Vientos alocados en la noche de un Febrero de Valencia, España. Luna llena como bombilla de sol eterna que hoy no descansa. Luna llena de Eolo, enamorados de un espectáculo intenso y novedoso. Cuando se juntan en la noche la luna y el viento, hay amor desaforado y fou. Amor eterno de aventura.
Como un ventilador enorme, el viento lo tira todo en todas las direcciones, y convierte a la noche en algo muy distinto a lo habitual. Esta noche de lobos, es distinta. Es una noche de sobresaltos, de miedo y de riesgo. Los árboles sueltan sus ramas secas sorprendidas, y el Cuerpo de Bomberos no da abasto. Valencia es siempre un ciudad muy tranquila, y esto del huracán le zumba desasosiego inesperado. Febrerillo loco y de hoy.
No hace demasiado frío. Pero este viento del desierto clavado en el corazón de la ciudad, despierta muchas expectativas llenas de nuevas y de temor. La gente queda despeinada y empujada desde atrás por un viento que te lleva a donde quiere. Es mucho mejor no salir esta noche. Lo mejor de esta noche es la belleza del amor controlado, sexual e intenso.
Pobres de intemperie sin techo. Menuda noche rara les espera. Hoy es mejor tener amor y jugar con él. Psicosis infantil. Piel de salvaje, erizada por un pensamiento exageradamente fantasioso. Cesarán de moverse las traicioneras y bellísimas palmeras. No hay mal que cien años pueda durar. El mal, sonríe cabronzuelo.
Luna, polvo, noche nueva y eterna. Los vientos son desordenados y nunca duermen. Los vientos se desnudan y sacan la rabia de su libertad. Los urbanitas están totalmente confusos. ¿Aguantará la zozobra del sobresalto inseguro la ciudadanía de la gran capital? ¡Seguro que sí!
Tiempo extraño. Tiempo de miedosos y de heterodoxos en busca de una novia bruja de sorpresa. Saca la imaginación a pasear, y cruza todos los límites del pensamiento ordenado. Luna, más noche, más huracán, igual a magia y encanto. Tiempo de poetas y de un paradigma de ingenio. Sueño de día, juerga en la noche desenfrenada e imposible. Juegan el amor y el diablo. Los vientos huracanados, aplauden sin cesar.
Nervios de punta. Temores infundados, nerviosidad y tejados al aire, tila y poleo. Manzanilla. Mañana, al despertar, será siempre otro día. Y entonces hablaremos de los huracanados vientos y gritos cotidianos en una noche de acción y de Hitchcock. ¡El gran thriller!
Amarillo resecor, riega las plantas, y esconde dichos tiestos de un exterior más peligroso que otras noches. Noche activa. Noche que semeja una gran fábrica de turnos intensos, en donde nunca para nadie ni se detiene.
Es hermosa y original esta noche de huracán y luna. Luna positiva en mi hermosa Valencia de la sorpresa y el cambio climático. Déjame ser poeta, y calzarme el embrujo de tu eterna femineidad de señora de armas tomar, bella, culta, inteligente y audaz. Hoy no salimos. O, quizás sí ...
Noche de locos y de pasotas. Noche libre que se enfenta a la noche fácil periódica y cotidiana. Noche de tí y de mí. Como dos adolescentes inspirados en un amor de manos entrelazadas. Como tú y yo sabemos querernos. Del mismo modo que el gran huracán nos devuelve a la eterna adolescencia, yo decido concluír este escrito sellado de vida.
-Y TODO EL VIENTO-
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