Sí. Existe ese olor de aquí. Otro mundo menos sofisticado. Los pueblos son otra cosa. Y el añejo sabor de barrios capitalinos y castizos, que van perdiendo sin saberlo su hermosa y pura identidad.
Un trinquete. Un frontón. Como la pelota vasca, otra característica que aparece como localismo y dice mucho de allí. Aquí existe la pelota valenciana y en sus diferentes modalidades. Y si entras en la psicología y en el modo de ser de la gente que va a las gradas de un frontón o trinquete, se acaba sobrecogiendo el ver lo que vamos perdiendo con el famoso vanguardismo que se divorcia de la esencia del lugar y lo transporta a un mundo extenso y difuso.
A finales de Julio, falleció uno de los cinco mejores jugadores de pelota valenciana de la Historia. De nuestra Historia valenciana. Se llamaba Paco Cabanes, y su apodo era imperial e imbatible: "El Genovés".
"Genovés", fue un genio de la pelota valenciana. ¡Les ganaba a todos! Era tan bueno, que le obligaron a jugar contra varios adversarios a la vez, porque era la única forma de tratar de batirle. Cabanes golpeaba la pelota con fuerza, clase y precisión. Parecía haber nacido para este deporte tan de aquí. Fue un héroe. Comparable al futbolista Puchades el mito "Genovés". Ganó en todas las modalidades de pelota. Y todos le recuerdan con admiración y valencianía. Y le recordamos en valenciano, porque es nuestra lengua madre. Porque fuimos y seremos nuestra lengua. Porque aunque cada vez el idioma valenciano es más inexistente y muere, algo se resiste. Y en muchos pueblos va aguantando, y no se plantean pugnas abiertas absurdas politicistas e ideológicas.
Vuelvo al interior de un trinquete, de un pabellón con gradas, a un frontón, o a la calle abierta de un pueblo. A nuestra normalidad. A devolver la dura pelota, protegidas las manos para evitar lesiones. ¡Oh, el "Genovés"! Valencianía sin forzarla. Valencianía que sale, que está; que sigue.
En los pueblos, siempre es otra cosa. Hasta a los nuevos ricos de aquí se les nota el pasado huertano y popular. Y os aseguro que toda esta atmósfera, existe. "Nel de Murla", "el xiquet de Quart", "Juliet", "el Rovellet", "Álvaro", "Francisco Soro", y por supuesto "El Genovés". ¡La gran élite de la pelota valenciana!
Os aseguro que el tejido natural de la gente de nuestra tierra valenciana, de habla y sangre, comparte casi sin querer ese mismo sentir. La valencianía. Una valencianía natural y sin darnos cuenta. Una impronta. Un sello que pervive a pesar de todos los peses.
La pelota valenciana sigue ahí. Y parece que es cosa de generaciones de gente mayor y en extinción. Y no sé qué pasará, porque no me importa el futuro, pero els "xiquets" y les "xiquetes" siguen ahí.
Y cuando te integras en ese magma de valencianía y labor, de luz y de campo, de lengua valenciana, mediterraneidad y sosiego, entonces sientes cosas nuevas y diferentes. E incluso puedes percibir que la lengua castellana del mago Cervantes es incapaz de definir ese sentimiento localista y a la vez magno.
Me gusta la gente llana de aquí de Valencia y de sus pueblos. Me puede su humanidad, practicidad y nobleza. Y me enamora ese deporte que solo sale aquí. Y me lleno de "pilotaris" y de gente que sabe mucho de este deporte expresivo y de calle. Un deporte aparentemente sencillo, pero suculento de técnica y de matices. En donde nadie se hará millonario, pero lo sabrá desde un principio.
-LA PELOTA ES UN JUEGO-
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