
Sí. Ahora, voy a hablaros de cómo me fue a mí en este año 2011 que ya se despide. Siento la necesidad de contaros y para quienes me leéis, mi verdad y mis sentimientos.
No fue, desde luego, un año fácil. Fue un año de laboriosidad, de humildad, de apretar los dientes y de resistir. Fue un año escuela, de aprendizaje constante y de renovación permanente. Fue un año puente, un año transitorio y necesario, y un año para madurar...