Jara, catalana, nada fácil su crecer. Tenía fama de arisca y de sabihonda, pero solo estaba creciendo. En realidad, era demasiado ingenua y confiada como para encarar la complejidad del mundo.
Sí. Toda la substancia guerrera de Jara, era el producto de su patente inseguridad. Alta, guapa, rubia, y también bastante inteligente, un día se topó con un tal Pasón, que era un muchacho divertido, más joven que ella, con rasgos genialoides, y con deseos de conocer y descubrir los avances que la vida propone.
Jara, no le hacía mucho caso a Pasón. Ella se consideraba sobrada y astuta, y el tal Pasón no le podría ofrecer inquietudes o preocupaciones. Para Jara, Pasón era inofensivo como un niño. Previsible, y un tanto insistente ...
Conocedor finalmente Pasón de que Jara sabía de informática, como le gustó siempre de pequeño escribir,-se decía de él que escribía con un estilo agradable y destacado-, le habló a su conocida virtual Jara, inquiriéndole acerca de si existía una cosa llamada blog o cuaderno de bitácora, y si podía ser posible que él escribiera en esa posibilidad que el internet y la informática podían proporcionarle para su satisfacción personal.
Jara, se lo pensó mucho antes de contestar y reaccionar. Como nunca confiaría en el tonto de Pasón, decidió hacerle una plantilla de blog a éste, pero ella siempre pensaría que la propiedad de tal cuaderno sería suya, y si a Pasón le parecía mal, allá que se las apañase ...
La comunicación, apenas existía entre Jara y Pasón. Pero un día, el joven audaz y ambicioso Pasón, se encontró en su correo con la planilla y la forma de entrar en uno de los citados blogs.
Pasón se quedó desconcertado. No sabía informática, podía llenar el blog de cientos de historias, relatos e ideas, pero necesitaba mucho de la ayuda técnica de Jara. Y, ésta, se negó en rotundo a ayudarle: - "Mira, Pasón. Ahí tienes la plantilla. Lo demás, corre de tu cuenta ..."
Aquella especie de regalo demasiado potente, en forma de planilla inicial, sorprendería inesperadamente a una Jara muy impulsiva y demasiado cerrada. Pasón se sentía en medio del laberinto de su ambición, y Jara no le hacía el menor de los casos, le llamaba desagradecido, y se burlaba de él ...
Hasta que apareció un tipo terrible llamado Hervás. Aparentemente inofensivo, el tal Hervás enlazó amistad y contacto con Jara. Su objetivo era doble. Por una parte, lograr el amor y la confianza de la bisoña Jara, y por otro, el dominar todas las situaciones aprovechando el desencuentro entre Pasón y Jara. Todo un perfecto truhán ...
Se las ingenió Hervás para hacerse con las claves del blog de Pasón que había ingeniado Jara, y aprovechando las discrepancias entre la chica y Pasón, decidió hacer de las suyas. Hervás cambió las claves del blog, y Pasón se topó con la sorpresa de que no podía escribir en él ...
Enfadado, Pasón cargó contra Jara: -"¿Cómo has podido quitarme la posibilidad de escribir en el blog, Jara? ...
Pero Jara, estaba desconcertada y enfadada. Había confiado demasiado en el malvado Hervás, y cuando quiso recuperar el blog ya le fue imposible a la mujer ...
Hervás la había anulado, y se había salido con la suya con la excusa de las protestas del inocente Pasón. Y decidió Jara alejarse paulatinamente del malvado Hervás. Nunca le hubiese creído capaz de hacerle aquello a Pasón. Y la experiencia, le sirvió a Jara para seguir creciendo.
-Y CRECIÓ Y CRECIÓ-
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