Se retira. Otro más de los de las magia de Iniesta, Silva, Xavi, Villa o Casillas. Se va el mejor jugador de Cataluña y el mejor central de España y de los mejores del mundo.
Gerard Piqué. Enorme jugador y excelente e icónico polemista. Carismático, precoz, elegante, talentoso y con retranca. Enorme personalidad dentro y fuera del campo. Todo un cappo más allá de su fantástico talento como jugador. La bestia parda y el ogro dorado de la afición del Real Madrid, e intocable en su FC Barcelona. Todo en su vida era de nivel. Piqué parece despreciar las menoridades y se lanza a las empresas como un tiburón como cuando aprovechaba su gran estatura para rematar a gol subiendo al ataque. Su último rival deportivo, ha sido el también veterano Sergio Ramos, ahora dubitativo y taciturno en el P.S.G. de todos los estrellones del Jeque.
No recuerdo otro central como él. Rememoro a Gallego, a De Felipe, Tendillo, Goiko, Migueli, o al reciente y corajudo Puyol. Otra leyenda este último.
Sí. Gerard Piqué nunca pasó desapercibido. De bien mozalbete, flaco y larguirucho, ya era titular en el Barça y en La Roja. Y en donde hiciese falta. Lo ganó todo, se casó con la chica imposible, llegó, vio, triunfó y nunca paró. Siempre fue vanguardista, pirómano de emociones, gamberrete, y listo como un lince.
Campeón de Campeones. Piqué nunca supo demasiado lo que es perder y no estar en el candelabro. Porte entre altivo, seguro y picarón, Piqué siempre fue ambicioso buscando el futuro. Que si "Cosmos", la Davis, el Ibai, el alto nivel, o las relaciones peligrosas con la Federación y el Poder.
Porque Piqué fue y es el Poder. Y en sus últimos partidos con un Barça todavía en construcción y hecho unos zorros y un mero proyecto, Piqué tuvo que sentarse en el banquillo y no ser titular. ¿Piqué sentado en el banquillo? ... Miró a Xavi Hernández, y el coach de Terrasa le aguantó respetuoso la mirada. Porque cuando hacía Gerard un tú a tú con un joven rival, se le iba por velocidad. ¡Ay, los años! ...
Piqué pensaba que con dos tardes de entrenamientos y con su enorme calidad, sería suficiente para ser el puto amo atrás. Pero se cruzó con el paso del tiempo y con su orgullo de campeón. ¡Intolerable en el banquillo!
¡Carisma! Icono blaugrana. Jugador con sal y excelencia, poniéndole rivalidad a la Liga y a todas las competiciones. En el próximo Barça-Real, se notará que ya no está. Faltará su talante de ganador nato y de gran pollo nacional.
El gran Piqué es el Barça y su raíz. El sucesor catalán de Guardiola, otro extraordinario autodidacta. A Piqué no le veo como entrenador, ni como comentarista. A Piqué le intuyo moviendo proyectos propios y nuevas empresas, siempre con el vértigo insaciable de su tiempo de hoy. Hacia adelante.
Gerard Piqué ha sido un gigante del fútbol. Un bad boy prodigioso. Un enfant terrible, listo y genial. Con un sentido de la colocación y del liderazgo, de los que ya pocos se ven. Y claro frente al periodismo. Sin tabúes.
Piqué hizo las tardes del Camp Nou más emocionantes y atractivas, y las tardes de la Liga en todos los campos y en todas las situaciones.
Poseedor de un físico portentoso, era capaz de aguantar medio lesionado los partidos, y lo que hiciera falta. Y se acortaban sus plazos de recuperación. Cuando era duda, jugaba seguro siempre. Porque era el mejor central hispano que yo nunca vi, y porque yo le echaré mucho de menos cuando le veía hacer fácil lo difícil, incluso cuando se tiraba al ataque, cosa que le agradaba mucho. Por arriba, siempre ha sido infranqueable, y también por abajo. Y su elegancia y calidad siempre le consagran. Su camiseta debe colgar en todo lo alto. Ha sido más que un peso pesado blaugrana. Ha sido el Barça. Y lo seguirá siendo.
Y ha decidido cortar por lo sano. Jugadores de su talla no van nunca a aceptar la suplencia. Porque Piqué nunca tendrá substituto. "Piquenbauer" es y será siempre titular dentro y fuera de los Estadios. Porque Piqué es mucho más que un futbolista excelso. Es dinamita de acción y culo gordo de emprender e innovar.
¡GRACIAS, NANO!
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