viernes, 31 de mayo de 2013

- MUJERES Y CRUELDAD MACHISTA -




Son nuestras hermanas, nuestras tías, nuestras madres, nuestras hijas, nuestras compañeras, nuestras mujeres, nuestras sobrinas, nuestras nietas y todo nuestro orgullo. Son, las mujeres. Son personas que tiene los mismos sentimientos que nosotros los varones, nuestra misma democracia y nuestra misma libertad en su femenina alma.
Pero el mundo del poder machista, las rechaza y posterga. No nos fiamos de ellas ni de su sexualidad. Despreciamos verlas sin ropas impulsándose desde su protesta a un anhelo legítimo.
Encorsetadas por las leyes, los mercados, las religiones, las costumbres y los atavismos, decidimos no otorgarles apenas credibilidad.
Sí. No las aceptamos ni nos fiamos de ellas. Queremos que el mundo y el poder siga siendo masculino, y nuestra frustración hacia su libertad nos lleva a golpearlas, asesinarlas, agredirlas física y emocionalmente, e incluso a anteponer vidas de fetos a las suyas.
La mujer va a tener que armarse de paciencia. El mundo no las espera. El mundo pasa de ellas. El mundo de los varones las quiere para la belleza, el placer y la estética, pero no las trata en serio. Nunca lo ha hecho.
El cuerpo de la mujer, y la sexualidad como tabúes. El pecado. La perdición y el infierno fatal. El placer de la mujer parece florero, y su libertad provocación. En los países más tecnológicos y avanzados aparentemente en libertades y democracias, sus parejas las golpean hasta la muerte cuando son rechazados, a través de la ventaja de que tienen más kilogramos y más potencia física. En los países en los que la actualidad les pilla lejos, la mujer es   toda   una  subversiva terrorista en toda regla. Ahí, las leyes estatales acaban con toda su vida y libertad. La misma crueldad.
La dura represión hacia las mujeres es un acto primario y tremendamente emocional. Hay una pugna o choque de sexos, en una extraña forma de ver dicho horizonte común de sensatez. Las religiones actúan en la crisis sobre los más pobres, y el orden se encrespa y tensa todavía más. Cuando las cosas escasean, entonces el varón se vuelve aún más rígido y agresivamente intolerante. El varón sigue rechazando a la felicidad y a la realización personal de la mujer. Consciente o inconscientemente, las siguen haciendo daño día tras día, las agreden, encarcelan, extirpan sus zonas de placer, lapidan y maltratan. Las anulan.
Insisto. Son nuestras madres, novias, hermanas, tías, profesoras, compañeras de trabajo, enfermeras, monjas, filósofas, trabajadoras, cuidan a los niños y les dan la teta, nos han parido a todos los varones que en el mundo estamos, y seguirán dando generosamente la vida y la luz. ¡La vida! ...
Pero las noticias de los medios van por otras sendas. Son secuestradas, violadas, explotadas sexualmente, vendidas como ganado a otros hombres, criticadas ferozmente por su modo de vestir, asesinadas, y torturadas hasta la aberración. Esclavizadas.
La actualidad y la verdad nos dicen que no las respetamos, y que incluso nuestros jóvenes las pegan y se hacen machistas cavernícolas desde edades tempranas. Porque seguimos educando en el machismo y en la intolerancia. En el tabú.
Preferimos no darlas espacio ni hablar de ellas, pasar, ignorarlas, considerarlas seres menores, y verlas como floreros intrusivos y con tetas que se meten en el interior del dinero que tenemos en los bancos y en la vida. Las queremos guapas y pobres, que no tengan capacidad de decisión y que estén a nuestro antojo. Las queremos como ovejitas monas y domadas, obedientes, y que no hagan ruído porque ya está bien como están ...
Sigo insistiendo. Nos han dado la vida, alimentos, afecto, amistad, hemos podido gozar con su belleza y femineidad, son inteligentes y absolutamente iguales que nosotros los varones. Tienen derecho a que se detenga nuestro brutal puño masculino.
-SON NUESTRAS MADRES, NUESTRAS HERMANAS, NUESTRAS MUJERES ... -

jueves, 30 de mayo de 2013

- ME CUESTA ACOSTUMBRARME -



Sí. A mi estancia en mi casa. A mi soledad en mí. Todavía transito por el paso del Rubicón de mi bisoña experiencia vital.
Nunca he vivido solo. En esta mi maravillosa casa, siempre había gente. Lo que pasa es que la referencia al atrás, no deja de ser un inmovilismo y un lamento. Sé que solo es una etapa más de mi vida de vicisitud y nada convencional.
Ahora, rige otro estilo de vida. Ahora, es otra sociedad y otra manera bien   distinta   de entender el hogar y lo vecinal. Por éso me es todo extraño y hasta sorprendemente. Yo, siempre he vivido aquí en mi casa, y antes todo esto no se suscitaba. Parezco un extraño en mi raíz.
Por ahora, no dejo de acordarme de mis antiguos vecinos, los cuales tenían una familiaridad que se transmitía de padres a hijos, y que me hacía mucho más llevadero todo ésto.
Aquí enfrente de mi casa estaba el señor Salvador y su mujer Amparo, con sus hijos Amparín, Salvorín y José. Recuerdo que mi madre se asomaba al balcón y se pasaba las horas muertas charlando con la señora Amparo. Había una animación y una cercanía, que sinceramente echo de menos.
En el segundo piso vivía de alquiler el señor Emilio, que era mecánico dentista y del pueblo alicantino de El Campello, donde tenía una casita y pasaba los veranos. Y todas las semanas, al lado de su fiel ayudante Pepe, el señor Emilio hacía bajar a mi madre y confeccionaban juntos una quiniela de fútbol. Por cierto que no le cobraba las apuestas a mi madre ni a mi tía Lola, y que cuando teníamos alguna afección en la boca como la periodontitis o cosas así, nos hacía grandes rebajas económicas. Había afecto. Y además, el señor Emilio era una valenciano muy desprendido y le gustaba mucho que supieran que era magnánimo y con conocimientos. Todo una vanidoso, vamos ...
En el primer piso vivía la viuda señora Paquita, que tenía un ojo raro   a    causa   de    una enfermedad, y hacía las funciones de cobradora de los gastos de la escalera, y se afanaba en que nunca quedase ningún cabo suelto o asuntos sin tratar. Era una mujer buena y que hacía mucho por la finca a su estilo.
Sí. Todo es romanticismo. Todos los personajes anteriores, fallecieron por ley de vida. Ahora, es otra cosa. Ahora casi no sé apenas quiénes son mis vecinos. A los propietarios les deduzco más, fundamentalmente cuando se producen las reuniones para tratar los problemas. Pero todo es cortesía y formalidad. Aquel calor a estancia, presencia y comida casera, se fue para nunca más volver. Nunca ya será jamás aquéllo ...
Mis vecinos de ahora se meten en sus casas, y apenas existe el trato entre sí. Muchos de ellos son gente joven, que se han incorporado a una barriada que nunca fue  la suya. Y sé que pasarán muchos años, y nunca sabré apenas nada relevante de ellas y de ellos.
Mas este estilo, tiene también cosas positivas. El anonimato,-aunque ahora no me gusta-, te trae nueva intimidad y una sensación evidente de que tu casa la puedes disfrutar igualmente aunque de otro modo.
Se abren espacios personales inéditos, y ese repliegue favorece o me favorecerá más adelante la ausencia de los consabidos cotillas. Y también me otorgará personalidad y particularidad. Mis movimientos serán  solo míos, podré elegir mi relación con ellas y ellos con más estrategia, y no me hurgarán con preguntas intrusivas.
Todo ésto sé que lo valoraré en los próximos meses y años. Mas hoy por hoy me estoy haciendo a la casa, y solo se ven sombras extrañas que no me terminan de convencer. Es mi tiempo de ahora.
-PRONTO PASARÉ OTRA PÁGINA-

miércoles, 29 de mayo de 2013

- LA MÚSICA ME ABRE LOS OJOS -



Llevado por mi afición innata por la música, allá que me he ido al ensayo del Grupo Coral del que formo parte. Y estaba cansado, extenuado casi de la tensión que me genera mi labor cotidiana de cuidador de mi madre tesoro, y parecía como si un pelín de desazón y de desánimo me empezaran.
Hasta que, de pronto, la música ... Como una magia interior, toda mi pose inicial de corrección e impostura conveniente y social, todo mi miedo, se hacía a un lado de modo evidente.
Sí. Se me caía una extraña coraza personal, y mis ojos captaban un sendero    natural   y  necesario. Me he empezado a dar cuenta cuando me notaba nervioso por hacer eso que tanto me gusta que es cantar. ¿Estaba nervioso por hacer algo que en el fondo lo estaba precisando? ...
Canté fuerte y con estridencia, pero no era éso. La directora me lo hacía ver y a mí me costaba corregir. Había que romper a cantar. Pero romper a cantar no iba a ser un alarde de fuerza y de competitividad. En absoluto.
La voz tenía que salir de mí sin impostura y limpia. De acuerdo naturalmente     con  el   pentagrama, pero a través de mi voz de tenor. No podía ser estrella de La Scala de Milán, ni forzar una recurrente voz de bajo que no es la mía. Era y se trataba de otra cosa.
Mi respiración no era la mejor, no estaba disfrutando con el canto, y eso se me notaba mucho porque yo soy pura emoción. Necesitaba que pasara algo, y que la magia de la música lograra finalmente conectar con mi interior. Con el interior de mí mismo.
Dado que mi fuerte no es el golpe plano sino el sutil, cuando más hacía por cantar bien para agradar, y para l@s otr@s, menos lo conseguía. Incluso parecía haber un afecto paradójico y en absoluto deseado.
Más, de repente ... Sí. De repente he decidido pensar en mí. Olvidarme suavemente de todo aquello que había a mi alrededor. Me he centrado en el tono musical y en la melodía, he podido ajustarme a la duración de las notas y a la conveniencia de los silencios.
Hermosos silencios interiores. Algo se ha parado de nerviosidad en mí, y entonces es como si mi visión se hubiese ampliado y una real y auténtica alegría procedente    de   mí    mismo   atravesase mi garganta para llamarse canto.
Los ojos y mi expresión. Había superado las barreras de mi incomodidad y de mi cansancio. Estaba pasando algo nuevo, mientras cantaba, lo cual sorprendía entre otros a la directora. Era como un manantial o un capazo contagioso de verdad y de corrección. ahora sí que estaba cantando bien y feliz, y entonces todo se me hacía muy fácil y grato. Nuevo y bello.
Podía cantar y entrar y salir de mí mismo con mi voz tranquila y adecuada. Ahora ya cantaba bien. Y mi cara se abría en una sonrisa de verdad, y ya no miraba el reloj para ver cuánto tiempo quedaba  para que concluyera el ensayo.
Por todo lo contrario, deseaba que aquello no terminase nunca y que siguiese eternamente. Estaba disfrutando como un niño chico, y quienes estaban cerca de mí quedaban presos de mi hechizo y de mi autenticidad. Sonreían con naturalidad conmigo. Los sentía y se sentían más cerca de mí. Más yo, y más éll@s. Todo más real y que valía mucho la pena.
Por eso volveré la próxima semana al próximo ensayo. Porque cantar me hace feliz y me permite ver las cosas de otro modo. Mis ojos se abren con la música, y yo me doy al relax y al goce. Sí. Necesito esa música que me llena, y por la que siento pasión al expresarla a través de mí. Sin euforias y con confianza. Con ganas de probarme ante los pentagramas y de aprender muchísimo más. De seguir aprendiendo entre mí y desde mí.
-DE SEGUIR CANTANDO MI CANCIÓN-

martes, 28 de mayo de 2013

- ESCRIBIR SIN TIEMPO -




Casi in extremis y en lucha contra el reloj. A última hora y a momentos conquistados al descanso y a la responsabilidad de la salud. Escribir contra todos los obstáculos y contra todas las barreras. Sacar del tiempo de la tinta del bolígrafo afectos y amor.
Escribir casi apresuradamente, sin releer, a todo sudor, y hasta en el abarrotado espacio escaso de un metro o de un tren de cercanías. No importa. Solo importa el deseo de sacar de dentro cosas para uno y para todos. Tener ganas de mostrar comunicación, concentración y entusiasmo. Deseos de conectar y contentar.
A toda marcha, casi sin reflexión ni sosiego, como si el enemigo viniese detrás inquisidor y censor. Como si fuese un tiempo sin sentimientos, chato y cruel. Que quizás lo sea. O, sin quizás ...
Poniendo toda la carne en el asador, escribiendo como hacen las pulsaciones sonoras de un corazón desbocado, y con toda la pasión. Como un corolario o un testamento, como las últimas sílabas y frases en vida. Como en los momentos últimos condicionados y hasta castigados por los otros. Como sea ...
Correr con la velocidad de quien está obligado a ganar y a mostrarse, a quitarse toda la ropa de su presión, y hacer algo casi furtivo y a escondidas del mundo. Sin facilidades, sin padrinos, sin alfombras rojas, y sin parabienes. Sin espacio ni lugar, escribiendo donde uno buenamente pueda, pero teniendo erecta la excitación de una raza de escribir irreductible y laboriosa.
Escribir y escribir, malditos. Escribir casi por vicio, por manía, por locura, y por costumbre no se sabe si sana. Hacer, cual magia, que un desnudo papel blanco se llene de contenido y grafía, y ganar el más difícil todavía del gran y maravilloso circo de la Literatura. Escribir mejor, es todavía más que posible. Siempre lo es. Es ese reto inesperado que sale de las venas e impacta. Una especie de grifo de agua apurada, que te llega al rostro y te lleva de guía camino del corazón compartido.
Escribir sin remedio, sin solución de continuidad, como apurado en la sala de observación de un hospital, como si te dijeran que no puede salir el manantial de la escritura, o como si te dejases llevar por la contractura de tu pesimismo creativo.
Da igual. Todo da igual cuando escribes. Demuéstratelo. No importa Cronos, sino todo el convencimiento de tu libertad. Si escribes, ganas. Si eres capaz de expeler el semen gráfico de tu verdad, entonces vas a notar la paz y la plenitud de tu coherencia.
Escritores esclavos que escriben en el suelo y que son golpeados porque son subversivos, escritores maravillosos que desafían las llaves del poder y logran entrar en el tiempo del desorden y de la barrera del tabú. Logro.
No toca, luego escribo. No es el momento, luego me arriesgo. No tengo tiempo, pues entonces lo alargo con la imaginación y acabo sorprendiéndome a mí mismo por la fluidez de las palabras y de los escritos.
Parece que es mejor escribir holgado y hasta pausado, y esperando una increíble brisa del mar. Pero no todo puede ser confort o buen contexto. Y entonces el escritor se crece, se mete dentro del personaje de sí mismo, y afronta los últimos largos kilómetros del marathón eterno de su creatividad.
Escribe sin ritmo, a tirones, alocadamente, siendo feliz en cada exageración y en cada rictus de tu personalidad. Puedes hacerlo aunque te digan que no. Atrévete a asumir que se puede plasmar un sentimiento en medio del desierto y hasta encima de las montañas. Es posible que nadie pueda parar ese impulso que nace y que siempre está. Y si te dicen que se termina el tiempo, nunca hagas caso. Sigue y sigue escribiendo. No reprimas ningún deseo ni dejes que suene el reloj.
-SÉ LIBRE-

lunes, 27 de mayo de 2013

- RÓMULO ANDRÁS -



Jubilado y viudo. Carece de amigos. Dicen que está más loco que una cabra. Pero lo que le dicen los otros, le importa tres pimientos a Rómulo András.
En lo que anda ahora Rómulo concentrado, es en dar espacio suficiente al pasillo de su casa para poder acceder al comedor y a las otras habitaciones interiores. Con el pie le da a todos los trastos que va almacenando, y con el miedo a no tener nada va subiendo paulatinamente cosas a su casa.
Tiene su viejo piso lleno de enseres inservibles, los cuales cumplen un efecto relleno que parece consolar a Rómulo. No ve peligro. En su barriada degradada vive muy poca gente. Así es facil pasar desapercibido. En su Comunidad de vecinos solo viven unos toxicómanos, que renegocian el precio de las habitaciones de alquiler. Él pasa de éllos, y éllos de él ...
El viejo Rómulo András solo tiene una pequeña radio, que solo va cuando entre la basura encuentra unas pilas con la suficiente energía para que se oigan a los locutores y a los músicos en el dial hertziano.
Es un hombre que vive un mundo diferente. Si un día no puede comer porque se ha gastado la pensión en putas, pues entonces no come y hurga en el contenedor. Siempre hay algo.
La familia de Rómulo András parece estar en paradero desconocido, Pasan de él, y esto alegra al viejo. Hace mucho tiempo que le molesta la gente, y mucho más su familia. Si por él fuera, se borraría de dicho libro familiar. Para Rómulo András, sus familiares son una maldita y penosa carga enemiga, incapaz de soportar y evocar sin sentir el mayor asco y desprecio. En el fondo, siente que le han dejado dentro de un naufragio    y    totalmente  abandonado a su suerte que es el morir. Pero nunca lo afirmará. Lo que le gusta a Rómulo es el silencio y no comunicar sus sentimientos auténticos a nadie. Porque no puede, y también porque no quiere ...
¿Ratas en su casa? La higiene ha tiempo que dejó de ser prioritaria para el viejo András. Ni siquiera se ducha. A veces y para disimular, abre el grifo y deja que caiga un rato el agua. Luego se echa desodorante, y cuando llega el verano se va a la playa y se introduce en el mar. Cada vez, menos ...
A Rómulo András solo parece interesarle su heterodoxia o inadecuación a su realidad. Se ha vuelto un redomado pasota. Hace mucho tiempo que no ve la televisión, ni le interesan las noticias de la actualidad. Y hasta ignora al fútbol, el cual siempre fue su distractivo mejor.
Sí. Dando patadas a unas cajas de cartón anda ahora Rómulo. Pero cada vez nota más que la adversidad le domina y condiciona. Solo siente preocupación por pagarle al Ayuntamiento el impuesto de su vivienda para que así no lo echen a la calle. Piensa Rómulo, que la calle es para los más jóvenes y que si pasara a ser un sin techo, no duraría con vida más de dos semanas.
Además, Rómulo no solo está enfermo emocionalmente. También le falla el físico. Los años y la mala vida no pasan en balde. Pero un día sí fue a la farmacia tras visitar de mala gana a su médico, y al ver que le cobraran, montó en cólera, pagó, y se dijo a sí mismo que se acababa su gasto en medicamentos. Que, robaran a otro ...
Rómulo piensa que si tuviese fuerza, habría sitio para acceder al comedor sin problemas. Dos patadas y tres manotazos, y todo ordenado. Pero como eso solo es ya una fantasía, el derrotado pensionista solo hace que evocar inútilmente aquella nostalgia. Pero de ahí no se puede pasar ...
Y lo malo es que no piensa tras tirar a la calle. Lo que hará es trasladar la cama y la mesa a una pequeña habitación que da más a la puerta de entrada. De esta manera, podrá evitarse ese pasillo que se angosta y le fatiga. La cuestión es que aún pueda caber en esa casa destartalada, y que siempre hayan cosas para subirlas y tener la sensación de que su vacío se puede llenar.
-AUNQUE SEA CON TRASTOS-

sábado, 25 de mayo de 2013

¡ CONGRATULATIONS, BAYERN !



En el mágico monasterio futbolístico de Wembley, el clásico e histórico Bayern de Münich de Jupp Heynckes, se ha proclamado Campeón de Europa por quinta vez. ¡Oh, la Champions! ...
Fue un partido muy alemán, y no solo porque los finalistas fuesen de dicho país, sino porque jugaron con esa sobriedad, intensidad y empaque, que tanto le da marca y bandera a su fútbol.
Dignísimo rival el más que animoso Borussia de Dortmund. Partido tremendamente igualado, que solo se resolvió a un suspiro de entrar en la prórroga.
La primera mitad, fue amarilla. El Dortmund sacó toda su brillantez en el pressing, y logró asfixiar al equipo muniqués. Fue un equipo fresco y entusiasta, con un gran Gundogan y Reus, y sin notarse la ausencia del lesionado Götze. Sobrio y elegante Hummels, y a pesar del mayor dominio de la pelota del Bayern, quien ofrecía más solidez y alegría era el Borussia. El descanso llegó con tablas y sin goles.
El segundo tiempo fue otra cosa. El Bayern comenzó a sacar su enorme calidad, empezando desde un colosal y soberbio Javi Martínez. Comenzaron los golpes de los boxeadores sin miramientos. Ahora atacaban los dos equipos. Los porteros de ambas escuadras no daban abasto para salvar in extremis disparos y remates con olor a gol. Paradones por doquier.
Se adelantó el Bayern gracias a un gol del rápido croata Mandzukic. Pero más tarde, tras un penalty infantil del brasileño Dante, Gundogan hizo tablas a uno. Parecía abrirse de nuevo el partido. Pero el Borussia menguaba, y el Bayern sacaba su majestuosidad y su enorme paciencia y calidad.
El "lagarto" Müller comenzaba a hacer de las suyas, Schweinsteiger renacía de su más que gris primera parte, y el dominio compacto del choque hacía pensar en que los muniqueses se llevarían el gato al agua. Y aunque al final fue así, tuvo que acompañar el sufrimiento y la fortuna.
Robben. ¡Oh, Robben! ... Cuando los partidos se ponen planos y previsibles, entonces se precisa la sal y el genio. Pero el calvo y rapidísimo extremo zurdo holandés, estaba desesperando a más de uno. Porque había fallado él solito nada menos que tres goles, al trabucarse de nervios y torpeza.
Pero el fútbol sabe que necesita jugadores así. Que la sal y la salsa ayudan a dar sabor y éxito a los platos previsibles. Robben es individualista y una bala, chupón y alocado,   pero   es   tremendamente audaz y siempre peligroso.
Por éso, y cuando faltaban escasísimos minutos para que terminase el partido y comenzara la prórroga, el fútbol azaroso premió al veloz calvo. Y Robben mandó a la red y a la lona al Dortmund. Marcó el 2-1, y se emocionó. Todos queremos a un tipo que se atreve a saltarse las normas. A un tío libre y heterodoxo, que siempre tiende a anunciarte sorpresas aunque sea a sobresaltos e incertidumbres.
Fue una final entretenida y digna. A pocos aburrió. La fiesta alemana de Wembley acabó con el justo triunfo del Bayern, que acabó sacando a relucir todos sus valores de serenidad y de consistencia tradicionales. Aguantó el temporal como los buenos,      y       luego    acabó imponiéndose a un más que digno y alegre Borussia Dortmund.
Sí. Wembley está contento. El fútbol de sabor y sorpresas es el que más nos gusta y emociona. El fútbol de grandes y de contrastados ganadores.
-COMO EL BAYERN-

- ADIÓS AL GRAN MITO FUTBOLÍSTICO VALENCIANO, ANTONIO PUCHADES -



Por mi edad, yo no tuve la oportunidad de ver en acción al gran jugador del Valencia Club de Fútbol y de la Selección Española, Antonio Puchades, el cual nos acaba de dejar.
Por lo tanto, os voy a contar lo que yo noté en las caras de mis padres y mayores, cada vez que aparecía en las charlas sobre fútbol el siempre mito valenciano Puchades.
Para todos ellos, Puchades era lo más grande que jamás habían visto en Valencia, y además, de la tierra madre. Nació en el valenciano pueblo de Sueca, entre labradores y arrozales, y me cuentan todos que fue un Tarzán del centro del campo. Algo así como sería hoy Sergi Busquets en el FC Barcelona. Un portento de facultades físicas. Algo fantástico.
Pero lo que yo más aprecio desde la atmósfera comentada de Puchades, es la idea y el orgullo de que un jugador plenamente valenciano, completaba el gran deseo de la afición de mi Valencia CF. Sí. La apuesta por el jugador de la cantera, del nacido entre nosotros los valencianos, el nuestro, el ejemplar modo de entender el talento local, los de aquí con la blanca camiseta del Valencia puesta, o el paso previo por el ya casi extinguido a pesar de necesario filial equipo, que es el Club Deportivo Mestalla.
Me cuentan todos que Puchades era un muchachote de los arrozales, que tenía un dominio del centro del campo colosal, y que dicho centro del campo también es un lugar de cracks, y que hoy en día se hubiese hinchado a ganar millones de euros.
Dicen que no era especialmente un jugador técnico, pero su elegancia y potencia de atleta magno lo compensaba todo. A mis mayores les caís la baba hablando del para ellos mejor jugador valenciano de todos los tiempos, y que maravilló y sorprendió en el Mundial de Brasil-50, en el que España terminó en cuarto lugar.
El rubio Puchades nunca se lo creyó ni fue vanidoso. Siempre tuvo claro que su tierra era lo primero, y que su cuna y raíz estaban aquí, y que su vida era ésto, los arrozales y los naranjos, y sus amigos de la cercanía y de toda la vida. De siempre.
En una Valencia donde se hablaba en valenciano, Puchades era el gran dios del fútbol de aquí, el indiscutible y el superclase. Nunca oí a nadie ponerle pegas al talento y al poderío de "Tonico" Puchades. ¡Cómo le admiraban al maestro! Al que ahora llaman, ídolo o "icono" del valencianismo.
Yo vi jugar a José Claramunt y a Fernando Gómez Colomer, que son de aquí. Claramunt era mi ídolo. Era bajito, y tenía una clase y una técnica excepcional. Igualmente, Fernando era muy bueno y muy precoz y muy pronto se vio que iba a ser grande, pero para mí mi ídolo fue el puzolense Claramunt. ¡Ah, los cromos imposibles del gran Claramunt, capitán incluso de la Selección! ... Mis tiempos de niñez e ilusión.
Sí. Ha muerto Puchades. El señor Antonio Puchades. Un mito aquí. El más grande, me dicen todos. Y, pienso, que debe ser tremendamente difícil y maravilloso que te digan que has sido el mejor jugador valenciano de todos los tiempos. Debe de ser, la leche ...
En tiempos de transacciones, de dineros, y de grandes fichajes, la muerte del mítico Puchades te hace reflexionar acerca de la cantera, del Valencia, de su descuido, y la tremenda ansiedad y falta de paciencia para que los chicos valencianos crezcan     como  jugadores y puedan tener titularidad en el equipo de su tierra. Yo, desde aquí, a través del maestro Puchades, mando un abrazo a todas las generaciones de valencianistas que pudieron verle en acción.
- ¡VIXCA ANTONI PUCHADES! -


viernes, 24 de mayo de 2013

- JOSE MARÍA AZNAR REMUEVE ALGUNAS NOSTALGIAS -



El ex presidente Aznar es uno de los personajes de la historia de este país con más carisma. Quizás, comparable a la inigualable efigie de Felipe González, y posiblemente más que el propio y denostado Zapatero.
Sin duda, es el tipo más potente que tiene el Partido Popular. Se le ve como siempre, seguro de sí mismo, con una tremenda e insaciable ambición personal, y como si las crisis entre las que se incluyen dentro de su partido no fuesen con él.
Porque Aznar parece vivir como en una atmósfera personal y extraña, y manifiesta esa seguridad que tienen los tipos que saben que nadie les va a toser y a decir que no.
Ambición, cesarismo, odiador de izquierdas socialistas, y partidario de su mundo tranquilo y poderoso. Desde su fundación la FAES, suele manejar desde atrás las situaciones de su Partido, del mismo modo férreo con que lo hacía Fraga. Sencillamente, hace lo que le da su real gana.
No es así Mariano Rajoy. Rajoy parece más discreto, y Esperanza Aguirre más abierta a la lucha clara desde los medios. Mas Aznar es un Richelieu enigmático, contumaz, testarudo, y sus ideas la antítesis de la aspiración social. Aznar quiere una España de Bruselas y de los Estados Unidos, y juguetea con una pícara y blindada sonrisa a hablar y opinar. Es un gran César en la sombra, el gran líder que fue siempre, y al que más que muchos temen por su tremenda audacia y descaro.
La España del universo aznariano es la del orden y la de la Iglesia. La de las clases y niveles, quien disfruta es porque puede, y mire, oiga, el mundo es así, va así, y al que no le guste que se rasque un pie.
Nos metió en la injusta e ilegal guerra de Irak, por su tremendo deseo de estar en la élite del mundo. Quiso y pudo estar con Bush, Blair, o Barroso, además    de    componer dicho vergonzoso trío de las Azores. Dice que todo es por el bien de la libertad.
Aznar va a la suya, y siempre tiene voceros que le defenderán hasta lo inquebrantable. Lo que pasa es que esa España de Aznar ya pasó afortunadamente, aunque pueda pensarse lo contrario.
España ya es otra cosa, donde las niñas ya no quieren ser princesas, y donde los jóvenes quieren tener su discurso y su criterio igualmente. España ya es oxígeno y se ha desmarcado de un tiempo negro e irrespirable.
Cuando veo a Aznar en la tele, porfiando desde su olimpo siempre privado y elitistamente rancio y poderoso, me viene a la idea aquellos días de Franco y de no Democracia. Aquella España gris, desnortada y nada seria, de mantilla y hasta de pandereta, de ricazos intocables y de obreros en el grito poco o nada escuchado. Castigado anhelo.
Aznar es ambicioso y machacón, tremendamente de derechas lindando con todo lo otro, y te produce desazón, y a la vez levanta las nostalgias de los demócratas solo formales pero fieles hasta las trancas.
Pero a Aznar solo le importa su mundo y su ego. En el Partido Popular saben que el ex presidente puede traer más problemas, y entonces hacen como que miran hacia otro lado dado que le temen.
Sí. Aznar sigue teniendo todo el poder del mundo en España, y no le gusta demasiado ser suplente o estar alejado de los terrenos de juego. Él, no es así. Necesita ser el gran jefe y protagonista de este país con su yo cronificado y voraz.
Desde su seguridad, solo puede causar inquietud. Sigue aferrado a unos vientos oportunistas que le llevaron a la Moncloa, y marcado desde que ETA casi lo mata. Le gusta seguir hablando con sorprendente acento tejano, y para él no pasan los años ni los kilos. Aznar quiere ser feliz como sea y le parezca, y entonces el influír y no irse nunca puede ser su perfecta vía de escape.
-SIGUE TRABAJANDO EN ELLO-

jueves, 23 de mayo de 2013

- EL ALTA -



Mi  madre ya tiene el alta hospitalaria. Pero, tras once días en el hospital, comienza de nuevo otro tiempo y otra ilusión. El oxígeno. Mi madre va a necesitar de empuje mecánico artificial para poder respirar.
Y al principio todo ha sido una caos. Mascarilla, máquina de ventilación, y     mil    cables desparramados por la habitación camino de los enchufes respectivos. ¿Me aclararé con tanto cable y con tanta artificialidad? ...
Prefiero un balcón con plantas. Pero asumo la realidad. La casa se parecerá a un laboratorio con un buen fin. Auxiliar a los pulmones castigados de mamá.
Al comenzar la jornada, andaba yo más ahogado que mi madre tesoro.    No    estoy    acostumbrado a esas cosas del oxígeno, y me parecía que no llegaría al nivel de las exigencias. Me sentía Jerry Lewis en un zafarrancho en los almacenes con todos los botes y los productos desparramándose por el suelo. Sí. Sientes miedo. El oxígeno es vital y te da yuyu fallar. Pero, poco a poco, he notado que a mi madre no le pasaba nada especial. Al revés. Se encontraba mucho mejor de salud.
Su alta hospitalaria, ha sido también mi capacidad para rehacerme de los temores y crecerme ante las novatadas y las adversidades. Lo que pasa es que este alta no termina de convencerme. Son mis miedos. Antes, te daban el alta y ya estaba todo. Este alta es nuevo y especial. Es un alta de alerta y de paliativo, de continuidad y de labor renovada. Ahora soy casi un enfermero exagerado. Soy un tipo que nunca se ha llevado bien con las máquinas y que siempre he apostado por la fuerza de lo natural y sin edulcorantes o colorantes. ¿Qué voy a hacerle? ...
Hay altas agridulces y extrañas. Pero también son la vida y la realidad. Sí. Hay altas que son contraltos y no sopranos, pero también son un saludo de banderazo para seguir hacia adelante y hasta donde la ley de vida nos marque.
Vida artificial. A mí no me gustaría llegar a viejo de esta guisa. Me gustaría estar por debajo de la media cuando llegue mi óbito, porque la longevidad excesiva y actual te jode la calidad real de vida.
Me gustaría morirme en la Naturaleza abierta, en un lugar amplio y nada claustrofóbico, y nunca ver delante de mí dependencias, máquinas, hilos, conexiones y ayudas científicas excesivas. Sí. Todo lúcido y por mí mismo. Riendo y caminando   por   el     sendero   de mi independencia y de mi libertad.
Mas, aterrizo. Pongo los pies en el suelo y en el alta que se renueva día tras día con médicos o sin ellos. Y entonces me digo que no se planifica el declive, y que nunca sabes, y que no hay que pensar demasiado en el devenir.
Mi alta es levantarme todos los días y en el presente, y con renovadas alegrías y sueños. Ése es el alta. Seguir de pie y ahí. Con la convicción de quien rehace su vida con alegría y nueva vitalidad. Mi alta y el alta de la vida, es éso. Disfrutar de cada momento, de cada segundo, de los placeres que están ahí, del presente de indicativo del verbo vivir, e introducirme por completo en mi reino de la responsabilidad.
El alta no es un papel sino una actitud del espíritu. El alta es el pájaro que te alumbra el oído al alba, e incluso tú, mujer hermosa, que haces que mi cabeza se vuelva casi en tic para admirarte mejor. Como quien ama a la primavera mágica del Mayo de siempre.
-DE MÍ, DE TÍ Y DE TOD@S-

miércoles, 22 de mayo de 2013

- TE DAS CUENTA -



Es lo más bonito que tiene ahora mi vida intensa y osada. La coherencia con mi realidad y el paso a paso. La satisfacción que me procura el crecer. Mi vitalidad, se abre paso entre mil vicisitudes de un pasado que enterraré paulatinamente. Y mi gran satisfacción es que dicha vitalidad mía sigue ahí bien activa y con las mejores orejas para aprender.
Sí. Ahora con lo de mi madre, descanso poco. Ahora mismo estoy extenuado. Mi cuerpo y mi psique me piden dormir y descansar. Pero en cuanto me despierto tras dormir en mi casa bonita, mi mente se concentra y administra los tiempos planificando los quehaceres ineludibles y siempre gratos. Siempre.
Lo mejor de la dureza es aprender de mi derredor. Me dan igual los retos difíciles y complicados, y lo que me interesa es tener el progresivo dominio de las situaciones y de los problemas que se suscitan. Y mientras ando y aprendo, me doy cuenta de la cantidad de cosas mágicas que aún me quedan lejos pero que bien pronto abordaré.
Esta mañana andaba ya bien temprano tomando el metro camino del hospital en donde está mi madre. Mi gesto era de convencimiento, el cual superaba todos los cansancios. Tengo ganas de hacer tantas cosas y de descubrir el mundo que me rodea, que os confieso que las horas del día me vienen cortas y apretujadas. Quiero abarcar mucho, porque siento la tremenda curiosidad de quien antes no pudo vivir con la suficiente amplitud. ¡Adiós, atrás! ...
He bajado del metro, he saludado a una bella empleada del hospital, he relevado a mi hermano, he convocado al cuidador que me ayuda, he planificado el día, he administrado los tiempos y la economía, y me he centrado primordialmente en darle compañía y presencia a mi santa madre. Cuidados y amor.
He conocido mejor a mis vecinos de la habitación compartida hospitalaria, he adquirido medicinas, he ido al banco, y he matado el tiempo con los crucigramas y autodefinidos, y he tratado de ser el mejor acompañante y familiar de mi bonita paciente progenitora.
He bajado a comer al "Bar Montse",-que está al lado del hospital, me ha dado tiempo a ir a un cyber a pasar el escrito de mi blog que también es para tod@s vosotr@s, me han relevado allá a las séis de la tarde, y he desconectado marchándome al lugar en donde ensaya mi grupo coral. Mañana tendremos un nuevo ensayo.
He tomado el autobús, me he preparado la cena, y he cuidado mi casa, he participado del ensayo musical, no sé si podré ir el jueves a la actuación prevista de mi coro pues podría coincidir con su alta hospitalaria, he vuelto del ensayo, he cenado, he visto un poco la televisión, y una media hora de ordenador. Ando realmente pillado de tiempo. Pero es igual ...
Ahora, me voy a la cana. Y mañana cuidaré de nuevo a mi madre, y además me pasarán mil cosas nuevas y hasta inesperadas que llenarán mi vida de reflexión y hasta de otras mil dudas por resolver. ¿Y qué? ...
Lo importante es el no agotarme en esta agotadora peripecia, y poderme dar descanso y coherencia. Hoy no pondré el despertador. Mi cuerpo me pide que no lo haga. Que, todo a su tiempo. Hay un teléfono, una buena coordinación y comunicación, y no soy de piedra.
Soy un ser humano de cincuenta y dos años que se alegra de estar vivo, y que se contagia de la primavera de la vida de Mayo, que es cuando las plantas lanzan el colorido de sus flores y la belleza parece llegar cargada de amenidad y de intensidad concretada. Especial.
Seguir ahí. Me doy cuenta de que todo vale la pena, y de que todo esto me espabila y me hace crecer. Soy como un ciclo que se abrirá para no mirar atrás nunca, y solo me importa el futuro construído por mí.
-LO QUE DEBO HACER-

martes, 21 de mayo de 2013

- UNA NUEVA ESTRATEGIA -


Creo que ya era hora de que yo aprendiera lo que es presentar una actitud más práctica en el hospital en donde mi madre se halla ingresada, recuperándose de su neumonía.
Reconozco que los primeros días yo estaba molesto y hasta que muy enfadado, mas lo que sucedía es que no terminaba de entender lo que estaba sucediendo. El porqué.
Mientras esta mañana me dirigía a dicho centro de salud, reflexionaba en torno a   mis  romanticismos y errores de concepción. Y cuando al llegar al gran mastodonte sanitario he visto al bueno de Alberto,-que es un hombre entrañable de la barriada que nos releva en los cuidados de mi anciano tesoro y que estaba alterado-, me he reafirmado en la nueva idea de la estrategia oportuna y más práctica.
He hablado con Alberto, y me he dado cuenta de que le estaba pasando lo mismo que a mí. Estaba entrando en un juego peligroso. Sufría y se indignaba, al considerar que la enfermera de turno le ponía trabas a su generosidad y no le escuchaba, y que mi madre sentía inquietud e incomodidad, y el bueno de Alberto se reconcomía por adentro. Afortunadamente, he logrado calmarla. Y también me he calmado a mí mismo ...
Sí. Veréis. El hospital marca unas reglas de juego. Te gustarán o te dejarán de gustar, pero son las que hay. A las enfermeras es mejor dejarlas en paz y no atosigarlas. Están cansadas, saturadas, y hasta casi superadas por tantos pacientes, tantos turnos y tan pocos descansos.
No es que vayan a la suya, sino que lo que hacen es currar intentando hacer exactamente lo que se les dice que hagan. Prefieren la no sonrisa y el silencio, y huyen de la cercanía y de la geografía tuya.
Si vas al mostrador, casi nunca hay nadie. Están trabajando en mil sitios más. Y si tu familiar está sufriendo mucho, es más que posible que ellas ya lo sepan. No son sordas, y deciden y marcan las urgencias y las prioridades. Nunca el paciente  o el acompañante.
Hoy he visto a mi madre en mala posición en la cama, y entre Alberto y yo la hemos colocado mejor. Si llamamos a los pocos sanitarios que colocan bien a los pacientes que no se valen por sí mismos, puedes enfadarte de tanto esperar. Es mejor actuar. Ser prácticos.
Hay que dejar trabajar a las enfermeras y parar las emociones. Y si te supera lo que ves y escuchas, entonces es mejor que abandones la habitación y des unos cuantos paseos para relajarte. No seas combativo con ellas, que éso está comprobado que es una mala estrategia. Las doctoras y enfermeras no aceptan tal combate dialéctico o ideológico. Lo que hacen es trabajar y trabajar como laboriosas hormigas.
Si te dicen que salgas de la habitación, a obedecer tocan. Limítate a contestar exactamente lo que te pregunten y no hagas literatura. No pienses mal o acabarás quemado. No permitas que te venza el desánimo ante la frialdad o la distancia, o estás perdido. Contente, aguanta, hazte el despistado, y juega hábilmente con las frases. Puedes herirlas sin pretenderlo si decides decirles todo lo que piensas de las situaciones.
Siempre van a haber distancias. Permite que hablen y que tomen las iniciativas, y déjalas que manden allí. Es su lugar de trabajo y de acción. Y donde manda patrón, no manda marinero. Todo es inevitable ...
Entran, salen, sacan sangre, miden la orina,. comprueban las constantes vitales, y se fijan todo en los resultados de las máquinas. Con ésto, debe bastar y sobrar. Porque el acompañante no es médico y no debe arriesgarse a lanzar opiniones, aunque puedan parecer asertos obvios. Es lo de menos.
La verdadera estrategia es que se sientan libres haciendo su labor,    que    veas    cómo  paulatinamente tu familiar va mejorando, y trata de ternerles la mayor confianza posible en su labor. Y si no te sonríen, te aguantas. Ellas no tienen por qué ser tu familia, o cómplices confidentes de tus sueños. Hay mucha gente en el hospital, y ser enfermera o doctor en sitios así es realmente duro.
-LO SÉ-

lunes, 20 de mayo de 2013

- EL OXÍGENO -



Es una cosa que no se ve, pero que se antoja definitiva y vital. Sí. Quizás lo hayáis intuído. A mi madre le fallan los pulmones y le cuesta mucho respirar. El lunes pasado me dió un sustazo, porque pensé que se iba. Temimos lo peor. Pero como es muy fuerte, la mujer se va recuperando paulatinamente. Pero le falla su oxígeno.
Y cuando la veo ahí postrada con su mascarilla, se me viene a la cabeza y no sé porqué, la idea del olor a pino que yo asocio al respirar y a la vida. Qué bonito es poder respirar cada mañana sin sentir el ahogo ...
El oxígeno te da moral, te da paz, te mete en la seguridad, y te quita la incomodidad y el sobresalto raro. Por eso siento dolor cuando mi madre me dice la letanía dolorida de: "no puedo más"...
Está cansada, con mal rollo porque sus pulmones ceden, y con unas tremendas ganas de dejarse de respiración asistida, mascarillas, y artefactos bastante extraños aunque necesarios.
Lo que pasa es que mi reina cuando se pone nerviosa, abre sus ojillos y me ve a mí delante de ella. Eso la da muchas cosas además de paz y protección. Por ejemplo, el poder mandarme todo lo que quiere desde su nueva situación de poco oxígeno. Y entonces se desahoga conmigo, y puede sacar su carácter eterno y su rebeldía y travesura permanentes.
Mi madre ha tenido pulmones. Muchísimos pulmones. Ha sido siempre incansable y vital. Iba andando a todas partes, y bajaba y subía las escaleras de tres pisos sin ascensor. No le gusta tenerse que estar quieta. Y encima, con el molesto y fastidioso ahogo. ¡Ay, esos añitos, mi tesoro eterno! ...
Pasan factura. Pero yo sigo fiel a mi convicción y a mi dedicación. Mañana le pondrán en casa un sistema de oxígeno para que ventile mejor mientras duerma por las noches. Se lo pasará mejor.
Y yo tengo aún muchas sorpresas bonitas para ella. Porque la volveré a llevar más que pronto al Jardín Botánico, y aunque no pueda andar, yo la llevaré en la silla de ruedas, y la pondré tapadita en la sombra protectora, al lado de los nísperos y de los pinos. De esos pinos que dan energía, oxígeno y paz.
Es decir, que aquí nadie se rinde. Sé que mi madre debe salir a un sitio abierto, y a ver a sus ranitas del mágico lugar, y a preguntarme sus cosas de niña grande, y sobre todo haré que pierda el miedo a su nueva etapa y situación.
Quiero que vuelva a la barriada, que pasee por las calles, y que sea saludada por todos quienes la quieren y mucho. Sé que las entusiastas mujeres de la gimnasia de todos los dias en el botánico y hermoso jardín, desean verla. Deben de estar extrañadas, porque hace algunos días que no la ven. Seguro que piensan cosas extrañas y negativas.
¡Ah, oye! Y también yo quiero volver con ella a ese sitio tan bonito, y hablar con todo el mundo y pasármelo distraído y bien. Salir y desconectar de la tensión del hospital. Ponerle todo el color que pueda a la vida, para que los últimos tiempos de mi mamacita sean los más gratos y confortables posibles.
No es tristeza ni nostalgia mi emoción. Es, que cuesta asumir verla un poco agazapada y extraña. Pero la voy a volver a hacer sonreír. Y yo, con élla. Es mi apuesta y un poco mi magia. Algo me inventaré para que se ría. Imaginación, no ha de faltarme.
E incluso si me dejan, la haré rabiar y todo. Porque sé que esa travesura mía le permite sentirse mi madre y mi niña a un tiempo de nuevo, y quiero que me vea como siempre soy. Y le daré todo mi oxígeno, y mi verdad, y los dientes de mis sonrisas y todas estas cosas. Y también quiero que saque su carácter y me proteste un poco.
-LO MERECE ESTE TESORO DE MUJER-

domingo, 19 de mayo de 2013

- EL HOSPITAL Y YO -



Urgencias, presencias, crispaciones, esperas, enfermas, pesadillas, sobresaltos, doctores, nerviosismos, observaciones, pruebas y constataciones.
Rumbo a planta, mejoría, más pruebas, pasillos iguales, camas para el enferm@, habitaciones compartidas, respiros casi inesperados y poco confort. Familiares que acompañan, amor en los ojos, arrullo, presencia, estancia, permanencia, presencia y todo el amor. Nervios.
Roles y cometidos, analíticas, pruebas sobre la cama con ruedas, pulsos, constantes vitales, mostrador en donde se dispone el personal sanitario, levantadores de camas, limpiadoras de estancias, ofertas de cuidadores de hasta cuatro euros la hora de ausencia familiar, goteras, goteos, pruebas de fiebre y termómetro, muchos deseos de irse del hospital y a la vez la necesidad de permanecer en este lugar con acierto y rigor. Remedios modernos.
Las comidas, los gustos y sabores, las mejoras y los retrocesos, las músicas de esperanza y los "mahlers" de decepción y llanto. Los eternos tranquilizadores de la ley de vida. Nunca se acaba del todo el mundo si las cosas no marchan bien, vivos que pueden hacer mil horizontes de duelo necesario, pero sin vida solo es posible el recuerdo de quien estuvo y se fue. Es.
Nueva habitación para nuevo enfermo, que pase el siguiente, turnos y más turnos, mozas sanitarias que marchan a toda velocidad y a las que es mejor que dejes trabajar, familiares que se apiñan y seleccionan para crear amor, vecinos de habitación y conveniencia,   y    enfermedad que no conoce de elitismos ni de clases sociales. Todos podemos enfermar. Levanten la mano los inmunes ...
Entonces casi de repente miras hacia una de las ventanas y te das cuenta de que estar en un hospital tiene muchos contras. Que afuera no parece plantearse la enfermedad, y que reina la vida y la libertad, y la dinámica y el capitalismo, y al fondo se oye el ladrido de un can y los primeros gateos de un niño. Y unas mozas en manga corta y pandilla hacen su primavera sin imaginar que está el dolor, la urgencia y la enfermedad.
Sí. Dentro de las reglas del juego de un hospital, hay una que se llama obediencia y aceptación, y que tú también eres un paciente bien intencionado que no debe tener in mente jamás la palabra prisa, y que los más vulnerables serán los enfermos. Los acompañantes no lo tenemos todo, pero nos libramos de mucho aunque pasemos las noches tumbados malamente en los incómodos sofás. Apuestas de afecto.
Porque en el hospital nunca yace del todo el sueño reparador, y todo es obligación   y   paciencia, y armarse de convicción y de renuncia, y tratar de ponerse en la piel de muchos, y tomar relevos de descanso, y sobrevivir igualmente y con la mejor astucia al reto de la confianza y de la responsabilidad.
Y cuando crees cansad@ que nada es justo ni está bien, cuando todo es rutina y alejamiento forzoso de tu hogar, cuando pasa la tarde y el tedio nervioso parece amenazar tu agenda cotidiana, entonces te sorprendes porque pasa una magia y entras en relax y en bienestar. ¡Hayla! ...
Esta estrella en medio de tu noche y fastidio, es una bella limpiadora del pueblo de Albalat dels Tarongers, la cual habla mi idioma vernáculo y es dulce como una naranja de Valencia. Y alta y tremendamente femenina, y siempre mujer. Y se mete en la habitación con su mocho y sin hacer ruído, y mientras friega notas su dulzura, su temple y su calor.
Y, te dice, que ella coge el metro y que lo mejor es tomárselo todo con calma, y que la mejor sección del hospital es el departamento de maternidad porque nacen hijos nuevos de madres eufóricas y llenas de confetti y ternura. Y la sirena limpiadora sabe que estás en el hospital y en la saturación, pero también sabes que hay gente eterna.
-Y MÁGICA-

sábado, 18 de mayo de 2013

- OTRA FORMA DE GANAR: EL AT.DE MADRID, ¡CAMPEÓN DE COPA 2013! -



A la épica y siendo peores técnicamente, el Atl de Madrid del "Cholo" Simeone le ganó en la prórroga al equipo del súper mediático José Mourinho. Al Real Madrid.
Otra forma de sufrir, de barajar las cartas, de sentir con la alegría del pobre los grandes logros, con sentido colectivo y con humildad. Que no es poco. Así se pueden también conseguir éxitos. Con brega, pelea extenuante y sudando las camisetas. Honrando al club.
Al otro lado, el gran Goliath histórico, el Real, el equipo blanco de las Copas de Europa y que polariza siempre todos los primes times mediáticos y los sexys del lujo que tantos desean. El equipo del glamour y hasta del Gobierno. La gran máquina colosal que dirige el millonetis Florentino Pérez. El favorito.
Y en ese majestuoso feudo del Santiago Bernabéu, el nefasto Mou dió su final protagonismo de inconsciencia y veneno. El gran destructor del Real, quiso hacer política de tierra quemada. Como ya se va, ha querido desgraciar a todos los grandes y reales mitos del madridismo sano, y ayer acabó haciendo el ridículo nuevamente como solo pueden hacerlo los mediocres.
Mou se borró del partido. Quería dar la nota. Deseaba ser el niño en el bautizo, o la novia en la boda, o el muerto en el entierro. Eso último fue: "el muerto en el entierro" ...
Un tipo el portugués, con intolerancia absoluta a la frustración, burlándose de unos y de otros, expulsado, con un equipo roto y desquiciado, y desaprovechando vilmente todo lo que debería valerle y mucho. Pero donde no hay, es inútil sacar. ¿Borrarse del partido?, ¿irse y esconderse cuando tenía la última posibilidad de dar alegría a sus aficionados? ... Desde luego, la mejor noticia para el Real Madrid, es que este hombre se va de aquí. Habrá que abrir puertas y ventanas, y tirar hasta de desinfectante.
En cambio, el Atl de Madrid. El equipo colchonero, que tiene a dos lujos como son Diego Costa y Falcao. El primero es un tipo malencarado, que tiene cosas genialoides y que te deja castigado por su enorme calidad. De Falcao, -ayer cansado-, ya se ha contado casi todo.
De lo que no se habla porque no tiene el Hollywood de lo mediático, es de la efectividad y de la potencia del esfuerzo colectivo. Se habla poco de las lágrimas del modesto Juanfran que sacó un gol, y que soltaba nobleza en su emoción. Todos. Como los paradones de Courtois o la clase de Gabi, o sin necesidad de entrar en individualizaciones excesivas. Todos para todos. Cediendo la iniciativa, y sin bajar nunca la bandera de la ilusión. Es otro fútbol, audaz y hasta aventurero, que sabe a calle y a barriada, y a una afición singular que nunca falla.
Manera de ganar, de soñar, de reír, de disfrutar, de ver la intensidad deportiva en el banco de su mito Simeone, y de que los recortes sociales a veces no se hacen por debajo. El triunfo del menor, del imprevisible, del casi inesperado, del rojiblanco y del ingenioso presidente Cerezo.
Es la hora de la fuente madrileña de Neptuno, y de levantar la Copa, y de ir con el autobús con las banderas colchoneras por las calles de Madrid, y hasta de bailar un chotís hasta la madrugada. Es la hora del deporte, de dejar los nervios en el poleo, de ducharse, de seguir caminando, y de volver al Vicente Calderón con idéntica ilusión.
El Real Madrid pudo ganar, pero le fallaron mucho más que los postes. Le falló el alma y el mal rollo que había. En cambio, Simeone sabe en dónde termina la raya roja de la vanidad. Sabe ganar, ser frío, no entrar en guerras, y saltar hasta bajo la lluvia con un paraguas de vencedor. ¡Enhorabuena, rojiblancos!
-QUÉ MANERA DE GANAR-

viernes, 17 de mayo de 2013

- EL CUERNO DESTRUCTOR -


Es el cuerno de la ira que arrasa toda la maldad sobre lo que se mueve. Es un apéndice destructor que asola y se defiende desde el ataque indiscriminado.
Vaya cuerno. Parece de metal, y es el de un monstruo que siempre aparece y se deja ver en los momentos más desaforados e inoportunos.
El cuerno de un monstruo que maldice el bien hacer, está compuesto   por       una    dura acumulación de capas de dolor. Por eso es que se revuelve contra todo y contra tod@s.
Ese apéndice de agresividad y de violencia es capaz de penetrar para herir en todo tipo de superficies. Sí. Parece como de kriptonita o de acero poderoso. Y tiene filo y agudeza para causar fuego de estragos. Sabe entrar y cómo entrar. Y su gran dolor reside en meterse en el medio de un agujero que la haga fallar en sus ganas incisivas de sangre. Le duele mostrarse inofensivo.
Si por el cuerno fuera, horadaría progresivamente hasta señalar con el surco de su ira toda su amenaza fatal. Mas lo que le sucede al cuerno, es que puede mutarse en autodestructivo boomerang si llega a tocar el gran lado de la corteza donde ya todo termina.
Si se mete para adentro del circular planeta Tierra,-rompiendo toda la creatividad a su paso-,llegará un momento que hallará el gran ígneo que prende en las profundidades.
Mas si aún así no lograra traspasar la maldita y verdadera barrera de fuego, no lograría avanzar ni un solo metro en el éxito. Quizás por eso es que sobrevive el fatídico cuerno cabrón. Porque si rebasa todas las distancias y todos los volúmenes posibles, el cuerno se mostrará vencido y mil veces ineficaz. Y sabe que podría perderse en medio del espacio exterior.
Los agujeros asustan al gran cuerno maléfico. No puede con tales cavidades y son su tabú y su freno. El gran cuerno del terror necesita carne y sitio, capacidad y terreno para meter dolor, y hacer compactos de sangre con su pico final. Para rasgar y tener éxito, ha de concentrarse bien y no ir a lo loco.
El cuerno es ciego y torpote, y no puede mirar ni pensar. Solo sabe revolverse en busca de no se sabe muy bien qué, pero con trayectoria absolutamente desalentadora. Porque si no logras esquivar la punta del cuerno imán, entonces este te lanza acometidas constantes y cuentan que en la noche pueden oírse fuertes carcajadas de éxito ganador y estremecedores gritos desgarrados de seres sorprendidos por unas heridas que les tambalean y anulan. Mueren ...
Dicho cuerno va siempre como un orgullo desafiante y sobre la frente. Te reta y provoca. Te dice que su fuerza no está en el cerebro, sino en la protuberancia puntiaguda y arrogante de su aleatoria y general amenaza.
Afirman los viejos que cuentan historias terribles, que por mucho que hagas por partir el cuerno y lo astilles, entonces el viento hace que se calme la protuberancia despeinada, y que enraice siempre nuevamente. Que siempre va a estar, y que nunca pienses que dicho bisturí de cornamenta y veneno tiene antídoto total o definitivo.
No. El cuerno malicioso siempre va a estar esperándote para ver qué decisión tomas cada mañana y cada día, que es cuando se afirma que dicho cuerno se agazapa, esconde y tiende a desaparecer. Pero solo es una pose o advertencia.
Porque también durante la luz del día está dicho cuerno en cada gesto hosco, en cada palabra malsonante, y en la más que evidente desconsideración. Cuando entre los hombres hay tensión y desacuerdo, entonces el cuerno se hace poesía y te engatusa para esperarte hacia la noche que es el terreno definitivo de su pérfido deseo.
-TEN CUIDADO-

jueves, 16 de mayo de 2013

- 2 AÑOS MARAVILLOSOS DEL 15-M. -



¿Muertos? ¡Ni soñarlo! El 15-M está igual de vivo como cuando estalló. Porque es algo como el comer y el beber de todos los días. Es. No fue. Es. Está ahí como siempre. Que nadie piense que eso del 15-M ya pasó y solo es historia. ¡En absoluto!
El 15-M es un modo de entender el tiempo en el que se vive, y nace   ante     el    brutal    y globalizado ataque neoliberal. Europa y el mundo son atacados. Y lo más importante, que a la gente se le acaba terminando la paciencia. ¡Oh, por fin, maravillosos indignados! ...
¿Jóvenes sin futuro?, ¿políticos que se van quedando sin credibilidad?, ¿chorizos por doquier?, ¿privatización de hospitales y demás centros de salud?, ¿deshaucios a granel?, ¿gente discapacitada a la que la dejan en la indigencia?, ¿el aumento espectacular de los parados?, ¿qué es ésto? ...
Ya no pueden engañarnos. Ya no podemos engañarnos a nosotr@s mism@s. Es muy difícil. La gente no cree en este sistema, el cual solo crea miseria y exclusión. Y entonces, queda la protesta y la calle. Queda todo por hacerse. Los partidos políticos en España están temblando de ridículo. Esto no es una Democracia con mayúsculas sino una comedura de tarro. Una gran desfachatez. Evidencias cantan.
La oficialidad del Sistema Económico que nos gobierna, pierde todas las simpatías. Caen las caretas y crecen las cotidianas realidades. Otro mundo es ahora posible. Ésto, es un atraco. ¡Sí se puede! Claro que se puede y se debe hacer otra cosa. La indignación no va a dejar que algunos listillos de Bruselas y con muchos cómplices se hagan con el futuro y con los derechos de los ciudadanos, tras golpes de Estado económicos y de tapadillo. El Sistema da la risa y ya no es válido. El 15-M español y mundial, da paso a mil movimientos de pacífica resistencia ciudadana, viva y ejemplar. Maravillosa.
El germen de la nueva verdad y del futuro, ya está aquí. Lo que más se deja ver,  es   el  nerviosismo entre los militantes de los dos grandes partidos políticos españoles. No digamos la movida y el ajetreo que hay en el Pesoe. La idea es bien nuclear: la recuperación y el nuevo acercamiento a la ciudadanía. La honradez como propósito, y la senda    de    la  no  corrupción y de las cuentas bien claras y transparentes. Si hay crisis, ha de notarse para todos y no para que las grandes fortunas se distancien todavía más de lo social.
Es lo más llamativo. La necesidad de la cohesión, de la creación de puestos de trabajo, y de la apuesta por las clases medias para que se pueda vertebrar un mundo más sostenible  y   soportable. Más auténtico y de todos. Más sensato.
La magia inolvidable de aquellos ojos emocionados y de la ilusión, dan sendero al repaso de las posiciones y a una mayor conciencia de las ayudas entre todos. En otras palabras, que ha nacido un gran y policía contrapoder que vigila. El ganador ya no está tan inmune o impune. La política ya no es un rollo, y ahora se toma conciencia de que hay que hacerla cada día, y que es el momento de pelear para decirles que no.
Ya no hay miedo. El 15-M rompió el hielo y sacó la gran verdad contenida e indignada. Tener miedo es morir. Tener miedo, es la derrota. Si no plantamos cara y siempre sin violencia a esa élite de egoístas, nos dejarán secos a la gran mayoría de los ciudadanos y el Estado acabará siendo risa con sarcasmo.
Esta es la gran lección del vigente y eterno 15 de Mayo de 2011 que ahora conmemoramos. Que nadie se rinde aquí, y que vamos a recuperar todos los ágoras. Que, sencillamente y aunque traten de decirnos una y otra vez que no, somos totalmente libres.
- ¡SÍ SE PUEDE! -

miércoles, 15 de mayo de 2013

- LAS COSAS DE ENRIQUE FLEITAS -



Algo tiene bien claro Enrique Fleitas. Que no quiere ver a nadie en el entierro de su madre. Para éllo, piensa no comunicar nada. No desea ver a nadie en el tanatorio. Y, para justificarse a sí mismo la citada idea y deseo, dice que quiere que la ceremonia de su progenitora se celebre en la más estricta intimidad. Solo, y como no tiene más remedio, su único hermano Florencio Fleitas podrá conocer el óbito de la madre de ambos hermanos.
Tapar a su madre para taparse a sí mismo y a su violencia contra el mundo. Tapar su propia realidad, para pasar él por la vida lo más anónimo y desapercibido posible.
Dicha madre, ya mayor y sin discurso, no fue en tiempos demasiado partidaria de tal idea de la estricta intimidad. Ahora, ya no puede decantarse, y Enrique Fleitas tiene una buena parte de la llave del final en el olvido de la mujer.
Y, ¿por qué todo eso si la mujer es buena, aunque un tanto extraña y dominante?, ¿por qué no dar noticias de una mujer estimada en la barriada y conocida de siempre por su sonrisa y hasta belleza eterna y sin arrugas visibles? ...
Porque Enrique Fleitas nunca la ha comprendido, y ahora en el fondo todo será una venganza y un castigo. Enrique hace responsable a su madre de no haberle dejado crecer, de no haberle dejado ser feliz, y hasta de que no haberse casado por su culpa. De que, si ella no hubiese existido, él hubiera podido tener otra vida y otra libertad más auténtica y real. Y aunque nunca se lo va a contar a nadie, Enrique Fleitas odia profundamente a su madre. Más que profundamente. Su idea del silencio, es una idea castradora, huidiza, autodestructora, violenta y letal. Su violencia que no puede escucharse apenas, es una auténtica realidad que le lleva y le domina. Es una violencia basada en la irrealidad y en la autotrampa. Porque Enrique Fleitas necesita hacer su exorcismo para redimirse. Su madre y su recuerdo, le dan náuseas e impotencia. Por eso quiere que Cronos y los recuerdos la   ahoguen    en    la   indiferencia y en el propósito de que nunca existió la persona que le dio el ser.
Afortunadamente, Rufina R. Fleitas, no está sola. Y tiene un valioso aliado. Sí. Exactamente, su otro hijo. El ya citado, Florencio Fleitas. La gran mosca cojonera del desnortado e ido Enrique.
Florencio Fleitas es otro hombre, otra cosa y otra realidad. Autenticidad y coherencia. Quiere honrar la memoria de su anciana y hermosa madre. Y, para éllo, no tiene buenas noticias para un Enrique Fleitas que habrá de tragar, y pasar un muy mal rato el día de la fúnebre ceremonia. Del adiós público y notorio.
Y tiene claro, que su madre nunca pasará desapercibida. Porque desea que Rufina sea valorada y honrada, y así es que comunicará a todos cuantos sabe que la quieren, la fecha y hora de la ceremonia.
Sí. Llorará mientras lo dice, pero avanzará Florencio, y será cerebral y hasta aparentemente frío. Y todas las personas que la tienen amor a su madre, acudirán a la citada ceremonia. Sí. Irán muchos más de los que el taimado Enrique Fleitas hubiese querido. Y en la barriada cuna y raíz de ambos hermanos y de la madre, nada quedará desapercibido ni ignorado. Todo el mundo sabrá que se ha muerto y muchos harán por estar allí.
Enrique Fleitas teme ese día. Porque no quiere a su madre en el oropel ni el presente. Solo desea meterse dentro de su atmósfera extraña, y correrse el mismo velo que piensa para ignorar al ser que le dió a luz.
-Y ESE DÍA ESTARÁ AHÍ FLORENCIO-

martes, 14 de mayo de 2013

- ERNESTO EKÁIZER -



Veterano periodista argentino, que está siempre en las tertulias políticas de fuste. Es culto, y demasiado selecto para no entrar en exceso al trapo de las marrullerías y del juego que pretenda ser provocador de sus rivales. Ernesto Ekáizer, no siente que el periodismo haya de ser una cosa para absolutamente enamorados. Sino para un cierto nivel y capacidad para llegar a dicha necesaria y nutriente substancia política.
Ekáizer es barbudo canoso y de izquierdas, y entiende que   la     política     debe     ser     fundamentalmente argumental y de cariz social. Como la desnuda esencia de la pulcra  y profiláctica democracia.
A eso juega Ekáizer. A la democracia. Y se da cuenta de que el mundo que queda es bien poco demócrata, y que no hay que quedarse parado viendo al mercader con todas las banderas y claves levantadas. Ernesto acierta en que el argumento actual ya no es tanto la democracia y la verdad, como la estrategia y la audacia desaforada de los privilegiados.
Y entonces lo que haz el sagaz y judío bonaerense Ekáizer, es laborar a la busca del argumento economicista contrario al oficial y socorrido. Si hay que combatir la verdad con la cifra, se irá a la cifra. Juega al mismo arma que el rival, y eso le lleva al respeto y hasta a ser temido. Puede que sepa mucho más de lo que parece, y éso es pólvora. Su capacidad de alcanzar fuentes poderosas, pueden mover la asentada silla a más de uno.
Pero su golpe, raramente será plano. Su astucia es su fuerte,     y       su    vehemencia  y  apasionamiento personales una rémora para unos medios que venden el brochazo y el golpe de timbal.
En medio de los debates, Ekáizer aguanta por contenerse. Conoce los tiempos mediáticos actuales. Y en medio de su pasión y de sus agudas y penetrantes ideas, Ernesto guarda silencio. Se esfuerza, lo logra, deja que sus rivales suelten sus opiniones, y entonces   su parlamento posterior se llenará de mayor éxito.
Ekáizer es un veterano  journaliste, que mantiene la pasión educada en ese invento casi mágico que es el periodismo de raza. Podría ser un gurú o un rabino con prestigio de este terrible tiempo actual de sinvergüenzas banqueros y políticos, que han logrado transformar nuestro merecido bienestar en un calvario sin fin. Sabe ser economista culto y un combativo humanista.
Mas no se rinde Ekáizer. No se rinde porque no cree en los que se rinden, y porque en el fondo sabe escuchar demasiado. A pesar de que parezca con su discurso largo y de fondo que pretenda acaparar el foro, Ernesto Ekáizer te escruta con sus ojos y oídos a la busca de un yerro o de una arana caprichosa y poco rigurosa.
No es un periodista a la actual forma de presentarse las cosas,   pero    posee   demasiado magisterio para que su estilo encaje. Se apasiona, pero sabe también que el periodismo también tiene su descanso y su desdramatización. Éso, se nota al final de los intensos debates.
Y entonces el maestro Ekáizer relaja el discurso que no el nivel, y sonríe con dulzura mientras te mira coqueto y hasta divertido. Se lo ha pasado bien. Ha disfrutado con su exquisita vocación de periodista de gen, y entonces se siente más que satisfecho.
Pero nunca parará. Buscará por todo lo contrario libros y citas, investigará sobre tipos que mueven hilos casi secretos en la sombra, y reflexionará acerca de la gran miseria moral y casi general.
El gran periodista, llena y envuelve familiarmente el plató con su verbo nada simple sino complejo, y entonces hay que esforzarse y saber leerle entre líneas. Habla claro, pero también para quien debe hablar.
-ES MI VISIÓN-