Centro estratégico. El Sistema. El Poder. Todo viene de muy atrás. Madrid es la capitalidad. La tradición que se pierde en la noche del tiempo histórico. El paso desde la abstracción hasta la concreción del bienestar. El mejor alcalde, el Rey ...
Madrid es el centro. El Centro. La zona vip del privilegio. La Monarquía y su sede. Lo palaciego. El Poder real y el fáctico. Todo el Poder. En donde se asienta el gran negocio del capitalismo español. La Villa y Corte. El lugar en donde viven los actuales hombres del dinero. Los que cortan el bacalao. Madrid es ahora el rey Florentino Pérez, y la burguesía que copa la idea de la individualidad. El olor a Franco ya ganador de guerras fratricidas. Madrid es la radio. Y la televisión central y fundamental. Y el cine y sus estudios. Y el teatro y sus divos.
Laboran y viven en Madrid. Y la Virgen de la Paloma. Y la imperial y sacrosanta Catedral de la Almudena. Y la gran estación de Atocha que ata comunicativamente Madrid. El metro. La M-30 ...
El metro es la gran máquina del movimiento necesario. Aquello es enorme. Diez millones de habitantes. Y Comunidad Autónoma y todo. Y donde están las energéticas, las telefónicas, el Parlamento, los Ministerios, las sedes de las grandes multinacionales, y todo el sector "servicios". ¡Qué mejor sector servicios que el turismo internacional y el nacional! ...
Frente a esta realidad, se mueve la periferia y el Sur. Madrileños natos quedan pocos. Casi todos son hijos de la gran inmigración de los sesenta. Y se apañaron bien con los señoritos y los burgueses. Y en verano, copan Gandía o Benidorm.
Ante este potente sitio imperial que es Madrid, se mueven y vuelven ideas que chocan y contrastan. Los trabajadores sociales asociados, el socialismo, las plataformas de ciudadanos que tratan de sobrevivir a los grandes excesos centralistas y asentados del capitalismo, los migrantes que atienden a los ancianos, la mano de obra que se contagia y copa el metro a primera hora y a última. Los trabajadores de la supervivencia que merodean por los alrededores de los lugares de lujo y de Imperio.
Oficinas e informática. Queda poco de la movida de Tierno Galván. Madrid es el dinero. Pica mucho el dinero. Tamayo y Sáez la liaron en su momento por transfuguismo. Ahora, la enigmática y lenguaraz Díaz Ayuso reina y enseñorea todas las declaraciones mediáticas, y todo lo que dice es share. La madurita es capaz de aglutinar al Madrid clásico y al de los inmigrantes que vinieron del hambre para no fenecer. De nuevo el dinero.
El Madrid de los intocables, seguirá. Eso no puede cambiar mientras exista ese discutido y perverso elemento de la capitalidad. De la mayor importancia. Y entonces la izquierda ha de verse obligada a apretar fuerte si quiere tener opciones a pesar de las obvias decisiones. ¡Elecciones! ...
Mientras se esquía en la Sierra, los manteros tratan de contenerse y han colocado a Serigne como representante y aspirante a la caja mágica del Poder que es la "Asamblea". El Parlamento de Madrid. Sí. La lucha es feroz en cada palabra, en cada esquina, en cada barrio, en cada desigualdad, en cada alma, en cada oso y madroño, en cada seguidor del Real, Atlético, Getafe, Leganés o Rayo Vallecano.
El facha alza su voz intentando reivindicar otro tiempo. Sin mayor amenaza que el susto europeo. Lo que fue Socialismo Obrero aparece como universitario e impecable, educado y con formas. Universidad Pública contra lo burgués. Intelectual frente a adinerado. Y en medio de la pugna, el Sistema menos malo según Churchill y que se llama Democracia.
Hay mucho desnivel económico en Madrid. Hay gente que no puede residir allí porque con el alquiler se le va todo lo que gana. Madrid sigue siendo un club selecto lleno de necesitados alrededor. Un sitio fuerte, injusto y atávico. Una Cope, una SER, una Iglesia, unas tradiciones y una Universidad emblemática y Complutense, y un hospital Zendal, y unas protestas y unas porras con chocolate de desayuno al alba.
¡UN RETO!
0 comentarios:
Publicar un comentario