tiene un gran director de juego, y ha tenido por ello que sufrir adversidades y contratiempos. Pero su excelente y modesta actitud, además de la gran calidad de todos sus titulares y plantilla en general, le ha proporcionado el éxito.
Cristiano ha aceptado paulatinamente las condiciones naturales que marca el paso del tiempo. Domado hábilmente por el entrenador, el luso se ha ido dando cuenta de que su triunfo vigente particular se haya sito ya mucho más cerca del área que antes, y que las carreras con regates y alardes por toda la "pista" no llevan sino a esfuerzos inanes y fuera de lugar. Ha marcado todos los goles que ha debido, y ya no se queja porque no participe tanto. Sabe que no debe hacerlo.
La polémica suscitada entre los partidarios de Isco y los de Gareth Bale no ha afectado a las excelencias de este club paridor de millones y de estrellonas todas juntas. Aquí todos valen y asumen su rol. Y aquel que no lo asuma, calladito y a buscar la salida. Es la cruda ley del fútbol, pero también la lógica de las aspiraciones individuales y colectivas.
El Barça ha seguido a prudente y amenazadora distancia al Real, a pesar de su calamitosa planificación que le lleva a no tener suplentes de solvencia sino mediocriadades. El Sevilla aguantó media Liga en la aspiración de Sampaoli como candidato al gran éxito, pero luego su globo ambicioso estalló hecho añicos. Y el Atlético de Simeone no fue este año el de otras temporadas y marchó con menos brillo y gas. Los rivales del Real en esta Liga que acabó.
El Madrid basó el éxito en no perder nunca la sensación de la fe. En defensa estuvo regular y encajó demasiados goles, nunca dominó del todo los partidos de casa y se exhibió empero fuera del Bernabéu, el centro del campo anduvo irregular y no emitió jogo bonito, y la delantera intocable estuvo digna y maravillosamente relevada cuando tocó.
No se sabe ahora tras los festejos merecidos de La Cibeles, si habrá colofón en Cardiff frente a la asustadora Juve de Buffon o Dybala. Pero , si gana, nadie deberá sorprenderse. El Madrid nunca se acompleja.
¡ENHORABUENA, CAMPEONES!
1 comentarios:
¡Felicidades Campeones de Europa!.
“Ya somos Campeones, los Reyes de Europa”, coreaba una multitudinaria afición que siempre apoyaba a su equipo durante toda la competición europea y liguera.
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