El "Gran Wyoming" es ya todo un personaje que representa al singular comunicador José Luis Monzón. Su programa acaba la temporada y el "Gran Wyoming" anuncia que él volverá en Septiembre a las pantallas. "Wyoming" es un tipo de profundas convicciones y un enorme talento para la sátira humorística. Las claves de su éxito, son varias. Una de ellas es que tiene dinero. Y otra, que posee un carisma especial.
Monzón fue médico y es músico, pero que nadie busque en él a un tipo convencional. Todos sus demás rivales periodísticos, no le llegan siquiera a la altura de su zapato a pesar del paso de los años.
"Ya conocen las noticias. Ahora, ¡les contaremos la verdad!" ... Wyoming es independiente y tiene claro que la fuerza de su personaje radica en su actitud desenfadada e irónica. En la tele, no hay nadie tan libre como él. Nunca o raramente le vas a ver seriote o enfadado. Le gusta y ama a su show como pocos. Junta la rigurosidad de la información, con la crítica más mordaz y significativa. ¿Hay alguien al que el "Wyoming" no haya satirizado? Él es así. Cree en lo que hace. Respeta tanto a la verdad política y ciudadana, que dice basta todas las noches de lunes a jueves.
"Wyoming" se enfrenta al capitalismo y a la corrupción, intentando nunca perder de vista que delante de los espectadores solo debe mediar la veracidad, la reflexión y el humor.
Pase lo que pase, gane quien gane, caiga quien caiga, sin plegarse a nadie, el "Wyoming" se enfrenta a todos no como un llanero solitario, sino como un maravilloso cínico capaz de seguirles el juego y censurar a aquellos que quieren hacer de la Democracia un juguete fugaz.
El gran payaso o monologuista de la tele, se rodea de la rigurosa Sandra Sabatés, o del "niño" Dani Mateo, de Thais Villas, de algunos jóvenes provocadores, de la graciosa Cristina Gallego, o de la valiente Andrea Ropero.
Monzón es listo. Sabe escoger bien. A veces, ha prescindido de personajes que parecían intocables pero que él sabía que no potenciarían su particular noticiero. Como pasó con las bellas Beatriz Montañez o la coreana Usun Yoon.
Tendremos dos meses, en los cuales la tele perderá fuerza y referencia. Y cuando retorne el "Wyoming" en Septiembre, volverá a la suya. Haya ganado el PP o el Psoe las elecciones, Monzón continuará a su bola y sin dejar títere con cabeza.
Es el carisma y la fuerza de la convicción en las ideas de "El Gran Wyoming". Nunca volverá serio a su sitio de maestro. Porque los maestros jamás han de poner cara de excesiva preocupación. El maestro hace su labor que más le agrada y en la que cree. Algunos le disparan invectivas desde muchos sitios, pero el "Wyoming" solo entra al trapo para sonreír sorprendido y para soltar genialidades de las suyas las cuales nos llevan a la carcajada.
El "Wyoming" conoce bien a la sociedad española y a los mecanismos clave que le explican las dinámicas. Ahí reside gran parte de su más que refrendado prestigio. No odies al "Wyoming", porque tus palabras se volverán como un boomerang hacia ti.
Más que respetado, el maestro "Wyoming" es inabordable. Nadie se le atreve. Hace y dice todo aquello que le da la gana, pero nunca hace ruido ni mete broncas. Los que no le tragan, lo pasan mal con él. Porque el "Gran Wyoming" decide no tomarse la vida aparentemente tan en serio. Porque, en definitiva, nunca queremos ponernos tensos. Las personas queremos pasarlo bien en nuestro tiempo de vida. Y todo lo demás, es un error.
¡ENHORABUENA, MAESTRO!
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