José Antonio Ortega Lara, funcionario de prisiones, fue secuestrado en unas condiciones vergonzosas, e introducido en un zulo o pequeño habitáculo, hasta que finalmente la Guardia Civil logró liberarle.
Ahora, su secuestrador padece cáncer con metástasis extensible hacia su cerebro, mientras está preso por lo que hizo, y dicen su familia y abogados que le dejen morir tranquilo y cerca de los suyos, y no alejado en la prisión.
La venganza emocional, parece servida. ¿Liberar a una rata canallesca como quien no tuvo escrúpulos en zarandear la psique de Ortega Lara? ... Y la primera tentación que se tiene, es la de venganza: ¡que se joda! ...
Euzkadi, quiere otra cosa. ETA afirma que ya cesa su lucha armada, y la realidad es que ya no hay heridos o muertos en el País Vasco actual. Algunas formaciones independentistas o abertzales, han decidido acceder al poder por la vía democrática, y lo han logrado. Parece que el proceso de paz y normalización social, va cogiendo ritmo y hasta carrerilla.
¿Qué ha de hacerse ahora con el secuestrador de Ortega?, ¿dejarle que muera con los suyos? En mi opinión, es el imperio de la ley quien debe dilucidar estas cuestiones. Todo lo demás, quizás esté de más.
Se seguimos dejándonos llevar por las emociones,-que son bien humanas por otra parte-, y decidimos que la piedad o la clemencia no deben existir, y que las heridas deben seguir estando abiertas, que el abertzalismo ni agua y demás revanchismos emocionales, podría peligrar la actual situación.
Sigue habiendo mucha gente en Euzkadi que no traga lo español, que le entra vomitera, y que morirá sin sentirse de España. Y éso, es una más que evidente realidad. Nos guste, o nos deje de gustar ...
Sí. Soy consciente de la dureza del planteamiento. Pero vamos a ver a gente que ha secuestrado, matado o extorsionado, paseando como Pedro por su casa y por las calles. Soy consciente de cómo debe sentirse una víctima del terrorismo, que por cierto somos todos.
Pero el proceso de paz definitivo, se llama futuro. Es muy bello que no se oigan amenazas, ni sobresaltos, ni tiros, ni ataques, ni torturas, ni secuestros, ni actos de puta violencia.
Es lo más bonito de la situación. Que cada uno defienda sus cosas en paz, y desde la paz. Desde la vía de la legalidad y de la democracia. Yo, a un hombre que se va a morir de cáncer, lo sacaría del penal. Solo es mi opinión ...
Prefiero destacar la necesidad de pasar la página. De avanzar, de pensar en nuestros hijos y nietos, y sin olvidar nunca lo que sucedió en el País Vasco con el terrorismo, tratar de no enrrocarnos en la idea una y otra vez de aquella sangre que sucedió.
El pasado, se ha ido al carajo. No hay que remover personajes y situaciones terribles y escabrosas. Éso, es un error. No hay que sacar rédito en votos de batallas larvadas e ideológicas. Euzkadi va bien, y debe seguir ese camino.
En este caso de Ortega Lara, y para no dar pasos hacia atrás, los grandes políticos deberían escuchar el veredicto de la Justicia.
-LO DEMÁS ES LIAR-
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