Ya veterano, lo mejor de Ancelotti es que nunca ya se despeina ante las preguntas de los periodistas, y su bagaje personal futbolístico. Se las sabe todas. Está en este negocio y conoce bien sus claves.
Arquea en exceso una de sus cejas y trata de no ser demasiado expresivo. Substituyó al mito Zidane, y parecía imposible crear otro personaje de carisma blanco. Pero Carlo ha llegado a lograrlo y conseguir el respeto de los aficionados.
Le recuerdo vagamente acompañando como jugador del AC Milan, con esfuerzo y demarcación técnica. Como buen italiano, Ancelotti era estrategia y muy consciente de sus posibilidades y de sus límites. Y jugar con Baresi o Van Basten, era una garantía de escuela y de saber futbolístico.
Con gran energía, Ancelotti sabe que el fútbol es dinero y decisión. Cosa de aprovechar los momentos y las ocasiones propicias. Ahora, entrena a un equipo con carencias y exuberancias. Pero sabe darle equilibrio y decir aquella palabra que será efectiva para encandilar a los suyos.
El italiano hace de padre del joven Vinicius, pero sabe apretarle dosificando, dado que conoce que el carioca es libertad. Y admira a Benzema porque le sabe el profesional veterano más académico y decisivo.
Ancelotti pastorea al Real Madrid como el que ha tenido la ocasión de vaquetearse con muchos sucederes. Por eso conoce bien la psicología de los futbolistas y sabe adaptarse a ellos. Y en ocasiones resalta a los más endebles o vulnerables, porque sabe que los realmente buenos ya no lo necesitan.
Carlo ha logrado que las ruedas de prensa tengan su sello particular. Y no rehúye al toro, sino que lo transforma en otra cosa. Parece querer alejarse de los titulares amarillos o provocativos, y con ello hace un arte de habilidad.
Los silencios de "Carletto" son substanciosos por expectantes. Pero él sabe que debe mostrar su mando fuera y dentro del césped. Si es entrenador del Real, debe medir lo que dice, ganarse al periodismo y ser astuto para decir lo que no dice y que los otros especulen. Como la antítesis actitudinal del desagradable Luis Enrique.
Este año, el Madrid no ganará la Liga. Pero seguramente la Copa del Rey la obtendrá, y quién sabe si logrará embolsarse otra Champions, la cual es la que le hace reinar en la casa de Pérez. Pero con muchos más constantes detalles. Es, la suma de esos detalles que lleva en su larga vivencia futbolera.
Brasil le ha llamado. Y seguramente, él se ha hecho ilusiones. Pero Carlo es el de pájaro en mano. Si el Madrid le consagra en la actualidad y en el primer plano, y la directiva le satisface el dólar, entonces sabe ser agradecido y quedarse en el Bernabéu.
Brasil siempre es una tentación. Es ese olimpo de ganadores, que pone genios con la fuerza del arte y de la necesidad. Mas "Carletto" se quedará en Madrid más tiempo. Y cuando la Champions se le aje o la Liga se le ponga crítica en años venideros, equipos nunca le faltarán.
Ancelotti es tan listo y corretón como su Real o como la Presidencia. Y él ha de estar a la altura que exige esa máquina poderosa y distinta que prepara y entrena. La realidad es el presente. Y él de tonto no tiene un pelo.
-EXCELENTE ESTRATEGA-
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