miércoles, 11 de enero de 2012

- LA REALIDAD -



Veréis. Ayer mi madre volvió a caerse estrepitosamente sobre el suelo. Y el fuerte impacto, le causó una potente rotura de la muñeca de su mano izquierda. El susto fue tremendo. Pero logré recogerla del suelo y ponerla de nuevo en pie. La senté en una silla, y me di cuenta de que el dolor se la comía. Me hice el fuerte, llamé a una ambulancia y la llevé al   Hospital  General Universitario de mi Valencia. Fue atendida, la escayolaron, y pudimos volver de nuevo a casa.
Creo que no he pegado ojo en toda la noche. Me he desvivido por ella, le he comprado   un cabestrillo para que su brazo esté mejor defendido frente al efecto del dolor,   y   me   he  encargado de darle alimento, medicinas y calor. Todo el que mi madre merece.
Durante unas largas horas, he salido del universo del blog y del internet, y me podido sumergir en una realidad más auténtica, dura y necesaria a un tiempo. Mi realidad, real. el mundo de lo inmediato, el nada virtual, el de la carne y de la autenticidad; el que es de verdad y sin discusiones.
Lo digo, porque me acerco de nuevo ahora tímidamente a dicho mundo virtual, y entonces todo me parece más de juego, más distante, menos importante y más lejano. Adopta ahora el ordenador la faceta de juego menor, y son otras las verdaderas responsabilidades las que  ocupan mi tiempo.
Este contraste, es bonito y apasionante. Nada que ver una charla en el chat, con el rigor de un hospital o de un madrugón necesario. Universos distintos, los cuales se ubican en un tempo y en un tacto bien diferenciados.
Tiempo de dolor, frente a tiempo de frivolidad o menoridad. Tiempo de realidad, frente a tiempo de deseos. Tiempo de imaginar, frente a tiempo del juego o de la vanidosa ambición. Lo virtual, y lo real. Menudo cambio.
A pesar del dolor por lo de mi madre, y a pesar de todos los pesares inevitables y por los que la ley de vida hace que transite, las conclusiones son tremendamente válidas y equilibrantes. La buena lectura, te sitúa en medio de una excelente lección y prueba personal. Me alegro de vivir, aunque parecería que los reveses queman o te contrarían hacia el efecto negativo. No es así. Necesariamente, no lo es. Al revés. Todo sirve, todo es válido, si se valora    con  buen catalejo.
Y entonces te incorporas de nuevo al universo virtual, reafirmándote en la idea de lo que merece la pena, de lo que es la prioridad, y de lo que es menos prioritario. Y sales airoso del asunto, y te sientes maduro y crecido. Te das cuenta de que vas bien.
El mundo de los mayores y de su fragilidad, con caídas y dolores, me hace poder   ver    un horizonte sincero. Y entonces el blog no es lo más importante, sino el dar calor y presencia a mi viejita. Y además, percibo, que todo ésto, me sigue haciendo crecer, me es mucho más válido que una interacción wifi, o que todo lo on line que se pueda uno imaginar.
Y por éso, ahora, la cadencia de mis letras es más pausada cual sabiduría de los mayores, y me importa sobre todo el viento, el aire, uno mismo, tú, aquel, aquella, todos, pero mucho más fuera de esta caja de cristal moderna y cibernética.
-UN BESO MÁGICO, MI VIEJITA-

1 comentarios:

Te leo maguito..no.. en este caso José Vicente Ortí el ser humano.

Cuando para mucha gente las personas mayores son un estorbo.. algo que les quita libertad para su ocio...
Cuando se olvidan de su niñez...de los besos.. de las caricias.. de los consuelos de una madre en todo y cada momenot.

Entonces apareces tu..te leo y me reconforto con el ser humano.

Dice un refrán que no hay cien hijos para una madre y si una madre para cien hijos.. no es este el caso..

Un hijo.. tu...rodeas de calor.. cariño y consuelo a una viejita que es tu vida... y lo haces enseñándonos a todos con tu artículo que es la vida real la que prevalece...la que esta ahí..el resto es un añadido que a veces nos alívia.. nos distrae ..nos aleja de los problemas cotidianos...incluso nos puede consolar...pero la caricía de unas manos.. un beso..unos cuidados y una sonrisa frente a frente es el mayor regalo y demostración de cariño que podemos ofrecer .. no solo a nuestros mayores.. sino a todo el que nos rodea y sin pedir nada a cambio.

Besos y abrazos José Vicente... me ha encantado y emocionado tu artículo.

Mi beso para la mami...que se reponga pronto..y para ti todo mi apoyo....

Metuki

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