viernes, 9 de septiembre de 2022

- CUANDO EL TENIS SE TORNA SHOW. -



Alcaraz alcanza las semifinales del Open USA. Cinco horas luchando contra el otro prodigio, el italiano Sinner. Y el murciano ya no pudo más. Se acabó la ortodoxia y la corrección. Se quitó las zapatillas y las entregó a sus fans enfervorizados. Y cogió más zapatillas y siguió entregado a la euforia del show. No firmó más pelotas porque el tiempo en tenis es limitado.

Open USA. En la Arthur Ashe, llegan a caber veinticinco mil personas, las cuales algunas de ellas hacen lo que quieren. ¿Quién puede estar más de cinco horas sin ir al baño o sin comer algo? Yankeelandia siempre tendrá su impronta. Como el mito de McEnroe, el cual no ha cambiado demasiado desde que se retiró de las pistas ya hace décadas. Y en los medios, o le sigues admirando o le seguirás rechazando. Sin medias tintas.

EEUU no ha dejado pasar a su torneo a "Nole". Las normas, son las normas. Federer ya está en la senectud deportiva. Rafa Nadal empieza a perder su magia sobre el Dios Cronos. Siempre ha habido debate sobre cuando llegaría la sucesión y el relevo generacional.

Para mí, ya está decidido. Son, Alcaraz y Sinner. Ellos son el futuro. Ambos estarán en la expectativa más alta cuando tengan lugar todos los torneos. ¿Quién es ese italiano larguirucho y con aspecto de chaval obediente y decidido apellidado Sinner? ¡Un fenómeno! Una realidad. Un tenista absolutamente sensacional y con una cabeza que se sale.

Sí. El tenis es un deporte extremadamente cruel. Puedes perder por fallos propios, porque no te entre el saque, por nerviosidad psicológica, porque no eres capaz de cerrar los partidos, porque tienes dudas de ti mismo, porque cinco horas no es otra cosa que un marathón para elegidos, o por mil razones más. Sobre todo, de cabeza. ¡Ay, si no tienes la cabeza fría! Cogerás muchos disgustos.

Alcaraz no es Rafa Nadal. Nunca nadie es el otro. Rafa es un viejo zorro guerrero que nunca da una pelota por perdida, y que sabe jugar hace muchos años con una capacidad de sufrimiento especial. ¡Un toro genial que lee el tenis de sus rivales! ...

Carlos Alcaraz es de este tiempo. Un chico de El Palmar de Troya, lugar en donde había una secta en donde un "Papa" embustero fabricaba obispos. La huerta murciana. Alcaraz tiene cara de labrador murciano. Pero es de hoy y de ahora. Es creativamente imparable. Su mundo es este, y su pasión es el adorno y la alegría. Los cuales son a veces su principal enemigo, porque el tenis es muy cabrón. Muy individual y muy desnudo. Y si la sonrisa se te va al limbo, te pueden pasar por encima y después tienes que saludar al rival que te ha dado la tarde. O la noche. O, el día ...

Lo que pasó en cuartos de final entre los nuevos dioses Alcaraz y Sinner, fue un vídeo que hay que guardarlo en una cajita especial. Como lo de Nadal en Australia con Medvedev, o aquella final entre Borg y McEnroe en el Garros, o como los partidos inolvidables entre el manacorí eterno y el maravilloso y elegante suizo Roger Federer. Rey de reyes.

El tenis llega a una nueva dimensión. A un nuevo relevo de altura. Cuando la NASA quiere volver a las andadas, y llegar a la Luna como escala destino Marte, planeta icónico.

Era demasiado raro y preocupante que el tenis se hubiera parado en el pasado y no hallara relevos. Alcaraz y Sinner han nacido en este siglo y ya han llegado. Ahora les toca demostrar su enorme grandeza ganando títulos y más títulos. 

Nunca es ni será fácil el tenis. Si no entrenas, si te endiosas enseguida, si te caes cuando pierdes partidos inesperados, si no te pones la cabeza fría de Rafa, si no tienes verdadero hambre de tenis, no te hagas ilusiones. Pero este partido de cuartos neoyorkino entre estos dos nuevos fenómenos, resuelve todas las ecuaciones. ¡Ya hay relevo!

¡ENHORABUENA AL TENIS!
 

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