Gitano de guitarra y patilla larga, melena eterna, ritmo en la sangre, genio de orgullo, nómada que luce en la cara su santo y seña. Gitano de arte y pulsera. Romaní. ¡Camarón!
Gitano sobre la platea. ¡Danza, gitano! Un zorongo, o lo que sea. Siempre ritmo, ritmo propio en la vena, golpe de tacón, genio de estrella, ojo penetrante en la luna llena, alma de eterno enamorado y libre como las rosas en la primavera.
Arabesco sobre tus piernas, calé. Tiempo gitano y olé. Zapato en lustre y tradición que taconea. Tacón taconeando, sonido de impacto y de alegría, canción de percusión corporal, chasquido de dedos en clave de sol, palmas y más palmas sobre la rosa de un cabello de mujer.
Zíngaro eterno, gypsy misterioso, calé de España, andaluz de ninguna patria y de todas a la vez, sorpresa rumana, clan en brillo sobre la lumbre del frío que atrae al invierno.
Niños morenos y precoces, revoloteando sobre el suelo. Niños de mirada de supervivencia y de crecer vital y desesperado a un tiempo. Mamá que te guarda, mi niño gitano. Churumbel. Mamita que te quiere junto a su teta de leche confiada, amor de clan y de identidad, reto de integración, mismidad apaleada por unos y por otros. Iteración desafiante y eterna.
Canto gitano, sentimiento de quejido en el corazón que sale solo, sorpresa de payo que no espera tanta libertad, y murmura en desprecio envidioso tu forma de ser y besar.
Gitano de ley severa, navaja en mano, leyenda negra, barrio bajo, sed de grandeza, hambre de alegría, sol de presencia, luna de amor encendida, pasión de hembras modernas y eternas a un tiempo. Sed de parné, gachí de ensueño, flor de patio cordobés, encanto de Jerez de la Frontera. ¡A sus pies, Doña Lola!
Maravedíes, cantes, bailes, espontaneidad, música y busca permanente de la felicidad. Bruja extraña, que mira sobre la vela tu destino deseado y escrito en tu gen. Adivino de pesares y alegrías, sorpresa necesaria para vivir, chatarra y magia, supervivencia, y pantalón ceñido marcando cintura breve y saltarina. Heterodoxia.
Gitano imposible y real a un tiempo, fuego de lumbre de luciérnaga enamorada de un fatalismo real de etnia vulnerada. Gachó sedentario de placer y de vino, boda interminable y bulliciosa de amor, que descubre el virgo del ancestro como pureza y certeza de un atavismo que te destaca.
Gitano natural y feliz, taranto de García Lorca, zorongo de falda amarilla al viento sexy, guitarra y más guitarra, son y canción, Diego el Cigala, Lola Flores y Manolo Caracol, toda la magia, todo el salero y olé, gente de pirámide alta, faraones de un tiempo de hoy, mercadillo de tí, gentío que mueve el dinero desde el enigma y el sigilo de un gato de chabola.¡Príncipe!
Gitanito eterno, cortés, valiente, centro de leyendas imposibles y hasta temibles, desencuentros mutuos en las culturas, y nuevamente la magia del ritmo, del cante, del carro y de tí.
- OLÉ, AMIG@ -
1 comentarios:
Permite, Metuki que te conteste a tu comentario sobre mi madre y mis pesares, dándote sencillamente, un beso. Es un beso lleno de emoción, el cual me sale espontáneo y sincero.
Sí, Metuki, todo esto es ley de vida. Es muy duro de llevar, y también inevitable. Permite, que dé un homenaje a todas esas familias que sufren en su seno el mismo dolor que sabemos. Qué menos que éso, entrañable amiga, ¿verdad?
Recibe mi corazón en tu palma de la mano. Hasta bien pronto, amiga.
EL MAGO Y POETA!
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