miércoles, 15 de agosto de 2012

¡ VUELVE SU MAJESTAD EL FÚTBOL !



Nunca se fue. Pero aún así, vuelve. El gran opio del pueblo. La gran pasión mayoritaria española. Con ustedes, la eterna majestad y hasta magia, llamada: ¡fútbol! ...
Sí. El fútbol. El fútbol español. El fútbol en todas sus dimensiones y competiciones, extiende hoy su alfombra roja en Puerto Rico, en donde España juega un partido amistoso.   El campeón mundial.
La prensa y los medios de radio y televisión, ya vuelven a introducir en sus vidas el tiempo del fútbol. Ya están ahí los Carruseles Deportivos o los Tiempos de Juego radiofónicos. Empieza la Liga Española, y la Champions League, y las Súpercopas, y los torneos de verano y de presentación de equipos, y poco a poco todo el mundo se pone a hablar del monotema que pilotan esos dos mayoritarios acorazados como son el Real Madrid y el Barcelona.
Este mismo fin de semana vuelve la magia de Leonel Messi y de Cristiano Ronaldo, el retorno igualmente de las masas a los estadios de juego, las quinielas, o las tertulias de pasión.
Pocas, y muchísimas cosas sobre la mesa. Fracaso de la Selección olímpica en Londres, y opciones ligueras de triunfo en exclusiva para madridistas y catalanes. Pero, el fútbol,  encierra sorpresas y mil vitalidades. El fútbol español se vive a la misma velocidad que las noticias de relieve. Interesa por igual los cuatrocientos euros que Rajoy decide finalmente limosnear a los parados, que el inicio del magno y colosal rito futbolístico de las emociones. En plena prima de riesgo o amagos encubiertos de preocupante rescate económico alemán, España se rinde al tiempo sexy del fútbol con la intensidad desbocada    de  un     beso    de enamorados recientes.
El fútbol está ahí, no puede esperarse hasta Septiembre, aguanta la crisis y lo que le echen, los jugadores sudarán la calor a horas intempestivas, las televisiones se repartirán el pastel de los derechos del visionado, y la gente tendrá un motivo más    para    no  seguir  pensando. En realidad, el fútbol es como ese canto de quejido y arabesco alegre, que se tiene por no llorar o ponerse triste. El fútbol lo han montado como irremediable, como el Sistema que se abraza por prácticamente todos, como la gran válvula de escape para soñar,  para reunirnos los amigos, para que estén nuestras chicas, o para que los niños puedan jugar al juego de los cromos de los ídolos de sus colores de sueños.
Maldito y bendito fútbol. Las dos cosas a la vez. Como en una esquizofrenia imposible pero fundamental para asentar uma identidad patria y personal, que no sabemos muy bien por dónde anda, pero que tiene la obligación de estar en alguna parte.
El balón redondo, los goles y los córners, el árbitro y la santa madre del grito, las banderas, los seguidores, los hinchas, el año de fútbol, Manolo Lama o Paco González, Tomás Guasch o Pepe Domingo Castaño, De la Morena o Santi Segurola, Llorente que se va del Athletic de Bilbao, Villa se ha recuperado por fin, el Villarreal se hundió en la Segunda División, ponle un empate a la casilla tres de la quiniela, aún no has vuelto del verano, quiero ver esa jugada repetida séis veces, y hasta irme a Valdebebas para ver entrenar a los grandes gladiadores. Házlo bien Tito Vilanova, prepárate Mourinho que vas a salir a escena, y a ver ese bocadillo por qué demonios tarda tanto ...
- ¡CARAMBA! -

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