sábado, 11 de agosto de 2012

- LA DIGNIDAD DE SÁNCHEZ GORDILLO -



En tiempos férreos en los que la verdad se asienta en el buen acople mediático, la aparición de personajes quasi anónimos que parecen defender causas perdidas o hasta románticas, tiene un mérito destacable. Ganarles a los de la casi siempre unas portadas, no se antoja nada sencillo de lograr.
Este es Sánchez Gordillo, un histórico de la verdadera izquierda que hay dentro     de  la  Coalición Izquierda Unida, alcalde de la localidad sevillana de Marinaleda, y diputado de la Autonomía de Andalucía. Gordillo es un jornalero irreductible, y posee la convicción del hombre llano al que ya nada ni nadie puede desviar. Sánchez Gordillo cree profundamente en lo que dice, y siente y se asienta en las ideas eternas que buscan la justicia social     que  fracasa y que le da privilegios a los ricos intocables frente a los pobres   de    la     exclusión  habitual en el capitalismo.
Gordillo lleva barba canosa, le faltan piezas dentales, y habla con un acento     cerrado   y   tremendamente sevillano y andaluz. El otro día, se fue a un Mercadona y dijo que sacaran unos carros de comida de los que la empresa tira a la basura antes de que caduquen, y quiso entregárselos a los pobres, los cuales tienen bien poco que llevarse a la boca. Y, asimismo, Sánchez Gordillo y los suyos, ocuparon una finca militar abandonada e improductiva, haciendo el dedo en la llaga de la propiedad no laborada, con la idea  de que   el     pueblo  soberano recuperara sus dominios y le diese rendimiento básico. Gordillo, no puede soportar a los terratenientes que han convertido a Andalucía en un lugar menor. Sí. Sánchez Gordillo, tiene orgullo y dignidad.
Y, además y sobre todo, no tiene miedo. Dice que él no se esconde, y que si le buscan le encuentran fácil. Que si ha de ingresar en la cárcel por lo que ha hecho, se irá al penal las veces que haga falta y con la conciencia bien tranquila. Dice Gordillo, que lo único que ha hecho ha sido defender a la clasa obrera.
Desde todos los medios oficiales, tratan de triturar al bueno de Sánchez Gordillo. Le hacen mofa, le ridiculizan, y le buscan todo el desprestigio desde todas las posiciones mediáticas, políticas o judiciales. Todo el Poder real, se lanza sobre la yugular de este hombre, el cual suele decir unas verdades del barquero que no gustan. Dice demasiada verdad dentro del Sistema que hay, y éso, chirría y bastante.
Pero, más allá de todo este espontáneo activismo que presenta Gordillo y las gentes  del campo andaluz, hay una gran substancia cercana de ideología y lucha. En el fondo, este hombre demuestra tener la valentía de quien está dispuesto a seguir siendo irreductible, y a no creerse los rollos que nos sueltan.
Sánchez Gordillo representa a una España casi heróica y sin pelos en la lengua, que es capaz de mojarse el culo. Un verdadero bandolero de la verdad. Un maravilloso    y   necesario  "perroflauta" andaluz, que no se da por vencido. Y jamás lo hará ...
Gordillo es un rebelde ejemplar. Uno de esos rara avis que hay entre nosotros, y que debería producirnos una más que evidente admiración. Tiene coraje, y todo en contra. ¡Es   un valiente!
-ASÍ OPINO-

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