Sí. Ya sabéis que la tecnología de los terrestres, ha logrado situar un artefacto en la mismísima superficie del planeta Marte. Asombroso y real. El progreso y el avance imparable de los científicos, es más que un hecho. Es una evidencia. Lo han conseguido.
Entonces, si los avances son perfectamente posibles con respecto a la exploración del exterior de nuestro planeta, ¿qué demonios estamos haciendo en el nuestro? ...
Yo pienso, que ésta y no otra, es la gran reflexión que se impone. Parece que para el capitalismo actual, es posible la dualidad del fracaso interior y del éxito exterior. Y no puede en realidad haber éxito exterior, sin coherencia interior. No. La conquista de Marte, aun siendo grandiosa, se difumina ante toda una realidad de andar por casa y que somos incapaces de resolver.
Hambrunas, guerras, desequilibrios, xenofobias, riquísimos y pobres de remate, corrupciones, democracias de papel, inmigración a la desesperada, recorte insólito de los derechos humanos, terrorismos, odios, y un interminable camino de errores y asignaturas pendientes que no cabrían ni el interior de una gran compilación o biblioteca.
El fracaso interior, que ensombrece a los héroes que pergeñan prototipos que alcanzan otros planetas de la Galaxia. El científico, atrapado en su propia incoherencia y hasta esquizofrenia, llevado a bandazos e impulsos de un bando y de una sociedad mercader.
¿Y el gran viaje a la superficie de nuestro planeta Tierra y a nuestra realidad?, ¿para cuándo una observación clara y de ciencia sobre el porqué de nuestros enfrentamientos y tensiones en las causas cotidianas de nuestro planeta cuna?, ¿en dónde se hallan tales científicos y prototipos de respuesta frente al contumaz error? ...
Todo se cae a trozos, cuando aterrizamos en nuestra verdad cotidiana. Hoy en día, la idea de progreso está presa y estancada. Los seres humanos no son libres, pueden volar mucho menos que hace unos años, somos presas del dinero y de la vileza de unos cuantos, y nuestro horizonte es prácticamente inexistente.
No es para nosotros el progreso real, ni el planeta Marte, ni los astronautas nuestros necesarios héroes. No. Ahora la prioridad en la conquista no es el dinero, sino la exploración de un universo y galaxia nueva, ética y realmente conjunta y social. La de aquí ...
Lo de Marte, es una pena. Lo de Marte es una lástima, porque parece que solo podemos ganar los partidos que jugamos fuera de casa. ¿Tan difícil es apostar por resolver los intrincados partidos que jugamos en nuestro gran Estadio común? ...
Lo nuestro, no es son de paz, sino calle de en medio. Lo de los humanos en el espacio exterior atufa a alarde más que a logro necesario y magno. Porque estamos perdiendo la conquista de la credibilidad en nosotros mismos. Y nos faltan lanzaderas o cohetes, que nos desplacen en la órbita de esa soñada y sana paz global. No. Un planeta tenso y lleno de disensos, es un planeta que solo puede lograr cosas menores.
-A PESAR DE LO DE MARTE-
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