domingo, 5 de agosto de 2012

- LA SELECCIÓN DE BALONCESTO YA NO ENAMORA -



Una de las cosas que se pueden hacer cuando vemos que nuestra generación mágica de Gasol y compañía ya no puede aguantar el ritmo de gloria de antaño, es precisamente felicitarnos por todos estos años que se nos han ofrecido, de triunfos, brillantez y sueños. Cuando llega un cierto declive, hay que aplaudirles ...
Nuestro equipo nacional de baloncesto, va perdiendo paulatinamente, consistencia. El natural paso del tiempo, pasa a todos factura. El reciente tropiezo ante Rusia es una mera anécdota. España ya hace mucho tiempo que no juega un baloncesto rutilante, y esa es la clave. Sí. España juega como hasta hace tan poco. Solo Estados Unidos,-que    es      un  Continente más que un país-, puede estar a su altura y derrotarla. La NBA,     le   da   al  baloncesto americano una nueva dimensión. Son muchos y sensacionales ...
Sí. España ya pasa apuros para derrotar a las otras selecciones en estos Juegos Olímpicos de Londres, y ésto les humaniza y nos hace ver una perspectiva menos emocional de sus achaques o limitaciones.
El equipo nacional, está erosionado. Seguimos teniendo mucha altura, y por lo tanto, mucho rebote. Felipe Reyes cumple la función de primer reserva bajo de los aros, con sus hándicaps habituales. Le faltan centímetros y suple sus carencias con casta y coraje de ganador.
Frente a la veteranía de Reyes, el moreno Ibaka se ha revelado   como        nuestro    gran  especialista en saltos atléticos, tapones, alegría, y un crecer como jugador de la mano de sus experiencias en la NBA. Es una más que agradable sorpresa. Pero no parece poseer   una concepción demasiado clara del juego de equipo.
Los hermanos Gasol, muestran distintas facetas. Pau ya da señales de ocaso, y Marc es un potente "oso" con personalidad, poca movilidad, y una más que evidente actitud de lucha y de esfuerzo. Pero, los rebotes, no se cierran bien.
El tiro exterior solo fluye adecuadamente de la velocidad que se le imprime al balón. Hemos perdido dicha velocidad, apenas soltamos el contraataque, y dejar toda la responsabilidad en Rudi Fernández, es una temeridad.
El base Calderón, aunque nota los años, sigue rutilante y correcto, pero      no   encuentra colaboración. Cuando no está el quinteto titular, se nota demasiado.
Capítulo aparte merece Juan Carlos, "La Bomba" Navarro. Cascado, lesionado, cansado, ya vejete, pero sensacional. Si Pau no puede hacer que los demás jugadores creen, jueguen y sean felices, Navarro sí puede. Siempre he considerado que Navarro es el mejor jugador español de siempre, incluso por encima del mito de los Lakers. Es capaz de hacer que jueguen todos los demás.
Es admirable verle crear e ingeniar, cansado y limitado. Sí. Navarro sí que puede todavía hacernos disfrutar, tenernos pendientes del juego y hacernos levantar contínuamente de los asientos. A pesar de su edad, cuando el balón pasa por las manos de Navarro, podemos soñar. Sí. A pesar del ocaso evidente de casi todos nuestros jugadores, solo queda ponernos en pie, agradecerles todos estos años, y sentirnos afortunados.
- MUCHAS GRACIAS, CHICOS-

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