miércoles, 25 de enero de 2012

¿TIENES MIEDUCO, VERDAD?



¿Sabes que tenemos que hablar sobre tu situación, Teresa? Sí. No me mires con esos ojillos huidizos y asustados. Tenemos un tema, y hay que resolverlo. Coñe.
¡Y no me digas que por favor, no! Venga. Mira, Teresa, tú te has hecho mayor, y como todos te queremos más que a nosotros mismos y más que a los otros mundos inventados, va  y resulta que queremos ayudarte ciertamente y de corazón.
No llores, mujer. Porque, si lloras, es que estás asustada, y ya sabes que el mieduco es   lo  último que queremos provocar en tu ánimo, Tere. Mira, cariño, ¿tú nos ves cara de malos? No. Mira, cariño, tú te estás haciendo mayor. Es ley de vida, y el que esté libre de hacerse mayor, que tire la primera piedra ...
¡Eh, eh, eh! Tú no estás loca, ¿vale? Tú estás, pues mayor, con poquita energía, a veces se te olvidan los temas, y tienes problemas para hacerte las cosas tú misma, Teresa. Pero, de boba, tú no tienes un pelo, ¿eh? ...
Ah, que me dices que lo que pasa es que nos molestas, y que lo que queremos es apartarte a un lado y quitarnos un muerto de encia, ¿no? ¡Pues, no, Teresa! ¡En absoluto!
¿Te ríes con picardía, Tere? No. No es picardía, sino sentido del humor. Déjate de cuentos, que no te vamos a meter en un asilo raro, ni en un manicomio infame de ésos, llenos de locos convictos y agresivos, que salen en las películas que dan taquillas y morbo.
No, Teresa. Solo queremos que vayas a un moderno y digno Centro de Día, donde vas a estar cuidada por profesionales que han estudiado, por gerontólogos y gente así. Allí vas a tener constante ayuda constante, vas a estar controlada médicamente, y ...
¿No, Tere?, ¿no quieres ir?, ¿no te convence la idea?, ¿crees que te estamos soltado un rollo facilón? Pues eso, ¡no te lo crees ni tú! Y, ¿sabes porqué no te lo crees, Teresa? Porque te queremos. Y,¿tú sabes por qué queremos, Teresa? No hace falta que te digamos por qué  te queremos, amor. Tú sabes que ese cariño es de verdad.
Mira, Tere. Allá a las cinco o las séis de la tarde, ya estaremos todos en casa otra vez. Y ya nos contarás. Conocerás a gente de tu edad, con problemas comunes y tal, y simpatizarás con nuevas amigas y amigos. Y, si alguien es malo o de no fiarse, pues pasas de él y tan contentos, ¿eh, Tere? Ah, ¡y ya no te caerás al suelo tantooo! ... Je,je,je.
¿Mieduco ante lo nuevo, verdad Teresa? Pero, no te preocupes, mujer. Es normal. Ésto, es casi como cuando eres niño y vas por primera vez al colegio, Tere. Es éso. Que te da cosa, y crees que te vamos a dar un patadilla y ale, ahí te quedas. Te sientes un trastito, y te dejas llevar por el pesimismo de anticipación, Teresa.
¡ Ufff! Me ha costado mucho. Veo que ahora nos miras con naturalidad. Estás aceptando tu realidad. Sí, Tere. Estas personas del Centro de Día, te van a atender muchísimo mejor que nosotros. Sí, pillina. Y, lo sabes,je, je, je, je, ¿eh? Pero tienes unas ganas de hacernos rabiar ...
- ¿A QUE SÍ, TERESA? -

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