sábado, 31 de mayo de 2014

- RADIO -



Los demás. Existen los otros. Y la comunicación. Y entonces alguien alza su voz. Se muestra. Se vuelve pregonero, agarra un micrófono determinado, y hace su libertad y su acústica.
Y puede ser libre. Y gritar y soltar aquello que le parezca mejor y en muchas direcciones. Porque la magia de la radio y de las ondas, catapultan el deseo y la responsabilidad, y entonces pueden pasar mil cosas e interacciones.
Una voz en la ciudad, o en un pueblo, o en una red globalizada y sin apenas barreras ni fronteras. Haces grupo, seduces, convocas, interrumpes los silencios tediosos y cotidianos, y le das al palique y a la neurona. Juegas a hablar. Creas, y puedes seguir e inventar. Te diriges al mundo, y puedes recibir loas o desdenes. Toda ambición será censurada por la crítica.
Y cuando hablas fuerte, todos pueden oírte y entras en la notoriedad. Llamas la atención. Eres más identificable que antes de ponerte delante de un micro. ¡Valiente! ...
¿Qué decir ante la audiencia? Seguramente, ideas claras y talante conciliador como máxima. La radio devora a los excesivos y mantiene en el Cronos a los vocacionales y meritorios. Como la misma vida. Y convierte a seres insospechados en relevantes, y a mitos de barro en exactamente lo que son y serán. Bien poco.
En el silencio de un estudio surge una necesidad. La de saber qué nos pasa a los demás. Qué es lo que nos gusta más y que es lo que menos soportamos. Quien logra atrapar las claves de dicha seducción, podrá caminar ese sendero que se convierte en vasto y en pleno de posibilidades e iniciativas.
Hacer radio debe ser hacer que se agite el agua. Que pasen otras cosas diferentes, que se escuche la voz de los contrarios, que se saquen a la palestra los temas valientes y hasta tabúes. Salpimentado todo por la idea aglutinadora y social. Huír de la mentira y de ser plenamente esperables. Atraer y pulsar la sangre de la calle. Lo que interesa y lo que también debe ser conocido aunque interese menos.
La radio es amenidad y pluridisciplina, la narración masiva de un partido de fútbol, un grito desgarrador en la madrugada que libera dolor, un equipo de chistes, el sonido en CD de la lluvia o los pájaros, las últimas noticias que de la actualidad proceden, el desplazarse a otros lugares que aparentemente no entran en el guión ni en el mapa, modular la voz para que el oído no se altere, o una canción maldita de ACDC. La radio es un filón de caminos, una encrucijada de sueños y un universo.
La voz de otros. O la del lector, o la del oyente, o la del periodista de raza, o la de quien cree realmente en la atemporalidad del medio. En su razón.
La radio somos en realidad todas y todos nosotros. La radio es la manía social de reunirnos cerca del transistor, y la de escuchar las canciones que pueden gustarnos, y la de sentirnos gratos oyendo a los tertulianos, o a una maestra de yoga que susurra energías esotéricas, o vaya usted a saber. Siempre hay que aguardar a que pase algo inesperado.
Porque todos somos inesperados y tenemos un acento personal y distinto, y divergencia en ideas, y complementariedad, y ganas de erotismo, y unos mismos lugares comunes. Y la radio demuestra esa cercanía.
El pregonero actual que destaca su voz desde su púlpito, necesita ser escuchado y tener un punto de vanidad. Porque de lo contrario se cansa pronto y se aburre. La voz fuerte y destacada ha de ser convencida y aventurera.
-PLURALIDAD Y PERSONALIDAD-

jueves, 29 de mayo de 2014

- CRISTIANO RONALDO EN ÉXTASIS DE TRIUNFADOR -



El atleta en su olimpo. En la cumbre y disfrutando de los triunfos y de sí mismo. Cristiano Ronaldo. Ídolo extrovertido y audaz, ambicioso y hambriento de mostrar esa felicidad que tiene adentro. Y tras ganar la Champions, y sus sueños, y todo lo posible, no puede evitar la euforia mágica de su pose feliz. ¡Toma! ...
Hombre en apogeo, ganador, muestra partes de su cuerpo. Se siente bello y muscularmente sólido, y entonces se suelta todas las trabas y se contiene solo lo necesario.
Éxtasis en Cristiano. Se quita la camiseta y haría muchas más audacias corporales si le dejaran. Saca sus músculos marcados y erectamente torneados en los gimnasios, y desde sus grandes facultades físicas se muestra exultante.
La felicidad summa del deportista. Del gladiador. El hedonista coronado encima de su corcel de oro. El varón eterno que asciende hacia la alegría y nos trata de decir que está en la cumbre. Y que ese cielo está lleno de color y de aventuras, de sorpresas y besos, de retos superados y de mil creatividades emotivas que han de venir.
No lo puede evitar. Ronaldo contrae su cuerpo, desnuda sus poderes, y canta y cuenta a su modo la dulce canción del placer. Sí. Se puede llegar arriba y bailar entre las maravillosas y coquetonas ninfas entregadas. Se puede ser galán y torero, y actor de cine, y héroe popular, y sexy man, y exhibicionista casi siempre juguetón y posible.
Son momentos especiales que solo viven las estrellas como él. Son tics de éxito. Convencimientos personales de que ya está todo ahí, de que ya ha llegado, de que alarga el brazo y alcanza el gusto, de que nadie le para ni le frena, de que marca un modelo y un estilo entre los suyos los jóvenes, que provoca envidias y muchos piropos, que se sabe grande y confiado, que chasquea sus dedos y aparecen mil chicas cañón y femeninas haciéndole la ola a su ego y a su fantasía alzada y contumazmente personal.
Aprieta duro. C. Ronaldo y la noche, se mueven. Como un animal liberado y sin miramientos excesivos. Como la atmósfera de un joven triunfador con cuerpo de Ferrari e ilusión de un niño consentido e inapelable. Como un rey o un príncipe. Como el gusto que te da el que ganes, el que te lleves el gato al agua, el que puedas poner poder en tí y transmitirlo, y que tu sonrisa logre volverse irrepetible y hasta polo de imán.
Símbolo de logro y hazaña. Ejemplo de dios terrenal que vive en el período deportivo en el que nunca te cansas; en donde no tienes porqué ponerte triste ni preocuparte prácticamente para nada.
Tiempo de vacaciones y yates, de supercoches, de locuras con novia de bandera, con todo su mundo tenido y para descubrir, para saber que el planeta es muy grande, e inacabable, y que se pueden confeccionar todos los óscars y todas las alfombras rojas para que las estrene y pise un as de un deporte mundial y tradicional. El deporte fútbol de todos que atrae a muchísim@s. Vida.
Ahí, en su estampa y en su foto, en su inmortalidad y en su atalaya de sus irrepetibles momentos, Cristiano se expande, se abre, se sale, se prepara, se mete, se ataca, se estruja y se propone. Y el mundo le mira casi embobado, comprendiendo que está más que feliz.
-DISFRUTANDO-

miércoles, 28 de mayo de 2014

- EL NIÑO -



Os confieso que me agradó la ternura. Porque, escarbando entre mi nostalgia seguramente inane, me recordé a mí mismo cuando era bien pequeño y todo me asombraba y era sorpresa.
Ayer vi subir por mi escalera a un niño de unos siete años o algo así. Hacía casi décadas que yo no veía a un nene subiendo mi escalera. Y se me ocurrió comparar ese mundo y esos movimientos infantes, con el de los jóvenes o mayorotes que poblamos la finca.
El niño subía con naturalidad y sin fingir toda la escalera. Como hacen los niños en su inocencia. Descubriendo cada escalón, cada ocurrencia, cada pregunta y cada curiosidad. La primera que le venía a su joven cabeza.
En cambio, nosotros los mayores ... Nosotros tendemos a sentirnos vulnerables en la espontaneidad y hasta en el trato. Me gusta ser mayor hasta cierto punto. Me aburren los perfectos y los sin dudas. Me molestan los que ya tienen varias respuestas y los que saben huír a través de su sonrisa profidén.
El niño subía por la escalera y era sincero. Los niños suelen ser sinceros porque no entienden demasiado lo del mentir. Y tienen su magia y su disneylandia particular. Algo que sin duda le falta a la escalera, me falta a mí, y nos falta a muchísimas pero que a muchísimas personas. Es un hoy sin apenas niños.
Pensé en mi niño interior que tiene 53 años. Sigue vivo en mí y ahí. Me ayuda a ser ocurrente casi sin darme cuenta, y a poner disidencia, color y matices, en donde otros se lo piensan más y se muestran previsibles y presentables.
Mi niño interior se la juega. Siempre está. Es uno de los motores de mi adultez y de mi característica particular. Mi niño es heterodoxo, valenciano, payaso, ruidoso y distinto. Es ambicioso y extremadamente sensible, cantarín, con valores, le gusta pelarse alguna clase que otra, y ser muy independiente como rebeldía y aspiración de futuro.
El futuro de mi barriada está en los niños. En su apreciación y en su atención. Cuando les voy viendo nacer de entre el amor de las jóvenes parejas que retoman mis fincas casi olvidadas a la especulación, me viene la idea de la raíz y de la pertenencia a mi sitio. De mi cuna.
Pienso que a mi barriada le sobrarían discursos impecables y gente de pasta. En mi sueño infantil. Porque a veces los mayores también soñamos quedamente; niñamente. Y me gustaría que mi lar no fuese tan frío, funcional o ciudad dormitorio.
Me gustaría haber tenido hijos, y haber podido conocer a mis sobrinos, y haber podido pasear con ellos por el parque, y haberlos levantado en vilo con una sola de mis manos para hacerles reír.
Mi respuesta de niño real es ahora una impresión y una foto más que rigurosa. No hubo demasiados niños en mi vida. Pero yo tengo uno en mi interior. Y cada día es un niño que nace, y cada mes es otro encanto más, y cada año un boli y un nuevo plumier, y cada más años unos zapatos que aprietan demasiado y que has de buscar unas tallas más grandes para evitar aprietos y molestias.
De veras que fue bello el cantarín discurso del niño de mi escalera, y recordé a mi tía Maruja o a mi primita María Amparo.
-BESOS PARA TODOS-

lunes, 26 de mayo de 2014

- EL PARTIDO SOCIALISTA ESPAÑOL SIGUE EN CAÍDA LIBRE -



El Psoe me recuerda al Barça. Llevan años con una dejadez descomunal y absurda, y ahora vienen los lloros y las derrotas. El Partido que lideró Felipe González o Zapatero, sigue perdiendo votantes y más votantes. Se le desertan, se decepcionan, se enfadan, y dimiten o votan a otras formaciones que puedan hacerles llegar alguna ilusión y quizás alguna esperanza.
En estas Elecciones Europeas 2014, se ha constatado el hecho de la gran decepción y del gran descrédito. Ha ganado el Partido Popular bien discretamente y perdiendo votantes, y a pesar del vendaval de su política antisocial.
¿Qué le pasa al Psoe? Es la pregunta que está en boca de todos pero que nadie es capaz de abordar estructuralmente. Porque el Poder suelta su bastón de mando y parece decidir casi todas las reglas del juego. La única verdad, es que hoy por hoy el pueblo español no se fía un euro del Psoe. No le ve útil ni capaz. Le parece igual el Psoe. Incluso una rémora condicionada para sus sueños.
Y eso no es el juego político. Aunque parezca que todo va siguiendo igual, la realidad se modifica permanentemente y hasta acorrala. Y además de un gran cagómetro, se tiene la fuerte sensación social de que el Partido ahora de Rubalcaba no tiene la suficiente preparación para acometer los múltiples problemas que plantea la cotidianeidad. No bastan las buenas palabras o las educadas sonrisas. Y la candidata, Elena Valenciano, es un ejemplo palmario. La chica de Rubalcaba no poseía ni la pegada ni el sexy político necesario.
El tremendo batacazo socialista, encabeza todos los planteamientos y da lugar a soluciones y pretensiones que arranquen desde ya y desde la acción inmediata. El Psoe no debe convertirse en un mero número 2 y pupas perdedor. Necesita despertarse el muy enfermito. Ha de hacer más caso a los médicos. Los de la realidad.
La política,-más allá de banqueros y neoliberales, de europeos extraños y de lejanías ciudadanas-, es impacto y sonrisa. Gancho y liderazgo. Y esta idea no se les mete a los chic@s del puño y la rosa en el disco duro. Les pasa algo.
La gente quiere a alguien que te haga mover de la silla. Que dé un golpetazo y te ponga en pie. Eso es la política. Obama engancha porque se muestra fuerte, libre y sonriente. Bailarín, guapo y líder. Pragmático y cuco, seguro y ceremonioso. Porque sabe conectar. Pero radio Psoe tiene mil interferencias y no se oye bien. Y le faltan pilas al transistor.
De ahí el refugio en el exitoso "Podemos" del joven y apuesto Pablo Iglesias, del seguimiento sufridor a la Izquierda Plural, o al colorista seductor partido Unidad y Progreso de Rosa Díez.
Eso es exactamente lo que le pasa al Psoe. Colorido y liderazgo. La gente quiere fiesta y no palabras. Acción y show. Por éso ganaban González y Zapatero. Porque estaban ahí. En el elogio y en el odio, pero estaban presentes en todas las oraciones.
Rubalcaba es un libro aburrido y avejentado que debe irse. El Psoe no solo debe pugnar por rehacer los estragos del Poder Financiero y de la Banca, sino rehacerse a sí mismo. Debe empezar la casa por sus cimientos. Y buscar a toda leche a alguien potente y con glamour. Alguien que te seduzca y que nunca te deje indiferente. Yo sigo pensando que ese alguien es la catalana Carme Chacón. Soy así de rebelde y de indignado.
-SIN SEDUCCiÓN LO VAN A PASAR MAL-

domingo, 25 de mayo de 2014

- EL REAL MADRID GANA SU DÉCIMA COPA DE EUROPA Y RETIENE EL MITO -


El equipo más internacional y emblemático ha vuelto por sus fueros épicos e históricos. La marca Real Madrid sigue en 2014 tomando el planeta con su poder y carisma. Continúa en esa idea de ganador concreto, el cual es capaz de llevarse los trofeos a casa y a mamporrazo limpio si es preciso. Es el mismo peso pesado que fabricó el mítico Santiago Bernabéu, y que ahora timonea el magnate Florentino Pérez. La grandeur.
Es el triunfo del dinero y de la apuesta consensuada. Es el equipo del que siempre has de esperarlo todo y con trazos rectos que pueden llevar a la gran victoria total. ¡A la décima Copa de Europa que ahora se llama Champions League! ...
Sigue pasando en la casa de los blancos todo lo mismo que sucedía cuando la época de Di Stéfano, Puskas, Gento, Mijatovic, Pirri o Zidane. Unas individualidades potentísimas al servicio de un físico fresco y fenomenal. La santa casa blanca sigue en todo lo alto aunque ahora en colores mediáticos y con otros nombres y actualidades.
Pero la gesta y la épica sigue sumando para este multinacional club en el que apenas juegan jugadores de Madrid. Porque en el Real juegan futbolistas que valen mucho dinero en el mercado y en las bolsas. Y otros muchos futbolistas nunca podrán ponerse esa camiseta especial e inapelable. Solo podrán anhelar y ya está.
La "Décima". Diez Copas de Europa en el zurrón. Toda la alegría madridista. Toca chulear y sacar la vanidad de la pasión. Ayer en Lisboa las pasaron canutas y de pelos de punta hasta que un colosal cabezazo del atleta Sergio Ramos ponía toda la alfombra roja de la prórroga y de la esperanza por delante. Y entonces, el equipo de Carlo Ancelotti se lo dejó todo e insistió desde su músculo y oxígeno. Gareth Bale, galés y millonario, hacía el 2-1. Y Marcelo, el 3-1. Y Cristiano, el definitivo 4-1 y de penalty. ¡¡Enhorabuena!!
Fueron mejores. Al Atlético de Madrid pareció volverle la maldición del 1974 con aquel gol de Swarzenbeck y del Bayern cuando a falta de escasos minutos se le rompían todos sus merecidos castillos. Pero los rojiblancos hicieron un gran partido y han sido sin duda la gran sensación europea y hasta mundial de este año. Lo siento por los Campeones de Liga. ¡Enhorabuena también para ellos! ...
Al final de todos los sentimientos, solo se constata el marcador y el resultado. Ya no le pueden quitar la "Décima" al Real Madrid, y ahora vienen todas las soñadas celebraciones y explosiones de alegría desatada. Una nueva catarsis de emoción, que alegra y disipa las preocupaciones cotidianas. La "Décima" es un gran chute y una gran excusa, y entonces crees que los pequeños momentos son grandes y enormes para disfrutar. Vaya usted a saber qué es lo que pasará mañana ...
Hacía doce años que el Real Madrid no lo lograba. Doce años sin Copa de Europa. Ya es historia. Las malas rachas se las llevó el viento de la primavera empujado por las inyecciones de millones de dólares. Este negocio está montado así. Y sigue pero que muy vivo.
¡HALA, MADRID!

viernes, 23 de mayo de 2014

- CARLOS ARRIBAS Y SU PROSA DEPORTIVA -



Especialista y erudito del ciclismo y del atletismo, el periodista de "El País" Carlos Arribas, atrae por su originalidad y pasión barroca y siempre creativa desde la que narra ilustrando las proezas o los sucederes, convirtiéndolos a su manera en focos épicos que descubren unos universos descarnados y psicológicos, poéticos y realistas.
La pluma deportiva de Arribas te hace acudir a la magia de su hechizo y darte cuenta de que escribir el deporte también puede ser una creación que huya de la modernidad de lo inmediato al uso y que horade en el cebo de temas aparentemente menos trascendentes. Es un escribir que hurga y se mueve desde el factor humano para mostrarnos a su manera y a su estilo el atractivo literario que te atrapa y crea expectación.
Carlos Arribas, desmenuza. Se detiene en los deportes del fondo y de la elaboración mediática, y nos quiere decir que tras cada secuencia muscular o gestual en los atletas hay una última explicación que puede pasar inadvertida si no hace que te fijes más a través de sus crónicas.
Introducirse en el universo deportivo de Arribas, es excitante y muscular, cerebral y humilde, ruidoso y a la vez sereno y de pueblo. De carne y de antimito; de contador de enormes logros que narrados por él te hacen ver que la literatura del deporte ha de ser actual, adaptada, fiera y arriesgadamente libre con un plus de necesario barroquismo y hasta de intriga en principio desvelada.
Sí. Arribas nos dice sin decirlo que la literatura deportiva y pasional, sigue pudiendo ser más que vigente. No se debe ser frío ni robot contando un gran esfuerzo deportivo, sino rigurosamente caliente sintiendo empatía hacia el universo del atleta. Amar con audacia y sin miramientos precisos al gladiador, siempre rodeado por colosos que buscan tirarlo a la lona y con un estrépito que parece inevitable.
Por eso me gusta leer a Arribas. Porque sé que no solo voy a leer datos o referencias esperadas, sino porque va a haber en sus escritos una especial realidad.
Para poder entender a Carlos Arribas hay que oler a deporte de campo y a sudor. Haber sufrido y sentido las aspiraciones que llevan a los grandes héroes modernos del deporte. Haber sudado, haberse mojado hasta las trancas por culpa de una fatídica borrasca, o haber podido respirar reoxígeno tras un gran pajarón pongamos que camino del dios Tourmalet.
O notar que Usain Bolt es casi imposible, porque correr como lo hace el mito jamaicano es no creer sin ver cómo es capaz de mover su cuerpo con esa chispa que parece un truco de los dibujos animados. Hacerte ver lo que escribe.
Carlos Arribas nos dice desde el esfuerzo largo del suelo, que el deportista merece el respeto y la admiración, la consideración y la comprensión, la crítica, y el elogio a despertar en consenso hacia quienes le leen. Le leemos.
Os invito a que sigáis sus crónicas. Si así lo hacéis, demostraréis que el deporte no solo os gusta para ganar o para regodearos en la felicidad de lo que vuestros deseos os dictan. Si leéis a Arribas, viviréis un sentido del deporte que mezcla la aventura con la ilusión y los sueños, pero que dichos anhelos tienen unos demonios de límites y hasta de vicisitudes e incertidumbre.
Así le leo, así le cuento, así le destaco. Es una de las referencias deportivas del evento denso y lleno de matices. Un escribir para forofos del esfuerzo y de la vivencia sufrida en la sangre de una pasión real y de atracción.
¡CHAPEAU!

miércoles, 21 de mayo de 2014

- LOS DISCOS -




Era una mañana de verano. De calor. Y yo, un recién llegado a la adolescencia. A una adolescencia extraña y errada, a un camino casi de inercia y de millones de dudas erróneas.
Sin la idea de grupo. Sin socialización. Utilizando mis piernas más que mi libertad para hacer cosas de mí que llenaran mi tiempo. Muy perdido en mí.
De modo que en aquella matinal del Julio valenciano, había decidido sobre la marcha asistir a la liturgia taurina de la plaza de toros, en la cual se sorteaban los astados y se verificaba la aptitud de  las redes para la lidia vespertina en la Feria de San Jaime, que son unas fiestas tradicionales de aquí.
Al salir del recinto  taurino, en donde por cierto recuerdo la infinidad de manos de sobones anónimos, los cuales aprovechaban la multitud para palpar la carne fresca que pillaban.Yo, tuve que tomar muchísimas precauciones, mientras me preguntaba acerca de la antítesis del torerío con la actitud oportunista y obscena del sobar.
Ya en la calle de Xátiva, en el exterior, un joven rubio y larguirucho se me acercó con una atractiva sonrisa y me habló. Lo que buscaba con su cháchara era entretenerme  para medirme.  Y finalmente me propuso que subiera a su casa y que pondría unos discos.
Dicho joven, ya había tratado de seducirme en una anterior ocasión, pero yo le había eludido con una frase de motivo evasivo. Y esta vez me dio vergüenza volver a rechazar la invitación. Seguramente pensaba en cómo sería el mundo de los jóvenes, de los más mayores, o sencillamente del mundo a secas. Mi soledad me llevaba camino de las aventuras más insólitas.
Porque una vez en el piso del joven granuja, nunca sonaba la música de los discos anunciados y propuestos. El joven, que afirmó ser de la serrana villa de Caudete de las Fuentes, me propuso un juego y me dijo que me sentara y me pusiera muy cómodo.
El juego consistía en que él me entregaba unas monedas que yo debería distribuír por todo mi cuerpo. Me dio unas cuantas de dichas monedas y luego se alejó con una excusa estratégica.
Cuando volvió, su sonrisa era de excitaciçon y jugueteo. Quería abusar de mi inocencia, y me preguntaba si las monedas las había escondido en los lugares recónditos que él imaginaba.   Yo, decidí cortar por lo sano. Lo más importante era que nunca sonaba la música de los dioses, y eso era inadmisible para mí. Una encerrona. Le devolví todas las monedas y le dije así:
- "Lo siento mucho. Pero me tengo que ir a la misa de la una. Y de verdad que no llego como no me dé prisa. Lo siento. ¡Gracias, y adiós!"...
Precipitadamente, abrí la puerta más que asustado y salí de aquel lugar. Y afortunadamente el joven  homosexual de Caudete, solo sonrió y no hizo el menor ademán de seguirme.
Desde la calle, lo primero que pensé fue que mis padres no debían de saber nada de lo ocurrido. Ni mis conocidos. No fueran a pensar que yo tuviese una orientación sexual no esperada. Que pudieran pensar que no me iban las chicas.
Eran pensamientos en el fondo de desesperación. Como desesperación había sido aventurarse aquella mañana en solitario hacia el coso taurino, o subir al lar del muchacho granuja de Caudete. En aquel estadio de error y de desamparo, lo mejor era cerrarme y no contar demasiado nada a nadie. Esto pensaba defensivamente.
Mi decisión aparente, estaba tomada. No tenía amigos porque eso de la amistad era un juego no pensado ni entrenado, una imposibilidad disimulada con mis actitudes de decisión. No me sentía nadie ni nada. Ni válido, ni capaz. Sino metido en una nebulosa de individualismo extraño, menor, y sin oxígeno. Interiormente, más que mal.
-Y NUNCA SONABA LA MÚSICA DE LOS DISCOS-

lunes, 19 de mayo de 2014

- LA LEY DE VIDA -



Cuando he llegado a mi casa agotado tras los cuidados de mi madre y he notado la soledad del lar, os confieso que se me ha caído la casa encima. No aguantaba. Necesitaba soltar y desconectar, y nada mejor para ello que acercarme a mi vecino Jardín Botánico hermoso y siempre oportuno.
Disgustado y preocupado, me he introducido en el emblemático lugar natural, y he decidido sentarme en uno de sus bancos. Sí. Hoy mi madre me ha dado una nueva pista que se llama disgusto, y ha meneado hasta oportunamente mi psiquismo casi confiado y cegatón.
Mi madre llevaba unas semanas demasiado nerviosa. Agitada, queriendo salir a la calle menos que nunca, cabreada con el mundo, y sus insultos provenientes de su predemencia se le hacían imparables y totalmente sin barreras. Mi madre afirma una y otra vez, que no quiere vivir. Y yo la digo que mientras yo la cuide, es para que viva y en las mejores condiciones posibles. Se opone y no me escucha.
Sus insultos hacia a mí delante de tod@s, me hicieron enfadar y pensar con mucha decepción. Y su psicomotricidad alterada, la convertía en un ser imparable y durísimo para ser cuidado. Todo le parece inadmisible. Todo está mal, y concibe su vejez como un puto castigo de los dioses traicioneros. Dice que no confía en nadie de ellos ya. En ninguno.
Me he decidido. Quien sabe de estos temas solo es el médico. De modo que le he llamado por teléfono informándole acerca de las últimas incidencias. El galeno he tenido a bien atenderme, y le ha aumentado todavía más la medicación.
Se ha calmado. Aunque su hablar no es el de siempre, y hay que esperar a ver por dónde saldrá. Yo, la miraba y la observaba, y por una parte notaba su relajo, pero por otro lado me sabían mal los efectos secundarios de la Quetiapina o el Deprax.
¿Yo?, ¿debía decidir yo el estado más adecuado de mi madre? No. No es justo. Mi madre siempre tendrá su estilo y su carácter; su personalidad propia y misma. He de tenerle un respeto mayor hacia su senectud y su fragilidad.
La verdad es que la ley de vida es exactamente que te haces viejo y te acabas muriendo haciendo sufrir a los demás. Eso de la ley de vida es una de las verdades realmente más desoladoras que existen. Y yo no tengo derecho a detener el tiempo. Porque la vida, decide. Y la vida hará con mi madre, y conmigo, y con todo quisque aquello que le venga en gana.
Se morirá. Por supuesto que mi madre se morirá. Cuando le toque, cerrará sus más que bellos ojos claros y toda su magia será un recuerdo en mi beso más puro y maravilloso. La quiero a mares.
Y a mí se me partirá el corazón. Y en ese momento deberé estar bien entrenado para el golpe. No estoy haciendo al parecer esos esos entrenos. Tiendo a pensar en ese juego que se llama eternidad y peligrosa linealidad ausente aparentemente de sorpresas.
Craso error. Las cosas de mi madre, empeorarán. Aún está maravillosa para lo que paulatinamente irá sucediendo. Y en el fondo esta reflexión es más que necesaria y abridora de realidades. He de moverme en el funambulismo de la sorpresa y del sobresalto. Nada nunca va a tener una fecha ni unos deseos. Todo lo que empezó irá declinando con la misma fuerza que el día deja paso a la noche y ésta a un nuevo amanecer.
Lo que pasa es que la ves ahí y te confías. Te lo crees todo. Y en el fondo te agradezco esos avisos que son tus achaques. Para que yo nunca pierda la concentración.
-BESAZOS-

sábado, 17 de mayo de 2014

- EL ATLÉTICO DE MADRID, CAMPEÓN DE LIGA 2013/2014. -



En el vis a vis final en el campo de su gran rival el FC Barcelona, el nuevo campeón de la Liga de España, el Atlético de Madrid de Diego Alberto Simeone, volvió a mostrar expeditas las razones estructurales del fondo de su éxito. Y tales razones se expresan a través de un cuerpo de orden y de extrema convicción. La alternativa futbolística de conjunto a los equipos de los dólares, es posible. Se puede.
Y eso que no parece nunca nada fácil. Pero el Atlético ha demostrado que se puede. Que el fútbol es muy vasto y complejo, y que sus virtudes son y forman parte de un buen abanico de ideas claras y ordenadas.
La fuerza de un conjunto colosal y obediente, comenzó a vislumbrarse cuando sus estrellas de colores Costa y Turan debieron abandonar el césped a causa de problemas físicos. A pesar de esa adversidad, seguía fuerte y convencida la potente idea del logro del grupo. Once amigos haciendo lo mismo y absolutamente ilusionados con la idea.
Por si fuera poco con la audaz pero posible apuesta de convicción, los rojiblancos no se descentraron desde el pesimismo tras el cañonazo de Alexis Sánchez. Recibieron la bofetada, se sentaron unos minutos en la silla recuperadora de la duda, y rápidamente se levantaron como titanes. Como voló por el cielo la testa del central Godín para alcanzar el cuero, el empate en el marcador, y la buena senda recuperada que llevaba al logro del título.
Nada había cambiado. El Atlético de Madrid siempre fue el Atlético de Madrid. Sus rivales eran meras vicisitudes. Solo importaban ellos y sus estrategias. Y frente a su catalán rival, demostraron de nuevo ser el equipo más sólido y convincente que pisa este país y muy posiblemente la totalidad del planeta futbolístico europeo.
Un bloque joven, ilusionado, imparable, convencido, ordenado y también contundente. Con las ideas más que claras. Sin fatiga mental ni física, con toda la ilusión de un equipo que toca a la puerta del Olimpo y que se amiga con los dioses tradicionales como uno más entre éllos.
Sin dudas ni rubores. Este equipo está hecho y ya era el momento de recibir los honores y los premios. Han demostrado durante  todo el ejercicio regular que merecían la Liga como ninguna otra escuadra.
Mientras el Real Madrid mira atento los vídeos de su eterno y vecino rival, el Barcelona despide al "Tata" y llora de cocodrilo ante la acumulación de errores de gestión deportiva en los últimos años. Su fútbol carece de orden, de sentido, y se ha vuelto comodón, ineficaz e individualista. Vive de lo que queda de los años triunfantes del Pep Guardiola.
Pero el Atlético es puro hoy. Es el ahora. El ahora mismo, el que será el próximo sábado en la Champions de Lisboa, el que tiene toda la sonrisa fresca y abierta de fútbol y más fútbol, y el que hoy ha ofrecido a sus seguidores y a todos a quienes nos gusta el fútbol una página que huele a gesta inolvidable por histórica. La Liga ya está en la fuente de Neptuno, y el viejo pupas da paso a una mariposa potente que huele a hegemonía y a futuro.
Un recuerdo para el gran maestro atlético y del fútbol español, el gran Luís Aragonés.
¡ENHORABUENA AL GRAN ATLÉTICO DE MADRID!

viernes, 16 de mayo de 2014

- SILENCIO NUEVO -



Silencio quieto, obediente, silencio de la paz, silencio de abrir los poros de la piel y ver a los otros con una nueva actitud. Silencio de conciencia y reflexión.
Silencio calmo, blanco, tranquilo y de realidad. Silencio consciente dibujado en una nueva convicción. Silencio templado, atento y riguroso. Silencio de mí y para tí, y para la atención, y para la sonrisa.
Silencio de experiencia y contemplación. Silencio de respiración clara y sin agobios, y desde donde puedo verlo todo desde un nuevo ángulo.
Silencio sano. Silencio. Silencio de buena intención, de integración, de disculpa, de ponerse en el lugar del otro y de sus necesidades, silencio amigo y de ubicación, silencio de credibilidad y de arrepentimiento de otros silencios de tensión y de otrora. Silencio de reconciliación.
Dejar que pase la nube de la tormenta y el ruído de la moto estruendosa, silencio de aceptar que los otros tienen sus motivos para hacer lo que hacen y para acertar y equivocarse.
Silencio de ojos nuevos. De nueva mirada. Silencio de labios contenidos en voz cautelosa, silencio de libertad y gratitud, silencio de tomillo y romero, silencio de tacto y contacto, de miramientos, de manos compartidas, de solidaridad, de nueva perspectiva, de dejar hacer, de respirar ese mismo aire con el que se topan las aves que surcan un cielo cercano.
Silencio en el porte y ausencia de tensiones. No son los demás tan malos o tan ídolos. El silencio nuevo y reflexivo es un tiempo necesario y acertado. Silencio de familia adquirida, de nuevos retos y amig@s, de la vida que sigue, del frescor de un río imperial que decide que el transcurrir es el patrón y el rey de las sensateces. Silencio que está en mí, en tí, en élla, en él, en todos, en muchos, en la aceptación de los consensos, y en las copas potentes de los arbolazos verdes.
Silencio del hoy y del mañana. Del futuro venidero que parte del ya y del ahora. Silencio de ventana limpia y de gafas claras, silencio de atención, de mi balcón de las plantas serenas en el banquito de un parque y de darse cuenta de muchos de los errores.
Silencio que sigue cuando levantas la cabeza y ves lo que pasa. Y cuando te implicas desde la coherencia en la interacción con los demás. Silencio que no tiene trampa ni vendetta ni estrategia de doblez, ni plan b, ni hipocresía, ni impostura.
Silencio auténtico, de presentar tus credenciales y tus responsabilidades, de desfacer los entuertos y de aclarar los embrollos.
Silencio de crecer, de dolor de huesos necesario, de reincorporarse sin rencor ninguno y hasta con pragmatismo a las tareas cotidianas, silencio de no comerse demasiado la cabeza, silencio de ser obediente y consecuente, oportuno y bien rematador y concluyente.
Silencio inteligente, prudente, silencio de pensarlo todo bien antes de hablar y errar, silencio de un respirar rítmico y lineal, silencio de hábito, de buen propósito, de buen provecho y de buena digestión.
Silencio bueno para todos empezando por mí. Silencio de oreja puesta en la atención, en la concentración, en el amor, en los besos, en la firmeza y en José Vicente Ortí.
-QUE SOY YO-

miércoles, 14 de mayo de 2014

- ISABEL CARRASCO Y LOS ZARPAZOS EN EL PODER -



Inaudito e insólito en España. En mi país. La mujer con más poder en la provincia de León, cae matada y abatida por dos personas cercanas a su círculo. La sangre fría de las asesinas, semeja a las brutalidades de las mafias convencionales.
Todos son poderosos. Están arriba. La finada Isabel Carrasco, semeja a una máquina de ambición y de poder sin límites. Una mujer de bandera, sin escrúpulos y con una potencia de mando imparable. A nadie teme, y por todo lo contrario es en su Partido PP donde la más que respetan. Es una ferrari política que mejor ir dejándola que haga.
Son, protagonistas de luxe. Gentes con carreras, con orgullos y dispuestas a cosas que los demás se pensarían. Las asesinas son chicas bien, y la asesinada una superwoman. En el blindado horizonte y prado atávico del machismo, le da dal al morbo que las protagonistas sean señoras. Las mujeres también pueden encabezar temas truculentos que parecen vedados. Y utilizar la ley del talión y sin miramientos cuando les entra el odio nefando. El machismo se introduce por todos los recovecos y lo incendia todo en asombro y destrucción.
Mientras las investigaciones siguen su curso, hay una gran tentación reaccionaria. El Poder suele ser reaccionario por excelencia y condición. Y en ese momento, surjen el victimismo y la defensa que se convierten en reproche hacia los demás. La idea del ventilador parece iluminar a los cercanos al Poder y lanzan invectivas para tratar de verbalizar su preocupación de modo contundente.
¡Los otros! Son, los otros. Afirman los poderosos que la culpa es de los que protestan y están iracundos. Es una rabia de profilaxis defensiva y ventajera que choca contra los hechos fríos. En el estadio del Poder, casi siempre el peor enemigo suele sentarse en tu mesa y es interior. Lo de golpear hacia afuera es el viejo truco del privilegiado. Violencia es lo que le han hecho a Isabel Carrasco, lo que ha hecho la ETA, los que fueron y son de Franco y parafranquistas, los que le pegan al socialista Pere Navarro, y las tremendas frases retorcidas y cargadas de rigor y de abundancia de mala intención. 
No. A Isabel Carrasco no la ha matado la izquierda. Porque el Poder es monopolista y privilegiado. Hegemónico de la más potente violencia. A Isabel Carrasco la han matado gente de su entorno y similar pensamiento o ambición. Gente de su cuerda y quasi, patológicamente, cruel.
Y el arma arrojadiza y defensiva se descarga oportunista hacia los séis millones de parados indignados, o a la gente que sufre con las medicinas y la educación, o con las personas que no pueden llegar a fin de mes, o que pasan hambre, o que son deshauciadas con frialdad y con nula compasión. El Poder está ciego y sordo. Como suele.
Se ha pasado la raya del concepto de la autoridad. Lo hacen quienes no respetan a nuestra Democracia. La autóritas debilitada por los propios políticos en su descrédito, ha de tener siempre un respeto y una ética. En España no debe haber barbarie bananera. España debe mostrar estupefacción y ejemplaridad, para defender el prestigio de los representantes de nuestra hermosa Democracia que algunos empujan sin miramientos y se quedan igual.
Atacar a un representante político y matarlo es mucho más que grave. Es convertir un hecho social en un descrédito mafioso de hipotéticas luchas clandestinas. Y yo me niego a una España con esas tentaciones sin capacidad de encaje. Deseo que la desgracia de Isabel Carrasco sea la última.
¡NUNCA MÁIS!

lunes, 12 de mayo de 2014

- LA "SÚPER BOWL" DE LA LIGA SERÁ EL SÁBADO EN EL CAMP NOU. -



Bórralo todo. Sí. Todo lo que le ha pasado por la parte de arriba a la Liga española, ha sido una mera anécdota inconcreta y en el aire. Puros y meros juegos emocionales de artificio. Este año, la Liga solo será una gran Final. Como un fastuoso y sexy partido de Copa. Drama y éxito, lloro y euforia, decepción y triunfo.
El sábado día 17 a las séis de la tarde en España, más de medio país se paralizará. La ecuación comenzará a desnudarse. De entre los miedos y las incertidumbres se parirá la suma de la verdad. Sabremos quién será el ganador de la Liga de España 2013/1014. Subirán al ring y disputarán el espectacular asalto final, el FC Barcelona y el Atlético de Madrid. Nuestra gran "Súper Bowl". Como hacen los americanos. Una gran barbaridad de emociones.
El Estadio barcelonés se llenará hasta los topes, y en medio mundo se verá la lid por la televisión. De repente se abrirá al último telón, y el balón comenzará a rodar. Toda la adrenalina y la ansiedad futbolística se disparará en expresión y expectación. La fuerza del fútbol es la del brazo de un Hércules. Y nos gusta mayoritariamente que sea así. La fortaleza emocionante le da fuego y esplendor a este negocio que convive con las legalidades y los excesos, y que sirve de válvula de escape a los pesares y a las cotidianeidades. El planeta cómic del fútbol es conquistado. Y entonces nuestro reality se pone orondo y hasta omnívoro. Hay que ver ese partido como sea. Hay que sumergirse en los sueños y en los anhelos inventados. Se despelota toda nuestra emoción casi infantil. Nos gana y enamora el fútbol. ¡Viva! ...
Nunca hay favoritos en una gran Final de la Liga de Fútbol. Ni factor campo, ni apriorismos. Solo es todo especulación y la emocionante y social idea de darle al pico. Una excusa mediática que cala bien y que nos lleva con su tren a la parada de la evasión esperada.
El gran partido entre barcelonistas y atléticos será fundamentalmente de sesera y tensión. De quien tenga más aplomo y le tiemblen menos las piernas. O la metes, o la jodes. O aguantas, o se te comen. O aprovechas tus ocasiones, o lloras. O eres sólido, o te pasan por encima y luego encima lo festejan.
Si repasamos todas las jornadas anteriores de esta santa y actual Liga española, veremos que el equipo que más merecimientos y mejor color ha sostenido a lo largo de los meses, ha sido el Atlético de Madrid de Courtois, Turan o Costa. Si se sale con la suya el próximo sábado, un hipotético juez habrá tirado de justicia de catón. Ha sido el gran equipo de la competición. El más regular.
Pero la nostalgia y el recuerdo solo son literatura y autoayuda. Porque como a Messi le dé por ser él, o si Iniesta da su enésimo recital, el Barça será el campeón. Y el defenestrado y aburrido míster "Tata" Martino se habrá llevado para Argentina todo el silencio de la legión de sus detractores.
¿Simeone? El entrenador del Atlético ha pilotado la nave hacia dos grandes finales. La del sábado y la de la Final de la Champions al sábado siguiente. El Cholo le ha dado muchísimo más a los colchoneros de lo que podían soñar. Lo que pasa es que los sueños son pertinaces, continuados, tozudos y deseosos. Los atléticos quieren un paso más. Salir campeones del gran Estadio catalán, y gozar por Neptuno y su fuente la verdad de su éxito en cifras y con notarios que todo lo constaten. ¡Hacerlo! ...
En Can Barça habrá bronca y pitos si no logran los azulgrana lo que tienen ahí. Pero también enormes aplausos para su equipo que les hechiza con disgustos o sin ellos. Solo puede haber un ganador. Y bien pronto que vamos a saber de quién se trata.
¡ÉXITO DE LA LIGA!

domingo, 11 de mayo de 2014

- LAS COSAS DE CARLOS: ¡LA MUJER BARBUDA! ... -



Y mira que le dije a mi Lourdes que eso del Festival de Eurovisión estaba ya más rancio que los pantalones de campana. Pero casi que me obligó a sentarme sin rechistar a su pillo y enamorado regazo, y hasta me puso dos bolsas de papas y unas olivillas para acompañar. ¡Ah, y un poco de finito de la tierra! ...
Cara de anticipación y de apriorismo que tenía yo. De perro pachón, vamos. Porque ya se sabe que eso del relleno de la Eurovisión tiene todo menos cordura y realidad. Quieren ser tan vanguardistas y megachupis, que son capaces de rizar los rizos más imposibles. La cuestión es intentar ganar con todas las mejores armas y atléticas que se tienen, y a ver si en la votación te ganas algún point y al final te llevas el fugaz sorpresón. Que la música, mi Lourdes, es otra cosa totalmente diferente, y que ha de mandar la sangre y el sentimiento. Más mi Lourdes se puso cabezota y me decía que estaba muy bien y que me distraería mazo. Y que comiera papas y cerrara el pico. Esta vez mi Lourdes no tenía razón.
Eurovisión había sido muchas cosas. Muchos globos de colores, efectos especiales, saltinbanquis en acción, chavalas con voz de pito, los recuerdos de ABBA, y los mostachos y el peluquín de José María Íñigo. Sí. Eurovisión, era como una caducada moneda de Franco trufada por azafatas cañonas y gafotas del 1,2,3 responda otra vez ...
Y más colores fluorescentes con energías renovadas, y el protozoo musical de nuestra racional leona Massiel, y esas voces fantásticas de Mocedades, y hasta una cosa rara de aquí e impostada que se llamó Rodolfo Chiquilicuatre. Bobás ...
Una especie de campeonato europeo a ver quién hacía más el frikie o daba más la nota hortera. Unas canciones del norte y en inglés, que no tenían ni chicha ni limoná, una entrada del ejercicio de la primavera a los países del frío, y una oportunidad para la nostalgia que ya no vale mucho.
¿Qué no habré visto yo ya de Eurovisión? Prácticamente, todo. Sí. Porque faltaba por ver el ejercicio de 2014. Se puede ser más loco e inesperado. Eso lo tengo más que comprobadito. Porque, que iba a ganar Austria podía ser. Hasta España que casi nunca gana, podía hacerlo. Qué lejos quedaban los tiempos de Rosa de España, la chica gordita y pura, la cual de tanto darle a las cuerdas vocales se pasó de rosca pero que emocionó a tantas y tantas gentes llanas del pueblito, general y hasta sensiblero.
Mi Lourdes sabe ahora que doy datos y de que anda la pobre pelín avergonzadilla de otros. Porque lo último que le faltaba a este sarao era que ganase alguien que se dice Conchita y que se hace llamar "La mujer barbuda". ¡Reconócelo, Lourdes! ...
No puede ganar la mujer barbuda un acontecimiento musical y mediático de carácter continental. Ni en los circos o atracciones de niños ha de estar la mujer barbuda. Ni Conchita, ni unisex, ni heterodoxia, ni gaitas. La mujer barbuda no ha de estar para el canto ni incluso para hacer susto o gracieta a los más chicos. ¡Nada! ...
Mi Lourdes sabe que la mujer barbuda que ha ganado, no nos hace mejores ni más grandes. Que, la mujer barbuda nunca ha de existir. La mujer es un don maravilloso y sin pelo, fresca y eterna, una magia de la Naturaleza con mayúsculas y realidad.
¡Venga, Lourdes! Dame un beso en los morritos y deja esa cara de pochi, que lo importante es el amor. Y eso no lo rompe ni la mujer barbuda, ni Conchita, ni la Elsa Pataki.
-ANDA, ¡QUÉ LAPSUS! -

viernes, 9 de mayo de 2014

- YAGO LAMELA, PRECOZMENTE EN EL ADIÓS. -



Avilés. Asturias. Ahí reside su cuna y su final. Yago Lamela. El mejor saltador de longitud español de todos los tiempos. Su cabeza le ha engañado, y se ha cansado a sus jóvenes treinta y séis años. Fue un genio. Descanse en paz.
Maebashi. Japón. Mundiales de Atletismo. Medalla de plata. Un salto prodigioso de 8,56 centímetros con el que preocupa a su eterno rival cubano el gran Iván Pedroso. Tenía entonces veintiún años. Blanco, bajito para su prueba, precoz, tímido y potentísimamente extraordinario. Un maravilloso y guapo rara avis. Ese atletismo español que había nostalgiado a mitos como José Luís González o Abascal, quería resurgir de sus cenizas con savia joven y hasta inédita. El atletismo era otra cosa, y se había masificado, mediocrizado y banalizado. Más atletas pero menos brillantez general. Y en medio del erial, surgió alguien especial que le devolvía a nuestro atletismo, junto con el cuatrocentista David Canal, la oportunidad de renovarse y aterrizar con contundencia y brillantez en los tiempos modernos.
Yago Lamela no podía ser previsible. Ningún gran grande puede serlo. Era un pupas genial y rutilante, tímido y chiquillo, de hablar sincero, cabreado contra el infortunio y con ganas de su personal alfombra que le catapultaba a un foso en el que cuando pasaba de los ocho metros era para llegar al gran atajo del total éxito. Su ambición, basada en sus enormes facultades, parecía ganarle. Se sabía especial y le aburría lo cotidiano. Había nacido para ser distinto.
El salto de Maebashi le puso por delante más retos y listones. Había puesto su pica en el olimpo de los grandes, pero aquello del estrellato y de lo mediático no le hacía demasiado la gracia. Y eso era extraño para un chavalín de hoy, en cuyo tiempo hasta Juan el pescadero quiere ser famoso y que le vean en la tele. Yago, no. Yago pretendía pasar de puntillas en un mundo selecto de glamour y focos. De show y negocios. Lo que es el deporte hoy en día. Fracaso, mente, egoísmo, ídolos y dinero. Todo junto.
A mí me sorprendió una vez en una determinada tarde de primavera, en la que habiendo fichado por un club de atletismo de Valencia, yo aprovechaba para verle entrenar en las pistas del seco y ajardinado lecho del río Turia de mi ciudad.
Vi en Lamela al antihéroe. Se veía en él que quería ser uno más. Que saltaba cuando le tocaba y todo éso, pero que a su alrededor no bailaban ni las chicas cheerleaders ni pasaba prácticamente nada. Solo, la tarde calurosa y pertinaz de mi ciudad eterna y hasta caprichosa y turística. Entrenado por el mito de la tierra Rafael Blanquer, allí estaba Yago con David Canal y con los otros atletas. Pero nadie diría que aquel joven timidote y bajito para brincador, fuese uno de los más grandes atletas de su generación, y que era capaz de dejar a todos con la boca abierta. En cuentagotas inolvidables y majestuosas.
Le han encontrado sin vida en su casa, y no con problemas excesivos que le deparara su realidad. Había tenido muchísimas lesiones, y le habían llovido las críticas porque le necesitábamos para hacer realidad nuestros sueños y deseos. Y cuentan ahora los medios que su cabeza no había podido soportar su propia presión, refugiándose en los demonios interiores y en la irrealidad.
El dolor le soltaba extraños zarpazos, y entonces los héroes caídos se humanizan y parecen deteriorarse para siempre. Yago sorprendió porque fue un alma especial. Una especie de ángel caído y rebelde a su manera. Su final ha sido otro gran salto y atajo. Ha tomado su potente carrerilla y nos ha puesto tristes por su inesperabilidad.
-DIOSES Y HUMANOS-

miércoles, 7 de mayo de 2014

- SUEÑOS DE FÚTBOL -



Todavía recuerdo los ojos ilusionados de mi padre cuando le dijeron que unos señores de raza blanca querían venir a casa a hablar de negocios de fútbol. Sí. Siempre recordaré la mirada de asombro feliz de mi pobre padre que era pescador en nuestra modesta villa castiza de un lugar del hermoso Camerún.
Yo, estaba asustado. Y tenía unas ganas tremendas de salir de aquella rutina de asfixia y hasta de tedio. Y me pasaba el tiempo infante jugando al fútbol a mis once años. Era bueno, apuntaba maneras, era espigado y me encantaba meter goles y ganar los partidos.
De veras que me irritaba perder hasta a las cosas más sin importancia. Era un petit león. Un potencial ganador sin fronteras. Y mi fantasía amaba a la verdad de mi realidad y de mis sueños. Yo quería ser como Samuel Eto´o. Era mi ídolo. Mi tío, mi ídolo, mi ejemplo y mi aspiración. Cuando le veía por la tele del bar de mi deprimida barriada, todo lo demás no podía existir. Samuel era el Rey. Con mayúsculas.
Llegaron los hombres blancos. Mi madre estaba muy nerviosa y me contaba cuentos de antiguos esclavos. Mi progenitora tenía los pies en el suelo. Es una sabia y casi una vidente.
Mi padre, en cambio, no cabía en sí de gozo cuando los hombres blancos de los negocios le propusieron llevarme a mí a España a prueba. Jugaría unos cuantos partidos, y si les gustaba comenzaríamos a hablar de dinero. De momento, todos los viajes estarían cubiertos.
Sí. ¡¡ Oui !! Exclamó en seguida mi padre y con las mejores intenciones. Y los hombres blancos sonrieron satisfechos y un tanto confiados. Parecían conocer su aceptación solo con fijarse en el brillo de los ojos de papá. Eran de color dinero.
Antes de traerme a Europa, quisieron asegurarse haciéndome jugar un partidillo en Camerún y en un campo de hierba contra otros más que ilusionados rivales míos.
A mí no me amedrentó la responsabilidad. Pensé en Samuel, mi ídolo. Me puse un cromo de él dentro de las medias para que no se viera. Y allá que me lancé sin complejos al campo verde. Di un recital, me salía todo, hice caños y virguerías, corrí como un antílope, marqué cuatro goles, ganamos, y en el minuto noventa yo no notaba el menor de los cansancios. Les convencí plenamente. Me sentí enorme.
Ya en España, la santa realidad me arañó. Tuve nostalgia de los míos, de mi lar, de mis olores, y yo sabía que no sería nada fácil adaptarme a otra cosa tan diferente. Y mis rivales blancos jugaban sin presión, y tenían una técnica depurada, y sabían jugar en equipo, y yo no tuve buenas actuaciones, y el entrenador me acabó sentando en el banquillo.
Fue, mi tumba. El banquillo. Yo, ¿en el banquillo? ... Y lo malo es que pasaban las semanas y no me sacaban. Yo decidí ponerlo todo y entrenar a mil, pero siempre veía en los blancos caras de desconfianza y de incredulidad.
De vuelta al Camerún, mi padre me dijo que no le mareara más. Que yo le había defraudado, y que no me tiraba de la casa porque tenía sentimientos y porque mamá se lo había pedido casi de rodillas. Pero el castigo sería que nunca pisaría jamás un colegio, y que en seguida zarparía con él para ayudarle en los duras labores de su pescadora labor de supervivencia cotidiana.
Y, ¿mis sueños?, ¿ya?, ¿todo habría terminado? ¡No lo iba a aceptar así como así! Porque yo merecía soñar en fútbol, en estadios llenos, en el Milán y en el Real Madrid. ¡En todo! ...
De modo que me fui de casa. Me escapé. Y esta vez mis padres no me perdonaron la ocurrencia. Pasaron de mí, y ni se digaron en buscarme. Casi que lo agradecí, aunque siempre me duele todo por mi madre que me advirtió.
Estoy cerca de la valla fronteriza en donde hay cuchillas. No lo he podido conseguir. Llevo tres años intentándolo. Quizás la libertad sea mucho más difícil que el caramelo del fútbol para lograr mis sueños. Es igual.
-PORQUE SIGO TENIENDO TODOS LOS SUEÑOS-

lunes, 5 de mayo de 2014

- LA MAGIA IMPLACABLE DE MARC MÁRQUEZ -



Imperial y demoledor ayer en su circuito catalán de Montmeló. Y, en todo su Campeonato de moto GP desde que empezó la temporada. Porque Marc Márquez lo ha ganado todo con una facilidad y precocidad de insulto. Ha nacido con un don y una magia especial para este deporte de las motos. Parece un elegido bien comparable al mito Rossi que se resiste a decaer.
Marc fue ayer un tornado. Una bala con ruedas que allá a la tercera vuelta ya no se podía con él e iba rascándole tiempo a todos los demás. Y en ese momento, me surgió un nombre en mi cabeza. El de Ángel Nieto.
Mis años adolescentes. En pleno franquismo, el zamorano motorista bajito de las cilindradas inferiores, arrasaba y ganaba campeonato tras campeonato hasta amasar trece. Y se convertía en un ídolo, en un fenómeno social, en un apellido que servía para decir y comentar lo que significaba el ir deprisa con moto o coche en las carreteras españolas precoces de los domingueros de primavera buscando el monte y el ocio.
Márquez es el Ángel Nieto de hoy. El rutilante niño genial. Sonriente, dulce, tierno, con su acento catalán y sus ojos de pillo. Se expresa siempre con su juguetona y carismática sonrisa, intentando darle lógica y sencillez a las animaladas que es capaz de hacer en los circuitos. Nos dice que lo difícil es posible, y que no pasa nada porque se haga.
Una de las claves en mi opinión del salero magistral de este joven y excelso deportista, es su idea del juego. Del divertimento como un valor esencial. Ayer lo soltó a las claras. Y confesó que cuando se va delante sin rivales en pugna, la cosa se le torna un tanto aburrida. Y los espectadores y admiradores, saben que nuevamente da en el clavo. Los recitales suelen ser pelín coñazos si no escuchas el sudor de los contrincantes y sus ruídos rivalizadores e inmediatos.
Jugar y hacer espectáculo. Eso es lo que le gusta hacer a súper Márquez. Lo que le gusta a Marc es jugársela en las curvas haciendo adelantamientos de pelos de punta y sangre fría. Mola adelantar y repasar a quien te adelanta, apurar las frenadas con riesgo, y saber que tienes a otros que están ahí para competir y compartir contigo. Un campeón como él necesita la sal del opositor. No quiere pasearse en exceso.
Marc es mediático y domina su Honda como pocos. Y desde su habilidad personal y su imaginación bulliciosa, es capaz de hacer levantar al personal de sus asientos y darle grandeza a su motociclismo. Verdad y emoción.
Valentino Rossi, lo sabía perfectamente. Conocía esa idea mediática de la grandeza, porque su mito ha quedado ahí. Y sabe que un Olimpo cuesta muchos euros, y que los olvidos son puñales en el prestigio. Por eso Rossi resucitó ayer de su sillón de pupas, y se fue para adelante desbancando de la persecución a Pedrosa y Lorenzo. Rossi sabe que el brillo de Marc fue el suyo y no quiso defraudar a nadie. Se aferró a su segunda posición y volvió a ser feliz. Sigue ahí y nos alegramos.
Los aficionados a las motos no tuvieron la menor queja con su Marc de las motos GP. No defraudó a nadie. Se hincharon a pasarlo bien y anduvieron tranquilos. La "marquezmanía" se dió ayer un exceso y un placer. Marc marcha como un vendaval que asusta y admira.
-ESPECIAL-

domingo, 4 de mayo de 2014

- MI YO Y LAS MARGARITAS BLANCAS -



Alguien me lo esbozó el otro día a modo de propuesta o sugerencia. Pero no ha sido lo realmente importante o determinante.
Hoy es el día comercial de la madre. Y es día en el que los hijos aprovechan la excusa para mostrar presentes y detalles hacia la persona que les trajo a este mundo. El día de la madre. Una fecha oportuna y hábilmente seductora.
En mi vida había pensado yo en regalarle nada nunca a mi madre en su día comercial. Hasta, ayer mismo. Sí. Sé que es una chorrada; un día caprichoso y sentimentaloide. Porque yo la quiero todos los días del año, y mis recuerdos hacia ella son mis besos y mi presencia.
Y aunque sigo pensando bien parecido, es evidente que ha pasado algo novedoso. Nuevo y mío.
La buena y pura noticia no es mi madre, sino yo. He hecho algo porque me ha dado la gana a mí. No solo no me sentido obligado o presionado por la fecha comercial, sino que he ido con toda mi bisoña pero potente ilusión a la floristería a comprarle unas margaritas blancas. Me ha encantado hacerle este detalle. A mí. Me ha gustado a mí. Y creo que sé por qué ...
En realidad, también es un regalo hacia mí. A diferencia de otros años, ahora he sentido intensidad y satisfacción para mí mismo. Algo en mi interior se ha movido y he notado que había que hacerlo. Me he sentido muy feliz haciendo el gesto. Y, más. Porque si no la hubiese comprado las flores, algo decepcionado conmigo yo me hubiera sentido. Insatisfecho, y desagradecido. Mal.
Coherencia. Me he notado coherente con mis deseos, más allá de si a mi progenitora le semeja el gesto de la adquisición relevante o si deja de parecérserlo.
Siento que aunque no se entusiasme, es igual. Porque me siento ahora más cerca de mi entorno y me acerco a la realidad. A lo que hay, a lo que se estila, a lo que hacen los demás, y sobre todo me acerco a lo que yo mismo hago y siento. Soy mucho más auténtico y concreto mismo. Más mayor y real.
En cuanto a la elección de las margaritas blancas, es casi una mera anécdota. Mi madre tesoro que vuelve a la infancia, me dijo una vez en el Jardín Botánico al ver las preciosas margaritas que brotan cada primavera rodeando una coqueta fuente de forma circular, que a ella le gustaban más las blancas y menos las rosáceas: "¡Las blancas, las blancas!" ...
Me acordé para decidir. Y pensé también sinceramente en el dinero. Elegí, poniendo en el pensamiento toda mi verdad. Tenían que ser margaritas blancas de un precio razonable para mi escaso bolsillo. Pero al fin y a la postre, deberían de ser las flores más acordes con el deseo de mamá.
Son mis primeras margaritas blancas. Y naturalmente que también las considero un simbólico regalo hacia mí. Me noto feliz por un detalle que otrora nunca hubiese tenido, o que no pude tener la oportunidad de pensarlo y de ejecutarlo.
Ha sido un regalo de mi yo hacia mi madre. Ha sido una sorpresa tierna y compartida. He sabido que era lo mejor que la podía hacer a mi niña. Y gracias a su vulnerabilidad y senectud, a sus cosas de mayor, yo voy creciendo en sentimientos y deseos, en cercanías y en caminos que parecían no tener puertas o interés.
-OS ABRO MI CORAZÓN-

viernes, 2 de mayo de 2014

- PLAYA DE LA MALVARROSA -



Carisma. Rincón de otras cosas. Televisión e imágenes de chicas con sus curvas al sol. Paseo. Paseo marítimo de estirar los músculos de las piernas y los de la singüeso. Charlar. Hablar con los amig@s cuando se pasea bien cerca del mar. Tocando el mar.
Valencia y el resto de España lluvioso y desapacible. Verano y primaveras eternas. Luz. Socorrismo. Rita Barberá y su elocuencia. El Cabanyal y sus problemas. Escaparate de turismo y de divisas.
Bikini de quinceañera y zapatillas olvidadas. Asueto, y todo el sol del mundo. Está prohibido llover aquí. Si llueve alguna vez entre la inquietante y pertinaz sequía, es que pasa algo inesperado.
En la playa de La Malvarrosa hay alegría y sueños. Y a los pies les encanta pringarse con su arena, y a los niños hacer flanes compactos con pozal a la orilla de su infancia, y a los mayores una hamaca y una brisa. Nostalgia y mi adolescencia lesa.
Malvas de color rosa, imperio de los restaurantes cañís de la paella imperial que ceba e imana los tiempos de la gastronomía. Arroces todos. Paella, fideuà, esgarraet, bocadillos de calamares, cocacolas de bote, sillas, mesas, papeo, pareos, heterodoxia y hasta superorden.
Amor entre las toallas, poder en los músculos de gimnasio y en las tetas de las chicas que seducen la mirada de los moscones reprimidos. La Malvarrosa es tiempo de libertad y de chiste, de familia tradicional, y de éxotica aventura que se dispersa camino de la otra playa geográficamente hermanada que es La Patacona en la vecina Alboraya. La continuación y la Ermita dels Peixets.
Playa y más playa. Chapuzón y tirabuzón, fémina exhuberante que se exhibe al imperio del visionado de la belleza, baño de mar, y de sol, y de partida de tenis con los pies mojados, y de paseos de piernas frescas deambulando y disfrutando en el límite entre la arena y el agua. Por entre las conchas blancas y traicioneras.
Sal y bautizo de mar, barrigón de viejo cervecero, bellezón de Alemania que epata con su minúsculo tanga de hilo, más libertad de hedonismo y piel, tumbona y periódicos, revistas y helados, y nadar hasta perderse una toalla en los dominios de un hábil descuidero. Riesgo en el goce del mar. Aventura valenciana con sabor a ganas de repetir y volver. No te diré nada pero lo sabrás todo.
Clima privilegiado que encumbra a La Malvarrosa. Masa y algarabía que gustan y hasta apasionan. Imán de amor. Polo de idas y venidas, cucurucho y corte, vainilla, fresa y chocolate, tus labios y los míos, tu mirada amable y relajada, tus facciones seguras y llenas de planes que tú solo sabes. El tiempo da igual que exista.
A La Malvarrosa iba Sorolla y pintaba fotos en vez de cuadros a través de sus sensibles y pacientes ojos eléctricos. Y podía promocionar a través de su arte universal la luz y la existencia de un lugar de evasión y de arte, de música, de coros y de cantos, de marinería, de bandas de música, de cultura en la calle, y de recuperación del abierto ágora olvidado.
Los Poblados Marítimos. La Valencia que besa a la mar tras rebasar la necesaria Avenida del Puerto y el Reloj junto a su entrada.
Balcón a un tiempo en donde la realidad casi se detiene, y los minutos segundean, y las horas se pueden volver eternamente glosadas e inolvidables.
Y coronando el casticismo del Marítimo y de los seguidores del Levante y del Valencia, esa Malvarrosa acogedora y especial te llama desde un grito enigmático que te suena a caracola de magia y a tebeos que nunca te dije. A proyectos blindados de intimidad anónima, y a unas explosivas e inaplazables ganas de correr a vivir.
-SPLASH DE SIRENA-