La luna llena de Mónaco ve a alguien que orbita en el medio de las estrellas. Se llama Radamel Falcao, es de Colombia, se acaba de consagrar como enorme goleador mundial, ha metido tres goles y con la izquierda, y le ha puesto la Supercopa de Europa en el bolsillo a su Atlético de Madrid y ante el vigente campeón de Europa, Chelsea F.C.
Una exhibición. Un maravilloso tigre de área, el cual ha hecho de risa a la hipotéticamente ordenada defensa británica. ¡Enhorabuena, Falcao!
La verdad es que parece que los dos equipos no le vieron de igual modo la medida al torneo. Porque el Chelsea salió indolente y menor, y el Atlético de Madrid del "cholo" Simeone, apareció con una intensidad y trascendencia a por cada balón, realmente encomiable. Un ejemplo de actitud y de fútbol. Este enfoque hace grande a los torneos aparentemente menores.
Sí. El colombiano Radamel Falcao es un muchacho religioso, patriota, y sumamente educado. Y en el área ajena, una pesadilla. Este tipo de jugadores rara avis, que no tienen una especial condición técnica, llevan dentro el apetito innato del peligro y del gol. El miedo ajeno ...
A su desparpajo y rapidez, ayer Falcao adicionó la frialdad de la madurez. En estado de gracia, el centro delantero del Atlético de Madrid, hizo tres goles, y muchas más cosas de pelos de punta para el desolado guardameta Czech.
Pronto agarró un balón, se fue por la izquierda, tuvo la sangre fría del amago en el área, y soltó un zurdazo que abrió la lata rival.
Comenzó la estrella a lanzar luz. Ahora, por la derecha. Otra pugna, otra lucha, otra finta y otro disparo zurdo fuera de las opciones del portero de la chichonera. Y, sin tregua y antes del descanso, jugada por la izquierda en velocidad, desborde y ... ¡3-0! Al descanso, con los bolsillos llenos de euforia.
El partido no tuvo otro color que el rojiblanco. Los ingleses de Di Mateo tuvieron una noche más que aciaga. Todo lo contrario que un rutilante Atlético madrileño, que le dió un palizón de historia.
El 4-1 final, se puede considerar justo, o hasta corto. Simeone les metió en la cabeza a los suyos, que saben jugar al fútbol, y que aquí no se arruga nadie. ¡Obediencia total! Sorpresa concretada y real. El estadio Luís II de Mónaco fue el observador privilegiado de una exhibición colchonera. ¡Que se lo digan a su ejemplar afición! ...
Fiesta en las gradas, y toda la alegría desbordada y española. El fútbol español sigue bien arriba. Y además, Falcao es capaz de hacer olvidar al mismísimo Kun Agüero. También los equipos menores merecen de vez en cuando un tremendo alegrón.
Sí. Como dice el himno atlético: ¡qué manera de soñar, de reír, de cantar o de sentir! ... Qué manera de terminar Agosto y la vacación. Otra vez el fútbol cobra protagonismo. Mañana, se celebrará todo, junto a la tradicional madrileña Fuente de Neptuno.
El presidente Enrique Cerezo, tiene motivos para la sonrisa y la alegría. Posee además de al tigre colombiano, a un entrenador vital y con carisma, a un rebelde y ganador nato, que como buen argentino sabe vivir el paroxismo de este deporte tan emocionante y de masas. Solo la alegría y la euforia, le darán a la historia la verdadera dimensión de los sentimientos unidos en rojiblanca pasión alegre.
- ¡¡ SÚPER FALCAO !! -
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