lunes, 13 de mayo de 2024

- ESE TIERNO MUNDO. -



Me complace acompañarle a un mundo costoso y arriesgado para él. Porque el mundo de Artur es diferente, defensivo, temeroso, personal, orgulloso y profundamente tierno.

Artur es ternura. Ha de resistirse a salir de su caja mágica en la que casi todo parece hacerse automáticamente. Artur es inteligente y realista, le gusta la Historia, los tebeos y los silencios de su ostracismo.

Consigo sacarle de su casa en blindaje personal autodestructivo. Puede que salgamos a dar un paseo por su parque cercano, por satisfacer a los suyos. Por complacer a los demás. Porque se establezca en su interior una fuerte y delicada lucha entre el placer y el deber. Porque no pueda entender lo que en el fondo, entiende. 

Le dejo. Le dejo que elija espacio exterior. Que decida él, el sitio para la experimentación y la exploración. Trato de ser auténtico con Artur. Es lo mejor y más eficaz que se le puede hacer. Y por tanto no le voy a sermonear acerca de las ventajas y beneficios de cambiar sus sensaciones habituales de los peligros del exterior. Y prefiero mostrarle sonrisa y naturalidad. Si le sermoneo acerca de los placeres de algo que le preocupa, entonces se va a tensar, a impacientar, y a decidir concluir de mala gana y enfadado, su audacia que también es un esfuerzo evidente.

Lo voy consiguiendo, pero temo fallar y fallarle a Artur. Una vez en el parque, Artur me mira como indicándome la ruta a seguir. Pero yo le niego la iniciativa, y le digo que me guíe él. No le voy a robar ni un centímetro de su iniciativa. Porque esa iniciativa es tan suya como su libertad, la cual es hoy por hoy dubitativa y extraña para él. A Artur le cuesta sentir libertad más allá de la puerta de la casa en donde vive.

Artur mira inicialmente su reloj. Tiene claro que solo será una hora de reloj el experienciar el exterior, y yo nunca estoy tentado a decirle que sigamos caminando un poco más. Sería un error craso.

Lo que realmente yo deseo es que Artur coteje sensaciones. Que pueda pensar que en un cachito de la calle también puede haber bienestar y satisfacción. Que en las ondas de su ser, se pueden abrir paulatinamente unas mutaciones en las cuales no todo sea oscuro y un no de dolor e inseguridad. Mi mejor apoyo, será mi parte serena. Sé que Artur es una esponja.

Ternura hay en ese chico de cincuenta y en su biomecánica nerviosa y desentrenada. Me evoca a los niños chicos cuando anda muy deprisa y descoordinado. Dudo al principio sobre Artur y estoy tentado a decirle que no corra tanto porque no hay prisa. Me callo y le dejo entrenarse. Poco a poco se va acercando a mi paso sin que yo se lo pida.

Le noto a Artur la falta de costumbre en el andar. Sus piernas, su tren inferior, está tenso, deficiente de ritmo adecuado, como esos nenes que aún no pueden aprender a caminar correctamente sin supervisión. Los músculos de sus piernas y su cuerpo entero, están raros en dicho movimiento. Aún se desconoce a sí mismo cuál debe ser su mejor manera de moverse y de desplazarse. Y me doy cuenta de que su ejercicio no es tanto el técnico como el natural. Artur sabe andar, pero aún no lo recuerda bien.

En su bonita y personal alma, el hombre está pendiente de que vaya finalizando la experiencia y está ansioso por volver a su zona segura, a su espacio tranquilo del que no sabe vislumbrar del todo que es amenazante y más que talón de Aquiles para su pleno vivir. Pero eso es lo que conoce.

Artur y yo, vamos llegando de vuelta a su casa. Por dentro se está debatiendo entre su sudor de temor y por la posibilidad de un mundo nuevo que a lo mejor no le traiga el bien y le aterrorice.

Al llegar al portal de su casa, Artur me da las gracias. Es en extremo educado y agradecido. Me dice que le ha gustado el paseo. Confío yo en que pueda repetirse, y en que no lo haga por mí o por no defraudar.

Lo que me gustaría es que Artur se lo dijera todo lo bueno a sí mismo, y que valorara sereno las realidades. Es lo mejor que puedo hacer por él. Que asimile que afuera de su mundo temeroso y de ternura, puede que haya algo más.

-Y QUE NO ESTÉ MAL. -
 

martes, 7 de mayo de 2024

- SE FUE EL "FLACO" MENOTTI. -



Ese acento nuevo entre el racismo ancestral. De cuando en España se les llamaba sudacas. Ahora, se les sigue llamando. En aquellos años del planeta fútbol español, parecía demasiado audaz que alguien que no fuera intelectual o político sudamericano, pudiera sentar cátedra.

Luis César Menotti tenía una personalidad y una convicción estética del fútbol, que aquí podía sonar a rollo esteticista. En mi país, se ha valorado siempre mucho más el deporte de coraje que el de la finura y elegancia. "Lentos" "¡Esos son lentos" "¡Hay que correr más!" ...

¡¡Menotti!! Ese modo de hablar de un tipo delgado, con melena, patillas, pantalones acampanados, y mirada aparentemente crítica al menos antes de empezar a esgrimir la valentía y la osadía de su oratoria. ¿Poesía? ...

La reticencia nunca decayó del todo. Pero los curiosones del fútbol y aquellos que le queremos como nadie, el discurso de Menotti nos empezó a maravillar. Tenía lucidez estética en su apasionado verbo que descifraba a nuestro fútbol desnudándoles las claves. ¡Nada de bilardismo esperado! ...

L. César Menotti fue un extraordinario vividor. Vividor de bon vivant, de sereno enfant terrible, de cambiar los entrenos para la tarde para aprovechar la bohemia de la belleza de la noche festiva, de asombrar a muchos con su puntería reflexiva, o de ser en Argentina un sucesor mediático de los grandes dioses de la literatura o de la nostalgia infinita por el peronismo.

Menotti se anticipó a muchos al darse a conocer. Lo suyo del fútbol era claro. Su convicción hacía escuchar hasta a los que le discrepaban. Para el sabio futbolístico de Rosario, el fútbol era tocar el balón, técnica, darle velocidad al juego, o jugar al ataque y sin conservadurismos absurdos y temerosos.

Menotti cambió la idea del fútbol en Argentina, y creó un nuevo estilo que fue ganador, elegante, habilidoso y estético. Y no anduvo con miramientos a la hora de exponer libremente su idea. El mejor jugador del mundo del fútbol no había sido ni Maradona ni Messi, sino O Rei Pelé. Sí. El negro brasileiro había mostrado todas las genialidades de la inventiva. Para Menotti, siempre argentino, la resolución de la excelencia estuvo clara. ¡Pelé! Pelé hacía exactamente lo concreto del pensamiento creativo que te aparta de la mediocridad o de la duda. Y, poco a poco, en España, Argentina, y mil lugares futbolísticos más, Menotti llegó a ser escuchado, respetado, validado y considerado.

El "flaco" nunca fue complaciente y no lanzó una sonrisa de más. Afirmaba por otra parte, que muchas veces era mejor el empeño que el azar resultadista. Que el fútbol no era una cosa de velocistas del atletismo, sino de saber llevar una pelota, de ser capaz de mandar en el centro del campo, y de jugar y hacer jugar a los demás. El fútbol debería ser elegancia estética y apuesta por el juego abierto y ofensivo.

Menotti fue uno de las últimas leyendas de un tiempo que ya se va porque se cambia de generación, y entonces otros toman unos relevos azarosos. Guardiola escuchó a Menotti. Y Valdano. Todo el mundo le oyó. Muchos, admiramos su claridad conceptual. Y tenía la varita mágica de apoyarse en la experiencia de cuando fue jugador. Por eso no llevó al "Pelusa" a su Mundial patrio del 78. Porque el "flaco" elegante, mostraba audacia y algún escepticismo evidente ante la crítica periodística.

Sé que todo el mundo sabe de fútbol, ha sabido de fútbol, y siempre sabrá de este deporte tan popular y universal. Y precisamente por eso, destaco la figura carismática de quien hablaba con tono de fumar muchos cigarros y con aire de no sorprenderse demasiado por las cosas del balón redondo.

Su figura es larga e inolvidable, y los tiempos actuales tienen la cualidad evidente de la fugacidad. César Menotti nos habló y muy brillantemente de sus claves del fútbol. Y le escuchamos, y sentimos el talento de alguien diferente, ¡che!

- D.E.P. -

 

domingo, 5 de mayo de 2024

- EL REAL MADRID, ¡CAMPEÓN DE LIGA 2023/24!



Plácidamente y sin incomodidades. El Real Madrid ha sido el equipo más sólido y resistente de la Liga de fútbol de España, y ese factor compacto y de regularidad ha sido más que suficiente para su nuevo éxito.

La frescura física de un equipo con carisma, estrella y españolismo, ha ido dejando atrás y con seguridad a todos sus rivales, los cuales esta temporada apenas han sido y estado. Con la sonrisa sorpresiva de una extraordinario Girona CF, el cual hizo tres cuartos de temporada de admirar y no parar.

Vinicius ha sido el gran nervio ofensivo del Real. Un carioca excéntrico e inmaduro en lo personal, pero que ha logrado exitosamente salir de sus continuas protestas en el césped, y reivindicando la idea evidente del racismo deportivo de mi país. Vinicius ha vuelto a ser decisivo. No tendrá gol suficiente, pero su inventiva convierte los balones que toca en propuestas inmediatas de peligro letal e inevitable.

A su lado, Rodrygo ha dejado atrás los minutos de suplente, y ha conseguido hacerse con una indiscutible titularidad. El inglés Jude Bellingham ha mostrado sangre fresca y precoz, y ha sorprendido por su calidad y desparpajo. Camavinga ha convencido a muchos y les ha sacado del escepticismo con esa calidad atlética de jugador incansable que necesita todo equipo para tener opciones de expectativa de éxito. Como el trabajo constante y para enmarcar, del defensa ofensivo Dani Carvajal. Ha sido el Madrid un equipo rápido y de atletas, capaz de aguantar mucho más que nadie.

En definitiva, que el éxito del Real, se cimenta en una extraordinaria dirección técnica y deportiva, la cual ha acertado plenamente en los relevos de los más veteranos, constituyendo un bloque correcto, con un banquillo exuberante, y casi con techo ilimitado, contrarrestando de este modo las limitaciones técnicas por el paso de los años en Modric o Kroos. El Madrid ha tenido hambre y fe, todo el año. Y más mérito tiene su logro, dado que el mejor portero del mundo que es Courtois, no ha podido estar en la mayor parte de la patria competición. Admirable la capacidad del equipo blanco, para disimular las carencias, y para convertirlas en seguridad y hasta en excelencia. ¡Alirón! ...

El FC Barcelona ha vuelto a defraudar. Su plantilla no posee la calidad suficiente, y eso es definitivo. Ha debido depender de detalles individuales, o de los espoleos de su entrenador Xavi Hernández. Nuevo fracaso por falta de competitividad liguera. Cede su campeonato vigente, al Real.

Fue una temporada de ruidos, de polémicas, y de V.A.R. De fracasos tecnológicos como el que impide que no pueda verse si un balón ha entrado o no por completo dentro de una portería, o de unas reglas de juego que no parecen favorecer lo que deberían, y que dejan en el escepticismo al futuro de tales avances.

Hubo y hay un racismo evidente y,-aunque siempre es lamentable-, ha servido para poner visibilidad a esa energía de supremacía frente a otras razas que existe lo mismo en España que en Europa, y contra la que hay que seguir luchando.

Lo decía al principio. El Girona FC, ha ilusionado y le ha puesto sal a un más que exigente torneo liguero, que para mí será siempre el más prestigioso aunque los grandes titulares y elogios se los lleven los millones de la Champions League. Las eliminatorias son breves y directas, y la Liga es una competición constante en la que has de estar concentrado y exigido muchísimos meses al año. ¡Nueva gran gestión de jugadores del veterano entrenador Carlo Ancelotti!

Muchos meses, en donde en todos los campos españoles han habido pasión y goles, y errores y aciertos, y tertulias de periodistas de fútbol encontrados y forofos en muchos momentos. Y esto del periodismo forofo, es algo bien preocupante. Parece ir in crescendo lamentablemente.

Concluyo, afirmando y expresando mi felicitación y aplauso a un sólido y rápido Real Madrid, que este año ha ganado con holgura a todos sus rivales patrios. Es ese Madrid laureado casi hasta el mito, cuyos éxitos sin techo se acercan a los cielos del fútbol de aquel Barça de Mr. Guardiola, y que permiten crecerse y bien a los millones de seguidores que tiene el equipo que preside Pérez.

¡¡ENHORABUENA, CAMPEONES!!