sábado, 16 de junio de 2018

- TORMENTOSO PORTUGAL-ESPAÑA: 3-3. -




Borrasca de dinero. Malos augurios. Horas antes. Lopetegui y su desmesurada ambición, Florentino rey de las tormentas, Rubiales orgullo y coherencia con su seriedad y rurales modos. Impacto y colisiones. Demasiadas nubes eléctricas y negras prediciendo lo peor. Presión a mil. Nada de paz y todo de shock. Fernando Hierro trata de nadar hacia la orilla de la Selección Nacional y de las ilusiones.
Partido contra Portugal. Equipo esperado. Es demasiado dolor que Cristiano te clave un dardo a los tres minutos. Más tormentas y ahora parece que sobre el césped. La primera parte parece un querer y no poder. Pero la Roja se supera y se autoestimula. El portento del enredo de Diego Costa lo consagra. ¡Toda la tecnología del V.A.R. es discutible siempre! España se sube al paraguas y va aguantando los chaparrones. Hay una terrible gotera aparte del caníbal Cristiano. De Gea no hace más que sumar pifias. Con un portero así no se puede ganar una Copa del Mundo ...
La Roja sigue remontando a pesar de los misiles de CR7. Golazo de Nacho y todos por delante: 3-2. Y lo que es mejor: España se pone a jugar al fútbol como ese centro del campo de orfebrería es capaz de hacerlo. Ahora es el sol entre las tensiones y los malos rollos de las tormentas. La segunda parte es buena, hasta brillante, con fútbol y con una Portugal con las orejas romas de impotencia.
Tiki-taka con Isco, Silva, Iniesta, Busquets, y con todo el equipo que capitanea un formidable Sergio Ramos demostrando los retos positivos y las aspiraciones razonables a todo. La esencia sigue. Entre la tormenta de las incertidumbres aparece el hueco de la gran calma de la raíz. Si se tiene la pelota, los rivales van a sufrir. Como siempre.
Al final, a Portugal solo le queda rezar y la maravillosa bestia del gol que es el maleducado Ronaldo. De Gea hace la estatua haciendo jugar a España con diez y : 3-3. Final agrio.
En la rueda de prensa, Fernando Hierro habla de la positividad. También las tormentas son brillantes y auguran belleza y mil posibilidades de sedación y de toda la esperanza.
Dentro del shock, la Roja muestra inconformismo y orgullo, ganas de demostrar que con un balón en los pies todo puede ser una hermosa y soleada playa de alegría.
Empate de nervios, de naranja y limón, de dimes y diretes, de dudas y de menoridades, de polémicas y de buen fútbol en un partido emocionante y hasta esclarecedor.
Cambio climático siempre inoportuno sobre el Mundial inicial en Rusia. El pasado huele a muerto y a asco. Ahora tocan los otros dos rivales, los cuales son la verdad. Ganando a Irán y a Marruecos, no problem. Todo va bien y está bien.
Habrá cansancio casi más mental que físico a menudo que avancen los partidos, y entonces los fantasmas podrán bailar libres en las noches preocupadas de la ex URSS.
De modo que hay que comer muchas lentejas y preparar el gran sobreesfuerzo y las oraciones del cura enfermero Hierro. Camacho sigue siendo siempre la voz del pueblo. Las lluvias nunca son eternas. El verano es sol y calor. La nube y la tormenta pueden ser un sueño de papel.
¡No miren hacia atrás ni para tomar impulso! El atrás ha sido demasiado horríbilis. Ahí estará la clave. El saber manejarse dentro de la inestabilidad. Es muy difícil, pero también necesario. Hay que hacer de tripas corazón y dejarse la piel en el campo. Los lamentos ya serán solo la palabra.
¡ÁNIMO, MUCHACHOS!

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