sábado, 8 de abril de 2023

- LA POLÉMICA. -



"Yo quiero comprarme un niño, con buena carga genética conocida, y con visos a tapar una profunda tristeza", podría rezar una copla popular ...

Ana G. Obregón. Ana Obregón. La bióloga. La del conde Lecquio. El gran amor del finado lamentablemente Fernando Martín. La que perdió a su hijo. ¿Quién es esa? ... La ex simpática y guapa presentadora de la tele. La ha vuelto a liar vendiendo su surrealismo extraño a la popular revista "Hola". Será abuela de vientre alquilado. ¡Ohhhhhhhh! ...

Estalló la viva polémica. Que esconde una realidad. Antes, solían robar niños pobres para dárselos a los ricos. Con la llegada de otras costumbres, el dinero parece haberle dado una patada en el culo a la bioética. Se estima que en España existen unos mil niños comprados.

La mujer es cosificada. Y los terrenos de la Ciencia logran generar demasiada confusión. Hay hambre en los pobres, deseo en los ricos, y la sensación de que parir por encargo es algo normal. Y que no pasa tanto si se hace. 

Lo de la carga genética y sentimental, más que un científico, quizá lo debiera determinar un jurista. Y además, hay países en los que esto es legal y otros en los que no. ¡Manda modelos! ...

Ética. Valores. Convicciones. Pata de rana. Reflexión. Necesidad. El mundo como mercado. Hay precio para todo. Mucha corrupción. Todo se compra y se vende. En el mercado opaco deben existir precios para hacerse con un riñón o el órgano que sea, a cambio de un pactado y silencioso dinero. A veces la poli pilla a redes de tráfico de dichos órganos.

Se compran personas. Y tendrán su tarifa. "Quiero un niño rubio y guapo por equis dólares". O, "necesito sanar mi vacío personal y para eso nada de loqueros". "Un nuevo nene, hijo, nieto, o lo que sea, pero esa criatura salvará mi angustia ..."

Parece surrealista. Pero los ricos y poderosos son muy prácticos además de surrealistas. Y ahora hay abogados especializados en hacer de funambulistas por las líneas rojas de las leyes y por la mucha presión del Poder. El pobre, tendrá mala conciencia y tal, pero el money nunca viene mal. Salir de pobre es una heroicidad.

Las silenciosas paridoras están ahí. Paren, cobran y desaparecen del interés general.

Paradójicamente, la edad de la carismática Ana obregón, ha hecho saltar una reflexión de fondo. ¿Hacia que tipo de ética va la sociedad?, ¿qué es la ética?, ¿qué es la bioética o la nueva genética?, ¿qué son los transgénicos?, ¿qué es la cosa de tod@s? Se habla de las consecuencias. Y se intenta tapar la realidad, dicen que para evitar daño a los niños. Cosa que no es verdad, porque cuando los roban también está el silencio.

Hablamos de identidad. Un niño tiene derecho a tener padres, o a ser adoptado, pero no debe ser concebido desde la mentira del dinero tapado. Mientras, la abuela/mamá Ana Obregón sonríe muy exultante teniendo en brazos a la criatura. Y la estrategia le ha salido a ella mal, y a los demás bien, porque se ha vuelto a hablar sobre este tipo de gestaciones de encargo.

Lo jodido y chirriante, además, es lo de la carga genética elegida, o lo del mucho dinero. O de que las personas tengamos un precio. Como los que demandan los sicarios cuando se les encarga el asesinato de alguien.

Todo lo sucedido también revela cómo está el mundo, y cómo andan las seseras postpandémicas en salud mental, y la confusión entre deseo y derecho, y la cantidad de vacíos legales y de verdades llenas de mentiras que circulan en el mundo del 2023. ¡No! Todo no se compra o se vende.

-LA LIBERTAD NO VA POR AHÍ-

 

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